jueves, mayo 09, 2013

Lemora, un cuento sobrenatural

Lemora, un cuento sobrenatural

Una niñita que ha sido adoptada por el pastor de un pueblo recibe una misteriosa carta donde una tal Lemora le invita a ir a su casa, ya que allí está su verdadero padre, un prófugo de la justicia que vive sus últimos días.
El film. un clásico del programa Alucine de la 2, es un antecedente directo de En compañia de lobos. No sé si Jordan conocía este film y si fue fuente de inspiración, pero lo que está claro es que ambas películas tratan de lo mismo: la pérdida de la inocencia en clave de metáfora. Y en Lemora, además, se adentra en el lesbianismo más tórrido.

Lemora, un cuento sobrenatural

Lila, nuestra protagonista, se encuentra por el camino personajes lujuriosos que le ofrecen bombones y miradas turbias. Hay por ahí que es como si al Argento bueno (el de los 70 y 80) le hubiera dado por hacer su propia versión de Alicia con tintes vampíricos. Razón no le faltaría, no hay más que ver algunas imágenes para comprobar que la iluminación tiene cierto tufo a Suspiria (aunque esta es posterior), o que su argumento es, cuanto menos, poco coherente.

 Lemora, un cuento sobrenatural

En film es una cosa muy modestita, rodada fuera de los grandes estudios o, incluso, de los más pequeños. Quedando una cosa de serie casi Z, pero que se nota que se trabajaron mucho los encuadres (alguno muy de estética cómic) e iluminación, dando al acabado una cosa la mar de curiosa. Algo así como Cabeza borradora, que, pese a su modestia económica, luce a las mil maravillas.

El tema narrativo, como he dicho, ya es otra cosa. La cosa avanza a trancas y barrancas y la coherencia no es su fuerte. Al parecer la peli está cercenada por la censura y faltaría más de media hora. Este hecho llegó a influir mucho en la película, que no se estrenaría hasta 1975, y eso que llevaba 2 años acabada.

 Lemora, un cuento sobrenatural

Los actores, en general, son malos, la mayoría hicieron más bien poquito en el campo del celuloide, y el propio director, Richard Blackburn, uno de esos extraños personajes que pululaban el underground y que llegó a ser guionista de ¿Y si nos comemos a Raúl?, se reserva el papel del pastor que cria a la protagonista.
Y los maquillajes de una especie de zombi vampiro no ayudan demasiado a mejorar el asunto.

Com rareza se puede ver, más que nada como curiosidad. Pero más allá de esto siempre nos quedaremos con En compañia de lobos.

martes, abril 30, 2013

Robocop 3

Robocop 3


La secuela del film de Verhoeven fue un varapalo para su productora, que pasaba un momento económico crítico y esperaba que el policía robot les ayudara en salir de la situación. Pero los 45 millones recaudados en suelo norteamericanos no eran suficientes, y menos cuando la película había costado más de 35.

Tal era la fe de la Orion que, mientras RoboCop 2 ni se había estrenado, pusieron la maquinaria en marcha para producir RoboCop 3.

Y para la ocasión se volvió a recurrir a Frank Miller para el guión y para la dirección se llamó a Fred Dekker, que, pese a su escueta filmografía, había dirigido un par de pequeños clásicos como El terror llama a su puerta y Una pandilla alucinante, además de ser el autor del guión de House. Una casa alucinante.

Robocop 3

Una vez que vieron lo poco que había funcionado la secuela tuvieron que reescribir el guión para adaptarlo a una producción mucho más modesta (unos 20 millones de dólares) y suprimirle lo más escabroso para conseguir una calificación para todos los públicos. Además de tener que buscar a otro protagonista, ya que Peter Weller no estaba por la labor y estaba enfrascado en El almuerzo desnudo de Cronenberg. El elegido para sustituirle fue Robert Burke, que era más conocido por el culebrón Santa Barbara que otra cosa; además de tener cierto parecido a Weller les fue de maravilla que tuviera su misma percha y pudieron aprovechar las armaduras del anterior film.

Sí siguieron en el cast Nancy Allen, aunque a mitad de película la palma; Robert DoQui como el sargento de la policía y Felton Perry. 
Como nuevas incorporaciones teníamos a Mako, John Castle haciendo de malo y un par de pequeñas incorporaciones pertenecientes al universo Seinfeld: Lee Arenberg (también conocido por ser el enanito gruñón de Érase una vez) y Daniel von Bargen.

Robocop 3

Al final, y pese a las muchas trabas que tuvo la producción (estuvo más de un año acabada pero la Orion rozaba la bancarrota y no podía estrenarla), la cosa les quedó mucho más apañada que Robocop 2. En parte porque es un divertimento que hay que tomarse a cachondeo, con mogollón de ideas estrafalarias como colocarle al protagonista un injerto de fusil en la mano o hacerle que vuele.
Por otra parte se vuelven a usar muchos clichés del film original: mucho humor negro (el ejecutivo que se suicida mientras telefonea a su mujer), los anuncios de televisión y algunas imágenes icónicas como una chica a la que quieren violar y la sombra de Robocop aparece de fondo o cuando los rebeldes le reparan y lo vemos todo desde su perspectiva, al igual que su "nacimiento".
Y, además, tiene una trama super actual: la OCP, dueña de la ciudad, está arruinada y se dedica al desalojo masivo para edificar.

