miércoles, marzo 12, 2014

El cuervo (y secuelas)

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Si hubo una película que le dieron bombo y platillo como a pocas en la Fantastic Magazine fue, sin duda, a ésta. 
Allá por finales de los 80 apareció el cómic de El cuervo (aquí tardaríamos bastantes años para verlo) de la mano de James O'Barr, inspirado por su tragedia personal cuando, una década antes, su novia había muerto a manos de un conductor ebrio. De ahí se alistó en la marina americana y se dedicó a ilustrar manuales técnicos mientras, en sus ratos libres, maquinaba a este personaje de maquillaje blanco y pose triste.

La historia es conocida por todos: parejita de enamorados, de esos que dan tirria, acaban asesinados por unos maleantes que pasaban por ahí. Todo ello ocurre la noche del diablo, la víspera de Halloween. Justo un año después el chico resucita y, evidentemente, se dedicará a darle matarile a los que le mataron.

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Todos sabemos que todo el culto que arrastra en film es en gran medida por la muerte de su protagonista, Brandon Lee (hijísimo de Bruce Lee) durante el rodaje. Hecho que hizo que la película estuviera prácticamente un año pérdida en salas de postproducción, hasta que la Miramax la compró e invirtió para intentar salvarla y conseguir estrenarla.
Y, seguramente, ese es uno de sus grandes logros, conseguir insertar digitalmente al protagonista o su cara en escenarios o en los cuerpos de los dobles. Y, 20 años después, sigue pareciéndome un trabajo técnico impecable, donde resulta imposible saber donde está el falso Lee a menos que te digan donde.

Otra cosa son los efectos más rudimentarios, donde se le ve el truco a los cromas, maquetas (pero que no dejan de ser fabulosas) o la mano falsa con un agujero de bala. Aun y así hay que recordar que estábamos ante una producción bastante modesta de apenas 20 millones de dólares que se acabaron convirtiendo en 150 en las taquillas de todo el planeta. Sin duda, el morbo de ver al vástago de Bruce Lee muriendo en pleno rodaje como su padre un par de décadas atrás (aunque en Juego con la muerte solucionaron el entuerto de forma chapucera), dando pie a esa leyenda urbana de la maldición Lee, ayudó mucho a su éxito.

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Con guión de David J. Schow, articulista de Fangoria en la época y guionista de La matanza de Texas 3 y Critters 3 y 4, y John Shirley, que venía de escribir novelas cyberpunk y había hecho sus pinitos como guionista en series de animación (Los auténticos cazafantasmas, Los defensores de la Tierra, BraveStarr), como encargo del productor Edward R. Pressman, que había estado metido en fregados tan variopintos como El fantasma del Paraíso, Masters del Universo o Street Fighter. La última batalla. Y dirigida por Alex Proyas, director especializado en los videoclips que ya había dirigido un film, el poco conocido Spirits of the Air, Gremlins of the Clouds, que le daba a El cuervo una estética muy deudora de los 90, con un aspecto tan videoclipero como oscuro y lluvioso (todo muy Blade Runner), a la par que cierto aire emo. Todo ello lo repetiría en esencia en su siguiente film. Sí, ese que fue fusilado por los Wachowski bros. Hay que ver lo que le debe Matrix al pobre de Proyas.

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Al mentadísimo Brandon Lee hay que añadir en el cast a David Patrick Kelly (el malo de The Warriors o uno de los personajes oscuros de Twin Peaks), Tony -Candyman- Todd, Jon Polito (un habitual del cine de los hermanos Coen), Hernie Hudson (el siempre olvidado negro de Los cazafantasmas), Michael Wincott y Michael Massee (igual alguien lo recuerda en Carretera perdida de Lynch). 

Fue precisamente Michael Massee quien realmente mató a Lee, con los famosos disparos en los que tenían que haberse usado balas de fogueo. Sin duda el gran aliciente de este film que, personalmente, nuna me ha acabado de llegar más allá de una estética muy cuidada, casi de cine negro, y que, sin lugar a dudas, cuajó en un sector del público. Tanto que el pajarraco siguió volando. Algo bajo, eso sí.


El cuervo 2. Ciudad de ángeles, el cuervo, the crow, brandon lee, alex proyasEl cuervo 2. Ciudad de ángeles. Como comentaba antes, el exitazo del film original animó a los temibles hermanos Weinstein y su chupóptera Miramax a convertir el invento en una franquicia. Con guión del hoy afamado David S. Goyer cuando escribía para la Full Moon (Juguetes asesinos, Dollman contra los juguetes asesinos).
Con buenos trucajes a la vieja escuela, pero el poco Cgi que muestra es horrible.
Apenas llega a la hora y cuarto, lo cual se agradece y mucho, pero eso tampoco ayuda mucho para salvarle de la quema.
Con Vincent Perez (el Christopher Lambert de los 90 y que le birló el papel a Jon Bon Jovi) como el Cuervo, el arrugado de Iggy Pop como sicario del malo y un primerizo Thomas Jane haciendo de viciado de las cabinas X. Dirigida por un tal Tim Pope que le hacía videoclips a Iggy Pop y The Cure, y nunca más hizo cine. El tipo acabó renegando del film, ya que su intención era desmarcarse totalmente del film original y los Weinstein le remontaron la película y cortaron más de una hora, para hacer todo lo contrario, que fuese un calco de lo que hizo Proyas.


