Jake es un joven que llega a un pueblecito en el que un grupo de macarras se dedican hacer carreras ilegales en las que se apuestan los coches. Allí conoce a un chico que su hermano murió asesinado sin que nadie sepa la identidad del criminal. También conocerá a una chica con la que comienza a flirtear, aunque ésta sea la novieta del jefe de la banda de macarras. Paralelamente aparece en el pueblo un misterioso conductor que, a bordo de su futurista vehículo, comienza a aniquilar a los componentes de la banda.
Que nadie se lleve a engaños, El aparecido es la versión ochentera con neumáticos y mucho asfalto del Infierno de cobardes de Clint Eastwood (destrozada en el doblaje castellano) que años después mejoraría con El jinete pálido y que ya chupaban de Raíces profundas.
Supuestamente el protagonista de la cinta es Charlie Sheen (cuando sólo había hecho Amanecer rojo como papel más destacado), y digo supuestamente porque el tipo debe aparecer 15 o 20 minutos como mucho. El verdadero protagonista o el que más aparece en pantalla es Nick Cassavetes (hijo de John Cassavetes y ahora reciclado a director de John Q o La decisión de Anne), el malo de la película. También tenemos por ahí a Randy Quaid, haciendo de sheriff despistado; Sherilyn Fenn, antes de tocar el estrellato haciendo de Audrey en Twin Peaks y que aquí está casi irreconocible con una dentadura antes de pasar por el dentista y un bronceado UVA y que enseña las cerezas; y Clint Howard, el hermano feo del director de Una mente maravillosa y que aquí luce un pelucón que ni Phil Spector y que igual fue la inspiración de Mike Judge a la hora de crear a Beavis. Aunque realmente ese peinado era un guiño al de Jack Nance en Cabeza borradora.
Lo que tenía que haberse llamado Turbo Wraith Interceptor y acabó como El aparecido (The wraith) es un film fallido, y no precisamente por la historia que cuenta (ahí están los films de Eastwood), si no por una dirección planísima de Mike Marvin (que venía de dirigir Hamburguer. La película y luego se perdió en subproductos mientras supervisaba escenas de esquí en algunos films como La espía que me amó) que se le nota que ha mamado del cómic, pero las intenciones están lejos de llegar a buen puerto.
Aun y así el film se beneficia de unos efectos especiales (obra de Alan Munro y Peter Kuran) que cuando aparecen son muy buenos, un personaje chanante como el Aparecido (mezcla de El exterminador y Rom), un Dodge M4S que sigue siendo espectacular (aunque le falta el carisma de, por ejemplo, un DeLorean) y una banda sonora repleta de AOR, tan de moda en la época (el resto del soundtrack es simplemente infame).
Otro clásico ochentero convertido a film de culto que no fue un éxito de taquilla (recuperaron los 3 millones gastados y poco más) pero en los videoclubs hizo el agosto y las delicias de los adolescentes, que ha perdido magia y gracia por el camino pero que se deja ver. Ya en su momento se intentó hacer una secuela pero la cosa nunca acabó de cuajar. Seguramente acaben por hacer otro remake.
1 comentario:
Esta la pillé en el videoclub cuando era niño y me dejó flipandolo
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