miércoles, julio 30, 2014

Los cazafantasmas II

Los cazafantasmas II, Ivan Reitman, Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis

Si el primer Cazafantasmas no me gustó, esta segunda no iba a ser menos. Y lo cierto es que el punto de partida tiene su gracia. Nuestros protagonistas están de capa caída, ya no hay fantasmas y sus funciones han quedado para el olvido, dedicándose a amenizar fiestas infantiles, presentar programas dedicados a fenómenos paranormales y cualquier cosa que les sirva para sacar cuatro perras. Hasta que descubren que debajo de la ciudad fluyen una sustancia mucosa muy sospechosa.

Los cazafantasmas II, Ivan Reitman, Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis

Como decía, el inicio me hace gracia, pero más gracia me hace que el malvado de turno esté enclaustrado en un cuadro. Esta idea de alguien encerrado en una pintura siempre me ha parecido una idea muy inquietante, como ya vimos en La maldición de las brujas, en un capítulo que daba auténtico miedo de Don Drácula y hasta en una cubierta de Sanjulián para el Creppy. Lástima que aquí, como pasaba en la primera con el arquitecto del edificio, quede todo muy desdibujado y no exploten ideas con muchas opciones. 


Si algo hay de claro en el film es que el guión es un batiburrillo de cosas, lo que parece indicar que ahí tuvieron muchos problemas de escrituras y revisiones que, al final, siempre acaban repercutiendo en el resultado.

Los cazafantasmas II, Ivan Reitman, Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis

A los ya conocidos Murray, Aykroyd, Ramis, Hudson, Weaver y Moranis, se les unía Peter MacNicol (protagonista de El dragón del lago de fuego, aunque más conocido como el Bizcochito de Ally McBeal), Harris Yulin, Kurt Fuller (el sheriff de Scary Movie), Brian Doyle Murray (hermano de Bill y habitual en la filmografía de Ramis) y un cameo de Cheech Marin.


El film, pese a recaudar unos buenos 215 millones de dólares a nivel mundial, dejó un regusto amargo a sus responsables. Las expectativas eran mayores.
Varias son las razones para que el film no acabara de colmar las expectativas. Por un lado es una secuela tardía. Hacía 5 años desde el primer film, eso es mucho tiempo entre dos películas, y la gente ya no estaba demasiado interesada en los personajes.
Por otro lado, y el más importante, 1989 fue un año con una competencia atroz en la taquilla. Ese año tuvimos taquillazos como las secuelas de Regreso al futuro y Arma letal, La sirenita, Mira quien habla, Cariño, he encogido a los niños o la tercera entrega de Indiana Jones y el Batman de Tim Burton, que fueron las grandes triunfadoras de ese año.

Los cazafantasmas II, Ivan Reitman, Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis

Hacen muchos añadidos que provienen directamente de la serie de animación, como es el caso de la aparición de Slimer (Babetes/Moquete), que si en la primera película era casi un fantasma más, aquí coge cierta presencia. No olvidemos que en la serie tenía mucho peso.
También se cepillaron la atracción que siente la secretaria Janine hacia Egon, y pasa a formar parte del elemento puramente cómico que es el personaje de Rick Moranis.

Y, aunque a mí el film no me gusta, tengo que reconocer que nos dejó algo de incuestionable calidad: el videojuego. Ojito porque hay dos para la NES, el malo era de Activision, el bueno era de HAL Laboratory que, además de la 8 bits de Nintendo, también tuvo su versión para Game Boy y se titulaba New Ghostbusters II. En el juego teníamos que controlar a dos cazafantasmas, con uno dirigíamos el rayo y con el otro activábamos la trampa. Todo ello con vista cenital y con gráficos super deformed la mar de graciosos y una jugabilidad a prueba de bombas.


