domingo, julio 29, 2018

Festival de trailers (LXXI)


El laberinto de Malcolm (Malcolm, 1986) de Nadia Tass. Con Colin Friels, Lindy Davies, John Hargreaves, Chris Haywood, Beverley Phillips y Judith Stratford.



Víctima inocente (Small sacrifices, 1989) de David Greene. Con Farrah Fawcett, Ryan O'Neal, Gordon Clapp, John Shea, Emily Perkins y Garry Chalk.



La guerra de la mafia (Mob war, 1989) de J. Christian Ingvordsen. Con Jake LaMotta, Johnny Stumper, David Henry Keller, John Weiner, Danny Kuchuck y Steven Kaman.



Cop game (Cop game, 1988) de Bruno Mattei. Con Brent Huff, Max Laurel, Romano Puppo, Candice Daly, Werner Pochath, Robert Marius, Luciano Pigozzi, Claudio Fragasso y Don 'The Dragon' Wilson.



Pasiones privadas (Private passions, 1985) de Kikuo Kawasaki . Con Susanne Ashley, Gavin Brannan, David Siegel, Sybil Danning y Louis Velle.

sábado, julio 28, 2018

Rojo oscuro


Considerada por algunos como la mejor obra de Argento, con permiso, claro está, de Suspiria.
Rojo oscuro sería su retorno al giallo después de cuatro años desde que finiquitara su trilogía de los animales con El gato de las nueve colas. Por en medio, su única incursión a un género que no sea el terror con la comedia La quinta jornada, y la serie La porta sul buio que se encaminaba a terrenos más hitchcocknianos. En su regreso al giallo tuvo el acierto de ir un poco más allá de lo que había hecho él y toda la retahíla de productos y subproductos que se subieron al carro del éxito del subgénero transalpino. Y es que, si bien introduciría el elemento sobrenatural en Suspiria (que ya sería su siguiente película), aquí nos deja ese poso de que el mal está más allá de lo terrenal, aunque en su resolución nos deja claro que esto no es así, y seguimos teniendo un asesino de carne y hueso. Pero, repito, durante el metraje la sensación fantasmagórica está muy presente.



El músico Marcus Daly mientras llega a su casa es testigo del asesinato de su vecina, una médium. Rápidamente entra en el apartamento pero el asesino, al que no ha visto, se ha esfumado. A partir de ahí, junto a una periodista, empezará una investigación para localizar al asesino, mientras éste intentará matarlo.


Como venía siendo habitual en Argento, tenemos como protagonista a un artista (en El pájaro de las plumas de cristal un escritor, en 4 moscas sobre terciopelo gris un batería y en El gato de las nueve colas un periodista en activo y otro retirado, que no dejan de ser, en cierta forma, escritores) que acaba metido en una investigación que le sobrepasa. Además de haber visto algo que revela al asesino pero de lo que no es consciente. Y es en este detalle donde, a diferencia de El pájaro de las plumas de cristal, el director no hace trampas. Aquí sí podemos rebobinar y presenciar que la pista clave estaba al inicio del film. Claro, más de uno se da cuenta durante el visionado y automáticamente rebobina para revisar lo visto, lo que hace que pierda el factor sorpresa. No olvidemos que en la época no existía el vídeo y esto estaba pensado para ver en cine.



Si bien en la trilogía de los animales la música corrió a cargo de todo un Ennio Morricone, parece que su relación con el director no era del todo fluida, y ya en Rojo oscuro (aunque la traducción Rojo intenso hubiera sido más correcto) tenemos la llegada de Goblin al universo Argento. Después de contratar a Giorgio Gaslini y quedar descontento con su trabajo, intentó contratar a Pink Floid. Finalmente se tuvo que contentar con una banda local llamada Cherry five que acabarían cambiando su nombre a Goblin. Sin duda uno de los grandes aciertos del film, siendo su banda sonora uno de los aspectos que más han quedado en la memoria y que iniciaría una fructífera relación con el cine. Aunque ojo, que también ha quedado en el imaginario colectivo el mugriento baño que vemos al principio o el muñeco en el triciclo, y rápidamente nos vendrá a la mente Saw.

