Sí, lo confieso, yo fui seguidor de
Burton hace años. Pecadillos de juventud que se dice. Sin duda todo comenzó con en el estreno de
Batman, aunque en aquella época debía ser más fanático de la película que del director. La peli de
Pee-wee ya la había visto cuando salió en vídeo y no me pareció nada del otro mundo;
Bitelchús me gustaba más, pero quizá más por su aspecto estético y las escasas apariciones del personaje de
Michael Keaton, of course. Luego vino
Eduardo Manospenes, perdón,
Eduardo Manostijeras que me aburrió soberanamente, cosa que continua haciendo. Y por fin llegó
Batman Returns. Por cuestiones que ahora no vienen al caso no la pude ver de estreno y me tuve que esperar a que saliera en vhs. Me acordaré toda la vida que la vi un sábado por la mañana y eran tantas las ganas que tenía de verla (me había pasado to el verano del 92 escuchando la banda sonora) y había esperado tanto para hacerlo (o eso me parecía a mí) que durante su visionado entré en estado de shock sin poder desviar la vista de la tv. Casi en el mismo estado de shock en el que entré cuando aparecieron los títulos de crédito finales. ¡
Batman Returns me había parecido horrorosa! Lo primero que me pasó por la cabeza fue un: “Pero ¿qué han hecho?”. Sin duda tenía una expectativas equivocadas, como cualquier persona de la época simplemente me esperaba una secuela al uso, una fotocopia del primer
Batman pero cambiando los malos, y lo que me encontré era algo muy diferente: unos decorados que dejaban de lado los anteriores, mucho más realistas, y que, en la secuela, eran más evidente su condición de “decorado”, una peli que, no nos engañemos, no tiene argumento y es una sucesión de escenas con más o menos conexión y lo más doloroso es la casi ausencia de
Batman en una peli de
Batman. Luego, a partir de un segundo visionado, ya en alerta de lo que iba a encontrarme, mi visión de la peli cambió drasticamente, tanto que a día de hoy es una de mis favoritas. Superado el trauma
Batman Returns nos llegó
Ed Wood que, por supuesto, me encantó pese a que en aquella época, con unos escasos 13 o 14 años, practicamente no me salía del género fantástico. Pero claro,
Ed Wood se escapaba un poco de lo que
Burton nos tenía acostumbrados.
Pesadilla antes de Navidad era, y es, una delicia. En aquella época sin internet tenías como único referente a los próximos lanzamientos las revistillas del kiosco, y en cuanto vi alguna foto de
Pesadilla ya me causó una muy buena sensación, tanto que antes del estreno me compro la banda sonora (en cassette que en aquella época los cd’s eran caros y yo no tenía mucho dinerito). Una compra a ciegas que me encantó. Y hasta un año tuve que esperar desde su estreno en cines hasta que la sacaron en vídeo, y ahí estaba yo, con mis tres mil pesetillas para hacerme con una copia. Varios años antes de todo el fenómeno de merchandising que apareció con la cinta yo ya era un fanático de la peli, cosa por la que me siento hasta orgulloso.
A mí esta me molaba muuucho más que la Bonham Carter
Y llegó la primera gran decepción,
Mars attacks! siempre me ha parecido mala de cojones. Desde los tiempo de
Hook no me aburría tanto en el cine. Todos esos clichés/homenaje aquellas pelis de serie b/z de los 50 ya comenzaba a oler.
Sleepy Hollow fue el punto y final al seguimiento masivo del director. Grandes esperanzas había puesto en la película y me volvió a decepcionar, con el tiempo la he sabido apreciar pero soy consciente de que es totalmente vacía y se queda en un homenaje estético a la
Hammer.
Como ya he dicho, en la época de El planeta de los simios ya se me había evaporado cualquier interés por Burton pero aún y así fui el día del estreno sabiendo, eso sí, que la peli sería un truño. Es quizá por eso que no la encontré tan horrible e incluso se me hizo distraida. Luego ya vinieron Big Fish, que vi de reojo y me pareció el truco lacrimógeno-facilón a lo Manostijeras, y Charlie y la fábrica de chocolate que me pareció muy mala, sobre todo sabiendo que para el papel de Willy Wonka se barajaron los nombre de Michael Keaton y Christopher Walken que, a mí entender, son actores con muchísimo más empaque para hacer ese papel y no el horrible de Depp, que es uno de los actores más sobrevalorados de la historia. ¡Pero si ni siquiera se merece el calificativo de actor!
El pequeño Timy después de ver lo que le pagaban por hacer El planeta de los Burtons
Y
La novia cadáver, ¿qué decir de ella? Pues eso, un intento de fotocopia de
Pesadilla pero sin la magia de aquella.
Aparte de esto también me tragué su episodio de Aladin para el programa de
Shelley Duval, algunos episodios de
Perro de familia o aquella peli que produjo con
Chris Elliot, Caos en alta mar, que siempre me resultó muy simpática con esos decorados tan de cartón piedra.
Toda esta parrafada viene porque hace un par de días pude sufrir en mis carnes su nueva peli: Sweeney Todd. ¿Qué puedo decir de ella? Pues que es inaguantable, y mira que a mí me encantan los musicales pero este es flojísimo. Primero hay que decir que aproximadamente un 80% de la peli es cantada, pero no os penséis que hay bailes y números musicales, para nada. Los actores cantan mientras van haciendo sus cosillas, con lo que está muy cerca de la ópera. Las canciones son malas, así de claro, no hay ninguna que se te quede en la cabeza.
Lo que me funcionaba era precisamente las partes no cantadas, que no deja de ser una historia de venganza a lo Bronson pero cambiando el bazooka por navas de afeitar, y redención, hasta que aparecía Johnny Depp, otra vez una mala elección que no pega ni con cola, pero ya sabemos que ahora está en alza por los piratas y el bueno de Timmy lo sabe y así tiene más posibilidades que le financien sus caros proyectos si le da el papel del prota. Como decía, Depp está tan horrible como de costumbre, haciendo sus muecas que rompen con cualquier intento de seriedad y truculencia. A esa truculencia hay que añadirle la sangre, que es tan exagerada que al final se convierte en una parodia chistosa. Y eso cuando no le dan por hacerlo todo digital, como toda esa fotografía saturada o los falsos decorados y movimientos de cámara.
"Hayyyy un Lacost"
Sólo salvaré 2 cosas, que son los actores Timothy Spall y Sacha Baron, que están soberbios, lástima que sus papeles sean escuetos, sobre todo el de este último, pero se sale haciendo de un italiano demasiado españolizado. Y Spall es de otra división, collonut, parece unos de esos grandes malos animados de la mejor Disney.
En definitiva que el tito Burton hace tiempo que se convirtió en un imitador de él mismo haciendo una especie de marca de la casa todo el conglomerado de pelis antiguas, cultura pop, monstruitos y personjaes marginados con los que trufa su pelis. O sea, lo mismo que hace Tarantino pero que a Burton ni le rechistan.
Dentro de unos años el nombre de Tim Burton será una marca comercial (que ya lo es ahora) igual que Walt Disney, bueno, no hay más que recordar que antes de hacer Batman Returns se estuvieron planteando hacer un parque temático sobre el mundo de Burton. No creo que se le pueda llamar estilo propio lo de coger un mal actor como Depp, poner decorados gótico-oscuros, música de Danny Elfman y mezclarlo todo junto a una historia de algún personaje tarado una y otra vez, una y otra vez...
Pero todo esto no es más que mi opinión, que vale una puta mierda. Igual que la tuya querido lector, igual que la tuya.