miércoles, febrero 24, 2010

Encuentros con el cartero (13): Beavis and Butt-head

Beavis and Butt-head
Mike Judge había presentado un corto animado en el festival Sick and Twisted. La animación, de un par de minutos, se llamaba Frog baseball, donde Beavis y Butt-head, un par de adolescentes descerebrados y amantes del heavy que visten pantalones cortos y camisetas de AC/DC y Metallica (en el posterior merchandising por cuestiones legales serían cambiadas por Skull y Death rock) se dedicaban a jugar a béisbol usando una rana como pelota.

El sketch fue adquirido por Liquid Television de la MTv y contrataron a Judge para que desarrollara una serie con Beavis y Butt-head.
Le acabaron encargando 65 episodios. Y cuando contrató a un minúsculo equipo de animación y vieron que a la entrega de los primeros 20 episodios únicamente tenían acabados 2 se les vino el mundo encima. Así que en marzo del 93 empezaron a emitir esos dos episodios, que eran de una calidad técnica ínfima, y para sorpresa de todos el primer episodio dobló la audiencia que solía tener la cadena. Durante la primera semana se emitió el mismo episodio y cada día la audiencia aumentaba considerablemente. En ese momento apareció el imperio Beavis and Butt-head.

Una especie de versión animada de El mundo de Wayne pero yendo más allá. Creando unos clichés propios, como su forma de reír, o minimizando el lenguaje a cool y suck (mola y apesta), con un humor que mezclaba lo grotesco (que empezaba por el aspecto físico de B&B), con el absurdo y el destroyer, que se mofaba de una generación cuyo único interés era consumir televisión y drogarse (ahora mal llamada Nini). Generación que era la misma que consumía la propia serie y que acabó en su evolución natural: Jackass.


Beavis and Butt-head
La crítica persiguió siempre a la serie, sobre todo cuando un niño de cinco años quemó su casa con su hermana pequeña dentro inspirándose en la pareja animada. La MTv no paraba de recibir denuncias y cartas de espectadores furiosos, con lo que tuvo que reajustar su horario y emitirla pasadas las 10 de la noche y comenzar a recortar las escenas violentas y a censurar algunas palabras malsonantes. Aun y así B&B siguieron metiendo perros en lavadoras, frieron ratas y gusanos para servir a los clientes despistados del Burguer World, destrozaban la casa de su vecino y reventaban las clases del instituto.

La mayoría de personajes que aparecían en la serie estaban inspirados en diferentes personas que había conocido Judge (él mismo pondría voz en la versión original a casi todos). Uno de estos personajes era una fémina llamada Daria, que acabó protagonizando serie propia, pero si a B&B les envolvía la esencia del heavy, ella era la versión grunge, tan de moda en la época.

Pero pese a todos los problemas de censura la serie seguía triunfando, lanzando cualquier objeto inimaginable con la cara de B&B: camisetas, llaveros, ropa interior, posters, muñecos, papel higiénico, gorras, comics de la Marvel (que aquí sacó Planeta y que degeneraban algo la esencia de los personajes), su versión porno e incluso videojuegos para consolas (que siendo del montón aun se les podía sacar partido) y una aventura gráfica para Pc llamada Beavis and Butt-head do U., que aquí llegó, lamentablemente, sin traducir. Y, por supuesto, acabaron teniendo su propia película, Beavis y Butt-head recorren América, que, aunque parezca mentira, en un primer momento se pensó en hacerla con actores reales.

Pero, al igual que la CherryCoke, Beavis y Butt-head nacieron y murieron en los 90. Judge se cansó rápidamente de ellos, pero su contrato por 8 temporadas lo ataban a la serie. Finalmente pudo hacer un trato con la MTv y a cambio de la realización de un largometraje (Beavis y Butt-head recorren América) le perdonaban la octava temporada, dando lugar al final de Beavis y Butt-head en el año 97.

Beavis and Butt-head
Como decía antes
Beavis and Butt-head fueron un fenómeno social en los USA y en algunos países, no así en Espanya, que, al emitirse de forma codificada por Canal Plus (también se podía ver directamente en la MTv a través del satélite Astra) y de madrugada, nunca pasaron de un grupito selecto que se pasaban las grabaciones bajo mano.
Allá por el 96 la Paramount tuvo a bien editar en VHS algunas cintas recopilando episodios de la serie. Cintas de vídeo que llevaban títulos como El trabajo apesta, Toma barrio, El día del juicio final, Tías y tal y Beavis y Butthead hacen la navidad. Éste último era un recopilatorio más curioso, porque aparte de ser, como su nombre indica, un especial navideño donde se versiona el Cuento de Navidad de Dickens, aparecen varios videoclips comentados por el dueto (cosa que no pasaba en las otras cintas) y se volvía un poco a los orígenes reales de los personajes.