Tampoco hay que pasar por alto el paso adelante de Argento en la truculencia, adentrándose en el gore más gráfico (por ahí estaba todo un Carlo Rambaldi), muy presente, sobretodo, en las últimas muertes con una decapitación y una cabeza reventada.



Rojo oscuro ha quedado en el podium de la filmo de Argento con total justicia. Por atmósfera, con una estética mucho más trabajada (la referencia al Nighthaws/Sonámbulos de Edward Hopper), su banda sonora, un David Hemmings (elección nada casual) que sigue topándose con muertes después de Blowup. Aunque, claro, estamos ante un Argento y por lo tanto el guión puede llegar a ser tan estúpido (la versión larga mete mucho de ese humor tan italiano que rompe con el resto del metraje) como para Piquer Simón se agenciara el prólogo en Mil gritos tiene la noche.

domingo, julio 22, 2018

Festival de trailers (LXX)



Par-impar (Pari e dispari,
1978) de Sergio Corbucci. Con Terence Hill, Bud Spencer, Luciano Catenacci, Marisa Laurito, Kim McKay, Sal Borgese, Jerry Lester y Woody Woodbury.



Más pelas (Mo' Money,
1992) de Peter MacDonald. Con Damon Wayans, Marlon Wayans, Stacey Dash, Joe Santos, John Diehl, Mark Beltzman, Harry J. Lennix y Bernie Mac.



Más rápido que el ojo (Quicker Than the Eye,
1988) de Nicolas Gessner. Con Ben Gazzara, Mary Crosby, Jean Yanne, Catherine Jarret, Wolfram Berger, Dina Hinz, Ivan Desny y Christoph Waltz.



Lévy y Goliath (Lévy et Goliath,
1987) de Gérard Oury. Con Richard Anconina, Michel Boujenah, Jean-Claude Brialy, Souad Amidou, Maxime Leroux, Sophie Barjac y Louba Guertchikoff.



No hago la guerra... prefiero el amor (Non faccio la guerra, faccio l'amore,
1966) de Franco Rossi. Con Catherine Spaak, Philippe Leroy, José Calvo, O.W. Fischer, Frank Wolff y Paul Muller. 

sábado, julio 21, 2018

Kiss Meets the Phantom of the Park

Kiss Meets the Phantom of the Park, Kiss contra los fantasmas

¿A quién se le debió ocurrir la idea de mezclar a los Kiss de finales de los 70 (su momento de máxima popularidad) y a Hanna-Barbera?

Sin duda el resultado no dejaría indiferente a nadie. Empezando por los propios músicos que quedaron horrorizados ante el resultado final y han renegado siempre del telefilm.

Pero recapitulemos un poco. A finales de los 70 el grupo formado por Gene Simmons, Paul Stanley, Peter Criss y Ace Frehley vivía en la cúspide de su carrera. No sólo lo petaban en las listas de éxitos discográficos y en sus conciertos, si no que su popularidad traspasó lo musical para convertirse en protagonistas de cualquier tipo de merchandising. Desde muñecos a máquinas del millón, pasando por camisetas o kits de maquillaje. Todo valía, ya que ganaban más dinero con estos artículos que vendiendo discos. Y, por supuesto, llegarían los cómics. Sus primeras apariciones serían en la colección de Howard el pato, para luego tener sus propios números editados por la mismísma Marvel, dando lugar a esa historia que la tinta impresa tenía sangre de los músicos.. En esas historias eran músicos de día y superhéroes de noche.

Ante esta popularidad su manager Bill Aucoin tenía claro que el siguiente paso era una película. Lo que vino luego fue un acuerdo con Hanna-Barbera (si no sabes nada de este tándem es que vienes de otro planeta) y unos guionistas que no sabían dónde meterse mientras en el rodaje todo se improvisaba y los protagonistas se ausentaban entre litros de alcohol, kilos de farlopa y toneladas de ego.

