Gary ha vuelto a las andadas. Si hace varios meses fue el encargado de inaugurar el Destrozando mitosahora ha hecho méritos suficientes para que haga una excepción y lo recupere en una segunda parte.
Después de no poder continuar con su carrera artística se tuvo que declarar en bancarrota a finales de los 90, hecho que le obligó a agarrarse a un clavo ardiendo y tener que aceptar el trabajo más tirado que hay, es decir, de segurata. Así que el hombrecito se dedicaba a vigilar el parking de un centro comercial hasta que un paparazzi lo descubrió y se dedicó a dar trompos con su coche alrededor de un Gary en estado de semi-shock mientras le iba haciendo fotos. Recordemos que nuestro segurata mide 1,40 m., así que la estampa debió ser impagable.
Ya por aquella época había sido condenado a pagar una multa por agredir a una mujer que le había pedido un autógrafo. El altercado pasó mientras Gary estaba en una armería comprándose un ¡¡chaleco antibalas!!
Después de eso se presentó a gobernador de California en el 2003, a la vez que Arnie. Esto lo hizo de cachondeo, algo así como lo del Chikilicuatre, pero al final con la tontería fue el octavo más votado en la pre elección de más 130 aspirantes. Al final retiró su candidatura, y es que el Chuache es mucho Chuache.
El mes pasado fue la estrella de Divorce Court, un programa de tv donde van las parejas a divorciarse en directo para todo los USA, algo así como Veredicto con Ana Rosa Quintanapero cambiando el perro de mi vecino se mea en mi puerta por Gary no da la talla en la cama, después de contraer nupcias con Shannon Price, 22 años menor que él, apenas hace 3 meses.
No contento con todo este currículum y después de haber vendido su Gamecube en Ebay puso a la venta su flamante Saturn Sky 2007 con su autógrafo de regalo. Lamentablemente nadie tuvo la dignidad de hacer una oferta y es que el hombrecito tuvo la ocurrencia de ponerle un precio de salida de 25 mil dólares cuando su precio en un concesionario no supera los 23 mil.
El juego de Mortal Kombat nació de la mano de Midway para intentar chupar del éxito que había tenido Street Fighter en los salones recreativos. Un juego one vs one donde destacaban los diseños de los personajes, actores capturados digitalmente, técnica que usó mucho Acclaim (que se encargó de las versiones para consola) ahí estaban las horrendas versiones de Batman Forever como ejemplo. Además tengo que decir que era una compañía que no me gustaba nada, tenía las franquicias de Los Simpsons o de los WrestleMania que eran todos muy malos. Salvo el mítico Smash Tv o el NBA Jam todo lo que ha hecho es basura.
Otra cosa por el que destacaba el Mortal Kombat era por su dosis de gore, cosa que jugó en su favor ya que creó polémica con la publicidad que eso conlleva; y al final de toda esa polémica se creó la famosa clasificación por edades de los juegos de la que nadie hace ni caso.
Y si en el 93 apareció la película de Super Mario Bros y en el 94 la de Steet Fighter en el 95 salió la de Mortal Kombat.
De la mano de New Line Cinema, que en aquella época estaba especializadas en hacer caquitas como las de Freddy Kruegger o la degeneración de las Tortugas Ninja, y bajo la batuta de, según él, el mayor entendido de Resident Evil del mundo alias Paul W. S. Anderson, que era su segunda película y no dudó en hacerla del gusto del consumidor potencial de este tipo de juegos, es decir, diálogos estúpidos, peleas, monstruitos, muchos efectos especiales y música maquinera de saldo.
La historia va de un grupo de personajes que son elegidos para participar en un torneo de artes marciales llamado Mortal Kombat e intentar ganarlo porque de no hacerlo el mundo caería bajo las garras de unos macarras de otro mundo.
El argumento no tiene más porque a nadie le importa, aquí lo único que interesa es las peleas y es que desde el primer minuto de peli sabemos como acabará.
El reparto es de un horror inimaginable, más que nada porque no los conocen ni en su casa, a excepción de Christopher Lambert. Si ponemos a un Michael Caine en Tierra peligrosa o a un Lee Marvin en Delta Force para que le dé un poquito de empaque y prestigio a la producción pues pondremos a Lambert como guest star debieron pensar los productores. Aquí, nuestro inmortal favorito, hace de Raiden (no confundir con Raiben) un dios que se pasa el día con bata de estar por casa, explica chistes muy malos y cuando se cabrea saca rayos por los ojos.
