jueves, octubre 31, 2013

La noche del baile de medianoche

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Rimbombante título para una cinta que dormitaba en los estantes de los videoclubs en una carátula molona como ella sola. Aunque también es entendible que a más de uno le tirara para atrás.

Y es precisamente esa carátula lo que me llamó la atención en su día. Y la cosa es que la disfruté, tanto como para repetir, como mínimo otra vez y soltar de nuevo las cien pesetillas que costaba el alquiler. Peeero el tiempo no pasa en balde y ha hecho mella en la cinta.

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Típica town norteamericana que parece anclada en los 50. Se acerca una fiesta tan señalada para la cultura yankee como es Halloween y un grupo de jóvenes se lo monta para robar unos disfraces del museo local para petarlo en la fiesta de la chavalada. Con la casualidad que uno de estos trajes fue de una bruja que era antepasada de una de las chicas del grupo, al igual que un pergamino que encuentran. Entre broma y broma acabarán desatando un maleficio y despertando a los muertos del cementerio.

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

La película empieza tan bien como bizarra, con el clásico paperboy que se tunea una bici para que haga ruido y se pilla la mano. Esta escena está realmente muy fuera del tono del resto del film, tiene cierto puntito malsano que parece que vayamos a ver algo muy diferente de lo que realmente sigue.
Y es que La noche del baile de medianoche es un producto totalmente naif, ingenuo, algo para que toda la familia pueda ver y nadie lo pase mal ni por asomo. Porque lo que aquí nos vendieron con una peli no era más que un telefilm para televisión (aquí con distribución de mi odiada Recordvision).

Un telefilm lleno de absuridades como ¿por qué la animadora sale muy guapita y no con aspecto de zombi?, ¿qué pinta por ahí un hombre lobo?, ¿la bruja también es vampira? Pero todo esto da igual, aquí no se trataba de facturar ninguna maravilla de terror con esas gotitas de humor tan de los 80, aquí había que sacar un producto para que los americanos pudieran poner sus posaderas delante de la pequeña pantalla a mediados de los 80 en la noche de Halloween. Todo valía con tal de llegar a los 90 minutos de rigor, incluso  ese número musical que se marcan parece más por rellenar metraje que  ser un guiño al Thriller de Michael Jackson, que ya quedaba algo lejos.

 La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Pero no por todos estos desbarajustes vamos a tirar la cinta a la basura, porque elementos positivos tenemos. Sin ir más lejos, los maquillajes son geniales. Si no hemos visto la película y simplemente vemos alguna foto nada nos hará pensar que estamos delante de un producto para todos los públicos. El despertar de los zombies debió aterrar a muchos infantes de la época, y nada tiene que envidiar a lo pudiese parir Romero o alguna de la saga de El regreso de los muertos vivientes. Eso sí, ¿a qué viene tanta explosión cuando los zombies salen de sus tumbas?

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Muchas caras conocidas en este telefilm: Lee Montgomery (el prota de Ben, aquella peli de ratas asesinas que luego se remakeó como Willard con Crispin Glover), LeVar Burton (el Geordi La Forge de Star Trek), Peter DeLuise (hijo de Dom y visto en las series Jóvenes policias y Stargate), Dedee Pfeiffer (hermana de Michelle y vista en Vamp o House III), Kevin McCarthy (todo un ilustre del fantástico y recurrente en la filmografía de Joe Dante), el eterno Dick Van Patten, Kurtwood Smith (uno de los malos de Robocop) y una mini aparición de cómico Mark Blankfield (Jekyll y Hyde hasta que la risa les separe, Frankestein Hospital general), además de una de las primeras apariciones de Macaulay Culkin, aunque es casi un visto y no visto.

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Dirigida por Jack Bender, tipo que empezó como actor en series y en algún que otro producto Disney (Te veo y no te veo, Un ejecutivo muy mono) para acabar como realizador afincado a la caja tonta y que solamente cuenta con un film puramente de cine, ni más ni menos que Muñeco diabólico 3... pobre hombre. Por lo demás mucho telefilm como el aquí comentado, episodios sueltos en series (Con ocho basta, Doctor en Alaska, Carnivàle, Los Soprano, La cúpula...) y acabando como productor de la factoría de J. J. Abrams con Alias, Perdidos o Alcatraz

La noche del baile de medianoche no pasará a la historia del género fantástico y muchos menos del terror, pero es una buena opción para que los que anhelan los aromas y texturas ochenteras le den un tiento. Eso sí, manténgase lejos de los más jóvenes, no sea que se piensen que es una de las basuras del Disney Channel. 

lunes, octubre 28, 2013

El triángulo diabólico de las Bermudas


El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona

René Cardona Jr. es la versión mala de su padre, y eso que éste tiene boñigas para parar un tren. ¿Alguién dijo sus tropecientas películas de Santo o Blue Demond? Pues eso.
 
Pero para Cardona hijo eso no era un impedimento para cultivar una filmografía en su México lindo trufada de explotaciones de cualquier éxito del momento. Si había un Tiburón él tenía Tintorera; a la moda de películas de catástrofes el respondía con Ciclón; con el éxito de Indiana Jones se marcaba un El tesoro de la selva perdida; al King Kong de De Laurentiis le contestaba con El rey de los gorilas... y así sin parar.