Ya llevan muchos años hablando de una tercera entrega. En un principio el rancio de Bill Murray era el que no quería hacerla (aunque luego se disfrazara de cazafantasma en Bienvenidos a Zombieland) y ahora está el asunto más complicado con la muerte de Harold Ramis, y se dice que los actores originales solamente saldrían para dar el testigo a una nueva hornada de cazafantasmas. Total, la gente la repudiará y dirán que las primeras eran mejores.

viernes, julio 25, 2014

Los cazafantasmas

Los cazafantasmas, Ghostbusters, Bill Murray, Harold Ramis, Dan Aykroyd, Ivan Reitman

A la espera de recibir collejas tengo que decir que nunca fui fan de Los cazafantasmas. Ni lo era antes ni lo soy ahora. No sé, nunca me acabó de entrar todo su rollo. Y eso que, incluso, tuve mi figurita de PVC del logo. Pero ni aun así.

En los USA fue un auténtico fenómeno que barrió en taquilla al mismísimo Indiana Jones en su aventura de chichinabo con las piedras Shankará y solamente fue superada por Superdetective en Hollywood en aquel 1984. Pero algo debió pasar, porque si bien en USA sacaron más de 230 millones de dólares, en el resto del planeta apenas superaron los 50. Lo que dejaba bien clara una cosa, y es que Los cazafantasmas es un producto muy yanki. Que está claro que ellos hacen las películas para sí mismos y que si el resto del planeta las vemos pues mejor que mejor (aunque ahora ya tienen mucho más en cuenta la taquilla internacional), que para eso son el ombligo del mundo. Y este film es la prueba de ello, todo muy americano, muy patriota. Con chistes para ellos que luego el traductor haría malavares para adaptarlos, actores famosísimos por sus apariciones televisivas y el espíritu americano por bandera. Coño, si hasta sale Ron Jeremy.

jueves, julio 17, 2014

Motorama

Motorama, Barry Shils, Joseph Minion

Gus es un chaval de 10 años que, harto de sus padres, decide robar el Mustang de su progenitor e iniciar un viaje a ninguna parte. Su único objetivo es ir por las gasolineras en las que, después de haber gastado 5 dólares, te obsequian con un rasca-rasca. En cada uno de ellos se esconde una letra, quien consiga componer la palabra M-O-T-O-R-A-M-A recibirá un premio de 500 millones de dólares.

Motorama, Barry Shils, Joseph Minion

Motorama es de esos films pequeños, poco conocidos (aquí ni se estrenó en vídeo y mucho menos en cines, limitándose su visualización a pases televisivos), pero que arrastra un culto a tal nivel que la banda rusa Motorama cogió el nombre de esta película.

El film es casi una vuelta de tuerca a Jo, ¡que noche!, no por casualidad el guionista es el mismo, pero cambiando lo nocturno por lo diurno y la ciudad por las carreteras desérticas de estados imaginarios. Y, por supuesto, no pueden faltar los paralelismos con la Alicia de Carroll.
Todo él desprende una atmósfera enrarecida, onírica y surrealista, con personajes apagados y, en general, decepcionados con la vida, que no parecen extrañarles ver a un niño solo conduciendo un coche. Niño al que no parece inquietarle tener que toparse con personajes estrafalarios y se comporta como un adulto.

Motorama, Barry Shils, Joseph Minion


Con uno de esos repartos extraños, que denotan que los actores estaban ahí por amistad antes que por una elección artística: Robert Picardo (habitual en las pelis de Joe Dante), Jack Nance (amigo de Lynch y que salía en casi todas sus pelis), Flea (bajista de los Red Hot Chili Peppers), Drew Barrymore (en una mini aparición), Michael J. Pollard (el que hacía los inventos en Tango y Cash), Allyce Beasley (la secretaria de la serie Luz de luna), Irwin Keyes (la criatura de Frankenstein hospital general), Dick Miller (otro habitual de la filmo de Joe Dante y la factoría Corman), Meat Loaf, Vince Edwards (uno de los atracadores de Atraco perfecto de Kubrick), Mary Woronov (la madre de TerrorVision), Susan Tyrrell (Forbidden zone) y Sandy Baron (Seinfeld, Leprechaun 2).

