Charley, un adolescente fanático de las películas de terror, descubre que tiene un nuevo vecino. Lo que en un principio le llama la atención porque cree que el nuevo inquilino es un ligón de cuidado, pronto se tornará en terror cuando empiece a sospechar que se trata de un auténtico vampiro. Evidentemente nadie le cree, así que su única opción de encontrar ayuda es contactar con la antigua estrella de terror Peter Vincent.
Tom Holland (no confundir con el actual Spiderman) era un tipo de buena percha que fue encaminado a la actuación, participando en series (El increible Hulk) y películas (Secretos de una esposa) con pequeños papeles. Pero a él eso no le acababa de llenar y se fue a escribir guiones de clásicos como Con la bestia dentro, Curso 1984 o Psicosis 2ª Parte. El regreso de Norman. Y, como es natural, su siguiente paso era dirigir sus propios guiones.
Y a la misma altura de importancia hay que poner el trabajo de Richard Edlund y Steve Johnson en los maquillajes y efectos. Si bien no son transformaciones en tiempo real ni tan revolucionarias como lo que hicieron Rick Baker y Rob Bottin pocos años antes, es tal el derroche de efectos durante todo el metraje que acaba siendo un festival para los ojos.
La versión doblada que tuvimos no puedo dejar pasar dos detalles. Por un lado la mala sonorización del doblaje que suena muy enlatado. Y el otro las morcillas que colocaron aquí: en la escena de la cafetería donde de fondo se oyen las noticias y como hablan de unos mundiales de atletismo disputados en Valladolid cuando en la V.O. no se dice nada; y el personaje del amigo del prota, en la versión original "Evil" y aquí llamado "Rata".
Secuela bastante tardía pese a su buena taquilla y mejor vida comercial en los videoclubs. El gran fracaso de Ishtar hizo que Columbia cambiara mucho su forma de proceder y el productor Herb Jaffe decidió darle los derechos de distribución de Noche de miedo 2 a la modesta New Century Vista Film, que había hecho lo propio con algunas joyitas del fantástico (El aparecido, La puerta, El misterio de la dama blanca). Todo esto hizo que el tiempo fuese pasando y Tom Holland se comprometiera con otra producción (Muñeco diabólico) llevándose consigo a Chris Sarandon. Así que para sustituir al director se contrató a Tommy Lee Wallace (Halloween III, It) que se encontró con que tampoco podía contar con Stephen Geoffreys y Amanda Bearse. El primero iría a rodar 976 - El teléfono del infierno de Robert Englund, y la segunda aparecería en la serie Matrimonio con hijos. Para acabarlo de rematar el presupuesto se redujo a 7,5 millones y problemas de distribución hicieron que apenas se proyectase en 148 cines con su consiguiente fracaso (apenas recaudó la mitad de lo que costó). El film baja bastantes enteros en comparación con la anterior parte. Aquí el humor es bastante grueso y tontorrón basado en las patochadas del hombre lobo.
Volvíamos a tener a Roddy McDowall y William Ragsdale, y se añadían Jon Gries (que también había hecho de licántropo en Una pandilla alucinante), Brian Thompson (el malo de Cobra), Russell Clark (Xanadú) y Julie Carmen (En la boca del miedo). En el guión Miguel Tejada-Flores, que venía de escribir La revancha de los novatos y en el nuevo milenio colaboró en varios de los libretos de la Fantastic Factory.
Noche de miedo (Fright Night, 2011). Estamos en el nuevo milenio y hay que hacer remakes de los clásicos de terror porque las nuevas generaciones no les interesa lo anterior a los 90. Viernes 13, La matanza de Texas, Pesadilla en Elm street... todas iban cayendo, y cuando se agotaron los títulos más punteros se miró a los que no lo habían petado tanto. Estamos ante un remake pasado por el turmix de la actualidad, con lo que Peter Vincent no es el host de un cochambroso programa televisivo, si no un ilusionista de Las Vegas que colecciona objetos supuestamente esotéricos comprados por Ebay (sic).
Como prota tenemos a Anton Yelchin (el Kyle Reese de Terminator: Salvation y el Chekov de las nuevas de Star Trek), su madre es Toni Collette, Christopher Mintz-Plasse el amigo nerd, David Tennant haciendo como Peter Vincent, papelillo para Chris Sarandon y Colin Farrell haciéndolo fatal como tu amigo y vecino el vampiro de extrarradio.
La película fue un fracaso que apenas llegó a los 40 millones en todo el mundo, añadiendo que era el boom de las pelis en 3D y eso encarecía la entrada. Y no me sorprende. Estamos ante una muy mala película, con efectos digitales bastante chusqueros para ser una producción de DreamWorks, algunos momentos son de un ridículo sonrrojante, los personajes son hostiables, Peter Vincent parece Jack Sparrow y Farrell... está para matarlo.
Noche de miedo 2 (Fright Night 2: New Blood, 2013). Antes de que se estrenase el remake ya se anunciaba una segunda entrega, pero en cuanto vieron las cífras la cosa cambió, haciendo que la producción tuviera un modesto presupuesto y su destino fuese a lanzamiento directo a DVD.
El prota de la anterior se va a Rumanía con sus compañeros de clase. Allí se topará con una profesora de allí que les irá contando sobre la cultura del lugar, siendo ésta una vampira.
Lo dicho, películilla para el mercado DVD que ni siquiera molesta. Producto (para bien o para mal) totalmente insipido y aséptico que nos lo podemos encontrar cualquier domingo a las 6 de la tarde en Cuatro. Al no contar con demasiados medios no pueden usar demasiado los temibles efectos digitales de saldo, con lo que nos ahorramos el sufrimiento. Otro acierto es convertir a Peter Vincent en uno de estos tipos que tienen un programa estilo Buscadores de fantasmas. Pero por lo demás ver y olvidar. Dirige el venezolano Eduardo Rodríguez que tiene una filmo tirando a penosa y escribe el guión Matt Vene, cosa que hace de forma habitual en segundas partes casposas, (White noise 2. La luz y Reflejos 2).
En la actualidad Tom Holland ha recuperado los derechos de Fright Night y según cuenta ha escrito una tercera entrega para ser lanzada como libro (ya en los 80 hubo unos cantos cómics). Quién sabe, quizá la veamos adaptada al cine dentro de unos años.
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