El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona

Es curioso que en los 70 y 80 todo el rollo del triángulo de las Bermudas diera para escribir tanto y el mundillo de lo paranormal dio buena cuenta de ello. Después, parece que el tema no daba más de sí y pasó a un segundísimo plano.

Pero volvamos a los 70. A mitad de esta década apareció un libro titulado El triángulo de las Bermudas, todo un best seller que vendió más de 20 millones de ejemplares, donde se recogían diferentes casos de embarcaciones y aviones que habían desaparecido en la zona. El autor de la obra fue Charles Berlitz, un experto en sacar libros de fenómenos paranormales, también autor del libro en la que se inspiró El experimento Philadelphia, cult movie producida por Carpenter en los 80.

 El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona


La cuestión es que el libro fue el auténtico impulsor de la leyenda negra de esta región geográfica, que si bien adquirió esa fama de zona donde embarcaciones y aviones desaparecían misteriosamente sobre los años 50, no tenía su leyenda negra hasta la publicación del libro.


Su éxito hizo que Cardona perdiese el culo para aprovechar el tirón y apuntarse al carro. Todo ello para parir otro de sus (muchos) subproductos: planos inclinados para dar sensación de estar en un barco, aunque el movimiento es bien escaso, actores que habían vivido tiempos mejores, tempo lento, una duración cercana a las dos horazas y una historia tan farragosa como inexistente.

 El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona


Si bien el cartel tiraba por el mismo diseño de las películas catastrofistas de la época, con las fotos en pequeño de todo su star system en la parte inferior, la cosa quedaba muy modesta cuando nos encontrábamos a un John Huston cuando aceptaba casi cualquier papel, el barbitas de Hugo Stiglitz (un habitual de la filmografía de Cardona Jr. recordado por el fandom por La invasión de los zombies atómicos), Gloria Guida (habitual del cine de despelote italiano de los 70), otra vieja gloria como Marina Vlady (Campanadas a medianoche), la ex chica Bond Claudine Auger (Operación Trueno), y Miguel Ángel Fuentes, que en el cartel aparece con la errata de Carlos Heast, un habitual en pelis de Hollywood haciendo de nativo inca o malo grandullón como pudimos comprobar en El hombre puma, El equipo A, Cavernícola, Justicia salvaje con Charles Bronson o El templo del oro con Chuck Norris.

También corre por ahí Rene Cardona III, demostrando que cada nueva generación de la estirpe Cardona es más infecta que la anterior.

El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona

En el fondo usar el libro como base para una película tenía poca lógica, ya que este no era más que una recopilación (manipulada) de supuestos casos de desapariciones en la zona, más bien todo era una estratagema comercial para poder vender esta coproducción italo-mejicana y aprovecharse del éxito del libro.
La historia da para poco: un grupo de personas pasan con su barco por la fatídica zona, a partir de ahí muertes misteriosas, brújulas y radios que no funcionan y la incapacidad para volver a casa.
Cardona hijo siguió rodando productos de bajo presupuesto, lo que no fue óbice para convertirse en uno de los realizadores más conocidos de su país. Ya en los 90 acabó rodando películas para lucimiento de algún grupo juvenil de moda en la época y una serie de films de corte "humorístico" llamada La risa en vacaciones, para traspasar nuestra dimensión en 2003.

miércoles, octubre 16, 2013

El ogro

el ogro, lamberto bava, demons 3

Si a Mario Bava se le tiene en un pedestal, a su hijo, Lamberto, le han dado más hostias que a un feligrés. Aunque, como es habitual en estos casos, por la eterna comparación de padre e hijo, en la que el director de Diabolik gana por goleada. 

Aun y así Lamberto pronto dejó los terrores más ambientales (Trauma) para desmarcarse al género más truculento, donde sang i fetge predominaban. Y no por casualidad su díptico Demons sería su obra más conocida. Aunque luego él solito le buscara las cosquillas al respetable al perpetrar un innecesario remake de La máscara del demonio de corte telefilmesco. 


el ogro, lamberto bava, demons 3

Y es que en la época trabajó mucho para la televisión italiana. Uno de estos proyectos fue Brivido Giallo, cuatro telefilms independientes de 90 minutos de género fantástico. Alguno de ellos aterrizó en estas tierras directamente en nuestro sistema magnetoscopio. 

Era El ogro, donde en italiana también se le conoce como Demoni 3, por aquello de emparentarla con Demons. Recordemos que a La secta de Soavi también llegaron a titularla como Demons 4, y esta sí que tenía más sentido,  ya que la primera intención era hacer otra nueva entrega de Demons pero el guión acabó yendo por otros caminos.


el ogro, lamberto bava, demons 3

Lo cierto es que El ogro empieza bastante bien con una secuencia donde una niña vaga por unas lúgubres catacumbas y algo (intuimos que el ogro) le acosa. Pura atmósfera onírica que, incluso, daba para crear la imagen icónica del cartel. A partir de ahí cuesta abajo y sin frenos cuando nos enteramos que todo es una pesadilla de una niña que, muchos años después, ya de adulta, es una escritora norteamericana de éxito, casada y con un hijito bastante insoportable. Junto a su marido deciden pasar unas vacaciones en un viejo castillo en Italia, donde volverá a tener las extrañas pesadillas de su infancia. 

