domingo, julio 21, 2019

Festival de trailers (CXVII)



Davy Crockett y los piratas del Mississippi (Davy Crockett and the River Pirates, 1956) de Norman Foster. Con Fess Parker, Buddy Ebsen, Jeff York, Kenneth Tobey, Clem Bevans y Irvin Ashkenazy.



Nacido para ganar (Born to run, 1977) de Don Chaffey. Con Tom Farley, Robert Bettles, Andrew McFarlane y Wyn Roberts.



Lío en el instituto (Student Exchange, 1987) de Mollie Miller. Con Todd Field, Viveka Davis, Gavin MacLeod, Mitchell Anderson, Heather Graham, O.J. Simpson, Glenn Shadix y Moon Unit Zappa.



La maldición de Wilby (The Return of the Shaggy Dog, 1987) de Stuart Gillard. Con Gary Kroeger, Todd Waring, Michele Little, Cindy Morgan, Jane Carr, Gavin Reed y Jack Ammon.



Mi proyecto científico (My Science Project, 1985) de Jonathan R. Betuel. Con John Stockwell, Danielle von Zerneck, Fisher Stevens, Richard Masur y Dennis Hopper.

domingo, julio 14, 2019

Festival de trailers (CXVI)



Déjame entrar (Låt den rätte komma in, 2008) de Tomas Alfredson. Con Kåre Hedebrant, Lina Leandersson, Per Ragnar, Henrik Dahl, Karin Bergquist, Peter Carlberg y Ika Nord.



Frostbitten. 30 días de noche (Frostbite, 2006) de Anders Banke. Con Petra Nielsen, Grete Havnesköld, Emma Aberg, Carl-Åke Eriksson, Jonas Lawes y Kristian Pehrsson.



Underworld (Underworld, 2003) de Len Wiseman. Con Kate Beckinsale, Scott Speedman, Shane Brolly, Michael Sheen, Bill Nighy, Erwin Leder y Sophia Myles.



El ejercito de los muertos (Homecoming, 2005) de Joe Dante. Con Jon Tenney, Thea Gill, Wanda Cannon, Ferry David Mulligan, Robert Picardo y Karen Austin.



El fin del mundo en 35mm (Cigarette Burns, 2005) de John Carpenter. Con Udo Kier, Norman Reedus, Gary Hetherington, Chris Britton, Colin Foo y Douglas Arthurs.

martes, julio 09, 2019

Cuando los créditos venían en castellano


Hace unos años ya traté el tema cuando rescaté las partes localizadas al castellano de El resplandor. El film de Kubrick era un caso bastante especial que se permitían el lujazo de, no sólo editar los textos en pantalla a varios idiomas, si no que rodaron escenas especialmente para algunos territorios. Ya sabes, aquello de "no por mucho madrugar...".

La cuestión es que en la primera época del VHS se respetaban los títulos de crédito que, en algunos casos, la distribuidora de turno se molestaba en editar. Todo esto se perdería definitivamente en los 90, por no hablar del nuevo milenio con la entrada en tropel del DVD. Así que, en épocas que cada vez había menos distribuidoras pequeñas y las grandes se iban a ir comiendo la mayoría de pedazos del pastel (¡y eso que aun estábamos lejos de la actualidad con Disney comprándolo todo!) a estas últimas les era más fácil centralizar la producción, usarían el mismo master visual para todos los países y simplemente cambiarían el audio.
Es por ello que no está mal dejar constancia de una época no tan centralizada en la que las distribuidoras (algunas de ellas auténticas majors) se molestaban en algo más que en contar billetes, y para muestra algunos casos con sus particularidades.


Mi amigo el extraterrestre. Penúltima película de Louis de Funès antes de pasar a la otra dimensión en la que ya lucía un semblante cadavérico. Como es habitual, se trata de un producto para el lucimiento de sus aspavientos marca de la casa pero que en una segunda capa esconde un dramón de tomo y lomo.
En este caso, su distribuidora, Manuel Salvador S.A. (que a finales de los 80 y principios de los 90 se encargó de hacer lo propio con muchos títulos de la Fox), tuvo a bien traducir el título pero sin matarse para que quedase pefectamente integrado. Ni respetaron el efecto ni la tipografía. Pero se entiende que par apoder hacer esto debería haber salido de la empresa que se encargó de estas funciones en orígen y que la distribuidora poco podía hacer. Menos da una piedra.