Kiss Meets the Phantom of the Park, Kiss contra los fantasmas

En Kiss Meets the Phantom of the Park la cosa es como si fuera una historia más dentro de los cómics. Y es que en ningún momento nos presentan a los personajes y salvo el que adquieren sus poderes gracias a unos medallones ¿mágicos? no nos explican nada de ellos.

La cuestión es que en un popular parque de atracciones contratan a los Kiss para que hagan una serie de conciertos. Paralelamente, uno de los creadores del parque está que trina porque a él lo que le molan son los animatrónics que fabrica y la presencia del grupo musical eclipsa a su invenciones. Lo que hace que éste, que tiene un laboratorio secreto debajo del parque, haga clones electrónicos de Kiss para desacreditarles.

Kiss Meets the Phantom of the Park, Kiss contra los fantasmas

Con ese título no engañan a nadie. Una versión bastarda de El fantasma de la ópera en la que el malo es interpretado por Anthony Zerbe, el malo de El último hombre... vivo (The omega man) y Licencia para matar, siendo lo único destacable a nivel interpretativo. Además de una escueta aparición de Brion James haciendo de segurata.

Dirigida por Gordon Hessler, que si bien tiene un nutrido listado de trabajos televisivos (Kung Fu, Hawai 5-0, La hora de Alfred Hitchcock...) también posee algunos títulos de terror/fantástico totalmente reivindicables: El viaje fantástico de Simbad (con John Phillip Law), Asesinatos en la calle Morgue (filmada en Spain) o La caja oblonga (con Vincent Price y Christopher Lee). Esto hizo que a Gene Simons le pareciera una buena elección. Y es que el tipo todavía se pensaba que iba hacer algo para un público más adulto. Y es que Hana-Barbera lo que realmente ansiaba era un éxito televisivo pero para toda la familia, de ahí que en post producción hicieran malavarismos para conseguir una calificación lo más baja posible. Un recurso constante es el uso de música totalmente infantiloide y tonta en las escenas de peleas. Por ejemplo, hay un momento que tenemos al clon malvado de Gene Simons atravesar la pared y acercándose a cámara con cara de muy pocos amigos (que además cuando hablale han modificado la voz para que suene muy muy grave y escupe fuego por la boca). Tal y como está colocada la música la cosa queda totalmente de Teletubbies, pero sin sonido llega a ser casi terrorífica.

Estamos ante un producto que forma parte del merchandising de Kiss, así que el metraje lo tenemos trufado con actuaciones del grupo (debe haber 6 o 7), pese a que salen en los títulos de créditos no vuelven apararecer hasta el minuto 30. Y como el éxito de Star Wars todavía estaba caliente, tenemos montones de rayos láser que salen de los ojos de los protas. Pero eso sí, recreados de la forma más tercermundista posible. Aunque más gracioso es el inicio del film que parece un capítulo de Scooby-Doo. Es más, aparece un tipo idéntico a Fred. Curiosamente en 2015 habría un crossover directamente a vídeo titulado Scooby-Doo! And Kiss: Rock and Roll Mystery .

Kiss Meets the Phantom of the Park, Kiss contra los fantasmas

El telefilm se emitiría originalmente en la televisión norteamericana en la época de Halloween de 1978, siendo vapuleada por la crítica, los fans y el propio grupo. La cosa no quedó semi oculta como el Star Wars Holiday Special, si no que en varios países recibiría estreno en cine y un nuevo montaje. Aquí no. Aquí nunca tuvo estreno ni pase por videoclubs o televisión. Sin ser conocedor de las andanzas del grupo, imagino que por aquí no tendría el tirón suficiente para que una distribuidora se hiciera con los derechos, pese a los mierdones que poblaban las estanterías de nuestros videoclubs.

domingo, julio 15, 2018

Festival de trailers (LXIX)



La chaqueta metálica (Full Metal Jacket, 1987) de Stanley Kubrick. Con Matthew Modine, Vincent D'Onofrio, R. Lee Ermey, Adam Baldwin, Arliss Howard, Dorian Harewood y Kevyn Major Howard.



