Como iban a pensar Kevin Eastman y Peter Laird que, después de crear Mirage Estudios en 1983, donde apenas sacaban cuatro chavos haciendo portadas de discos, saltarían a la fama con Teenage Mutant Ninja Turtles. Lo que era una parodia del Ronin de Frank Miller salió a la calle en 1984 con un tiraje muy limitado.
El éxito de las aventuras de unas tortugas antropomórficas que practican las artes marciales dieron pie a multitud de imitaciones como Hamsters Radioactivos Cinturones Negros (sic), pero que, en general, pasaron sin pena ni gloria.
La serie de animación apareció a principios de 1988 en los USA, teniendo un gran éxito que acompañó una buena cantidad de merchandising. Así que el que alguien tuviera la feliz ocurrencia de lanzar un film en imagen real era cuestión de tiempo.
El ocurrente fue Kim Dawson, productor de una serie de programas llamado Gallagher, que, sin haber obtenido todavía los derechos, contactó con el guionista-actor Bobby Herbeck (Arnold, Un robot en casa) para que empezara hacer un guión, para después reunirse con Tom Gray, jefe de la Golden Harvest en su departamento de Los Ángeles (productora de algunos de los films de Bruce Lee o Jackie Chan), que aunque en un principio no estaba muy interesado (básicamente porque quería poner grandes estrellas haciendo de tortugas) cambió de opinión cuando vio los cómics originales.
En julio de 1988, con Golden Harvest por en medio, se hicieron con los derechos. Eso sí, los creadores de los personajes no accedieron hasta que tuvieron un guión entre manos que les dejó satisfechos. Eso sería 3 meses después, ya que uno de los problemas que tuvo Herbeck a la hora de escribir el guión era darles personalidades a las tortugas, ya que en el cómic original eran exactamente iguales salvo por sus armas, a eso hay que añadirle que el dibujo era en blanco y negro. Fue a partir de la serie de animación que le dieron color a sus antifaces y le pusieron la inicial del nombre en el cinturón.
Las tortugas con Jim Henson
Con un presupuesto de menos de 14 millones de dólares (bastante poco para la época) y con Steve Barron (Sueños eléctricos, Los caraconos) como director, empezaba la producción de Teenage Mutant Ninja Turtles o Las torugas ninja, como las conocemos aquí.
Y como suele pasar en estas producciones se dieron cuenta que el guión no acababa de ser redondo y contrataron a un guionista de urgencia: Todd W. Langen, un antiguo ingeniero que incluso trabajó en la NASA que se recicló a guionista de series como Aquellos maravillosos años; que acabó dándole a los diálogos más humor.
Las tortugas ninja es un film que se aguanta terriblemente bien pese al paso de los años y el no ser una producción excesivamente grande. Su estética oscura, básicamente para disimular las carencias, le ayuda y a la vez se combina perfectamente con unos personajes que constantemente escupen gracietas.
Su gran pero, es su final, que tiene una falta de épica, de "grand finale", alarmante. Y si a eso le añadimos que en el doblaje al castellano nos quitaron el cowabunga de rigor por un "de puta madre" pues como que nos deja cierto sabor amargo en la boca. Intuyo que porque aquí los personajes no eran muy conocidos y la serie de dibujos se veía en un par de autonómicas, con lo que el cowabunga no tenía mucho sentido. Al menos para el director del doblaje.
Originalmente había un epílogo donde April y Danny visitaban una editorial llamada Mirage para venderles la idea de un cómic con unas tortugas mutantes que practicaban las artes marciales. Finalmente la escena fue descartada del montaje final, aunque se puede ver en la edición alemana del DVD y aquí.
En su momento una de las cosas que más me molestaban del film era el origen de Splinter. Al haber visto la serie de animación antes, me parecía estúpido el detalle de una rata en una jaula practicando artes marciales. Al cabo del tiempo me sorprendió que en el cómic original era así, mientras que en la serie habían cambiado el origen, siendo éste un humano que acaba transformado en rata.
Pero no solamente había este cambio, había bastantes más, dando la sensación que en la película bebieron tanto del cómic como de la serie. Por ejemplo, April O'Neil en el film es una reportera de un canal de tv como en la serie, además que hay el detallito que en una escena lleva un chubasquero amarillo, parecido a la indumentaria que luce en la serie. En cambio, en el cómic, comenzó siendo la ayudante del profesor Baxter (que luego acabaría convertido en mosca mutante) para luego abrir el antiguo negocio de antigüedades de su padre. También es cierto que en el film hay referencia a esta tienda de antigüedades.
Otro caso, los soldados del clan del pie, que aquí siguen siendo seres humanos. En la serie eran robots por una cuestión de violencia. Las tortugas no podían pegar directamente a personas, de ahí el cambio.
Pero lo dicho, pese a los cambios y algún detalle como el final, Las tortugas ninja es un film para todas las edades que se disfruta a tope (más acompañando el visionado con una pizza grasienta), con unos disfraces a cargo de la empresa de Jim Henson que dan perfectamente el pego y que acaban siendo los grandes protagonistas del film, muy por encima de un reparto escasamente conocido, salvo por Elias Koteas.
Le siguieron dos secuelas:
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