Ya en plena era digital aparecieron 3 volúmenes (en USA ya habían aparecido otros recopilatorios pero estos "teóricamente" era una selección de propio Judge) que, sin ser la serie al completo, era una selección de los episodios más representativos (40 episodios por volumen) donde además incluía extras como entrevistas con los que hicieron la serie o algunos videoclips comentados por B&B. Lamentablemente no venían con el mitiquísimo doblaje (desconozco si fue por una cuestión de derechos).

sábado, febrero 20, 2010

El aviador nocturno (The night flier)

The night flier, El aviador nocturno, Stephen King, Miguel Ferrer

Estaba estos días leyéndome el Nocturna de Guillermo del Toro y Chuck Hogan (luego llevada al formato de serie televisiva como The strain) y no paraba de venirme a la cabeza esta peliculita con el que tenía ciertas cosas en común.


The night flier, que realmente es un telefilm (que aquí se encargaría de editar en vídeo Manga Films con el horrible cartel -diferente al que he puesto- que te destrozaba la sorpresa de como era el malo y con un espantoso doblaje) basado en un relato corto llamado The night flier (El volador nocturno) publicado en el 88 y que el autor no era otro que un tal Stephen King.
 The night flier, El aviador nocturno, Stephen King, Miguel Ferrer
El argumento gira alrededor de la figura de Richard Dees, un reportero sensacionalista del no menos sensacionalista The Inside View (uno de esos periódicos en la línea de aquel Noticias del mundo, donde tenían cabida desde abducciones, jamones con la cara de Chiquito o mujeres con dos cabezas). Dees es un tipo malcarado y cínico que usa como bandera su lema "jamás creas lo que publiques ni publiques lo que creas" (que en algunas versiones de los carteles era la frase promocional) a la vez que no tiene escrúpulos, siendo capaz de destrozar una lápida y mancharla de sangre sólo para conseguir una foto impactante. Antaño había sido el reportero estrella del periódico sensacionalista y ahora su buena época forma parte del pasado. Pero cuando comienzan haber noticias de una avioneta negra que llega a los aeropuertos y deja tras de sí un reguero de asesinatos, Dees verá en estos acontecimientos una nueva oportunidad para publicar un artículo lo suficientemente morboso como para devolverlo a primera plana.
 The night flier, El aviador nocturno, Stephen King, Miguel Ferrer
A finales de los 70 hubo el boom de S. King, tanto en literatura como en cine. Muchos directores de primera línea usaron material del escritor para hacer películas que salieron más o menos airosas (El replandor, Carrie, La zona muerta, Christine...) pero poco a poco, ya a mediados-finales de los 80, la cosa decayó, más por el éxito de público de los films que por su calidad (Los ojos del gato, Miedo Azul, Cementerio de animales...) para, ya en los 90, pasar el grueso de lo filmado a telefilms (It, Tommyknockers, Langoliers...). Aunque eso no quita que esporádicamente hayan aparecido grandes películas y con gran éxito basadas en obras de King.

King, como otros autores, por ejemplo Elmore Leonard, es amigo de usar personajes y elementos ya aparecidos en su obra en otros de sus libros. Por ejemplo, el personaje del sheriff Alan Pangbornen aparece en La mitad oscura y en La tienda. En la versión cinematográfica de Los ojos del gato podíamos ver a Cujo, al coche de Christine o que en una televisión están emitiendo La zona muerta.

 The night flier, El aviador nocturno, Stephen King, Miguel Ferrer
En el caso del relato The night flier el personaje del periodista sin escrúpulos, Richard Dees, tenía una aparición en La zona muerta, y la publicación donde trabaja, The Inside View, es fácil encontrársela en varios de sus escritos.

The night flier, que seguía a rajatabla el texto original a excepción de incorporar un personaje femenino que era la rival de Dees a la hora de escribir la historia del asesino de la avioneta, está dirigida por un tal Mark Pavia, siendo su primera y única película. Ese dato es importante porque sumado a su ajustado presupuesto hace que la película se vea excesivamente plana en cuanto a su filmación.
Como curiosidad decir que el productor es el mítico
Richard P. Rubinstein, que había producido el grueso de la filmografía de George A. Romero.


Y el hecho que esté basada en un relato corto hace que muchas partes se noten estiradas, si hubieran hecho un capítulo de alguna serie estilo Tales from the crypt de 45 minutos de duración hubiese quedado todo mucho más compacto y mejor.