Motorama, Barry Shils, Joseph Minion

Dirigida por Barry Shils, que esta es su única película y luego tiene un par de documentales. Aunque como productor ha hecho cosas como Besos de vampiro (la de Nicolas Cage) y unas cuantas de Larry Cohen:  Regreso a Salem's Lot, la tercera entrega de ¡Estoy vivo!, The stuff o Sin salida.

Aunque lo más interesante es saber que el guionista de todo esto es Joseph Minion que venía de escribir Besos de vampiro, que también produjo Bierman, y anteriormente había sido el autor de su trabajo más conocido, Jo, ¡que noche!, el After hours de Scorsese. Y después un par de guiones para pelis no demasiado destacadas. Recordemos que con el guión de After hours tuvo una acusación de plagio, lo que le dejó marcado en Hollywood de por vida.

martes, julio 15, 2014

It (Eso)

It, Eso, Stephen King, Pennywise, Tim Curry, John Ritter, Tommy Lee Wallace

Con It (Eso) la obra de Stephen King comenzaba a dejar atrás su etapa esplendorosa en cines y entraba de lleno en el mundo de los telefilms y mini series. Esto por sí mismo no es un hándicap, en las mini series nos sacamos de encima el lastre de tener un minutaje estándar de 90 o 120 minutos a poder tirar de las 3 horas para arriba, cosa que a la obra de King le puede venir bien.

Eso siempre y cuando la adaptación fuese buena, que, precisamente, con It no era el caso.
Una historia muy King, donde una pandilla de críos se topa un ente misterioso que se cepilla a todo el que se cruza con él. Luchan contra él y lo vencen... o al menos eso creen ellos. Pasados muchos años, cuando los críos ya son hombres de pelo en pecho y vicios escabrosos, Eso regresa y la pandilla vuelve a reunirse para combatirlo.

It, Eso, Stephen King, Pennywise, Tim Curry, John Ritter, Tommy Lee Wallace

It (Eso) fue una mini serie de dos capítulos (unos 90 minutos cada uno) que aguantaba terriblemente bien en su primera parte, con la historia de los críos (aunque íbamos teniendo ráfagas de su versión adulta), casi unos Goonies sin humor, pero con tensión, terror y misterio. Cosa esta muy rara dentro del subgénero pandillesco (¿para cuándo una adaptación de Alfred Hitchcock y los tres investigadores?).
Y en la segunda parte ya es cuando el tren descarrila, con los protagonistas adultos y una falta de gracia alarmante. Eso por no hablar de una resolución final que deja mucho que desear.

It, Eso, Stephen King, Pennywise, Tim Curry, John Ritter, Tommy Lee Wallace

Dirigida por Tommy Lee Wallace, director de Halloween III y la secuela de Noche de miedo, con la que marcó el punto y final a su carrera cinematográfica para centrarse en la caja tonta salvo por el paréntesis que supuso la secuela del Vampiros de Carpenter.

Pero la gracia estaba en un reparto muy completito: John Ritter (Permanezca en sintonía, Este chico es un demonio), Jonathan Brandis (el prota de La historia interminable 2 o el chaval de la serie SeaQuest), Emily Perkins (Ginger snaps), Seth Green (el hijo del doctro Maligno de la saga Austin Powers), Harry Anderson (habitual de teleseries como Juzgado de guardia o El mundo de Dave), Dennis Christopher (prota de Fundido a negro), Richard Masur (Mr. Boogedy, La cosa), Richard Thomas (de la serie Los Walton) y Tim Reid (el negro de Radio Cincinnati).

It, Eso, Stephen King, Pennywise, Tim Curry, John Ritter, Tommy Lee Wallace

Pero, por supuesto, quien se lleva todos los laureles es el siempre querido Tim Curry, que, después de una sesión de maquillaje de 3 horas a cargo de Bart Mixon (que ha estado en los maquillajes o trucajes de Men in Black, Noche de miedo 2 o Robocop) se convertía en el payaso Pennywise, otro de los personajes carismáticos que tiene en su filmografía junto al Dr. Frank-N- Furter de The Rocky horror picture show y el demonio de Legend).