Aunque no todo iban a ser alagos, sus efectos son en general flojetes, sobre todo los cromas cuando Robocop vuela. Y uno de los villanos, el japonés-ninja, mola mucho, pero se nota que es un recurso para no tener que construir un mega robot que les hubiera disparado el presupuesto.

Robocop 3

RoboCop 3 acabó llevándose un buen varapalo, a las malas críticas se le unió un fracaso en la taquilla bastante importante con apenas 10 millones en caja.
Orion vendió los derechos a los canadienses para que hicieran una serie de televisión. En un principio las intenciones eran buenas: contactaron con Peter Weller para que volviese a robotizarse y, evidentemente, dijo que no; y llamarón a los guionistas originales y creadores del personaje, Edward Neumeier y Michael Miner, que acabaron reciclando el guión que les rechazaron para RoboCop 2 para el episodio piloto.
Aquí los listillos de Manga sacaron el piloto en vídeo bajo su sello Strong Video con el falso título de RoboCop 4. Policía del futuro.

Ya en 2001 los canadienses volvieron a la carga con otra miniserie de 4 capítulos titulada RoboCop: Prime directives, que, pese a las buena intenciones de los guionistas de volver a la esencia del primer film, el poco presupuesto del que disponían le daban a los capítulos en aspecto demasiado pobre para los tiempos que corrían.

Como es bien sabido para el 2014 nos espera un remake de la mano de José Padilha, con Gary Oldman, Samuel L. Jackson, Jackie Earle Haley, Michael Keaton y Joel Kinnaman enfundado en la armadura del policía robot. Y no han faltado los malos comentarios en cuanto han aparecido las primeras imágenes, pero esto es como todo, mejor nos esperamos a ver la película y luego ya opinaremos. 

jueves, abril 25, 2013

RoboCop 2

RoboCop 2

Aunque nos pueda sonar a chino, RoboCop no fue el éxito que aparentaba ser. Al menos en cines. 
En los USA no estuvo ni entre las 15 más taquilleras en ese año 1987, sobrepasada ampliamente por películas (bastante menores) como Tres solteros y un biberón, El secreto de mi éxito, Dirty Dancing o Hechizo de luna. Otra cosa fue su carrera en los videoclubs, donde hizo el agosto.
Al ser una película con un ajustado presupuesto (13 millones de dólares) lo cosechado le supo a gloria a la Orion, que no era la Warner Bros precisamente.

RoboCop 2

La cuestión es que en RoboCop había filón, así lo atestiguan los cómics que editó Marvel o la serie de animación también de la Marvel. Cosa bastante absurda, ya que uno de los puntos fuertes del film era su violencia, y eso en la serie animada era tabú.
Amén de toda la gama de videojuegos aparecidos en Game Boy, Nes, Spectrum, Commodore 64 y cualquier ordenador de la época.

Así pues, una secuela era cuestión de tiempo, por mucho que el primer film empezaba y acababa en si mismo y no había una necesidad real de seguir la serie más allá del tema económico. 


RoboCop 2

Para ello se contó en el guión con Frank Miller. El experto en revitalizar y oscurecer las franquicias de Batman o Daredevil en formato impreso, tuvo que lidiar con una nueva reescritura del guión después de que la productora rechazase las primeras propuestas de Edward Neumeier, guionista del anterior film.

Con Verhoeven fuera del proyecto (enfrascado con el monstruo de Desafío total) se tiró de Irvin Kershner que, pese a su condición de veterano, tenía bastantes lides llevando el mando de producciones grandes y con efectos como Nunca digas nunca jamás, aunque siempre será recordado por El imperio contraataca.

RoboCop 2

RoboCop 2 sigue a raja tabla una de esas leyes hollywoodianas en la que toda secuela que se precie ha de ser mucho más cara y fotocopiar el anterior film pero siendo más espectacular, con más efectos, más explosiones y más de todo.
Lamentablemente la cosa acabó siendo eso, una fotocopia, pero de las de blanco y negro y mínima resolución.


Se intenta seguir con los detalles cínicos como los segmentos de los telenotícias o los anuncios de televisión que tan bien se le dan a Verhoeven (aunque hay que recordar que de este recurso ya tiraba Miller en El regreso del señor de la noche), pero aquí carecen de garra y la mala uva que les impregna el director holandés.


También se prescindió de Basil Poledorius en la banda sonora, siendo sustituido por Leonard Rosenman, que tuvo su mayor cagada en no recuperar el tema de RoboCop, y pariendo una partitura bastante flojita.


En cambio, sí se contó con la mayoría de los actores del anterior film: Peter Weller, Nancy Allen con más cara de pan que nunca, Dan O'Herlihy (el amigo alienígena del prota de Starfighter), Robert DoQui como el sargento de policía, o Felton Perry.