Además es una lástima la cantidad de detalles interesantes que apenas se desarrollan y quedan muy en el aire. Como la figura de Dwight Renfield, el piloto del avión negro, que se deja entrever que había tenido algo que ver con una de sus víctimas décadas atrás, o el álbum de fotos que lleva en el avión, o todos los espejos rotos que deja a su paso. Cuestiones a las que más o menos puedes encontrarles respuestas, pero que en la película quedan a su suerte. Una lástima porque son ideas que daban mucho de sí.

 The night flier, El aviador nocturno, Stephen King, Miguel Ferrer
Sin duda el personaje de Renfield, pese a esos detalles que mentaba, es de lo mejor de la película, a excepción de su aspecto, que sólo se ve al final, que no es que esté mal hecho, es que todo su diseño está muy mal planteado.
Pero el auténtico rey de la función es su protagonista, Miguel Ferrer, que además de guionista de cómics y primo de George Clooney es uno de esos secundarios roba planos que tiene varias joyitas en su filmografía (Robocop, Twin Peaks, Traffic).

Resumiendo, El aviador nocturno, pese a su condición de telefilm, es una pequeña joya descubrir y que, seguramante, pasará a la historia por ser la primera vez que vemos a un vampiro mear (sorpresa incluida de lo que acaba expulsando).


martes, febrero 09, 2010

Identidad

Identidad, James Mangold, John Cusack, Ray Liotta, Alfred Molina
Michael Cooney es un guionista inglés de tercera fila que venía de firmar engendros del calibre de Jack Frost, pero no la de Michael Keaton, si no la del muñeco de nieve asesino, y su secuela, Jack Frost 2: Revenge of the Mutant Killer Snowman (sic), que además dirigió.
La cuestión es que el tipo, en un ataque de inspiración, escribió el libreto de
Identidad, que acabó en manos de la productora Cathy Konrad, que en los 90 había producido varias películas para Miramax. Ésta se lo pasó a James Mangold, director capaz de lo mejor (Copland) y de lo peor (Kate & Leopold), que, junto a Cooney, se encargó de reescribir algunos pasajes.
Una vez puesta la maquinaria de producción en marcha hace acto de presencia Mark Friedberg para encargarse del diseño de producción, en especial del motel donde acontece toda la acción. Motel que se construyó en uno de los platos más grandes de los que dispone Sony Pictures, en el desierto de California, durante 8 semanas y pensando en la cantidad de agua que tendría que soportar, por lo cual todo el escenario se alzó sobre un subsuelo gigante de caucho y se construyó con le mismo material con el que se hacen las piscinas.

 
Identidad, James Mangold, John Cusack, Ray Liotta, Alfred Molina
En Identidad nos encontramos a diez personajes que, por una serie de casualidades, acaban en un motel de carretera durante una noche lluviosa. Todos ellos (un conductor de limusinas, una actriz caída en el olvido, un agente federal y el asesino al que custodia, un matrimonio y su hijo pequeño que acaban de sufrir un accidente, una prostituta y una pareja de recién casados) son personajes que esconden un pasado turbulento del que intentan deshacerse.
Si la noche ya se les había puesto mal al no tener más remedio que hospedarse en un motel de mala muerte peor se les ponen las cosas cuando comienzan a morir uno a uno y los cuerpos desaparecen para, simplemente, aparecer una llave de una habitación.

A todo esto nos encontramos una historia paralela (o no) en la que el doctor Mallick tiene que ir a una vista de urgencia donde debe defender a un demente condenado a muerte.


Identidad, James Mangold, John Cusack, Ray Liotta, Alfred Molina
Sin duda Identidad pertenece a ese género tan agathachristesco (reconocido por el propio director) de un grupo de individuos que acaban encerrados en una casa (no hace falta que diga que con el teléfono cortado, luces que se apagan y puertas que hacen mucho ruido) y comienzan ha aparecer los cadáveres. Donde esa atmósfera nocturna y lluviosa convierten al propio motel como un personaje más.Mangold sabe como engancharnos nada más empezar con esa secuencia de flashbacks genialmente montados donde vemos como las acciones de los personajes repercuten en los demás y los van condenando uno a uno a resguardarse en el motel.
A eso hay que añadirle un cast muy bien buscado que ayuda en todo momento a engancharnos a la trama: John Cusack, Ray Liotta, Alfred Molina, Jake Busey y Rebecca De Mornay entre otros.


Identidad, James Mangold, John Cusack, Ray Liotta, Alfred Molina
Estrenada en USA en abril del 2003 (aquí tuvimos que esperar a septiembre) cosechó críticas bastante buenas y favorables, además de contar con una magnífica taquilla, más de 50 millones de dólares en suelo yanki y otros 40 en el mercado internacional, haciendo más que rentables los 28 millones de su presupuesto.