El cuervo. Salvación, el cuervo, the crow, brandon lee, alex proyasEl cuervo. Salvación. Después de que la secuela no funcionara tan bien como se esperaba, pero no tan mal como para cargarse la franquicia, parieron la serie para televisión El cuervo. Escalera la cielo, de la que muchos episodios fueron lanzados aquí de la mano de Filmax directamente a DVD como si de películas se tratara. Lo mismo que pasó en su día con series como RoboCop o Mortal Kombat. Todo sea por timarle al cliente. La serie estaba protagonizada por Mark Dacascos y apenas duró una temporada.
Con lo que tuvimos que esperar al año 2000 para ver otro film del personaje. Aquí ya tenemos un aspecto totalmente telefilmesco para un film que tenía que haberse estrenado en cines, pero en su test screening la cosa fue tan mal que acabó directamente en los videoclubs. Por contra, en nuestras tierras de botijo y pandereta, Aurum (la actúal eOne Films) decidió estrenarla en cines. Y así le fue.
Desaparece cualquier referencia a la noche del diablo, pero la historia es la misma de siempre: parejita asesinada y él vuelve a la vida para cepillarse uno a uno a los culpables, con lo que llega un momento que esto es un cruce de justiciero urbano y body count. Eric Mabius (el colega amnésico de Mila Jovovich en Resident evil y que acaba convertido en Némesis) hace muy malamente su papel protagonista; Kirsten Dunst sale poco menos que 15 minutos pese a que su nombre es el primero en los títulos de crédito. Más que nada para aprovecharse que se había estrenado Las vírgenes suicidas y no era cuestión de desaprovechar el tirón. Un guest star para el gran Fred Ward (Remo, desarmado y peligroso, Hechizo letal) deseoso de que le den el cheque y William Atherton (visto en las primeras Jungla de cristal). Dirige el indio Bharat Nalluri, que acabó con sus hueso en el mundo de las series de televisión.


El cuervo 4, el cuervo, the crow, brandon lee, alex proyasEl cuervo 4. Aquí la escasez de medios es ya alarmante y la presencia de, un cada vez más fanegas, Edward Furlong no hace otra cosa que empeorarlo todo. Por ahí corre una primeriza Tara Reid y Dennis Hopper en plan "coge el dinero y corre", el siempre presente en estas secuelas directas a vídeo Danny Trejo, la cantante Macy Gray y David Lea, el que fuera doble de Michael Keaton en los films de Batman
La cosa se traslada a un pueblecito mejicano, con lo que todo acaba sucediendo en medio de un desierto y en cuatro barracas. Allí un chaval y su novia son asesinados. él resucita y bla, bla, bla. En USA directa a DVD y aquí no llegó ni eso. Dirige el entuerto Lance Mugia, el de Holocausto samurái, y que, actualmente, anda algo perdido

Ya hace varios años que preparan un remake/reebot del personaje, pero por alguna razón la cosa nunca acaba de salir adelante y los directores candidatos para dirigirla van pasando y saliendo de él. Ahora el que parece que está metido hasta el cuello es Javier Gutiérrez y Luke Evans como protagonista. Que el Señor les tenga en su gloria.

jueves, marzo 06, 2014

Baño de sangre en la casa de la muerte


Kenny Everett fue un cómico inglés que en los 60 había dado el salto de una emisora pirata a la BBC, donde sus programas humorísticos causaban sensación. Fue en este medio, concretamente en Capital Radio, donde recibió de manos de su amigo Freddie Mercury una copia del Bohemian Rhapsody antes de que se lanzase de forma oficial. Después de escucharla no pudo contenerse y la emitió sin permiso repetidas veces, ayudando a su éxito en Inglaterra. Ya a finales de los 60 tuvo sus primeras apariciones en la televisión inglesa, pero el gran éxito televisivo en el Reino Unido le llegaría a partir de los 70 con sus programas humorísticos como The Kenny Everett Television Show (visto en alguna autonómica como Tv3 bajo el título El show d’en Kenny Everett).

martes, marzo 04, 2014

S1m0ne

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Ya en los 80 hubo cierto revuelo con aquello de colorear películas en blanco y negro. Pero lo que Ted Turner no se imaginaba que aquello sería pecata minuta cuando, una década después, Coca Cola lanzó aquel anuncio que reunía al star system de los 40 en un bar donde Elton John tocaba el piano y le daba lingotazos al refresco light. Comenzaba el debate de la utilización de actores ya fallecidos en nuevas producciones mediante el arte digital, aunque en los 80 ya hubo cierto amago con Max Headroom. 

jueves, febrero 27, 2014

Festival de trailers (I)

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Las panteras se comen a los ricos (1969) de Ramón Fernández, con Fernando Fernán Gómez y Manolo Gómez Bur.




Ator el poderoso (1982) de Joe D'Amato, con Miles O'Keeffe.




Ator 2. El invencible (1984) de Joe D'Amato, Miles O' Keeffe.

jueves, febrero 13, 2014

Zipi y Zape y el club de la canica

Zipi y Zape el club de la canica, Escobar

Los hermanos Zipi y Zape son enviados a pasar el verano a un internado. Una vez allí comienzan a hacerse amigos de los marginados del centro, ganándose la antipatía  de otros alumnos, y con los profesores y vigilantes del centro tampoco tienen mucha más suerte. En el internado se dedican hacer travesuras desde el anonimato, en una de éstas descubren que Falconnetti, el director del centro, tiene un mapa que indica que en la finca se esconde un tesoro.

lunes, febrero 10, 2014

Sueños radioactivos

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A Albert Pyun ya le hemos visto alguna que otra vez por este blog. Un tipo que empezó muy fuerte con Cromwell, rey de los bárbaros, película que para muchos abrazaba sin rubor la moda de espada y brujería que imperaba en los primeros 80, gracias, sobre todo, al Conan el bárbaro de Milius y Schwarzenegger. Aunque, todo hay que decirlo, el film de Pyun se estrenaba semanas antes. El film acabó siendo un éxitazo en suelo yanki, amasando 40 millones que la convierten en una de las producciones más exitosas rodada al margen de un gran estudio.
 