RoboCop 2

Uno de los mayores problemas del film es el quiero y no puedo ser como la primera. Mucha culpa debió tener que el guión presentado por Miller fuese reescrito y cambiado de arriba abajo. Pese a que aquí entramos de lleno en el cyberpunk, la cosa daba cierto tufo a serie B. Lo que es curioso, porque teniendo muchos más millones que en la primera se ve más pobretona que aquella.
Aun y todos estos problemas a RoboCop todavía le iban a durar las pilas.


martes, abril 23, 2013

RoboCop

RoboCop

De sobras es conocido por el fandom que Paul Verhoeven tiró a la basura el guión de RoboCop cuando apenas había ojeado unas pocas páginas, hasta que su mujer lo ojeó y descubrió que debajo de esa capa de película de acción/ciencia ficción había muchos elementos de los que, si se rascaba un poco, podía salir petróleo en forma de crítica de la sociedad norteamericana.

Además, el hecho que en Holanda no estuviese demasiado bien considerado y lo difícil que le resultaba conseguir la financiación de sus films, no ayudaba mucho, así que ni corto ni perezoso se plantó en los USA con la única oferta en firme que tenía. Aunque primero, mientras RoboCop iba cogiendo forma, dirigió un capítulo de El autoestopista para ir desfogándose con el modus operandi yanki.

RoboCop

Si es de sobras conocida la primera negativa del director al guión, no lo es menos los tira y afloja que mantuvo con Rob Bottin, auténtico creador de la imagen del cyborg. El trabajo de este fue interminable, creando un personaje que bebía del Juez Dredd, la Maria de Metrópolis o el Gort de Ultimátum a la Tierra. Después de varios meses la criatura estaba finalmente creada, no sin antes recibir el visto negativo de quien acabaría embutiéndose en la armadura, Paul Weller, el cual llegó a tardar 11 horas en caraterizarse como RoboCop el primer día que tenía que aparecer en el set de rodaje, con el consiguiente desepero del director. Esto no hacía más que enturbiar la relación entre el director y Bottin, lo que generó que este último no pisara el set durante la filmación, delegando el trabajo en un equipo bajo su supervisión en la distancia.

RoboCop

Producida por la Orion, una de esas extrañas productoras/distribuidoras que buscaron el equilibrio entre parir films que recibieran los elogios de la crítica (La fuerza de un ser menor, Colors, la etapa ochentera de Woody Allen) y los que amasaban millones en los cines (Terminator, Código de silencio, F/X Efectos mortales).

RoboCop
 
RoboCop se conserva fresquísima, a día de hoy no parece en absoluto que tenga 25 años, salvo algunos peinados crespados, pasa perfectamente por un film actual. Incluso sus efectos, mezcla de animatrónics, látex y stop motion, cumplen a la perfección. Quizá la animación fotograma a fotograma es lo que más canta, pero eso le da un toque entrañable. Por suerte, haber hecho algunos efectos en croma les hubiera salido demasiado caro. ¡De buena nos libramos!

Además de aprovecharse de pequeños detalles para darle un toque futurista pero sin pasarse, algo más tangible. Por ejemplo, al igual que en Perseguido, se aprovechó de algunas localizaciones (Dallas) donde sus edificios eran bastante angulosos, además de prescindir de los coches típicos de la época y usar los Ford Taurus, con estética europea.


RoboCop
 
Para el recuerdo han quedado muchos de sus elementos: el detalle de como gira la pistola al igual que el protagonista de la serie que veía su hijo o las muertes, ya sea la crucifixión a balazos de Murphy, el ejecutivo de la OCP a balazos ante el ED 209, el violador capado y la sombra de RoboCop proyectándose en la pared, el malo que se deshace en el ácido, el "vivo o muerto vendrás conmigo" o el sonido de RoboCop al caminar.


Todo ello bajo los innegables toques Verhoven, con todo ese humor negrísimo o los constantes anuncios de televisión (el del dinosaurio y el coche obra de la factoría Chiodo). Quedando patente que darle los medios de Hollywood a un europeo puede acabar generando productos más que buenos.



martes, abril 02, 2013

El ex-preso de Corea

El ex-preso de Corea

Detrás de este chanante cartel y del no tan chanante título patrio (mucho más fardón el original, Rolling Thunder) nos encontramos un film que promete más de lo que da.

El ex-preso de Corea

Su título original se refiere a una operación militar norteamericana acaecida durante la guerra del Vietnam en la que se buscaba destruir la industria y las comunicaciones del enemigo (de ahí que el "Corea" de nuestra traducción se la sacó de la manga la distribuidora). Operación que, por otro lado, resultó un desastre para las estadounidenses, no solo económico, si no también por su ineficacia a la hora de conseguir su objetivo. Durante esta operación numerosos soldados acabaron en manos del enemigo en Hanoi, muchos de ellos fueron los famosos desaparecidos en combate. Rollo Chuck Norris y tal.
De esta situación tenemos a un militar que regresa a los Estados Unidos después de permanecer preso durante 7 largos años. Como suele ser habitual en estos casos, el tío vuelve a su hogar totalmente trastocado e insensibilizado. Allí se reencuentra con su mujer, que ha tenido algún que otro escarceo sexual en su ausencia, y su hijo, el cual no veía desde que era un retoño.