Cristal oscuro. O El cristal oscuro como dice en los títulos de crédito. Manteniendo la preciosa tipografía original tuvimos nuestra traducción. Evidentemente lo debieron hacer desde la propia empresa original y el fallo de añadirle el artículo "el" pinta que hicieron la traducción desde los USA antes de tener claro como se titularía aquí.

Tampoco quiero dejar pasar la ocasión para tocar dos detalles. El primero es que, como era habitual en aquella época que la televisión era cuadradas, poco menos que destrozaban el formato original. A veces podrías encontrar que lo habían respetado añadiendo las famosas franjas negras pero en aquellas, que eramos poco instruidos en la materia, nos quejábamos de ellas porque "¿para qué desperdiciar tanta pantalla?". Otras veces, cuando las franjas eran "postizas" y existía imagen arriba y abajo se las quitaban. Y esto pasaba mucho en algunas emisiones en televisión y es cuando empezabamos a ver los micros. Efectivamente, no eran errores de la producción, es que originalmente, para su pase en cines, estaba controlado que aquello no se iba a ver. Aunque en la mayoría de ocasiones encajaban la imagen al formato 4:3 y ya. Eso hacía que nos cortaran imagen a los lados y era frecuente ver a dos narices hablando en lugar de las dos cabezas de los actores enfrente una de la otra. Para solventar esto se sacaron de la chistera el polémico Pan and Scan, que era básicamente era un método en el que seleccionaba las partes donde recortar y la imagen podía moverse de un lado a otro según quien hablase. Esto al menos nos permitía ver la cara de quien hablaba.

Después de esta lección de destrucción de formatos volvamos a Cristal oscuro. En este caso tenemos un film rodado originalmente en panorámico y que en su primera edición a VHS se amputó a 4:3. Salvo los títulos de crédito iniciales, tomando la extraña decisión de poner las franjas pero con el detalle que estaban decoradas como si fueran piedra en lugar de las clásicas de color negro. Una vez acaban los créditos pasaba a 4:3. Y ya en los títulos de crédito finales pusieron una imagen del personaje de Aghra en duotono que en posteriores ediciones sería reemplazada por una imagen del castillo.


 


Escalofrío en la noche. Para el final he dejado el debut de Clint Eastwood en la dirección. Aquí sería el caso de traducción total, ya que Universal no solo tradujo el título, si no todos créditos que aparecían en pantalla, incluso pusieron el logo de la compañía que se encargó del doblaje, Voz de España (aguilucho incluido).

domingo, julio 07, 2019

Festival de trailers (CXV)



Contra todos (Cross Country,
1983) de Paul Lynch. Con Richard Beymer, Nina Axelrod, Michael Ironside y Paul Bradley.



Corrupción caliente (Hot Child in the City,
1987) de John Florea. Con Leah Ayres, Shari Shattuck, Geof Prysirr y Ronn Moss.



El detective de Hollywood (The Hollywood Detective,
1989) de Kevin Connor. Con Telly Savalas, Helene Udy, George Coe, Tom Reese y William Bassett.



Las últimas 7 horas (Seven Hours to Judgment,
1988) de Beau Bridges. Con Beau Bridges, Ron Leibman, Julianne Phillips, Tiny Ron, Al Freeman Jr. y George Catalano.



Turno de noche (Graveyard Shift,
1987) de Jerry Ciccoritti. Con Michael A. Miranda, Helen Papas, Cliff Stoker, Dorin Ferber, Dan Rose, John Haslett Cuff, Don James y Michael Bockner.

domingo, junio 30, 2019

Festival de trailers (CXIV)


Lassie (Lassie, 2006) de Charles Sturridge. Con Peter O'Toole, Samantha Morton, Peter Dinklage, John Lynch, Kelly Macdonald, Edward Fox y Robert Hardy.