Tonino y los magos de la rumba
De los demás personajes sólo están curiosos Subzero y Scorpio, una especie de Zipi y Zape en versión ninja; y sobre todo Goro, uno de lo malos chungos, mezcla de animatrónic y stop motion.
Y es que esta peli fue de las primeras en meter efectos digitales a toda costa, pero entre que la tecnología todavía estaba muy verde y que no tenían un gran presupuesto (Mortal Kombat no deja de ser una serie B) la cosa no acabó de cuajar. Aunque por otra parte hace gala de muchos decorados casposos y maquetas con lo que le da un toque de peli ochentera muy chulo.
Me saco los mocos, me rasco el ojete y me sobran manos para jugar a la Wii
El principio de la peli es bastante prometedor, con el viaje en barco a la isla donde se celebra el torneo pero una vez que llegamos a ella y empieza el torneo es más de lo mismo una y otra vez, y la peli se vuelve insoportable. Hay que decir que cuando salió la peli en cines apareció a la vez directa a vídeo una cinta en dibujos animados que era todo lo que pasaba antes de llegar a la isla, una vez que llegan se acaba y te remiten a que veas la peli de acción real.
La peli tuvo bastante éxito, pasó de costar menos de 30 millones a recaudar más de 100, con lo que dos años después apareció la secuela, que no he visto ni quiero ver porque debe ser jodida de cojones. A parte salió una serie para tv, que aquí se han encargado de editar en DVD BellaVision y Filmax bajo títulos como Mortal Kombat: Queen, Mortal Kombat: Terminator, Mortal Kombat: Warriors... vamos que la cuestión es poner alguna palabreja chanante después de Mortal Kombat. Y como ahora ya está totalmente asumido las versiones cinematográficas de los videojuegos pues no van a desaprovechar la oportunidad y ya están preparando la tercera parte, Mortal Kombat: Devastation. Que Dios nos coja confesados.
Los Tiny Toon tuvieron mucho éxito, más que nada porque era una especie de spin off de los Looney Tunes pero en versión prepuber (algo así como en su día Los pequeños Picapiedra o los Pequeñecos) con lo que era una apuesta segura y además estaba producida por Spielberg, o lo que es lo mismo, que ponía el nombre en los créditos y cobraba el talón. Lo bueno es que de ahí salió parte del equipo de la serie de Batman.
La serie tenía unos puntos cinéfilos muy buenos porque había un montón de parodias. Una de las más famosas es un episodio donde se empieza a rodar la segunda parte de Batman y Plucky quiere hacerse con el papel protagonista y se pasa la mitad del episodio dándole la murga a Tim Burton. Al final conseguía el papel, pero para rodar las escenas de peligro, así que el resto del episodio se dedicaba a llevarse guarrazos.
Pero unos cuantos episodios antes Hamptony Plucky (que, según los guionistas, parece obsesionado por ser actor a toda costa) deciden ir a Hollywood para hacer la película sobre la vida de este último. Durante el episodio veremos un montón de cameos animados de Harrison Ford, Dustin Hoffman , Jack Nicholson, Clint Eastwood, Woody Allen y varios más; con lo que las parodias cinematográficas están servidas.
En un momento del episodio los dos protagonistas se pondran a trabajar en un restaurante que frecuentan las estrellas para conseguir colar su guión. Al pobre de Hampton lo ponen de aparca coches (sin saber conducir) y el primer coche que le llega es el Batmobile y, evidentemente, su conductor es Batman. Así que el bueno de Hampton la acabará liando y estrellando el coche en la luna, momento para clavar el guiño a la peli de Burton.
A Plucky lo colocan de recepcionista-camarero, así que le pide el abrigo a Batmanque lo que hace es estirar de la cremallera y aparecerMichael Keaton en plan Connery o el Chuache.
Asia Carrera nos alegró las sesiones onanistas en los 90. Ya fuera sola o acompañada de toda la troupe de la época: Sunset Thomas, Jeanna Fine, Anna Malle, Lea Martini... la lista es interminable.