Evasión del norte (The Rescue, 1988) de Ferdinand Fairfax. Con Kevin Dillon, Marc Price, Ned Vaughn, Christine Harnos, Ian Giatti, Charles Haid, Edward Albert y James Cromwell.



Last Platton (Angel Hill: l'ultima missione, 1988) de Paul D. Robinson (Ignazio Dolce). Con Richard Hatch, Donald Pleasence, Vassili Karis, Milene Thy-Sanh, Anthony Sawyery y Mike Monty.



Braveheart (Braveheart, 1995) de Mel Gibson. Con Mel Gibson, Sophie Marceau, Patrick McGoohan, Angus MacFadyen, Catherine McCormack, Brendan Gleeson y Brian Cox.



Los héroes millonarios (Gli eroi, 1973) de Duccio Tessari. Con Rod Steiger, Rosanna Schiaffino, Claude Brasseur, Aldo Giuffrè, Gianni Garko, Rod Taylor, Ángel Aranda, Nino Segurini, Miguel Bosé, Antonio Pica y Lucía Bosé.

viernes, julio 13, 2018

Las tres caras del miedo


En los 60 los films de Mario Bava tenían cierto éxito en los USA. Evidentemente no eran revienta taquillas, pero eran series B que en las salas de programa doble menos exigentes recaudaban lo suficiente para que la AIP (que se encargaba de la distribución por allá) estuviera más que encantada. Tanto que quiso meter mano directa en la producción, como pasaría en La muchacha que sabía demasiado. Pero la compañía, donde había hecho el agosto fue con La máscara del demonio, por lo que le encargó al director italiano algo en la línea; que tuviera referencias literarias, ya que en la época estaban sacando un buen montante con las películas que Corman dedicó a la obra de Poe; e imponiendo a dos actores: Mark Damon y Boris Karloff. El primero venía de estar en La caída de la casa Usher de Corman y acabó estableciéndose en Italia rodando mucho spaghetti western y en los 70 se pasó a la producción fundando la compañía PSO que, entre otras, produciría El vuelo del navegante. Karloff, del que no hace falta presentación alguna, estaba viviendo en aquellos 60 cierto revival y en la televisión norteamericana aparecía en la serie Thriller, una especie de La hora de Alfred Hitchcock donde el actor hacías las funciones del presentador de cada capítulo. Este dato es muy importante, pues para aprovecharse de la popularidad de la serie, en el film de Bava también lo veríamos como presentador al inicio del film, aunque realmente se llegaron a rodar una presentación para cada una de las historias pero acabaron fuera del metraje final.

Y tal era el punto de productora/distribuidora exploit que era la AIP, que en los USA la titularon Black sabbath para que tuviera más parecido a Black sunday, que es como habían titulado allí La máscara del demonio. Además, sería una producción medianamente modesta, lo que obligó a Bava a reciclar decorados/atrezo de La muchacha que sabía demasiado y La máscara del demonio.




Las tres caras del miedo se compone de tres historias. El teléfono, donde una mujer empieza a recibir llamadas amenazantes. Los Wurdalak, donde una familia rusa del siglo XIX recibe al cabeza de familia con la duda si ha sido convertido en vampiro. Y La gota del agua, donde una enfermera roba el anillo de una medium recién fallecida y empieza a presenciar extraños fenómenos en la casa.


El film tuvo muchas diferencias en su edición norteamericana y europea. Básicamente censura pura y dura. La versión del viejo continente era más oscura y había muchas referencias a la relación lésbica de las protagonistas de El teléfono. No hay que olvidar que mientras en los USA el terror era un género enfocado a los adolescentes aquí se pensaba más en el público adulto. Además, allí cambiaron el orden de las historias y la banda sonora. Además, cada versión tuvo un revelado del celuloide diferente, dando lugar a diferentes aspectos cromáticos.