Air Bud 2. El fichaje de la liga (Air Bud: Golden Receiver, 1998) de Richard Martin. Con Tim Conway, Dick Martin, Kevin Zegers, Cynthia Stevenson y Gregory Harrison.



Superagente K-9 (K-9, 1989) de Rod Daniel. Con James Belushi, Mel Harris, Kevin Tighe, Ed O'Neill, James Handy, Daniel Davis y Cotter Smith.



Superagente K-911 (K-911, 1999) de Charles T. Kanganis. Con James Belushi, Christine Tucci, Wade Williams, James Handy, J.J. Johnston y Joe Palese. 



Mi gran amigo Joe (Mighty Joe Young, 1998) de Ron Underwood. Con Bill Paxton, Charlize Theron, Rade Serbedzija, Naveen Andrews y Regina King. 



Bonus track: 
Michael Jackson. La leyenda continúa (Michael Jackson: The Legend Continues, 1988) de Patrick T. Kelly. Documental.

viernes, junio 28, 2019

El tren del terror


Primer slasher del que tengo conciencia de haber visto. O medio visto, porque con 6 o 7 años no es que tuviera excesivo interés en este tipo de películas, en una época que ni siquiera sabía de la existencia de un subgénero que se llamase slasher, para mí simplemente eran películas de miedo. Y como bien marcan los estandartes de la época, con un póster/carátula maravillosa, de las que te despertaban la imaginación y tú solo te montabas la historia en tu cabeza.


Para hablar de El tren del terror hay que pararse en la figura de su director por fuerza. El señor Roger Spottiswoode empezó en esto del séptimo arte como montador. En aquellos años 60 no era extraño que la figura de el editor diese el salto a la dirección, que era su verdadero objetivo. Y ahí empezó como asistente o segundo montador de documentales. Un día recibió el encargo de montar una escena de Perros de paja cuando ésta todavía se estaba rodando. Sam Peckinpah, en uno de sus muchos rifirrafes, había despedido a varios de los montadores que habían ido contratando y Spottiswoode iba a ser un parche mientras encontraban a otro. Finalmente acabó montando el resto de material y haciendo buenas migas con el director, con el que volvió a trabajar en La huida y Pat Garrett y Billy el Niño, que, junto a su trabajo en El luchador de Walter Hill, le permitió adquirir prestigio. Lamentablemente para él los tiempos en los que el editor podía pasar a la dirección habían terminado y en esos finales 70 quienes daban el salto eran los guionistas. Así que probó fortuna escribiendo.

Queriendo subirse a la moda del subgénero de banda callejeras (The Warriors, Las pandillas del Bronx) hizo llegar un guión basado en unas bandas de Los Ángeles a Sandy Howard y Harold Greenberg, que habían producido La muchacha del sendero o El barco de la muerte. Éstos le llamaron porque tenían un primer borrador de El tren del terror y querían que lo puliera, pero éste no estaba interesado y rechazó la propuesta. A los meses le volvieron a llamar, volvió a rechazar la proposición y le ofrecieron dirigirla. En el fondo a los productores les iba muy bien tenerlo en el equipo, ya que necesitaban a gente canadiense para poder recibir las ayudas del país.


Un grupo de estudiantes de medicina organizan una fiesta de Navidad. En ella le ponen un ridículo gorro a los estudiantes vírgenes. Al más pasmado lo llevan a una habitación donde le aguarda una chica para mantener relaciones. Pero lo que éste se encontrará será el cadáver que unos de los bromistas ha sacado de la morgue y el pasmado se llevará tal susto que acabará traumatizado y encerrado en un centro psiquiátrico. Tres años después los chicos, ya graduados, deciden hacer una fiesta de disfraces durante un viaje en tren donde irán asesinando a los asistentes.