Lo más lógico es que hubiera aprovechado el éxito y que su siguiente proyecto fuese una secuela, tal como prometía el final de film (Tales of the ancient empire, que acabó apareciendo en 2010 con Kevin Sorbo), pero este devoto de Jesucristo Superstar prefirió no seguir por ese camino ya que el mercado había sido inundado por un sin fin de películas de espada y brujería (en su mayoría llegadas de Italia), con lo que intuía que por muchos millones que había facturado su The sword and the sorcer (no confundir con El guerrero y la hechicera -The warrior and the sorceress- de David Carradine) el público no tendría demasiadas ganas de ver más tíos cachas en calzoncillos bandiendo una espada.

Así que con lo puesto se lió la manta a la cabeza y parió la que sería la primera de muchas películas con ambientación post-apocalíptica. Su otra obsesión, aunque él lo niega, los cyborgs, llegaría más tarde.

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Dos chavales son encerrados en un búnker en los años 80. 15 años después consiguen salir al exterior, y lo que se encuentran es un mundo devastado por una guerra nuclear, donde proliferan bandas y personajes peligrosos. Los dos hermanos, que están totalmente asombrados por lo que se encuentran, ya que durante su cautiverio se han criado con multitud de libros de los años 50 y música de esa época, se dan de bruces con una chica de la que obtienen unas llaves. Dichas llaves son las que activan la última bomba nuclear que queda en el planeta y por la que muchas bandas andan como locas por conseguir.

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Para algunos, Sueños radioctivos es la mejor película del director de Capitán América. Hombre, la verdad es que es difícil quedarse con alguna porque este rey de la serie B y Z tiene morralla para parar un tren.
Pero lo cierto es que el inicio de la trama es, cuanto menos, prometedor y original, con esos dos tipos que han crecido al margen de la sociedad y se piensan que el mundo es como la novelas baratas de los años 50 con las que se han empapado, lleno de investigadores privados y femmes fatales, incluso visten ropas de la época. Hasta diría que el inicio rodado en blanco y negro hasta que salen del bunker, donde ya pasamos al color, es un detalle simpático. Pero a partir de ahí nos topamos con la rutina made in Pyun. Esto es: trama ultra plana y previsible, donde los protagonistas han de ir del punto A al B e irse encontrando algún personaje con el darle mucho al palique; mucho desierto y descampado (el mismo Pyun reconoce que son los únicos escenarios que puede permitirse con los presupuestos que consigue) con personajes que visten con muchos estilos diferentes, todo muy del estilo de las pelis post nucleares italianas. Y eso sí, mucha música estilo Bonnie Tyler que en cualquier momento parece que vaya a salir Jennifer Beals.

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 Albert Pyun y la rata mutante

En el reparto tenemos a un perdidísimo Michael Dudikoff; John Stockwell, que lo recordaremos por ser uno de los amigos de Keith Gordon en Christine de Carpenter o por Top Gun; Lisa Blount, también vista en otro Carpenter como El príncipe de las tinieblas; el siempre entrañable George Kennedy; Hilary Shepard, que años después enseñaría escote haciendo de Divatox en los Power Rangers; Norbert Weisser que, además de ser un habitual del director, salía en La cosa de, efectivamente, John Carpenter. Así que podemos ver que Pyun contaba con un reparto bastante apañadete y que le molaba de ir rascando de los cast de Carpenter.

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Sueños radioactivos no tuvo ni de broma el éxito de Cromwell, rey de los bárbaros, básicamente porque tuvo una distribución muy pobre pese a que acabó en las garras de Dino De Laurentiis, que acabó disibuyéndola. Pero acabó por asentar las bases del cine de Albert Pyun, con mucho desierto y poco cash.

viernes, febrero 07, 2014

Clásicos Keaton: Los tramposos de la loto

Los tramposos de la loto, Michael Keaton

A partir de la segunda mitad de los 80 la situación de Michael Keaton en Hollywood era bastante delicada. Los éxitos de sus primeras películas (Turno de noche, Las locas peripecias de un señor mamá) dieron paso a los fracasos de Johnny Peligroso y Dale y vete, aunque entre medias se dio un respiro con Pisa a fondo, que tuvo cierta aceptación, al menos la suficiente como para dar paso a una serie de televisión. A eso había que sumarle que era vox populi su salida del rodaje de La rosa purpura del Cairo.

Con todo eso no parece que meterse en un proyecto como Los tramposos de la loto fuese la elección más acertada para remontar.

 Los tramposos de la loto, Michael Keaton

Keaton interpreta a un tipo que malvive entre apuestas de póker y la construcción de extrañas obras con forma de dinosaurio (sic). Un día recibe la visita de su exmujer, que le pide que vaya a su piso a recoger un paquete que se ha dejado, ya que ella se ha peleado con su compañero de piso y no quiere ir. Keaton acepta, pero cuando llega a la casa se encuentra el paquete y un cadáver. A partir de ahí recibirá la visita de un par de matones que le exigirán el paquete, que contiene un electroimán con el que se pueden manipular las bolas del sorteo de la loto.