It, Eso, Stephen King, Pennywise, Tim Curry, John Ritter, Tommy Lee Wallace

It acabó siendo un producto fallido, que se dejaba de lado muchos elementos de la novela original, además de suavizar mucho la violencia, donde teníamos una primera parte muy entretenida que daba paso a una segunda que bajaba muchos enteros, haciendo que solamente se aguantara por las apariciones del payaso y con un final que te dejaba con el culo torcido. Un final demasiado pirotécnico, es decir, demasiado yanki. Una pirotécnica fallera que se desliga del terror inquietante que nos han ido ofreciendo en el transcurso de la mini serie, que, curiosamente, se va al traste cuando Pennywise deja su apariencia de saltimbanqui.

Ya llevan unos años dando el coñazo con una nueva versión dirigida por Cary Fukunaga (True detective). Veremos que sale de todo esto, aunque hay que apuntar que los indios ya hicieron su versión a finales de los 90 bajo el título de Woh, donde le payaso no tiene desperdicio.

martes, julio 08, 2014

La disparatada parada de los monstruos (Freaked)


A Alex Winter lo conocemos todos. Quizá por el nombre alguno esté desubicado, pero si pensamos en Las alucinantes aventuras de Bill y Ted (y secuela) recordaremos al rubito que acompañaba a Keanu Reeves en sus locos viajes temporales. Los más avispados también lo recordarán siendo uno de los malotes de El justiciero de la noche (posiblemente la entrega más divertida de la saga de Charles Bronson) o haciendo de vampiro en Jóvenes ocultos. Incluso alguno lo habrá identificado en la previsible Grand piano.

La cuestión es que salvo esto poco más había hecho, y es que al tipo lo que le tiraba es la dirección. Es por eso que, después de El viaje alucinante de Bill y Ted, casi no se le vio delante de las cámaras. De todas formas, en su faceta como director la cosa no le ha ido especialmente bien más allá de realizar anuncios y videoclips. Muchos episodios de series, telefilms infantiles de Ben 10 y algún que otro documental, y desde hace años se rumorea que podría hacerse cargo del remake en 3D de La puerta (The gate). Como excepción a su desangelada filmografía tiene Fever, protagonizada por Henry Thomas y Teri Hatcher, que tiene bastante buena prensa pero aquí nunca nos llegó
Curiosamente, la película más conocida que ha dirigido fue con la que debutó, La disparatada parada de los monstruos (Freaked).


A primeros de los 90, Winter dirigía junto a su colega Tom Stern un programa para la Mtv llamado The idiot box, un programa de sketchs que tuvo gran aceptación, aunque por problemas presupuestarios la cosa no fue más allá de 6 episodios. Paralelamente trabajaron con Sam Raimi en proyectos que nunca llegaban a materializarse. Con este panorama acabaron escribiendo una película para lucimiento de la banda Butthole Surfers, a la cual Winters había dirigido en algunos clips. El proyecto no consiguió venderse y decidieron reescribir ese guión para convertirlo en una comedia más convencional que acabó comprando la Fox, concretamente su presidente, Joe Roth, que había sido director de La revolución de los novatos (!!!!).
Básicamente picaron porque les vendieron la moto que el propio Winters sería el protagonista y Keanu Revees también aparecería, con lo que el estudio estaba encantado de tener a la pareja protagonista de Bill y Ted.


La disparatada parada de los monstruos, que en un primer momento debía titularse Hideous Mutant Freekz, acabó siendo un cruce del Freaks de Browning y La isla del doctor Moreau con una pátina de cartoon, humor made in Mad y montaje videoclipero, donde una ex estrella infantil viaja a un país de sudamérica para promocionar unos contaminantes productos fertilizantes, acabando en manos de un loco que usa el producto para crear criaturas y mostrarlas en su barraca de feria.