Como reina de la función (o del grito) tenemos a Jamie Lee Curtis (y sus dientes negros) que acababa de terminar la filmación de Prom night; Ben Johnson, dando la nota de actor que había vivido tiempos mejores cuando rodaba westerns con John Ford; D.D. Winters, luego conocida como Vanity cuando fue la cantante de Vanity 6, aquel grupo apadrinado por Prince; y el mago David Copperfield, que por estos lares se le conoció más por encamarse con Claudia Schiffer que por sus trucos.

Y a nivel técnico hay que destacar que el director de fotografía fue John Alcott, que venía de hacer lo propio en ni más ni menos que en El resplandor de Kubrick, con el que trabajó varias veces (ganó el Oscar por Barry Lyndon). Realmente llamativo que un tipo con semejante currículum y estando en pleno apogeo participase en una producción como El tren del terror.



Aunque podemos encontrar antecedentes en los 60 (Psicósis o el giallo) no sería hasta 1978 con el mega éxito de Halloween de Carpenter que el subgénero cobraría entidad propia y empezaría su época dorada marcando sus propias reglas (asesino enmascarado, un trauma del pasado, la chica que acaba sobreviviendo...) y todos los estudios de hollywood querían apuntarse a la moda. Paramount lo petaría con Viernes 13 y la Fox, deseosa de subirse al carro, adquirió los derechos de distribución de El tren del terror con intención de estrenarla en época de halloween en 1980. Pero en sus ansias de recaudar le llevó a adelantar el estreno un mes. Al final de su carrera comercial apenas llegó a los 8 millones de dólares, lo que habiendo costado algo más de 3, la cosa quedó muy deslucida.


El tren del terror hay que enmarcarla dentro del slasher porque respeta la reglas y, no nos engañemos, forma parte de filón de la época, pero a Spottiswoode poco le interesa enseñarnos los asesinatos de forma gráfica y siempre corta cuando el cuchillo está apunto de tocar la carne o directamente tenemos los asesinatos fuera de cámara. Parece que estaba más interesado en hacer una de terror pero sin ser demasiado gráfico en las muertes, aunque viendo su posterior filmografía (Air America, ¡Alto, o mi madre dispara!, El mañana nunca muere, El sexto día) parece más que evidente que poco le interesaba el género e hizo la película para poder dar el salto a la dirección. Aun y así le pone oficio y el resultado no es para nada desdeñable, sobre todo en su último tramo. Algunas de sus ideas (no sé si de manera fortuita o intencionadamente) acabaron viéndose en posteriores slashers. Que el asesino robe la máscara de una de sus víctimas para hacerse pasar por él (esto seguro que ya se habría visto en films anteriores) lo veríamos en Viernes 13 3D, pariendo al icono pop que es hoy del Jason con su máscara de portero de hockey. O el twist final, totalmente sorprendente, acabaría dando fama a la posterior Campamento sangriento (Sleepaway Camp).

domingo, junio 23, 2019

Festival de trailers (CXIII)



The visitor ((The visitor, 2007) de Thomas McCarthy. Con Richard Jenkins, Hiam Abbass, Haaz Sleiman, Danai Gurira, Marian Seldes, Maggie Moore, Michael Cumpsty y Bill McHenry.



Normal (Normal, 2003) de Jane Anderson. Con Jessica Lange, Tom Wilkinson, Hayden Panettiere, Clancy Brown, Joseph Sikora, Randall Arney, Richard Bull y Mary Seibel.



Missing in America (Missing in America, 2005) de Gabrielle Savage Dockterman. Con Danny Glover, Linda Hamilton, Ron Perlman, David Strathairn, Zoë Weizenbaum y Timothy Webber. 
  


Marie and Bruce (Marie and Bruce, 2004) de Tom Cairns. Con Julianne Moore, Matthew Broderick, David Aaron Baker, Bob Balaban, Andy Borowitz, Steve Burns, Griffin Dunne y Campbell Scott. 