Como es habitual en esto casos en la cultura yanki, el tipo es considerado un héroe de guerra en su pueblo, donde es agasajado por sus paisanos con un cádillac o un maletín lleno de monedas de plata, una por cada día que estuvo encerrado.
Es este maletín el que le acabará de romper los esquemas cuando un grupo de méjicanos entra en su casa con la intención de robárselos. Pero claro, el tipo, que poco se amedrenta después de las torturas que recibió en su cautiverio, no tiene ninguna intención de darles el botín, ni siquiera después que le metan la mano en el triturador de basuras y se la destrocen. Aunque luego los asaltantes consiguen su propósito cuando el hijo del militar cante donde se encuentra, lo que no hace más que condenarle, ya que los mejicanos se lo cargan a él y a su madre, y el militar queda medio destrozado en la cocina.
No hace falta adivinar que el tipo perderá el culo por seguir la pista de los asesinos y darles venganza.

El ex-preso de Corea

En el fondo no estamos ante un film de justicieros, si no de vengadores. Al igual que el Punisher comiquero, nuestro protagonista, que ya está bastante tocado psicológicamente de su experiencia bélica, explota cuando se cargan a su mujer y, sobre todo, hijo, lo que le hace buscar a los asesinos. Poco le importa lo que pase a su alrededor, él solamente se mueve y respira con el fin de cargarse a unos infelices mejicanos. En esto se aleja de la moda iniciada con el tándem Bronson/Winner y su saga Death wish, ya que el bueno de Charlie sí tenía más ganas de acabar con los maleantes aunque no fuesen los que se habían excedido con su familia.

Dirigida por John Flynn, un experto en cine violento con La organización criminal, Encerrado o Buscando justicia; y guionizada por Heywood Gould, autor del libreto de Cocktail y Los niños de Brasil y que luego dirigiría Un buen policía; aunque el que más destaca en Paul Schrader, que era el peso fuerte del guión y, en un principio, tenía que haber sido el director. Cosa que se nota, y mucho, porque podemos ver un montón de sus tics e inquietudes recurrentes en su filmografía.

El ex-preso de Corea

En el reparto William Devane como prota absoluto, Tommy Lee Jones en un papel más o menos secundario, aunque importante en la trama, y Linda Haynes, la de Experimentos humanos. Todos ellos en esta producción de Lawrence Gordon que, en su momento, era tan violenta que la Fox, que la produjo y tenía que distribuirla, vendió los derechos a la experta en blaxploitation AIP.

El ex-preso de Corea podría haber sido mucho mejor. Vale que para el final se guarda una matanza a golpe de recortada en un puticlub, pero a día de hoy su violencia sabe a pasado. Y aunque en la primera media hora se ventilan todo el tema del militar que llega a casa y ya lo tenemos cabreado porque le han cortado la mano y se han cepillado a su familia, luego cae en la repetición y notamos a faltar lo que su cartel nos promete: un auténtico psicópata que, garfío en mano (nunca mejor dicho) y con gabardina y gafas rollo Dr. Octopus, mate, mate y mate. Además, su realización bastante plana y telefilmesca no es que ayude demasiado.
Seguramente, de no tener detrás a Schrader y, sobre todo, la bendición de Tarantino no sería un film demasiado recordado hoy en día.

jueves, marzo 14, 2013

Starfighter. La aventura comienza

Starfighter. La aventura comienza

Que clasicazo es pasearse por los foros y que cada cierto tiempo alguien formule la pregunta mágica: "¿alguien sabe cuál es el título de una peli en la que un chaval bate el record en una máquina de marcianitos y es reclutado por los extraterrestres para combatir en una guerra espacial?"

lunes, marzo 11, 2013

Oz, un mundo fantástico

Oz, un mundo fantástico, Disney

Ahora, con el estreno de Oz, un mundo de fantasía de Sam Raimi, es un buen momento para recordar que hubo vida más allá de El mago de Oz de Victor Fleming.

Adaptaciones, versiones, traslaciones... han habido más que muchas, desde series de animación o largos anime, de tema carcelario como la serie Oz de la HBO, o el musical con The wizz de la Motown. Incluso en dosis con cuentagotas (llámase homenaje, llámese guiño, llámese referencia) en las filmografías de Lynch, De Palma y, como no, Burton.

Oz, un mundo fantástico, Disney

Pero si hay una que destaque es Oz, un mundo fantástico (Return to Oz en su V.O.), uno de esos films en imagen real de la época oscura de Disney (recordemos El carnaval de las tinieblas o Los ojos del bosque). Época oscura, pero magnífica en cuanto a resultados, todo hay que decirlo.

El film vendría a ser una secuela directa del film de 1939. Bueno, más bien sería una version de que recopila varios elementos de las secuelas impresas, concretamente de La maravillosa tierra de Oz y Ozma de Oz. Hay que recordar que el universo de Oz se compone de más de una veintena de libros.