Pero todo rise tiene su fall incluso para bebedoras/es de esperma. Y es lo que hay, de tener un par de mastodontes spankineandote las nalgas a la par que Michael Ninn te dice que pongas cara de Michael Foucault mientras se toma la tensión a vivir en alguna caravana en el desierto de Arizona criando a 6 o 7 churrumbeles alcoholizados.
De comer falos a devorar quiches
Así que ya lo sabéis niños y niñas; si os queréis dedicar a la noble labor de comer cimbreles ante las cámaras estáis avisados de como acabaréis. Pero bueno, peor es para muchos de los que frecuentan estos lares, los que se las comen a pares y gratis.
Hacía varios meses que tenía a la Wii bastante arrinconada, incluso pese a tener el No more héroes, un muy buen juego pero que no me acabó de atrapar como lo hicieron el Zelda, Red Steel o el Resident 4 (que ya veo que me ha volado) el verano pasado. Así que el otro día quise darle otra oportunidad al juego salido de la cabeza de Goichi Suda, y como hacía casi un año que no actualizaba la consola y sabía que había nuevas descargas la conecté a la red. Y entre varias patochadas (lo clásico en Nintendo) vi que habían ideado otra nueva forma de sangrarnos. Si ya hace tiempo que tienen la consola virtual, que son una serie de juegos clásicos, ya sean de la propia Nintendo, Sega, SNK, etc., que podemos bajarnos previo pago, ahora han sacado el WiiWare, que es lo mismo pero con juegos programados actual y exclusivamente para descargar, lo que ya lleva tiempo haciendo Microsoft, vamos.
Y el que me llamó la atención fue Tv Show King que, evidentemente, me descargué, ¿si no de qué coño iba a dedicarle una entrada?
El juego programado por Gameloft (compañía gabacha que se dedica hacer copias del Braintraining para DS) sigue la línea de los juegos concurso a lo Buzz; aquí presentado por un tal Jerry, un clon digital del mitiquísimo Miquel Armengol (véase foto), presentador en el canal local 25TV del concurso telefónico (sí, de esos que sólo llaman cuatro pensionistas aburridos pensándose que le va a tocar un premio del cagalse y al final consiguen, si es que tienen la potra que ganan, un teléfono móvil que sólo pueden usar si se dan de alta y pagan mensualmente una cuota, a eso añádele el sablazo de la llamada) La casa encantada, programa de visión obligatoria en las sesioncitasy que sirve como epílogo a éstas. Concurso entretenido que se aguanta gracias al temple y saber estar de su presentador, un galán que luce traje blanco cual señorito de cortijo andaluz y sospecho que debe llevárselas de calle en La Paloma, a la par que presenta el programa matinal de Ràdio Molins de Rei.
Jerry y Miquel Armengol, face to face
En este Tv Show King usaremos nuestro Mii como concursante y nos enfrentaremos a 3 rivales más, ya sean humanos o controlados por la máquina, en unas cuantas ronda de preguntas. Preguntas que dependerán de cual de los tres niveles de dificultad (normal - rey - genio) que elijamos, a parte también podemos elegir cuantas rondas de preguntas (3 - 6 - 9) queremos.
Iremos contestando preguntas en plan Quiere ser millonario y de vez en cuando tendremos que tirar en la ruleta, donde podemos ganar más dinero, perderlo (ya sea una parte o todo), robárselo a los contrincantes o intercambiarlo con ellos. Durante las primeras preguntas tendremos las cuatro opciones de respuesta pero conforme avance el juego las respuestas estarán ocultas y tendremos que usar el wiimote como linterna o para rascar la capa que nos impide ver la respuesta.
Al final, los dos que hayan ganado más dinero se enfrentaran en la final. Final que consiste en otra tanda de preguntas que gana el primero que acierte cinco.
A Miquel le gusta presentar conciertos de havaneras y después desbocarse con un buen ron cremat
A parte de esta modalidad concurso está la Quiz attack, en la que competiremos en solitario y su única finalidad es ver hasta cuantas preguntas podemos acertar de forma consecutiva.
Las preguntas del juego son muy en la línea Trivial, desde deportes, geografía, música, historia, o lo que más nos gusta, cine, donde hay preguntas de Austin Powers, Friends, Cameron Díaz y del estilo.