Ben X (Ben X,
2007) de Nic Balthazar. Con Greg Timmermans, Marijke Pinoy, Laura Verlinden, Pol Goossen, Titus De Voogdt, Maarten Claeyssens y Gilles De Schryver.

miércoles, junio 19, 2019

The stuff (In-natural)


The stuff in-natural, Larry Cohen, Michael Moriarty

Larry Cohen era de esos que si te gusta la serie B te caía bien por fuerza. Casi uno de los últimos que quedaban que podía facturar películas de guerrilla (rodando en la calle sin permisos, sin apenas hacer preproduccion, con el equipo técnico justo...) al margen de los grandes estudios y encontrar distribución para estrenar en cines. Al menos hasta llegar a los 90. A partir de ahí cada vez era más difícil estrenar en cines y él mismo fue arrinconándose como director (salvo la excepción de su capítulo en Masters of horror) y quedándose como guionista para serie B en telefilms, directos a videoclub (Muerto el 4 de julio) y alguna que otra incursión a la serie A (El abogado del diablo, Última llamada, Celular).

The stuff in-natural, Larry Cohen, Michael Moriarty

The Stuff parte de la reflexión de Cohen al plantearse la cantidad de productos alimenticios de lo que no sabemos de qué están compuestos y de los muchos que acaban siendo retirados del mercado al haber causado algún problema. Sí, treinta años después seguimos igual, como cuando se acusó a Nutella de usar el cancerígeno aceite de palma y éstos decían que no había problema porque su proceso de refinamiento arreglaba el asunto. O que cada cierto tiempo Mercadona o Lidl retiran artículos porque pueden provocar algún problema o no cumple la normativa. ¿Y para qué tenemos Sanidad y otros entes que deberían revisar los que sale a la venta y poner su certificado de "apto"? Para poner la mano y trincar, básicamente. Santos cojones.

The stuff in-natural, Larry Cohen, Michael Moriarty


Unos tipos descubren una sustancia que brota del suelo. Ésta está deliciosa y produce una fuerte adicción, lo que lleva a que una empresa lo comercialice. A esta sustancia la llaman Stuff y causa furor entre la gente, haciendo que se agote de las tiendas. Todo esto lleva a que la competencia intente averiguar su fórmula secreta y contratan a Michael Moriarty y su peluca (que le da un aire al Joe Pantoliano de los 80), que aquí ejerce de antiguo agente del FBI, que se meterá en una investigación en la que indagará que la sustancia está viva y toma el control del individuo que la consume.

The stuff in-natural, Larry Cohen, Michael Moriarty

Para publicitar el film en los USA se pensó en hacer una campaña anunciando el Stuff como si fuese un producto real, con anuncios en tele y radio, vallas publicitarias... pero aquello se escapaba del presupuesto y se quedó en aguas de borrajas pese a que la idea era muy buena. Aun y así durante el metraje podemos ver algunos falsos anuncios que tiene su gracia. Y eso fue años antes que los viéramos en Robocop o Perseguido.

Los efectos son lo que son, que para eso es una película de Cohen, que nunca se caracterizó por nadar en la abundancia. Efectos tan visibles como cromas de saldo, alguna maqueta y perspectiva forzada, una habitación giratoria reciclada de Pesadilla en Elm street y toneladas de la masa maligna que o estaba hecha de espuma de afeitar, yogur, una apestosa pasta hecha con vísceras de pescado, espuma de extintor o látex según la ocasión.

The stuff in-natural, Larry Cohen, Michael Moriarty

The Stuff funciona más y mejor como sátira al consumismo que como película de terror (acuérdate del Slurm de Futurama). El propio director reconocía que la New World estaba decepcionada porque esperaba una película de terror al uso, al igual que el público, y no supieron venderla demasiado bien. Al parecer, en los USA tuvo un estreno minoritario en Nueva York justo en unos días que la ciudad se vio asolada por un tornado y no hubo prensa en la calle. Según Cohen nadie pudo ver la poca publicidad ni las buenas reseñas en la prensa, empujando al film a la rápida desaparición de la cartelera.