Da la sensación que el director intenta meter un par de guiños a Dario Argento, que le había producido Demons unos años antes. Uno con un viejete estrafalario llamado Dario y el otro con la escena del pequeño embalse recuerda a la de la habitación inundada de Inferno


el ogro, lamberto bava, demons 3

Aunque lo que más llama la atención son los muchos paralelismos con El resplandor: escritores que se aislan de todo en un castillo/hotel, la madre y el hijo perseguidos por el malo, el momento quita nieves/todo terreno, las visiones... 
Bava está muy contenido con el elemento hemoglobina, incluso su ogro parece un cruce entre sus demons y un zombi, con cierto ramalazo de los orcos de Peter Jackson. 

Pero al final todo ello es marcado por su condición de producto directo para tv, donde seguramente le cortaron las alas a la hora de meterle truculencia al asunto. El propio Bava nunca vio demasiado futuro al guión y le parecía demasiado insustancial para llevarlo al cine. El ogro no deja de ser eso, un telefilm con ciertas ideas interesantes, con un par de secuencias oníricas muy logradas (sobre todo el principio) que se ayudan de una muy buena banda sonora del siempre extraordinario Simon Burwell (Aquarius), pero que al final acaba convirtiéndose en repetitiva, con muchas cosas que ya hemos visto en otros sitios.


martes, octubre 08, 2013

Rottweiler

Rottweiler poster

No me gustan las películas de animales, ya sean rollo Scottex a lo Disney o de animales cabrones y asesinos. Es por eso que si había un film de la Fantastic Factory que me atraía poco o nada era Rottweiler.

Basada en El perro, una de las muchas obras de Vázquez Figueroa, nos topamos con Dante, un preso que consigue escapar de un campo de prisioneros del sur de la Península. Durante su fuga es perseguido por un vigilante y su perro. Pronto le darán caza, pero Dante consigue liquidar al vigilante, no sin que antes este dé ordenes al can que busque y acabe con el recluso.

Rottweiler Brian Yuzna

La cosa no empieza excesivamente mal con unos títulos de créditos a base de música electrónica, muy del estilo Corre, Lola, corre, pero la cosa se desmorona rápidamente. Con actores que, hasta cierto punto, dan la talla, como es el caso del siempre competente Lluís Homar, el no siempre tan competente Jacinto Molina. Aunque la palma se la lleva el protagonista, William Miller, malo malo.
También corre por ahí Irene Montalà (la recordaremos como la felatriz de Fausto 5.0, aunque los catalanes no sonará más de Poble Nou) e Ivana Baquero poco antes de hacer El laberinto del fauno.

El diseño del perro, con esa mitad de la cara rollo cyborg, esta sacado/plagiado/copiado (elíjase la opción preferida) de El mejor amigo del hombre, una serie B de los primeros 90 con Lance Henriksen y Ally Sheedy (El club de los cinco, Cortocircuito) y dirigida por John Lafia, guionista del primer Muñeco diabólico y director de la secuela. Evidentemente este film copiaba a su vez una de las imágenes icónicas de Terminator. Aunque tampoco habría que dejar pasar como posible referencia a Zoltan, el perro de Drácula.
La cosa es que tenemos unos efectos chirriantes, que delatan rápido cuando el animal es real o un animatrónic. Y de los digitales... mejor lo dejamos estar.

Rottweiler Brian Yuzna

Al igual que el relato, le quieren dar cierto aire futurista, de ese futurismo más tangible, no el de naves voladoras y trajes plateados. Y la cosa por momentos aguanta, aunque los que conocemos la zona le vemos el truco de las famosas chimeneas de la central térmica de Sant Adrià (revisionemos Apocalipsis caníbal) y a la zona montañosa de Montserrat. Pero que tampoco hay para tanto, que el grueso del film es en medio de la montaña y ahí no pinta ni para el rollo post nuclear.

Rottweiler Brian Yuzna

Lo que ya no consiguen mantener es el enfrentamiento entre el reo y el perro. Figueroa le da al relato original un aire dramático más allá de la persecución, y consigue que la rivalidad entre los dos llegue a transformarse en admiración entre rivales.

Por lo demás, de lo peor del tándem Fantastic-Yuzna. Hecha con poquitas ganas, efectos cutres y momentos chorra. Existe una versión anterior que data de finales de los 70, protagonizada por Jason Miller, el padre Karras de El exorcista, de la que se suele hablar bien y tiene cierto culto. Se nota que Yuzna no andaba por ahí.

martes, octubre 01, 2013

Sweet home

Sweet home movie

Si uno piensa en Capcom, gente encerrada en una mansión, puzles y survival horror es normal que nos venga rápidamente a la cabeza Resident Evil, pero las cosas no van por ahí y tendremos que retroceder en el tiempo unos cuantos años. Concretamente hasta finales de los 80.