No hace falta ser muy listo para adivinar como se desarrollará el asunto, Keaton corriendo de un lado a otro, encontrándose personajes de los que no sabe si fiarse. Y es que el film sigue a pies juntillas las películas ochenteras que combinaban el clásico punto de partida hitchcockniano del hombre normal que se ve envuelto en una trama que le sobrepasa y no sabe de quien fiarse, con elementos (presuntamente) cómicos y algo de acción. Sí, todo en la línea de aquellas películas de Whoopie Goldberg como Jumpin' Jack Flash, que, habiéndose estrenado un año antes (1986), no sería de extrañar que Los tramposos de la loto (The squeeze) fuese producto de su éxito.


 Los tramposos de la loto, Michael Keaton

La película solamente es salvable por reflejar muy bien este tipo de películas tan ochenteras, que lastraban el no ser al 100% una película de acción, con lo que nunca veíamos ninguna escena mínimamente espectacular, ni una comedia, esta particularmente es bastante alarmante la poca gracia que desprende. Algún tic puede hacernos gracia (como la obsesión del personaje de Keaton con la serie Bonanza, o esos dinosaurios gigantescos que construye con televisores estropeados) pero desde luego no nos reiremos mucho o nada.
Una curiosidad, aunque en el cartel tenemos a los protas estrujados por las desaparecidas torres gemelas, estas no tienen un papel destacado en el film. Pero eso sí, salen muchas veces de fondo.

En el apartado de cast vamos muy bien servidos. Además de Keaton (protagonista absoluto, of course), tenemos a Rae Dawn Chong (que venía de Commando) como su compañera de aventuras; Joe Pantoliano (uno de los Fratelli de Los goonies) como el coleguita de trapicheos; y una sorprendente Meat Loaf, haciendo de matón que solamente tiene una frase en toda la película.


 Los tramposos de la loto, Michael Keaton

La película, que en un principio tenía que ser una producción no demasiada cara y acabó costando 20 millones, el doble de lo que estaba previsto, y terminó siendo un fracaso en su estreno americano apenas superando dos millones. Pero claro, si una película de 90 minutos se te hace pesada es que algo falla.

Algo de culpa debió tener su director, Roger Young, tipo de carrera puramente televisiva que anteriormente solamente había hecho un film para cine, Lassiter, aquella donde Tom Selleck hacía de ladrón de guante blanco. Después de Los tramposos de la loto siguió con sus series y mucho telefilm de corte bíblico. Y como curiosidad decir que dirigió Conspiración terrorista: el caso Bourne, telefilm con Richard Chamberlain encarnando por primera vez al ahora tan famoso Jason Bourne.
Hay que apuntar que Young no fue el director elegido en origen. El inglés Barry Myers, que venía con una extensa lista de spots publicitarios rodados, iba hacer su debut en el largo con Skip Tracer, que es como se titulaba originalmente Los tramposos de la loto, pero a las semanas de rodaje fue despedido por "diferencias creativas". Myers nunca llegaría a dar el salto al largo y siguió en la publicidad.
Quien también debía protagonizar en la película era Mariel Hemingway, que poco antes del inicio fue sustituida por Jenny Wright (prota de Lecturas diabólicas de Tibor Takacs) que, a su vez, después de iniciar le rodaje sería reemplazada por Rae Dawn Chong. Además, una vez finalizado el rodaje se tuvo que volver a llamar a los actores principales para volver a rodar nuevas escenas pues en los primeros montajes la cosa no cuajaba. Todo ello hizo aumentar el presupuesto de 14 a 20 millones (aunque en algunas fuentes se comenta que podrían haber sido 22)

martes, febrero 04, 2014

El trailer de Aquella casa al lado del cementerio

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Hace un par de añitos que publiqué la reseña de Aquella casa al lado del cementerio de Lucio Fulci. En ella comentaba lo maravillado que me tenía su trailer durante mi infancia. Trailer que parecía que iba a perderse en el tiempo, pero, afortunadamente, he podido recuperarlo de las polvorientas cintas de VHS.
Apenas son 20 segundos, pero acojonan ¿eh?

martes, enero 28, 2014

Operación ogro

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Operación ogro es el nombre que los miembros de ETA dieron al intento de secuestro y posterior asesinato de Carrero Blanco. Años después, en 1974, aparecería el libro Operación ogro. Cómo y por qué ejecutamos a Carrero Blanco de Julen Agirre, seudónimo de Eva Forest, escritora que había colaborado con la banda terrorista.

martes, enero 21, 2014

Estudio de terror

Estudio de terror. Sherlock Holmes, Jack el destripador

Recuerdo que, allá por el 2001, fui a ver Desde el infierno y todo lo que iba viendo me daba cierto tufillo a que ya lo había visto. Recordemos que el film de los hermanos Hughes y protagonizado por Johnny Depp estaba basado en el cómic de Alan Moore y Eddie Campbell. 

La cuestión es que todo me resultaba demasiado parecido a Asesinato por decreto, film de Bob Clark, director más conocido por sacarse de la manga Porky's y Porky's 2, además de varias comedietas que no valen demasiado la pena. Pero Clark venía de unos inicios más terroríficos con Crimen en la noche, una de zombis hecha entre colegas como Los niños no deben jugar con cosas muertas o Navidades negras.
Asesinato por decreto narraba la investigación de Sherlock Holmes (Chistopher Plummer) y su inseparable doctor Watson (James Mason) en el caso de unas prostituas asesinadas por un tal Jack el destripador, y su posterior desenlace en la que estaba involucrada la casa real. Pues sí, todo calcadito a From hell cambiado a Holmes por el inspector Frederick Abberline.