Todo ello con un reparto tan curioso como extraño: Brooke Shields, Randy Quaid (en un papel para el que querían a Geroge C. Scott y Oliver Reed), Deep Roy (el Oompa Loompa de Charlie y la fábrica de chocolate), Megan Ward (la chica de El cuchitril de Joe), Bobcat Goldthwait (el Zed de Loca academia de policía y ahora reconvertido a director), John Hawkes (el recepcionista de Identidad), Michael Stoyanov (de la serie Blossom), Alex Zuckerman (el niño pelirojo de Hook), Ray Baker (el dependiente de Memory Call en Desafío total) y Mr. T, cuando empezaba a estar chungo del cáncer que padeció. Caso aparte es Keanu Reeves, haciendo de chico perro, al cual siempre lo vemos bajo el maquillaje y está sin acreditar.

Con un film repleto de maquillajes y efectos (¡analógicos!) tenemos a gente tan conocida como Scream Mad George (un habitual de la factoría Yuzna) y Steve Johnson (Golpe en la pequeña China, Estamos muertos... ¿o qué?) y títulos de crédito a cargo de David Daniels, haciendo gala de su dominio de la técnica Strata-cut animation.


Con toda esta gente participando en la película y la Fox detrás, todo parecía que iba encaminado hacer una película de éxito. Es más, la major tenía preparada toda la artillería y se frotaba las manos pensando en el lanzamiento de figuras de los personajes, cómics y demás parafernalia.
Pero con lo que no contaban es que Joe Roth, presidente de la Fox y su máximo valedor, fue despedido y los nuevos mandamases de la productora no estaban nada contentos con el film y acabaron recortando el presupuesto. Tampoco ayudaba que en los pases de prueba el público saliera desilusionado porque pensaban que iban a ver algo estilo Bill and Ted, cosa que llevó a cortar muchas escenas. 


Finalmente, el film tuvo un estreno minoritario sin apenas publicidad que la condenó al fracaso, recuperando menos de lo que se gastaron en los anabolizantes de Mister T. Aquí no nos  llegaría hasta el 96, y su estreno en cines se limitó al Capsa en VOSE, al menos en Barcelona.

Todo esto no hizo si no acrecentar su estatus de película de culto que llega hasta nuestro días con ediciones especiales en DVD que se agotan como si nada.
Y no es para menos, pues ingredientes tiene de sobra: mucha coña del mundo de Hollywood, auto guiños, montones de efectos especiales y maquillajes flipantes, chistes visuales como el del ratón del ordenador o los ojos vigilantes, una duración super ajustada que apenas llega a los 80 minutos... Un clásico de los 90.

jueves, julio 03, 2014

Hulka (la película que nunca veremos)

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk

Hasta la llegada de los films de X men y Spiderman, a principios de los 2000, la DC era la clara ganadora en adaptaciones de carne y hueso con las sagas de Superman y Batman (aunque por en medio estaban los tropiezos de La cosa del pantano y Supergirl. A Marvel las cosas no le habían ido tan bien. La primera de sus adaptaciones en cine, Howard... un nuevo héroe, acabó siendo un fracaso del que todavía se acuerda George Lucas cuando tiene pesadillas, Vengador (alías The Punisher) con Dolph Lundgren y Capitán América de Albert Pyunn no pasaban de ser series B en el mejor de los casos. Y eso por no hablar de Los 4 Fantásticos cagados por Corman.

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk

En cambio, en televisión las cosas iban más o menos bien. Spiderman, siendo una versión muy libre de la que apenas usaban al hombre araña y poco más, tenía bastantes detractores pero las audiencias acompañaban. Aunque eso no fue suficiente porque la CBS decidió prescindir del show.
Lo mismo pasó con El increible Hulk (cuyo episodio piloto nos llegó a los cines bajo el título de La masa. El hombre increíble), otra adaptación bastante libre en la que se respeta poco del cómic original, quitándo prácticamente cualquier atisbo de fantasía, villanos, etc, donde el doctor Banner se dedicaba a recorrer el país en busca de una cura y en cada episodio ayudaba a alguien que se encontraba en apuros. Básicamente la misma estructura de El fugitivo y que en los 80 era muy popular (Starman, El equipo A, El coche fantástico...).