Oz, un mundo fantástico, Disney

Doroty vive obsesionada con sus aventuras en Oz, sus tíos evidentemente no creen que nada de eso haya sido real y por eso la llevan a una clínica. Allí recibe la visita de una misteriosa niña que proviene de Oz. Doroty decide fugarse de la clínica, cayendo en un río y llendo a parar a Oz. Allí descubre que todo el reino está en ruinas y sus habitantes han sido convertidos en piedra, con lo que se pondrá manos a la obra para descubrir que es lo que ha pasado en su ausencia.

Oz, un mundo fantástico, Disney

Dirigida por Walter Much, que como director tiene una carrera más bien breve, básicamente este Return to Oz es su único film. Sin embargo, como currante en el apartado sonoro es todo un especialista, habiendo ganado varios Oscar y haber estado en producciones de Coppola o George Lucas. Fue precisamente el director de Star Wars una ayuda importante para Much, ya que este le aconsejó y le visitó durante el rodaje. Además de dar la cara por él cuando el presupuesto se disparó y Disney quería despedirle para colocar a otro con más experiencia.

Oz, un mundo fantástico tiene muchísimos elementos demasiados oscuros para el público infantil, pero eso no era impedimento para que los chavales de los 80 dejáramos de verla. Poco importaba que los "rodadores" dieran auténtico miedo, o el mal rollo que daba que el rey Nomo se quisiera zampar a Calabaza Jack (personaje bastante similar al Jack de Pesadilla antes de Navidad), por no hablar de Mombi, con toda esa colección de cabeza envitrinadas o el ver una ciudad de Esmeralda totalmente fantasmal con todos sus habitantes convertidos en figuras de piedra.

Oz, un mundo fantástico, Disney

Pero aun y todo lo bueno que tiene hay que reconocer que a la película le falta un puntito para acabar de ser del todo redonda. Sin ir más lejos, el desenlace es demasiado apresurado, como si se les hubiera acabado el presupuesto antes de tiempo. Eso o que se perdió metraje en la sala de montaje. Además, hay cierta sensación de querer contar demasiado en tan poco tiempo y nunca acabamos de sentir demasiado afecto por los personajes que Doroty se encuentra en su aventura. Con lo que estamos ante un film que está un escalón por debajo de clasicazos como Dentro del laberinto o Cristal oscuro.

Aunque eso no es impedimento para sacarle muchísimos puntos positivos. Pero lo que más se lleva la palma son sus efectos repletos de animatrónics, stop motion, disfraces, maquillajes... Por ahí corrían gente que había estado detrás de Cristal oscuro, las sagas de Indiana Jones o Star Wars o el mismísimo Henry Selick. Con razón estuvieron nominados al Oscar.

Como buena película de Disney en imagen real de la época, acabó siendo muy cara, costando más de 25 millones de dólares, de los cuales no recaudó ni la mitad. Este fracaso, en parte, fue debido a que la crítica acusó al film de ser demasiado oscuro y tétrico para el público infantil. Pero, ¿desde cuándo eso ha sido algo malo?

miércoles, marzo 06, 2013

Mi hermano el chiflado (Blankman)

Mi hermano el chiflado (Blankman)

Si hace poco comentaba Meteor Man como un film de los 90 hecho para el público afroamericano, donde a falta de tener los derechos de algún superhéroe se lo inventaron, en Blanckman es exactamente lo mismo. Héroe (porque de super tiene más bien poco) negro que no tiene su origen en las páginas de ningún cómic protagonizando una comedieta para toda la familia.

Protagonizada y escrita (junto al guionista de Pretty woman y Alerta Máxima) por Damon Wyans, uno más dentro del  clan Wyans, respobsables en mayor o menor medida de los Scary movie, Pequeño pero matón, Dos rubias de pelo en pecho y comedias de calaña similar.
Aunque eso sí, el tal Damon es un poco el hermano tonto porque siempre ha estado apartado del éxito de las producciones de sus brothers.


Mi hermano el chiflado (Blankman)

Blackman, obviaremos la espantosa traducción, es un héroe patoso pero extremadamente inteligente, capaz de inventar los cachivaches más variopintos con trastos encontrados en la basura. Pero, por otro lado, es un tío patoso, pues su alter ego no deja de ser el clásico nerd de pica vida social que tiene que fabricarse a sus amigos.

De superpoderes va limitado. Básicamente no tiene, y si ejerce como salvador de la ciudad es porque ha inventado un tejido que repele las balas. Ahí se limitan todas sus habilidades. Eso y su falta del ridículo, porque su traje casposo, que nos puede recordar a Super Goofy, y su antifaz de Tortuga Ninja no da para más.


Mi hermano el chiflado (Blankman)

La película es ligeramente superior a Meteor man, pero no demasiado. Más por que su director, Mike Binder (Más allá del odio, En algún lugar de la memoria y poca cosa más), tiene mas maña en esto de la cámara que Robert Townsend.