Estudio de terror. Sherlock Holmes, Jack el destripador

Todo esto tiene una explicación, y es que ambas obras beben del libro Jack el Destripador: la solución real (Jack the Ripper: the final solution) de Stephen Knight publicado en 1976. Efectivamente, la obra relata la enésima investigación de los crímenes acaecidos en Whitechapel y su autor lo enfoca todo como una conspiración masónica en manos de la corona británica.

Lo curioso del asunto es que, lo que en un principio parecía una teoría novedosa (aunque luego ha sido totalmente desechada por los entendidos), ya había sido utilizada en el cine una década antes, concretamente en 1965.

Estudio de terror. Sherlock Holmes, Jack el destripador

Estudio de terror aunaba al personaje de Arthur Conan Doyle y a Jack el Destripador, lo que ya le hace tener cierto atractivo. Pero al no ser una gran producción la cosa ha quedado bastante escondida. Tampoco ayuda demasiado el que sea una serie B de la mano de un especialista en la materia como era el productor Herman Cohen, que en su haber tiene multitud de films de lo fantástico/horror de factura limitada: Yo fui un hombre lobo adolescente, Konga (versión inglesa de King Kong con Michael Gough, el Alfred noventero de las pelis de Batman), Garras asesinas (otra vez con Gough), Locura (de Freddie Francis y con Jack Palance) o incluso tiene un spaghetti western como Django el bastardo.

Al ser una película inglesa tirando a modesta no cuenta con un elenco demasiado conocido, pero hay que destacar un par de caras: John Neville, que décadas después sería el Munchausen de Las aventuras del barón Munchausen de Terry Gilliam, y aquí ejerce de Holmes; y Donald Houston, visto en El desafío de las águilas, como Watson. También corre por ahí una jovencita Judi Dench.
Dirige, o al menos lo intenta, James Hill, un especialista en documentales de animales (labor por la que recibiría un Oscar) y que luego dirigiría Belleza negra, el drama aquel del caballo.

Estudio de terror. Sherlock Holmes, Jack el destripador

Estudio de terror se queda muy lejos de las grandes películas de Holmes, y ni que decir que Neville no tiene el empaque de Rathbone o Cushing, pero el hombre lo intenta. Pero la cosa está difícil con un guión muy ingenuo y una realización con cierto aire acartonado. Como curiosidad de un primerizo enfrentamiento entre Holmes y Jack el Destripador tiene un pase, pero aun y el esfuerzo de una ambientación bastante decente, la cosa se queda bastante coja.

viernes, enero 17, 2014

Hunter Prey

Hunter Prey, Sandy Collora

Quizás alguien se acuerde todavía de Sandy Collora, aquel señor que era la comidilla de la red hace una década después de dirigir Batman: Dead end, aquel chorto del caballero oscuro que tan buen sabor de boca dejaba a todo aquel que lo veía, preguntándose como se habían conseguido semejantes resultados estando al margen de los grandes estudios. El secreto estaba en su director, un tipo que se había curtido en el mundo de los maquillajes currando para los mismísimos Stan Winston, Rob Bottin o Rick Backer, y había usado sus dotes, contactos, 30 mil dólares de su bolsillo y 4 días de rodaje para sacar adelante lo que, para algunos, era la aproximación más lograda del hombre murciélago a imagen real. Tan buen sabor de boca dejó que intentó seguir su autopromoción un año después rodando World's finest, un falso trailer que ajuntaba a Superman y Batman en su lucha contra Lex Luthor y Dos Caras, y que seguía, en cierta forma, la línea introducida en Batman: Dead end.

martes, enero 14, 2014

El retorno del Capitán Invencible / The Return of Captain Invincible

El retorno del Capitán Invencible, Christopher Lee, Alan Arkin, Philippe Mora, The return of captain invincible

Años 40. Los nazis inician su conquista del planeta y Estados Unidos usa su mejor arma: el Capitán Invencible, un superhéroe que chafa bombarderos como el que se rasca la oreja. Pero no todo son alegrías en la vida de éste superhombre. Una vez acabada su cruzada contra el ejercito alemán, es acusado por el gobierno norteamericano de comunista por llevar la capa roja (!!!!), además de no tener licencia para volar y llevar la ropa interior por fuera (sic). Viendo lo que se le viene encima y que su propio país le ha dado la espalda decide irse a Australia.

Ya en los 80 nadie se acuerda de el Capitán Invencible, que pasa desapercibido en Australia (¡donde los fax emiten sonidos del Pac-man!), deambulando por las calles borracho como una cuba y comiendo comida enlatada. Pero el mal vuelve acechar el planeta cuando Mr. Midnight, el que fuera mano derecha de Hitler, robe al gobierno norteamericano una máquina con rayos hipnóticos, con lo que los mandamases gubernamentales han de volver a pedir ayuda al superhéroe, aunque ahora hay que ponerle en forma y conseguir que recupere sus poderes atrofiados y que no recuerda como usarlos.


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Mmmm, que argumento más curioso, ¿no? Una historia sobre superhéroes repudiados, que tienen vida más allá de lo que es ponerse una capa y salvar a damiselas en apuros. ¿Alguién dijo Los increíbles? ¿Hancock? ¿Oigo de fondo Watchmen? Ahhhh, que cosas. Y que El retorno del Capitán Invencible date de 1983 y el primer número de la obra de Moore y Gibbons apareciese en 1986 da que pensar.