Está claro que Cohen pone mucho más humor que terror. El propio personaje de Moriarty parece una parodia en sí misma, o la aparición de ese ejercito de chichinabo (no sé si les daría ni para formar un equipo de fútbol sala) roza la estupidez de El ataque de los tomates asesinos. Esta aparición de los militares unida a la historia de ese niño que sabe algo pero nadie de su familia le hace caso (siendo esa trama la que más se acerca al terror) nos lleva directamente a Invasores de Marte, pero tampoco hay que olvidar La invasión de los ladrones de cuerpos de la que, ¡oh, qué casualidad!, Cohen escribió el primer tratamiento de la versión que hizo en los 90 Abel Ferrara (Secuestradores de cuerpos).


The stuff in-natural, Larry Cohen, Michael Moriarty


Después de esta película a Cohen no le fue demasiado bien en general con Regreso a Salem's LotLa bruja de mi madre o La ambulancia. No se mordía la lengua cuando decía que le importaba bien poco que intentaran hacer remakes de algunas de sus creaciones (el único que se llegó a materializar fue el de Estoy vivo) pero que ya le iba bien porque así le tenían que pagar derechos (en la línea de Carpenter). Antes de morir al menos tuvo su personal homenaje con el documental King Cohen.

domingo, junio 16, 2019

Festival de trailers (CXII)



Amor, curiosidad, prozak y dudas (2001) de Miguel Santesmases. Con Pilar Punzano, Guillaume Depardieu, Rosa Mariscal, Silvia Marsó, Nancho Novo, Esther Ortega y Paz Gómez. 



Remando al viento (1988) de Gonzalo Suárez. Con Hugh Grant, Lizzy McInnerny, Valentine Pelka, Elizabeth Hurley, José Luis Gómez, Virginia Mataix, Bibiana Fernández, Josep María Pou y Aitana Sánchez-Gijón. 



El rey del mambo (1989) de Carles Mira. Con Charo López, Magüi Mira, Kelvin Garvanne, José Luis López Vázquez, Pedro Díez del Corral, Ferran Rañé y Marta Fernández Muro.



La guerra de los locos (1986) de Manolo Matji. Con José Manuel Cervino, Juan Luis Galiardo, Álvaro de Luna, Francisco Algora, Paco Catalá, Emilio Gutiérrez Caba, Pep Munné y Achero Mañas.



La guerra de papá (1977) de Antonio Mercero. Con Lolo García, Teresa Gimpera, Héctor Alterio, Rosario García Ortega, Verónica Forqué, Queta Claver, Vicente Parra y Chus Lampreave.

martes, junio 11, 2019

Atmósfera cero


Hace ya mucho que dejamos de ver a Sir Sean Connery en el cine. Retirado de la interpretación desde hace casi dos décadas, que se dice pronto, y, según el chismorreo, con Alzheimer, lo más probable es que cuando vuelvas a ver su nombre siendo trending topic en Twitter será porque la palmó o porque es su cumpleaños. La cuestión es que vale la pena revisar algunas de sus películas en su período de madurez. Que verlo en Zardoz con bigotón, coleta y el bañador-huevera de Borat parece que es la risa, pero hazme caso cuando te digo que no lo es. Por eso es mejor verlo con barbita, recortada en mano y surfeando por el hiper espacio con la voz de Constantino Romero.


Peter Hyams, un habitual de este blog tanto en su faceta de director (2010, Permanezca en sintonía) como de productor (Una pandilla alucinante), estaba como loco por dirigir un western, pero el productor Richard Roth poco menos que se lo prohibió, pues el género comercialmente estaba muerto a principios de los 80. Pero a Hyams se le encendió la bombilla. Si George Lucas lo había petado con Star Wars, que tenía una fuerte influencia del género ¿por qué no usar la misma táctica? Así que Hyams subió su guión al espacio.
  

En un futuro del que no sabemos el año, el sheriff O'Niel es asignado par mantener el orden en una luna de Júpiter. Allí se dedican exclusivamente a la extracción de titanio, siendo esta mina gestionada por la empresa Conglomerates Amalgamated. El sheriff se encuentra con una serie de muertes que presentan el mismo síntoma, todos habían consumido una droga llamada eutimol policlorhídrico que aumenta la productividad de quien la toma. 