Por lo demás todo tiene tufillo a Troma pero quitándole las flatulencias y las tetas. Sobre todo por esos malos tan de comic de los años 40. No por casualidad los homenajes al Batman de Adam West son legión.


Mi hermano el chiflado (Blankman)

Por ahí corren Jon Polito, habitualísimo de los Coen, Jason Alexander, el George Constanza de Seinfeld y un par de mini apariciones de Rony Cox y Greg Kinnear, cuando empezaba en el cine.

Blankman es la clásica peli que veíamos en el videoclub y no cogíamos por su horripilante carátula, que invitaba bien poco. Y casi que mejor, porque solamente nos íbamos a encontrar un producto estilo telefilm Disney de los malos.



sábado, marzo 02, 2013

Makoki de carne y hueso


Todos conocemos esas adaptaciones a imagen real del tebeo patrio que son Zipi y Zape, Makinavaja, Mortadelo y Filemón o Historias de la puta mili.
Pero hay una que casi se diría que es toda una rareza. Ver a Makoki en 3D no es algo que se vea todos los días.

jueves, febrero 28, 2013

Meteor Man

Meteor Man, Robert Townsend

Ya he comentado muchas veces que las películas basadas en superhéroes no comenzaron a producirse a gran escala hasta los éxitos de X-Men y Spiderman. Básicamente porque hasta la fecha los efectos especiales no daban para mucho más que unos cuantos cromas. Con la finalización de los 90 los efectos digitales comenzaron a despuntar y las grandes productoras vieron factible gastarse millones en pelis protagonizadas por tíos embutidos en mallas que iban dando brincos. De las cuales, además, podían sacar muchos más millones con miles de objetos estúpidos a modo de merchandising.

Aun así, lograr unos buenos efectos costó lo suyo. Sin ir más lejos, los efectos del primer Spiderman, a día de hoy, están desfasadísimos.


Meteor Man, Robert Townsend

Pero volvamos a los 90. Ahí o cogías un personaje totalmente analógico y te gastabas un pastizal o quedabas en ridículo. En un lado de la balanza tenemos a Batman y en el otro a Los 4 fantásticos versión Corman. Sí, son dos casos totalmente extremos pero muy gráficos.


Otro opción a falta de medios era inventarse al personaje. Tú mismo podías crearlo en función del dinero disponible. ¿Que no podíamos hacer que volase? Pues hacemos que no tenga esa habilidad ¿Lo tenemos mal para darle un vehículo chanante? Pues se queda sin su bugamóvil y nos quedamos tan anchos.

Meteor Man, Robert Townsend

Más o menos esta vendría a ser la historia de Meteor Man. Un personaje creado exclusivamente para la gran pantalla y surgido de la mente de Robert Townsend (que aquí ejerce de director, guionista, protagonista y productor), tipo que, intuyo, estaría bien relacionado y sabía comerle la oreja a los mandamáses de Hollywood. Porque si vemos su bio en IMDB vemos que se la ha escrito él mismo. Términos como "visionario", "pionero", "trasciende en todo lo que hace", "adelantado a su tiempo"... me parece que es decir mucho de un tío que solamente ha parido mierda. Desde luego toda su biografía se la ha escrito él mismo. Si es chortero me lo creo.

Como mucho lo podremos recordar por ser el protagonista de aquel episodio de Cuentos asombrosos en el que hacía de un guionista de televisión que un día se entera que su planta es capaz de escribir guiones de series para televisión pues ha estado toda su vida delante de una pantalla de tv. Aparte de eso, mucho guión, mucha actuación, producción y actuación de tropecientos telefilms y episodios sueltos de series.

Meteor Man, Robert Townsend

La historia de Meteor Man es sencilla y ramplona como pocas. Un tipo la mar de triste y con una vida aun más triste como profesor de escuela, recibe el impacto de un meteorito, lo que le hará adquirir super poderes. Cosa que aprovecha para combatir el crimen ya que su barrio está infestado de macarrillas.

Lo dicho, simplicidad al cubo en una peli al estilo de La hora de Bill Cosby, Cosas de casa o series de ese calibre. Es decir, que estamos ante una peli hecha por negros para un público negro. Básicamente el 95% (o más, Manolo, o más) del elenco es negro. Ahí tenemos al cómico Eddie Griffin, Robert Guillaume (el prota de la serie Benson), un mini papel de Bill Cosby, Don Cheadle antes de ser más o menos conocido, Sinbad y James Earl Jones (la voz de Darth Vader), que, básicamente, tiene el papel más divertido de la peli con todo su arsenal de pelucas.

Meteor Man, Robert Townsend
 
A nivel de efectos la peli mantiene el tipo ya que no se mataron mucho y usaron trucajes más o menos clásicos que no son demasiado cutres. Otra cosa es el traje del prota. Totalmente hecho de porexpan. Aunque, por otro lado, le da cierta verisimilitud, ya que se lo ha hecho su madre.
En cuanto a los superpoderes son un tanto birrias. Ya que si toca un libro es capaz de saber perfectamente su contenido, pero solo durante unos segundos. También es capaz de ver con visión rayos X. Pero es un absurdo, ya que ve a la gente en ropa interior. Claro, estamos ante una peli para todos los públicos, pero...
Resumiendo, peli ultra blanca, pese a su oscuro elenco (risas enlatadas), que solamente sirve para la siesta de los domingos. Para completistas de las pelis de superhéroes y gracias.