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¿Y a qué mente privilegiada tenemos detrás de todo esto? Pues por un lado tenemos a Andrew Gaty y a Steven E. de Souza en el guión. Éste último, autor de los libretos de joyitas del calibre de Commando, Jungla de cristal, Perseguido y director de Street Figher. La última batalla. Y en la dirección Philippe Mora, nacido en Francia y criado en Australia, ha sido uno de los grandes exponentes de la ozploitation al verse beneficiado del sistema de subvenciones australiano en las décadas de los 70 y 80, que sería conocido, sobre todo, por Communion y las dos primeras secuelas de Aullidos.
 
Precisamente Aullidos 2 estaba protagonizada por Christopher Lee (el cual no guarda demasiado buen recuerdo/reniega de ella), que en El retorno del Capitán Invencible ejerce de malo de la función; el héroe corre a cargo de Alan Arkin (el padre de familia de Eduardo Manostijeras o el inspector Clouseau de El rey del peligro), el resto del reparto es puramente australiano, con lo que tampoco nos interesa en demasía. 

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La película no solamente está metida en el género superheróico, también es una comedia y un musical. No es que haya grandes coreografías, pero ahí están los personajes marcándose sus gorgoritos. Canciones que, en parte, fueron escritas por, ni más ni menos, Richard Hartley y Richard O'Brien (éste también visto como actor en Flash Gordon o Elvira's Haunted Hills, a los cuales les debemos el The Rocky Horror Picture Show y secuela.

No estamos, ni mucho menos, ante una película redonda, pero que se le nota que ha creado escuela. Es curioso ver al Capitán Invencible deambulando por las calles con una botella en la mano y sin querer saber nada de su pasado como superhéroe. Imagen que recuerda al Superman malvado de Superman III. Curioso porque las dos son del mismo año. O el principio del film, rodado en blanco y negro y en formato noticiario de los años 40 (un homenaje a pies juntillas de los seriales de la época), del que chupó Zack Snyder para su Watchmen.


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Al ser una producción australiana de un género como los superhéroes, que en aquella época no estaba demasiado de moda, y menos de uno que no tenía detrás una carrera en los cómics, la cosa no funcionó demasiado bien a nivel comercial, y menos siendo una producción australiana. Tal como el distribuidor americano recibió la película exigió a los productores un remontaje más apropiado para el público norteamericano, a lo que Philippe Mora se negó y comenzaron líos burocráticos. Esto hizo que el film tuviera muchos problemas de distribución (en Australia tardó más de un año en estrenarse y aquí se lanzó directamente a vídeo ya a finales de los 80) y que finalmente ese remontaje americano fuese el único que existe.

El retorno del Capitán Invencible no pasará a la historia del cine, ni siquiera es demasiado conocida y mucho menos recordada, pero hay que reconocerle la valentía de mezclar los superhéroes cómicos con el musical, siendo visionaria en humanizar a los superhéroes. En sí forma un puzle de esos que solamente podía hacerse en los primeros 80, con cosas muy blancas y para toda la familia que contrastan con las bailarinas embutidas en trajes sado que acompañan a Christopher Lee. Muchos chistes chorras, escenas aceleradas, un héroe tan americano que vive dentro de la Estatua de la Libertad, cromas de baratillo y un tufo ochentero al que es difícil resistirse.

jueves, enero 09, 2014

Rocketeer

Rocketeer, Dave Stevens, Disney, Timothy Dalton, Joe Johnston, Jennifer Connelly

El personaje de Rocketeer nació a principios de los 80, cuando Steve Schanes, uno de los jefazos de Pacific Comics, se encontró con el problema de rellenar unas páginas en la publicación de Starslayer. Para esa labor contactó con Dave Stevens, que apenas había hecho trabajos de entintador para la tira del Tarzán de Russ Manning y se estaba encaminando a la ilustración de storyboards como el de En busca del arca perdida, y le encargó alguna historieta rápida para rellenar un par de números. Pero la cosa cuajó, y The Rocketeer se convirtió en un éxito para sorpresa de todos. Pero para desgracia de los fans, Stevens no tenía demasiado interés en el mundo del cómic y rápidamente finiquitó la historia, y no sería hasta finales de los 80 que el personaje resurgió con una serie propia bajo el nombre de The Rocketeer Adventure Magazine ya bajo el amparo de Comico Comics.

Pero para hablar del génesis de cómo se gestó el film hay que retroceder hasta mediados de los 80, cuando Danny Bilson y Paul de Meo, dos guionistas en nómina de la Empire (Zone Troopers, Guardianes del futuro, Arena... y que luego acabarían escribiendo la serie Flash), se pusieron en contacto con el dibujante con la intención de llevar el cómic a la pantalla. Aunque, todo hay que decirlo, Steve Miner (House) ya quiso hacerse con los derechos un par de años antes.

Rocketeer, Dave Stevens, Disney, Timothy Dalton, Joe Johnston, Jennifer Connelly

Una vez que comenzaron a mover el proyecto pensaron en no hacer una gran superproducción, algo más con estética de serial o serie B, o incluso, rodarla en blanco y negro, y ahí cuadraba perfectamente la Empire de los Band. Además, por la época los grandes estudios no tenían ningún interés en hacer adaptaciones de cómics y eso permitía a Dave Stevens controlar el proyecto. Pero a este trío se les unió William Dear, que en la época estaba terminando de dirigir Bigfoot y los Henderson, y les convenció que de ahí se podía hacer una película mucho más grande.