Un diseño de producción demasiado parecido a Alien (ambas filmadas en los Pinewood Studios de Inglaterra), además que el diseño de vestuario en ambos casos corrió a cargo de John Mollo. Pero el detalle tiene su punto positivo, pues hace que podamos pensar que ambas comparten universo. Lo que ya no están tan bien son algunos efectos, básicamente lo que respeta a las maquetas, que son demasiado evidentes. Y no porque no tengan calidad, todo lo contrario, pero la sensación es que hay una mala elección de objetivo. Y todo apunta a que era por culpa de haber usado la técnica de Introvision, una variante al clásico efecto de proyección frontal. Siendo Atmósfera cero la primera que lo usaba quizá no estaba demasiado perfeccionada.



De sobras es conocido que estamos ante una nueva versión de Solo ante el peligro, un tipo que se encuentra luchando contra los malos sin que nadie de los que le rodean hagan nada. Y sin duda eso es lo mejor de Atmósfera cero, el momento que Connery sabe que en cuestión de horas van a llegar los sicarios para darle matarile es pura tensión y tiene que ir preparando trampas. Aunque también es cierto que la cosa se diluye rápido cuando vemos que los asesinos son dos tipejos de medio pelo que bien podrían ser los tataranietos de Joe Pesci y Daniel Stern y tienen bien poco que hacer ante Sean "Macho man" Connery. Aun y este pero, el film funciona bien, básicamente porque Connery se lo carga a sus hombros y a partir de ahí Hyams tira millas.



domingo, junio 09, 2019

Festival de trailers (CXI)



Algunos días en septiembre (Quelques jours en septembre, 2006) de Santiago Amigorena. Con Juliette Binoche, Nick Nolte, John Turturro, Sara Forestier y Tom Riley.


 

Antikörper, el ángel de la oscuridad (Antikörper, 2005) de Christian Alvart. Con Wotan Wilke Möhring, André Hennicke, Heinz Hoenig, Norman Reedus y Christian von Aster.


 

Bobby (Bobby, 2006) de Emilio Estevez. Con Anthony Hopkins, Helen Hunt, Lindsay Lohan, Demi Moore, Martin Sheen, Heather Graham, Christian Slater, Sharon Stone, Elijah Wood, Laurence Fishburne, William H. Macy, Emilio Estevez, Ashton Kutcher, Freddy Rodriguez y Shia LaBeouf.



Brick (Brick,
2005) de Rian Johnson. Con Joseph Gordon-Levitt, Lukas Haas, Nora Zehetner, Matt O'Leary, Noah Fleiss, Richard Roundtree y Emilie de Ravin.



Cinco minutos de gloria (Five Minutes of Heaven,
2009) de Oliver Hirschbiegel. Con Liam Neeson, James Nesbitt, Anamaria Marinca, Conor MacNeill, Richard Dormer y Mark Davison.

domingo, junio 02, 2019

Festival de trailers (CX)



El jaguar (Le jaguar, 1996) de Francis Veber. Con Jean Reno, Patrick Bruel, Harrison Lowe, Patricia Velasquez, Danny Trejo, Roland Blanche, François Perrot y Alexandra Vandernoot.


 


Las hermanas enfadadas (Les soeurs fâchées, 2004) de Alexandra Leclère. Con Isabelle Huppert, Catherine Frot, François Berléand, Brigitte Catillon, Michel Vuillermoz y Christiane Millet.


 


Los visitantes (Les visiteurs, 1993) de Jean-Marie Poiré. Con Jean Reno, Christian Clavier, Valérie Lemercier, Marie-Anne Chazel, Christian Bujeau, Isabelle Nanty, Gérard Séty y Didier Pain.




Amelie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain, 2001) de Jean-Pierre Jeunet. Con Audrey Tautou, Mathieu Kassovitz, Rufus Magloire, Lorella Cravotta, Serge Merlin y Dominique Pinon.




Besen a quien quieran (Embrassez qui vous voudrez, 2002) de Michel Blanc. Con Charlotte Rampling, Jacques Dutronc, Carole Bouquet, Michel Blanc, Karin Viard y Denis Podalydès.