La serie empezó en 1978 y finalizó en 1982, después de 5 temporadas en las que la audiencia acompañaba, pero no así la opinión de los ejecutivos de, otra vez, la CBS, que opinaban que las series basadas en cómics le quitaban prestigio y querían hacer recortes presupuestarios. Y esa fue la razón por la que se cargaron Wonder Woman primero, Spiderman después y El increíble Hulk al final.

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk

Aprovechando que la serie había quedado inacabada, su protagonista, Bill Bixby, se dedicó a mover el proyecto de resucitar al personaje que encarnaba Lou Ferrigno en su vertiente verde. A finales de los 80 consiguió que el departamento televisivo de la New World (cuando Roger Corman hacía tiempo que no formaba parte de ella) le produjese una serie de telefilms: El regreso de la masa (The Incredible Hulk Returns, 1988), El proceso de la masa (The Trial of the Incredible Hulk, 1989) y La muerte de la masa (The Death of the Incredible Hulk, 1990).

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk

Telefilms que no aportaban demasiado a lo que ya se había visto en la serie, además de resultar curioso que, pese haber transcurrido casi una década desde la serie, técnicamente no veíamos apenas avances en los efectos. En donde sí innovaron fue en el tema crossover. Aquí se las apañaron para incluirnos a Daredevil (interpretado por Rex Smith, el prota de El halcón callejero), Thor, una tal Jasmin que es una sosías de Viuda negra y Wilson Fisk, alías Kingpin (bajo los rasgos de John Rhys-Davies, el Gimli de El señor de los anillos). 
Cosa esta que parecía agradar en demasía a Bixby, ya que unos años antes intentó levantar un telefilm que reuniese a Hulk y al Spiderman de Nicholas Hammond. Es más, hubo un cuarto telefilm planeado con el título de Revenge of the Incredible Hulk, donde había intención de incorporar el personaje de Iron man, pero los bajos índices de audiencia de La muerte de la masa dieron al traste con el proyecto. 

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk

Pero eso no era impedimento para que la New World siguiera explorando el mundo Marvel, que para eso tenía los derechos. El asunto era fácil, dar al público algo minimamente nuevo pero que en el fondo no lo fuese tanto. Esto era adaptar el personaje de Hulka (She-Hulk) y su álter ego Jennifer Walters, prima de Bruce Banner, del que que recibe una transfusión de sangre al ser objeto de un disparo por parte de unos gangsters, lo que le lleva a mutar en una gigantona de piel verde.

Para comenzar a dar forma al piloto se contrató a Jill Sherman Donner, guionista y productora de varios episodios de la serie clásica, para que escribiera el libreto. Ya en la primera mitad de 1991, el escrito, finalmente titulado Metamorphosis, pasó a convertirse en realidad cuando se inició el rodaje en el Caribe.

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk
Laird Hamilton (He-man) y Gabrielle Reece (Hulka)

Para el personaje de Hulka se fichó a Gabrielle Reece, jugadora de volleyball muy famosa de más de 1.90 de altura, que, ¡oh sorpresa! acabaría casándose con el surfista Laird Hamilton, el que había sido elegido por Albert Pyun para ser He-man en la secuela de Masters del Universo.
Para encarnar a Jennifer Walters es donde tuvieron más problemas. En un primer momento se contrató a Mitzi Kapture, actriz de perfil más bien bajo que en la época había protagonizado la tercera parte de Angel, aquellos films de la estudiante que por las noches se prostituye para pagarse los estudios, y que luego tendría un papel destacado en dos series: Medias de seda, donde sería la protagonista, y Los vigilantes de la playa. Este perfil bajo hace que la ABC, canal donde debía emitirse le piloto, se decantase por contratar a otra actriz algo más conocida pese a que ya habían empezado el rodaje. 

El fichaje de última hora resultó ser Melissa Gilbert, una afincada a los telefilms que era recordada por ser la Laura Ingalls de La casa de la pradera. Pero su poco interés por una serie de superhéroes de la que no tenía ni idea, enrarecieron aun más la situación hasta el punto que la descartaron.
Después de varios días de rodaje en el Caribe, donde estaba todo el equipo, desde el director Bradford May, director de infinidad de telefilms (entre ellos la segunda y tercera parte de Darkman), hasta los propios Lou Ferrigno y Bill Bixby, pero sin una actriz que hiciera de Jennifer Walters, y con mucho dinero ya gastado, acabó por gastar la paciencia de la productora que acabó cancelando la filmación.