Y eso es todo, ya vemos que el juego no tiene mucha chicha ni modalidades de juego, pero por 1000 wii points (10 euros) ya está más que bien para un juego que promete diversión a tope en reuniones con diferentes wiimotes.
Por alguna extraña razón para esta tercera entrega no se contó con Alexander Witt y se contrató a ese loser llamado Russell Mulcahy (que salvo Los inmortales nunca más hizo nada bueno) y con Anderson controlándolo todo desde la sombra.
Si en Resident evil: Apocalipsis comenzaba justo al final de la primera entrega en esta Resident evil: Extinction damos un salto en el tiempo. El virus T no sólo no desapareció con la bomba nuclear lanzada a Raccoon City si no que se extendió por todo el planeta, haciendo que la cantidad de infectados fuera demoledora y las pocas personas que quedan se hayan convertido en nómadas que vagan por el mundo para evitar a los zombis.
Alice, que había dejado el grupo de Olivera y compañía, cree que en Alaska el virus no ha llegado y allí continúan viviendo de forma normal. Así que mientras se dirige hacía allí se topará con un convoy donde se reencuentra con Olivera.
Paralelamente el doctor Isaacs (que ya habíamos visto al final de la anterior entrega) sigue trabajando en el Proyecto Alice, a la vez que busca a la auténtica a través de los satélites.
La película pasa toda ella en zona desértica dando un tufo a western (Alice monta una BMW como un cowboy a su caballo) y a peli post nuclear (casas abandonadas, Las Vegas enterrada bajo la arena). Cosa que hace que peque de lo mismo que todas las películas del subgénero, son aburridas porque hay demasiados tiempos muertos para que veamos lo solos que están los protagonistas en medio de la nada. Cosa que nos recalca varias veces Mulcahy con esos planos generales.
Si el personaje de Alice ya había perdido algo de protagonismo en la segunda parte (no mucho, pero sí un poquito) aquí esa perdida va en aumento, parte del metraje ni aparece. Una Alice que ya ni se le intuyen rasgos humanos y si en la anterior entrega tenía una fuerza sobrehumana aquí le han colocado poderes telequinésicos (que ya vimos en las escenas finales de RE2). Y es que cuando le ponemos poderes de estos chungos a los personajes es que algo va mal (no hay más que ver Viernes 13, 7º parte).
En el fondo, si lo pensamos esta trilogía no deja de ser una puesta al día de la de Romero. En la primera todo sucedía en un entorno cerrado (ya fuese la casa de La noche de los muertos vivientes o la colmena de Resident evil) y nos encontrábamos los primeros síntomas de la resurrección de los muertos. En la segunda la plaga se expande y tenemos el enfrentamiento entre humanos y zombis. Y en la tercera la civilización a sucumbido a los infectados, y en RE3 también nos encontramos con un mad doctor que intenta civilizar a los zombis como ya vimos con el Buba de Romero.
Pero si esta tercera parte peca de aburridilla (curiosamente fue la que mejor taquilla hizo de las tres) lo mejor es el final, donde nos deja entrever una cuarta entrega con un ejercito de Alices clónicas viajando hasta Tokio para cargarse a los de Umbrella, con lo que puede ser un híbrido de Akira muy fuerte. Yo ya me estoy frotando las manos
Esta secuela ya es bastante más fiel al juego, cogiendo cositas del 2, 3 y Code: Veronica, además de personajes como Jill Valentine, Carlos Olivera, Nicholai Ginovaef o Némesis.
Dirigida por el chileno Alexander Witt (que tiene un cameo), que hasta la fecha se dedicaba a llevar la cámara o dirigir segundas unidades, se muestra mucho más solvente que Anderson que estaba ocupado haciendo Alien vs Predator y que aquí está relegado a tareas de producción y guión.
Resident evil: Apocalipsis, que es muchísimo más espectacular que la primera, empieza justo donde acaba su predecesora, Alice saliendo al exterior y descubriendo que Raccoon City está totalmente infectada.
Luego tenemos escenas que suceden paralelamente al final de la anterior entrega donde vemos como Umbrella comienza la evacuación de la ciudad y en determinado momento deciden cerrar la ciudad a cal y canto para evitar que el virus T salga de ella. Así que ya tenemos los diferentes personajes que acaban juntándose para buscar una salida antes de que lancen una bomba nuclear y se carguen toda la ciudad, como ya pasaba en Return of the living dead. Uno de los personajes que nos encontramos es la reportera Terri Morales que va cámara en mano grabándolo todo; a saber cuanto han chupado de aquí los de Rec.