Con la aparición del film, Marvel se animó a editar un cómic con las andanzas del personaje, pero la cosa no pasó de 6 números. Y es que el film resultó ser un fracaso de taquilla con sus 30 millones de presupuesto para recuperar menos de 10.

jueves, febrero 21, 2013

Dino Rex

Dino Rex, Whoopie Goldberg

Parece mentira, pero hubo un tiempo que Whoopie Goldberg estaba de moda. Empezó con un papel seriote en El color púrpura de Spielberg, pero pronto se tiró a la comedia con Jumpin' Jack Flash o La ratera. Incluso en una peli estilo dramón con tintes sobrenaturales como Ghost, era el elemento cómico.

Es precisamente con esta peli, y su consecuente Oscar, que pega el salto definitivo. Luego se marcó un par de pelotazos seguidos con las dos partes de Sister act y Made in America, que, en parte, funcionó por su romance con el pobre de Ted Danson.



Dino Rex, Whoopie Goldberg

Jonathan R. Betuel, que venía de escribir y dirigir Mi proyecto científico, comenzó a darle vueltas a un film puramente cómico, con dinosaurios por en medio, después de ver Jurassic Park. En la época cualquier cosa que oliera a diplodocus daba dinero, como lo demuestran las varias series de animación con reptiles verdes que inundaron la franja infantil de las televisiones o los films que se apuntaron a la moda (Carnosaurio, Prehysteria!, La isla de los dinousaurios).  
Eso hizo que no le resultara difícil convencer a la New Line para que se marcase una producción con mucho dinero de por medio.

Dino Rex, Whoopie Goldberg

Los dinosaurios han sido revividos por obra y gracia de un científico. Los bichos verdosos, lejos de ser unas fieras, son bastante afables, llegando a hablar y adquirir las costumbres humanas como vestirse y conducir, con lo que la convivencia con los humanos es cordial.
Un día aparece un dinosaurio muerto, y para su investigación se juntan a una humana y un dinosaurio policías.

Dino Rex, Whoopie Goldberg

Dino Rex (o Theodore Rex en su idioma natal) parte como una buddy movie clásica a más no poder: dos personas antagonistas han de limar sus diferencias para llevar a buen puerto una investigación. Todo ello en un quiero y no puedo constante, ya sea porque su director es bastante incompetente a la hora de dirigir y guionizar, o porque el presupuesto, que era bastante generoso, no se supo invertir adecuadamente.
Si juntamos Blade Runner, el pato Howard, lo peor de las Tortugas ninja y Dinosaurios, aquella serie de televisión de la factoría Jim Henson, tendremos una estupidez como una casa. O lo que es lo mismo, Dino Rex.

Todas estas comparaciones no son para nada gratuitas. El argumento parece un plagio encubierto de la película de Ridley Scott. Si allí teníamos un investigador rodeado de replicantes y aparece un creador que fabrica juguetes, aquí pasa más o menos lo mismo, tenemos un tipo que crea juguetes con vida y simplemente hay que cambiar los replicantes por dinosaurios. Además de tener algún que otro puesto de comida ambulante y que mucha parte del rodaje ocurre de noche. Aunque esto último parece más para disimular sus decorados, que parecen sacados de los Teletubies.

 Dino Rex, Whoopie Goldberg

Dino Rex no es mala, es mucho más que eso. Con ella el concepto de "peli mala" adquiere un nuevo significado. Todo en ella es ridículo. Desde la propia protagonista, que es acojonante como se dejó vestir con semejante atuendo, unas mallas de licra que le dejan al descubierto uno de los culos más gordos que he tenido la desgracia de ver. Esa señora tiene que tener serios problemas para descansar sus posaderas en un wc de medida estándar.
Lo único salvable, y esto cogiéndolo con pinzas, son los dinosaurios, que parece que hayan usado los mismos moldes que los que usó el equipo de Henson en la serie Dinosaurios. Eso sí, aquí con mucha menos movilidad y con menos personajes. Esto es patente en la escena de una discoteca donde se nota que la cámara no puede moverse ni un milímetro no sea que se note que ahí no hay más monigotes.
Por ahí también corrían los hermanos Chiodo (Killer Klowns), aunque su trabajo aquí es tremendamende decepcionante, simplemente se encargaron de un par de muñecos a los que dieron vida a la vieja usanza de los ventrílocos.


Dino Rex, Whoopie Goldberg

El film fue un fracaso antes de su estreno. Al poco de empezar el rodaje, Goldberg hizo un amago de fuga al ver el desaguisado en el que se había metido, pero los productores le recordaron que tenía un contrato y si no lo cumplía se le podían caer las rastas.