Rocketeer, Dave Stevens, Disney, Timothy Dalton, Joe Johnston, Jennifer Connelly

Comenzaron a recorrer los grandes estudios, recibiendo siempre una palmadita en la espalda y un "es un buen proyecto pero...". Hasta que llegaron a la Disney, su última opción, y cual fue su sorpresa que estos accedieron a producirla. Y no porque tuvieran demasiado interés en el guión, si no por todo lo que les podía reportar el merchandising. Así que firmaron un contrato para tres películas.
Una vez que la gran productora se subió al carro y William Dear decidió no dirigirla, puso como director a Joe Johnston, que tan buenos resultados les dio en su debut, Cariño, he encogido a los niños, y además quiso hacer cambios en la historia. El principal es que no veía con buenos ojos que la acción transcurriera en los años 30 y prefería ambientarla en la actualidad, cosa que nos hace ver que ellos ya veían claro que toda esa hornada de versiones de cómics retro no tenían demasiado futuro en las taquillas (The Shadow, The Phantom). Aunque ellos mismos volverían a meter la pata con Dick Tracy. El propio Johnston consiguió convencerlos de mantener la estética retro, alegando que las películas de Indiana Jones también transcurrían en esa época y eran grandes éxitos.

Pero donde más mano metió fue en el personaje de Betty, basada en la pin-up Bettie Page, pero claro, en una producción Disney es impensable encontrarnos un personaje que tenga algo que ver con los despelotes, así que el personaje acabó derivando a Jenny Blake. También se creó para la ocasión al malo de turno, Neville Sinclair, un actor de éxito que en el fondo no es tan patriota como aparenta.

Rocketeer, Dave Stevens, Disney, Timothy Dalton, Joe Johnston, Jennifer Connelly

Pero como marca esa ley no escrita, una película de superhéroes retro está abocada al fracaso. Y eso pasó, Rocketeer fue lanzada como uno de los bombazos del verano de 1991, Disney puso toda la carne en el asador con un presupuesto inicial de 25 millones de dólares, que se disparó hasta los 40, y una campaña de marketing con juguetes y videojuegos. Pero por el camino se encontró otros estrenos que le pararon los pies: la segunda parte Agárralo como puedas, Terminator 2, Hot shots! o Robin Hood, príncipe de los ladrones, lo que la convirtió en un pseudo fiasco, recaudando poco más de 40 millones en territorio norteamericano, lo justito para recuperar la inversión.

 Rocketeer, Dave Stevens, Disney, Timothy Dalton, Joe Johnston, Jennifer Connelly

En cuanto Disney vio que no iban a recaudar lo esperado dejaron de apoyar el film, y en muchas zonas de USA ni siquiera se molestaron a desplegar su arsenal de merchandising. Y es una lástima. Posiblemente sus guionistas tengan razón cuando excusan el fracaso comercial en una campaña de marketing erronea por parte de Disney, queriendo vender la película como un espectáculo al estilo de Terminator 2, cuando Rocketeer se aleja de ese estilo con grandes dosis de violencia y efectos de última generación, siendo un producto totalmente naif, un homenaje a los seriales de los 30 y 40, con un reparto a la altura: un casi desconocido Billy Campbell que venía de la televisión (Dinastía) como protagonista, Jennifer Connelly en pleno momento de auge (Phenomena, Dentro del laberinto) como la chica de la peli, Alan Arkin, Paul Sorvino (como no, haciendo de gangster), un Terry O'Quinn que venía de hacer El padrastro original y una década después sería el Locke de Perdidos, Jon Polito, y un visto y no visto de Clint Howard. Aunque el que se lleva la palma es un Timothy Dalton haciendo de malo, con un estilo Douglas Fairbanks aunque realmente el personaje está basado en esa leyenda urbana sobre la posible vinculación del actor con los nazis.

Con una duración justita, efectos de la ILM que por momentos se le notan las costuras pero en otras uno se pregunta cómo lo han hecho, actores solventes y un homenaje totalmente sincero a lo retro. Seguramente todo eso no fue suficiente para que este personaje nos robara el corazón hace 20 años. Tendremos que esperar a una nueva versión para que se le reivindique con los honores que se merece.

martes, enero 07, 2014

El misterio de Salem's Lot (y secuela / remake)

El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David Soul

Hay una generación que, a mediados de los 80, acabó traumatizada por esta miniserie. Sin lugar a dudas, si hiciéramos una encuesta, la imagen icónica sería la de ese niño vampiro envuelto por la niebla llamando a la ventana de su hermano. Escena que, en un golpe de maestría de Tobe Hooper, se rodó al revés para conseguir unos extraños movimientos de los actores. Lo mismo que haría una década después David Lynch para las escenas de la habitación roja en Twin Peaks.

A finales de los 70 empezó la fiebre por llevar a la gran pantalla la obra de Stephen King después del éxito de Carrie a manos de Brian de Palma. El misterio de Salem's Lot comenzó a gestarse para su estreno en cines, pero los primeros borradores del guión (a cargo de Larry Cohen, que años después volvería a involucrarse en la novela, como veremos más adelante) dejaban claro que la novela original (en su primera edición patria editado como La hora del vampiro y en sucesivas ediciones ya se quedó como El misterio de Salem's Lot) se quedaba en poca cosa para una duración estándar, lo que hizo que la Warner la enfocase a formato miniserie, que en aquella época estaban cogiendo fuerza en la televisión yanki.

El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David Soul

Ya con Tobe Hooper en la dirección, después de la decepción que acabó siendo Trampa mortal (su siguiente film después de La matanza de Texas) y largarse durante los primeros días del rodaje de The dark, y con un guión final a cargo de Paul Monash (un clásico en escribir para series de televisión), la cosa empezó a rodar.