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk
Mitzi Kapture y Melissa Gilbert

Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, HulkEl proyecto de llevar a la imagen real a Hulka quedó congelado (y más cuando Bill Bixby moriría en 1993) hasta que la propia New World decidió reactivar el proyecto, esta vez como largometraje.

Carl Gottlieb, guionista de los tres primeros Tiburón y director de Cavernícola (la de Ringo Starr y Dennis Quaid), se encargó de escribirla y Larry Cohen, director/guionista de Estoy vivo o Regreso a Salem's Lot, se encargaría de dirigirla. Para protagonizarla se eligió a Brigitte Nielsen, con la que se hizo una sesión de fotos con la que, como en los buenos tiempos del Spiderman de la Cannon, se esperaba publicitar el proyecto y atraer a inversores.
Inversores que nunca llegaron y el proyecto quedó congelado en el limbo de las adaptaciones nunca rodadas, esperando que algún estudio (Disney) se anime a usar al personaje. Aunque viendo que las dos películas más recientes de Hulk en solitario no han dejado satisfechos a sus responsables, la cosa está muy verde.
Hulka, She-Hulk, Brigitte Nielsen, Lou Ferrigno, Bill Bixby, Gabrielle Reece, Mitzi Kapture, Melissa Gilbert, Jill Sherman Donner, Carl Gottlieb, Hulk


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martes, julio 01, 2014

El diablo se lleva los muertos

el diablo se lleva los muertos, Lisa e il diavolo, Mario Bava, Telly Savalas, Elke Sommer

La que fuese una de las últimas películas dirigidas por Mario Bava pasó de ser uno de sus proyectos más personales a uno de sus mayores calvarios.
En 1972 Bava estrenaba Orgía de sangre (Baron Blood). Su éxito en Italia hizo ganar pingües beneficios a su productor, Alfredo Leone, y tan contento quedó que le dio carta blanca al director para que hiciera lo que quisiera en su siguiente proyecto. El diablo se lleva a los muertos (Lisa e il diavolo, 1973) terminaría por ser un desahogo para el director, dando rienda suelta a su imaginación, sin importarle demasiado en darle al espectador un producto de fácil digestión.

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Una chica, que hace una visita turística por Toledo, se separa de su grupo y acaba en una tienda de antigüedades en la que se topa con un hombre que es igual que el diablo que hay pintado en un fresco que acaba de ver. Asustada, decide volver con el grupo, pero para su sorpresa no encuentra a nadie. Parece como si el pueblo estuviera deshabitado. Deambulando sin rumbo por la callejuelas toledanas se topa con un matrimonio y su chófer, que se ofrecen a llevarla. El coche acaba sufriendo una avería justamente delante de una mansión habitada por una señora, su hijo y el mayordomo, que resulta ser el hombre de la tienda con gran parecido al dibujo del diablo.

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Lo que en un principio se iba a titular La casa del diavolo mutó a Lisa e il diavolo cuando el propio Bava retocó el guión (y el título) a su gusto, fue una incursión del director con muchos de los (pocos) actores que aparecen en el film: Sylvia Koscina, habitual en péplums junto a Steve Reeves; Alessio Orano, que luego tuvo una carrera más bien escueta y se convertiría en el marido de Ornella Muti; Eduardo Fajardo, muy habitual en la época en las co-producciones; Espartaco Santoni, cuando todavía no había sucumbido a los encantos de la Marbella Set; y Alida Valli, asidua dentro del género y de la que le recordaremos de Suspiria o Los ojos sin rostro.
También estaba Telly Savalas, justo cuando terminaba su periplo europeo (básicamente italiano), lo que de rebote le acabó llevando a rodar Pánico en el Transiberiano de Eugenio Martín. Y como dato curioso, es en este El diablo se lleva a los muertos donde su personaje está constantemente con un chupa chups en la mano, adelantándose un par de años a la creación del teniente Kojack. En el film de Bava usa el caramelo para disimular el olor a tabaco al que le da caladas a la que su jefa no está presente. ¿Era una simple excusa de guión para justificar el capricho golosinero del actor o realmente el detalle estuvo siempre en el guión y fue el inicio de su vicio por los caramelos con palo para luego trasladarlo a su personaje icónico?