Aun y así, una vez finalizada, los productores se quedaron de piedra ante tal despropósito y ante la que se avecinaba decidieron no estrenarlas en cines y sacarla directamente a vídeo. Convirtiéndose en su momento en la película lanzada directamente al mercado doméstico más cara de la historia. Más de 40 millones de dólares se dejaron.
En cambio, aquí, que nos lo tragamos todo, sí se estrenó en cines de la mano de Lauren. Evidentemente pasó con más pena que gloria por nuestra cartelera. Y no me extraña.



martes, febrero 19, 2013

El fin del mundo en 35 milímetros

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Que John Carpenter está semi retirado es un hecho. Su filmografía en este nuevo milenio se reduce a la estimable Fantasmas de Marte (2001) y la no tan estimable Encerrada (2010). Entre medio se encargó de dos capítulos de Masters of horror, aquella serie de mediometrajes (ya que su duración no sobrepasaba los 60 minutos por los pelos) capitaneada por el mecenas Mick Garris que, como reza el título, estaba enmarcada en el género de terror y contaba en su filas con directores del renombre de Argento, Dante, Landis, Stuart Gordon, Tobe Hooper o Coscarelli.


Fue precisamente nuestro hombre, Carpenter, el que parió uno de los mejores capítulos (si no el mejor) llamado El fin del mundo en 35 milímetros o, en el mucho más acertado título original, Cigarette burns. 

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Un tipo que regenta un cine de reposiciones recibe un encargo de un millonetis que colecciona películas: encontrar una copia de una película llamada Le fine absolue du monde, de la que solamente se tiene constancia de un pase en el festival de Sitges en los 70. Durante su proyección el público asistente se volvió loco y se descuartizaron entre ellos. Nuestro protagonista accede despues de recibir pruebas irrefutables de su existencia y de la promesa de una cuantiosa suma de dinero. Justo la necesaria para pagar la deuda que tiene con su ex suegro por la compra del cine.

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Como podemos ver, el argumento puede recordarnos a otro film del director: En la boca del miedo. Aunque en aquella ocasión al bueno de Sam Neill le encargaban buscar un libro, pero su descensos al infierno de la locura son los mismos que les espera al protagonista de Cigarette burns. 

En este caso el protagonista encargado de buscar el film maldito de Hans Backovic es Norman Reedus, que lo recordaremos por las dos pelis de Los elegidos o Blade II. También corren por ahí Udo Kier (Suspiria, La sombra del vampiro y doscientas pelis más) y Chris Gauthier (el gordito de Harper's Island o el Smee de Érase una vez).


El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns 

El inicio del film (o mediometraje) es totalmente fascinante. Todo lo que rodea a la película maldita nos produce más interés, sobre todo después que el millonario le muestre al protagonista la prueba definitiva que el film no es una leyenda urbana y existe realmente. Esa prueba no es más que uno de los actores que aparecen en él, el cual, lamentablemente, en la edición del Dvd nos destripan esta sorpresa en la carátula (y en el trailer). Por lo menos en la americana quedaba algo más disimulado con la imagen tan tratada, en cambio, en la patria de Manga, era bastante más descarado.

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Los amantes de la sangre y las vísceras se lo pasarán teta en el último tramo, todo un festival gore para los sentidos. Además, la mayoría de ellos a base de casquería, sangre falsa y maniquís, como a la vieja usanza. Hay alguna cosilla digital pero que es tan mínima que si no te lo dicen ni te enteras. Todo ello por obra y gracia del gran Greg Nicotero.


El mayor handicap de Cigarette burns es, a la vez, una de sus muchas cualidades. Y es que nos topamos con un ritmazo que hace que no nos podamos aburrir en ningún momento. Lamentablemente esto viene dado por su corta duración y las muchas cosas que tiene que contar. Sin duda nos encontramos con una historia que merecía un formato de largo, ya que, al final, nos queda una sensación que han finiquitado el último tramo de forma demasiado apresurada. 
Pero eso no es más que un puntillismo. Ya le gustaría a muchos tener un problema de que nos sepa a poco.

viernes, febrero 08, 2013

Admiradora secreta

Admiradora secreta, C. Thomas Howell, Lori Loughlin

Esta peli era un clásico en mis tardes veraniegas de finales de los 80, y desde entonces que no la volvía a ver, con lo que apenas recordaba mucho más allá del grueso del argumento. Así que cuando uno se dispone a recuperar, después de más de 20 años, un clásico de la prepubertad piensa: "Malo. Decepción al canto". Y, por una vez y sin servir de precedente, no ha sido el caso.

martes, febrero 05, 2013

Punto límite: cero

Punto límite: cero

Punto límite: cero, o Vanishing point en su idioma original, es un film de culto. Pero no un culto desmesurado como puede tenerlo Blade Runner. Ni siquiera a un nivel más "especial" como el de The Rocky horror picture show. Evidentemente nos encontramos ante un film más modesto en lo que respecta al número de fans, porque no es un film fácil. Aquí no tenemos naves espaciales, personajes deliveradamente freaks y ni siquiera es un film que sea demasiado divertido de ver en compañía.