Estrenada en la televisión yanki en 1979, aquí llegó a los cines en una versión recortada a escasos 100 minutos, y titulada para la ocasión como Phantasma II (El misterio de Salem's Lot). Cosas de la distribuidora, que pensó que el invento funcionaria mejor si se la emparentaba con el Phantasma de Don Coscarelli. Esta versión cinematográfica, además, contaba con planos rodados exclusivamente para la ocasión, mucho más violentos, ya que la censura de la televisión no permitía tanta violencia.

El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David Soul

No sería hasta mediados de los 80 que pudimos ver por TVE la versión miniserie de 3 horas, donde Bean Mears, un escritor (un recurso clásico en la obra de King) que viaja hasta el pueblecito de Salem's Lot, donde pasó su infancia, con la intención de escribir sobre una mansión llamada Marsten. Su primera intención es alquilarla, pero la finca ya tiene inquilinos: los señores Straker y Barlow. El primero es un hombre que regenta una nueva tienda de antigüedades en el pueblo, el segundo, su socio, nadie lo ha visto.
Pero la normalidad del clásico pueblecito dará paso a la desaparición de un niño y extraños sucesos, lo que hará que el escritor empiece a investigar qué está ocurriendo.

El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David Soul

Protagonizada por David Soul (el famoso Hutch), James Mason (el espía de Con la muerte en los talones), Geoffrey Lewis (padre de Juliette y un clásico en las películas de Clint Eastwood), Bonnie Bedel (la mujer de Bruce Willis en la saga Jungla de cristal) y Julie Cobb (ex-mujer de James Cromwell, que años después aparecería en la nueva versión). Aunque, el gran olvidado y que ni siquiera salía acreditado en el film es el actor que encarna a Kurt Barlow, o lo que es lo mismo, el gran vampiro, interpretado por ese señor con cara rara llamado Reggie Nalder, el que recordaremos por ser el hombre del chubasquro amarillo en El pájaro de las plumas de cristal de Argento o el asesino de El hombre que sabía demasiado. Con esos rasgos era difícil no encasillarlo como el malo de turno.

El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David Soul

Sin duda el actor es el que peor lo debió pasar en el rodaje con todo ese maquillaje y unas lentillas que no podían utilizarlas durante más de media hora seguida. Curiosamente éste fue uno de los detalles que menos gustaron a King, ya que en su novela el vampiro no tenía nada que ver con la que ideó Hooper, mucho más cercano al vampiro "animal" del Nosferatu de Murnau. Además de hacer muchos cambios a nivel de guión como combinar varios personajes en uno solo. Posiblemente esto sea un handicap para los que hayan leído la novela, pero hay que reconocerle todas las bondades que las tiene y muchas: un vampiro realmente aterrador, secuencias con atmósfera intrigante y muchos pantalones de campana.

El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David Soul

El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David SoulRegreso a Salem's Lot (A return a Salem's Lot, 1987). Un par de años después apareció esta cinta directamente para el mercado doméstico. Detrás de ella teníamos a Larry Cohen, director/guionista capaz de lo mejor (The stuff, Última llamada), aunque la mayoría de veces era propenso a lo peor. Éste había ido a la Warner ofreciéndose para dirigir El exorcista III, pero éstos le ofrecen volver a Salem's Lot ya que tienen un acuerdo para hacer una secuela abonando 100 mil dólares a Stephen King.
Michael Moriarty (Troll) es un reportero cabrón que tiene que hacerse cargo de su hijo, así que aprovecha para llevárselo a su pueblo natal, Salem's Lot. Allí comenzará a notar que algo raro hay en el lugar: de día el pueblo está prácticamente desierto, mientras que al caer la noche la cosa se anima. El asunto podría ser interesante, pero Cohen nos lo hace pasar mal con un desarrollo monótono y aburrido, unos protagonistas antipáticos a los que estamos deseando que les corten el gaznate, y la falta de un vampiro que realmente nos acojone. Por ahí corre Sam Fuller haciendo de matavampiros y nazis y el debut de Tara Reid en esta secuela que se pasa por el forro el final original (SPOILER el pueblo acaba reducido a cenizas).


El misterio de Salem's Lot, Stepehn King, Tobe Hooper, David SoulSalem's Lot (Salem's Lot, 2004). Ya en el nuevo milenio, la televisión por cable nos obsequió con una nueva versión de la novela de King también en formato miniserie de 3 horas. Por supuesto no supera por asomo a la versión de Hooper, pero es un producto más que digno. Aunque, eso sí, a diferencia de aquella, la nueva versión se hace muy cansina si decidimos chuparnos las 3 horas del tirón, con un par de pases de 90 minutos la cosa se hace llevadera e, incluso, sabremos sacarle más partido. Dirigida por Mikael Salomon (Hard rain), nos muestra una adaptación que es mucho más fiel que la que realizó Hooper. Sin ir más lejos aquí SPOILER los protas queman la mansión donde se esconden los vampiros, no todo el pueblo como hacía Starky, y todos los habitantes quedan convertidos en chupasangres, lo que, curiosamente, enlaza mucho mejor con Regreso a Salem's Lot. Con Rob Lowe a la cabeza, Donald Sutherland haciendo de Straker, James Cromwell (el chofer de Un cadáver a los postres), y un "Pasaba por aquí a cobrar un cheque" Rutger Hauer haciendo de SPOILER vampiro jefe.