Una de las muchas cosas buenas de esta secuela es que responde a muchas preguntas planteadas en la primera parte, se nos explica el origen del virus T, sabemos mucho más de Alice y que forma parte de un experimento y conocemos el destino del otro superviviente de la mansión que acaba convirtiéndose en Némesis. Con este personaje, que no da el canguelo que daba en el juego, acertaron de pleno de dejarse de chuminadas digitales y hacerlo a base de maquillaje y traje de plástico a lo Tortugas ninja.
Alice apuntaba maneras en la anterior peli pero aquí ya se desboca y tenemos a una Jovovich en su salsa dando saltos y patadas voladoras a lo Chuck Norris, descendiendo por la fachada de un rascacielos, atravesando ventanas a bordo de una moto o, al final, con su pelea ante Némesis que evoca a las series B y Z de antaño con ese mad doctor a la cabeza viendo cual de sus creaciones es superior.
Esta secuela ya tenía buena pinta, incluso desde su teaser, aquel que simulaba un anuncio de cosméticos (que lo dirigió Marcus Nispel, que luego hizo el remake de La matanza de Texas); los efectos digitales están mucho más cuidados, los maquillajes de los zombis son mejores (cosa curiosa que aquí los zombis, sin explicación alguna, ya no son lentos, como en la primera peli, si no que son rápidos), en definitiva, que es mucho mejor. Cosa rara porque aunque parezca tener mucho más presupuesto apenas contaron con unos cuantos millones más (43 millones $); todas estas cualidades hicieron que la peli volviera a funcionar en taquilla (130 millones $) y por consiguiente apareciera una tercera parte.
Que en Hollywood ya no saben que inventar es algo que lo sabemos todos. La falta de ideas hace que aparezcan una avalancha de remakes, versiones de series televisivas, adaptaciones de cualquier cómic o de videojuegos; esta última modalidad es la que nos importa.
Las primeras adaptaciones fueron o muy malas o reguleras, pelis que se aprovechaban del nombre de la franquicia y luego salían cosas como Super Mario Bros o Streetfighter (difícil de olvidar es el plano que cierra la película). Cosa hasta cierto punto entendible porque los juegos de la época, en su mayoría, consistían en ir pasando de nivel, rescatar a la princesa de turno y poca cosa más; esto pasaba en el Mario, en cambio pese que Streetfighter pudiera parecer un juego de peleas onevsone las historias de cada uno de los personajes acababan desembocando en Mr. Bison y daban para mucho más de lo que se vio en la pantalla. Afortunadamente para las productoras las nuevas tecnologías hacían posible videojuegos más trabajados, no sólo en lo audiovisual si no también en el argumento, llegando a niveles practicamente cinematográficos. Curiosamente Mortal Kombat siendo mediocre no era más que una serie Bentretenidilla, quizás por este motivo a su director, Paul W.S. Anderson, le dieran las riendas de lo que tenía que ser el lanzamiento de la franquicia de Residentevil por la puerta grande de Hollywood; pese a que durante mucho tiempo se dijo que la dirigiría George A. Romero (y que ahora se dedica hacer engendros de tamaño descomunal como El diario de los muertos) que estaba obsesionado con rodar su famosa guerra entre zombis y humanos (que ya quiso hacer en los 80) y Capcom pensó que eso no seguía la línea del videojuego.
La saga de Capcom ya tenía unos cuantos juegos en el mercado con lo que se puede decir que era una apuesta bastante segura. Pero los americanos son muy suyos y en lugar de seguir las pautas marcadas por los juegos se sacaron de la chistera cuantos más cambios mejor. Para empezar crearon el personaje de Alice (MilaJovovich), nombre nada casual ya que al igual que el personaje de Carroll ésta se adentra en un mundo (a priori) desconocido para ella a través de un espejo. Digo lo de a priori porque al empezar la película tiene amnesia, usuase el clásico recurso de guión para que mientras le van explicando todo a la prota el espectador se vaya enterando (otro es meter a un personaje que viene de fuera y le van poniendo al día). Además, después del prólogo, nos encontramos un primerísimo plano del ojo de Alice (plano que se repetiría a lo largo de la trilogía), un claro indicio de que todo lo que vamos a ver a continuación será a través de ella.