A esa lista hay que añadir a la alemana Elke Sommer que para eso estábamos en una co-producción a tres bandas entre Italia, Alemania y España, vista en Las Vegas 500 millones, y acababa de hacer con Bava Baron Blood.

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Bava hizo un film de aspecto gótico, con una fotografía recargada de flou, precisamente cuando ese tipo de películas estaba en declive. Recordemos que, a principios de los 70,  la Hammer estaba en declive, en Italia hay una explosión del giallo y en los USA empieza a coger fuerza el terror paranormal con casa encantadas repletas de espíritus y poco después La matanza de Texas empezaría a allanar el camino al gore más explicito (aunque en el film de Hooper no se viera casi nada). El terror comenzaba a dar beneficios muy altos, lo que hizo que el género pasara de serie B a A en muchos casos.

Todos estos ingredientes fueron claves para que las distribuidoras quedaran descontentas con Lisa e il diavolo (su título original), lo que hizo que el productor Alfredo Leone propusiera a Bava rodar nuevas escenas "inspiradas" en El exorcista, que acababa de ser un éxito mundial, y hacer un nuevo montaje, a lo que el director de Diabolik se negó. Finalmente el productor cogió al hijo de Bava, Lamberto, que había sido director de la segunda unidad, y volvió a contratar a Elke Sommer para rodar él mismo los nuevos insertos.

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La película empieza igual que la versión Bava, con la protagonista adentrándose por las callejuelas de Toledo, donde le da un ataque y cae al suelo. Entre la muchedumbre que va en su ayuda aparece un cura, lo que hace que la tipa se retuerza más. A partir de ahí se la llevan al hospital y nos meten insertos del film original con Elke Sommer perdiéndose en Toledo y encontrando un coche que le lleva a la mansión, etc, haciéndonos tragar la idea que todo ello es producto de la mente de la poseída y, a ratos, nos van metiendo el nuevo metraje que transcurre en el hospital, donde el doctor de turno y el cura tienen eternos debates sobre el alma humana y Sommer tiene ataques donde babea mucho y chilla más, además de la inevitable escena de vomitada.
También se incluyen algunos insertos de Leandro, el personaje de Savalas, pero al que siempre vemos de espaldas. Evidentemente, cogieron a un calvete y lo colocaron ahí para que hiciera del personaje, ya que no podrían contar nuevamente con la presencia de Kojack.

Esta nueva versión acabó siendo firmada por el ficticio Mickey Lion, y fue re-titulada The house of exorcism, lo que junto a las nuevas escenas hizo que estuviéramos ante un exploit puro y duro de El exorcista. Todo esto no sirvió para nada, ya que el film, estrenado dos años después, en 1975, acabó siendo un descalabro en las taquillas.
Curiosamente la versión original de Bava se salvó de la quema y sí pudo verse porque acabó estrenándose únicamente en un país. ¿Lo adivinas? Exacto, en las españas setenteras.


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En definitiva, una película con dos versiones que, posiblemente, no dejen satisfechos a nadie. Ni la original de Bava ayuda a que sea degustada por el gran público, aunque al que le agrade lo abstracto (ojito con los paralelismos con Muholland Drive) y los finales al estilo La dimensión desconocida, le sacaran partido.

Y, la otra, la versión del productor, que no pasa de ser un exploit puro y duro con un par de escenas de folleteo totalmente gratuitas, donde se carga el barroquismo de Bava y los títulos de crédito originales, un precedente a los de aquella serie guionizada por Roal Dahl, Tales Of The Unexpecte, emitida en TV3 como Històries imprevistes
Pero si me tengo que quedar con una, la Bava sin pensármelo.