Pero por tierras hispánicas tampoco estuvimos exentos de las tijeras de la censura. Aquí el tema lésbico también voló. No sería hasta los pases televisivos en los 80 que veríamos la versión sin cortes, que, sumándole que la pista del doblaje original estaba en un estado lamentable y el añadido de las nuevas escenas, nos propinaron un nuevo doblaje totalmente nauseabundo. De aquellos televisivos que casi se oye el eco de la habitación donde lo hicieron.


Las tres caras del miedo ha quedado como uno de los clásicos de Mario Bava, pero no nos engañemos, la cosa se queda muy a medio gas. Que lo que daba miedo en los 60 ya no asusta ni a los infantes, es algo que tenemos claro, pero al film le falta algo. La primera historia, El teléfono, pese a ser un proto giallo, se hace larga y se queda en una historia al estilo Hitchcock muy del montón. La del Wurdalak tiene la gracia de su estética y es la que mantiene el tipo, mientras que La gota del agua se queda a medio camino de lo bueno y lo malo.

Mención aparte del final definitivo, que es lo que llama siempre la atención del film. Con ese Karloff montado a caballo mientras Bava abre el plano y vemos todo el "cartón cinematográfico" de la escena. Una rotura de la cuarta pared con todas las de la ley.


domingo, julio 08, 2018

Festival de trailers (LXVIII)



Europa, Europa (Europa, Europa,
1992) de Agnieszka Holland. Con Marco Hofschneider, Julie Delpy, Hanns Zischler, André Wilms, Delphine Forest y Andrzej Mastalerz.



Indochina (Indochina,
1992) de Régis Wargnier. Con Catherine Deneuve, Vincent Pérez, Jean Yanne, Dominique Blanc, Henri Marteau, Linh Dan Pham, Carlo Brandt, Gérard Lartigau y Thibault de Montalembert.



La saga del indomable (The Man from Snowy River II,
1988) de Geoff Burrowes. Con Tom Burlinson, Sigrid Thornton, Brian Dennehy, Nicholas Eadie, Mark Hembrow, Bryan Marshall, Rhys McConnochie, Peter Cummins, Cornelia Frances, Tony Barry, Wyn Roberts y Alec Wilson.



Sobre la colina (Over the Hill,
1992) de George T. Miller. Con Olympia Dukakis, Sigrid Thornton, Derek Fowlds, Bill Kerr, Steve Bisley, Martin Jacobs, Gerry Connolly, Andrea Moor y Pippa Grandison.




Pelle el conquistador (Pelle erobreren, 1987) de Bille August. Con Max von Sydow, Pelle Hvenegaard, Astrid Villaume, Lars Simonsen, Erik Paaske, Kristina Tornqvist, Björn Granath y Troels Asmussen.

domingo, julio 01, 2018

Festival de trailers (LXVII)



Karate Kid II. La historia continúa (The Karate Kid: Part II, 1986) de John G. Avildsen. Con Ralph Macchio, Pat Morita, Yuki Okumoto, Nobu McCarthy, Danny Kamekona y Tamlyn Tomita.



El guerrero americano II. La confrontación (American Ninja 2: The Confrontation, 1987) de Sam Firstenberg. Con Michael Dudikoff, Gary Conway, Steve James, Larry Poindexter, Jeff Celentano, Bill Curry y Mike Stone.



Doble impacto (Double Impact, 1991) de Sheldon Lettich. Con Jean-Claude Van Damme, Geoffrey Lewis, Alonna Shaw, Corinna Everson, Philip Chan, Alan Scarfe, Bolo Yeung y Andy Armstrong.




Soldado universal (Universal soldier, 1992) de Roland Emmerich. Con Jean-Claude Van Damme, Dolph Lundgren, Ally Walker, Ed O'Ross, Jerry Orbach, Leon Rippy y Ralf Moeller.




1990: Los guerreros del Bronx (1990: I guerrieri del Bronx, 1982) de Enzo G. Castellari. Con Vic Morrow, Christopher Connelly, Fred Williamson, Mark Gregory, Stefania Girolami Goodwin, Ennio Girolami y George Eastman.