Tan libre es la versión que en un principio la peli se tenía que llamar ResidentEvil: GroundZero y tenía que ser la precuela de lo visto en los juegos, explicando el origen del virus que condena a RaccoonCity, ciudad que apenas vemos al final, con el ineludible guiño a Romero con ese periódico de Thedeadwalk! (error porque luego descubrimos que todo sucede de repente y sería harto complicado haber sacado una edición del periódico), en el mejor plano de la película donde Alice descubre que el virus T ha salido a la superficie. También es más que evidente la alusión al HAL de 2001 en las cámaras de seguridad que pueblan la colmena (laboratorios que se ocultan bajo tierra propiedad de UmbrellaCorporation) dirigidas por el ordenador central (la reina roja, otra referencia a Alicia).
Lo que en un principio tenía que ser una superproducción se quedó en un quiero y no puedo, lastrada por sus poco más de 30 millones de presupuesto, pasando toda la trama en los interiores de la colmena. Además los efectos digitales eran bastante malos, caso difícil de olvidar es el enemigo final creado en digital caspa que, además, se mueve de mala manera, y es ahí, en esa torpeza, donde cae hasta simpático recordándonos los muñecos en stopmotion. Los maquillajes de los zombis, que aquí son lentos y torpes como los de la escuela Fulci y compañía, no eran excesivamente truculentos; y mucho menos las escenas de desmembramientos.
La realización de Anderson tampoco es para lanzar cohetes, incidiendo en planos evidentísimos para recalcarnos las cosas, aunque quizá fuera, más que por su incompetencia, para que el público pelo cenicero a la que iba dirigida se le quedara bien clarito todo (un tipo de gente que, por otro lado, visita este blog. Hola hijos de puta). Pese a estos defectos la peli tiene un ritmo trepidante con grandes escenas como el pasillo donde aparecen los láser (saqueado de Cube), la escena del tren que siempre me ha recordado a la de Fantasmas de Marte o la del ascensor en el prólogo.
Mucho se criticó la película, seguramente porque miedo daba más bien poco, declinándose más por el género de acción a lo Aliensalpicándolo todo con flashbacks y la intriga para saber que es lo que ha pasado en el laboratorio. Sin ir más lejos a mí no me gustó la primera vez que la vi, pero en un segundo visionado, sabiendo que me encontraría, la disfruté y mucho; aunque podría haber sido mayo el disfrute de no haber tenido que sufrir a MichelleRodriguez que vuelve hacer el mismo papel insufrible de marimacho que hace siempre. Por fortuna muere, que se joda.
Uno de los pocos placeres que quedan en la vida es hacerse un aperitivo el sábado o domingo, poco antes de la una, mientras ojeas alguna porquería que den en tv o le das al vicio consolero y vas pegando mordiscos a un trozo de fuet o puntilleando unas olivitas, todo eso rehogado por una buena lata de Red Bull, la única bebida que se puede beber hoy en día sin escupir al suelo después. Hubo otra época en la que daba gusto ir a la sección de bebidas del super, con la Cherry Coke al frente, pero a día de hoy hay que conformarse con las latas del toro rojo o la piña colada que todavía resiste estoicamente.
¿Por qué los gabachos la pueden beber y yo no?
Para mi fortuna una empresa española ha sacado la versión caramelo de Red Bull, Animator se llaman y salvo porque le faltan las burbujitas chispeantes saben igual que el fantástico brebaje que inventó ese gurú llamado Dietrich Mateschitz. Olvidense de los caramelos Pez, los Peta-zeta o los botecitos de pica-pica Clay (estos todavía los podemos poner en la recámara).
Ya lo dice el envase: Más taurina, más cafeína, energy sweet. Los componentes necesarios para ir al trabajo un lunes por la mañana y arrancarles los huevecillos al jefe de un mordisco.
Pero si la bebida austriaca está prohibida en multitud de países mucho me temo que estos caramelitos españoles tengan los días contados. Yo, por si las flys, ya he saqueado las estanterías del super y llenado mis armarios con el único invento que ha salido de nuestras fronteras que vale la pena, ha excepción del botijo y la peineta, of course.