A finales de 1982 aparecería la novela 2010: Odisea dos, secuela 2001: Una odisea espacial, cuyo forma de publicitaria era que no había sido escrita a máquina en papel, si no en un ordenador (computadora, que se decía entonces), aunque la realidad es que escribió aproximadamente las primeras 70 páginas en una máquina de escribir eléctrica y el resto en ordenador.
Siendo la adaptación cinematográfica de Kubrick de la primera novela un hito para la ciencia ficción en el celuloide y tener una desmesurada fama, casi parecía lógico que Hollywood se abalanzase sobre los derechos de la segunda novela. La que se hizo con ellos fue Metro-Goldwyn-Mayer (que no pasaba por una buena época), quizá con miras que el propio Kubrick se hiciera cargo de ella, pero éste no tenía ningún interés. Así que la major le ofreció dirigir la adaptación a Peter Hyams, que ya venía con cierta experiencia en las películas espaciales después de haber dirigido Capricornio Uno (ciertamente no sería un film espacial propiamente dicho y que su argumento casi parece una ironía el hecho que Hyams dirigiese la secuela de 2001 por aquella historia que el aterrizaje lunar de 1969 lo filmó Kubrick en un plató) y Atmósfera cero (un western fuera del planeta Tierra). Éste puso como condición tener la conformidad de Clarke y Kubrick y poder modificar la historia, añadiendo el componente de la guerra fría que no aparecía en la novela.
Lo primero que hizo fue llamar al propio Kubrick y preguntarle qué le parecía la idea. El director de El resplandor le dijo que la hiciera, que no había problema. Muy posiblemente éste, que era un poco cabroncete, tenía claro que una secuela no haría más que agrandar su película de 1968. Aquí aparece la anécdota que la charla duró varias horas y prácticamente fue un interrogatorio de Kubrick a Hyams preguntándole por varios temas técnicos de sus película anteriores.
2010: odisea dos es una secuela directa de su predecesora, contando como ha pasado casi una década desde los acontecimientos de la nave Discovery a su llegada a Júpiter. Los norteamericanos y los soviéticos unirán sus fuerzas para enviar una nave hasta Júpiter e investigar sobre lo que le pasó a la Discovery y el origen del monolito que allí se encuentra.
Como prota absoluto tenemos a un Roy Scheider, que a partir de aquí iniciaría su declive cinematográfico. También tenemos por ahí a John Lithgow, Bob Balaban (que entre las pintas y el doblaje casi parece un Richard Dreyfuss de marca blanca), Helen Mirren, Keir Dullea (que repetía el papel de la película de Kubrick) y Dana Elcar (el jefe de MacGyver y de Condorman).
2010: odisea dos costó 20 millones de dólares y recaudó el doble en suelo norteamericano. Cifras más bajas de lo esperado por la Metro. Como es lógico la crítica estaba esperándola con los cuchillos afilados. ¿Qué es eso de manchar un clásico del cine?, debió pensar más de uno. Y porque aquello de "han violado mi infancia" todavía no se había inventado, si no hubiera caído también.
Lo cierto es que el film cojea en varios aspectos. Parte de un inicio prometedor por aquello de enviar a investigar el qué pasó (trama vista en montones de films espaciales) siempre tiene un componente misterioso que agrada, pero luego se tuerce con el sobadísimo conflicto entre yankis y soviéticos y que es fácil perderse en una trama explicada con los pies.
2010: odisea dos es una secuela directa de su predecesora, contando como ha pasado casi una década desde los acontecimientos de la nave Discovery a su llegada a Júpiter. Los norteamericanos y los soviéticos unirán sus fuerzas para enviar una nave hasta Júpiter e investigar sobre lo que le pasó a la Discovery y el origen del monolito que allí se encuentra.
Como prota absoluto tenemos a un Roy Scheider, que a partir de aquí iniciaría su declive cinematográfico. También tenemos por ahí a John Lithgow, Bob Balaban (que entre las pintas y el doblaje casi parece un Richard Dreyfuss de marca blanca), Helen Mirren, Keir Dullea (que repetía el papel de la película de Kubrick) y Dana Elcar (el jefe de MacGyver y de Condorman).
Lo cierto es que el film cojea en varios aspectos. Parte de un inicio prometedor por aquello de enviar a investigar el qué pasó (trama vista en montones de films espaciales) siempre tiene un componente misterioso que agrada, pero luego se tuerce con el sobadísimo conflicto entre yankis y soviéticos y que es fácil perderse en una trama explicada con los pies.
A nivel de efectos parece mentira, pero si 2001 sigue aguantando el tipo cinco décadas después, 2010 no puede decir lo mismo. Lo cierto es que tiene cosas que se ven muy bien, pero luego otras nos hacen sangrar los ojos (¡esos malditos cromas!) y que se añaden unos primerizos efectos digitales que son eso, primerizos. Y ahí no hay mucho donde rascar.
En cambio, donde sí gana la partida al film de Kubrick es en la ambientación futurista de la vida en la Tierra. En 2001 toda la estética era de un futurismo demasiado fantasioso, muy poco creíble y más en la actualidad. 2010, por su parte, lo hace mucho mejor aunque, todo hay que decirlo, juega con las cartas marcadas. Se enseña muy muy poquito, pero lo hace con los pies en el suelo. Ver a Scheider en la playa con un ordenador portátil es poco llamativo en la actualidad y es por eso que le da credibilidad. Cierto que su casa ambientada en un entorno natural y limpio, sin lugar para la contaminación es un poco sospechosa, pero daremos por bueno que vive en algún tipo de zona residencial para gente con parné.
Si con el paso de los años 2001 sigue siendo un clásico en el cine y de 2010 no se acuerda ni el tato por algo será, ¿no?
En cambio, donde sí gana la partida al film de Kubrick es en la ambientación futurista de la vida en la Tierra. En 2001 toda la estética era de un futurismo demasiado fantasioso, muy poco creíble y más en la actualidad. 2010, por su parte, lo hace mucho mejor aunque, todo hay que decirlo, juega con las cartas marcadas. Se enseña muy muy poquito, pero lo hace con los pies en el suelo. Ver a Scheider en la playa con un ordenador portátil es poco llamativo en la actualidad y es por eso que le da credibilidad. Cierto que su casa ambientada en un entorno natural y limpio, sin lugar para la contaminación es un poco sospechosa, pero daremos por bueno que vive en algún tipo de zona residencial para gente con parné.
Si con el paso de los años 2001 sigue siendo un clásico en el cine y de 2010 no se acuerda ni el tato por algo será, ¿no?
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