Identidad, James Mangold, John Cusack, Ray Liotta, Alfred Molina
Identidad es una película tramposa que deja que el espectador juegue a resolver sus enigmas pero que en el último momento da un vuelco demasiado exagerado (tan de moda en la época) con la intención de sorprender al más avispado de los espectadores a la vez que gratuito. Aunque esto tampoco es del todo cierto porque el director se encarga de meternos pistas que hasta el final del metraje uno no sabe como interpretar.

miércoles, enero 27, 2010

Robo en el museo

Robo en el museo, Marvin J. Chomsky, Robert ConradEl 29 de octubre de 1964 aconteció lo que se acabó conociendo como el robo del siglo en el museo de historia natural de Nueva York, donde se sustrajo una cantidad de joyas, de la que sobresalía una llamada la estrella de la India, por valor de más de medio millón de dólares.

Dos días después se acabó cogiendo a los ladrones,
Jack Roland Murphy (también conocido como Murph the surf), Alan Kuhn y Roger Clark que acabaron con sus huesos en la cárcel. Las joyas se recuperaron salvo una llamada el diamante del águila, que nunca apareció.

Robo en el museo, Marvin J. Chomsky, Robert Conrad
Las pelis de grandes robos/atracos siempre molan, ¿a que sí? Toda esa parafernalia del tipo que tiene que reunir un nutrido grupo de ladrones de guante blanco, todos ellos expertos en una acción muy concreta dentro del golpe, ese componente del grupo que al principio es reacio porque, según él, ha dejado los robos y vive retirado pero que acabará participando en el plan, el momento del golpe que siempre pasa algo fuera de lo que estaba planeado y habrá que improvisar... pues todo eso y más es lo que no nos encontraremos en este film. ¿Film? Bueno, si te dicen telefilm también nos vale.En 1975 aparecía este Robo en el museo, que su título original era Murph the Surf (el apodo de Jack Roland), dirigida por Marvin J. Chomsky, un tipo con muchas horas en la dirección de series de tv, cosa que se nota viendo lo planísima que es la cinta, que acabó siendo distribuida por la AIP (American International Pictures) experta en lanzar films de bajo presupuesto pero que tenían potencial para atraer al público, ya fuese blaxploitation, las de Roger Corman o películas de fuera de los USA (¿Quién puede matar a un niño?, Mad Max).

Si algo tiene de original la película es su montaje, ya que nada más empezar nos encontramos con el famoso robo que, mientras transcurre, se nos cuenta mediante flashbacks todo lo acontecido anteriormente. Desde como Roland conoce a Allan Kuhn, un ladrón que vive como un ligón de piscinas que da clases de de natación a mujeres adineradas mientras va robando pequeñas joyas, hasta como descubren la poca vigilancia con la que cuenta el museo nacional.
Todo ello mientras los tipos se pegan en lote con unas cuantas milf y lucen bañador ajustado y moreno rozando el carbonizado.


Robo en el museo, Marvin J. Chomsky, Robert ConradEn el aspecto de los actores teníamos a gente más bien de segunda.
Por un lado tenemos a
Robert Conrad, cantante de antros reciclado a actor, más conocido por ser el Jim West de la serie del mismo nombre (The Wild Wild West en su título original) y que acabó haciendo La nueva Cenicienta junto a Marisol.
El otro componente del tándem de ladrones era Don Stroud, un surfero que comenzó haciendo de doble en series de tv en escenas surferas y acabó actuando junto a Clint Estwood en un par de películas y aparecer en Terror en Amityville para terminar haciendo apariciones en series de tv.
Luego teníamos a Burt Young haciendo un papel casi anecdótico.


Robo en el museo, Marvin J. Chomsky, Robert Conrad
Curiosamente en la película el personaje de Robert Conrad es el que se lleva todo el protagonismo y parece la cabeza pensante, mientras que en la realidad fue al revés, Jack Roland Murphy, intrepretado por Don Stroud, es quien planeó todo. Aparte, del trío original se redujo a dos y haciendo que las novietas de los protas también estaban por ahí haciendo pequeños trapicheos.
Otra de las (muchas) decepciones es que nunca llegamos a ver los pequeños robos, que le sirven a Allan para instruir a su pupilo, que se hacen antes del gran golpe y simplemente vemos a los ladrones con el botín en su casa.
Y el final, qué decir del final, que parece que ya no tenían ganas de explicar nada y lo cortan como malamente pueden añadiéndole esos textos, donde nos explican como acabaron los protagonistas, tan de Antena 3 sábado tarde.

Resumiendo, telefilm de robos, donde sólo vemos uno y gracias, con muchos ramalazos surfero gay no apto para el buen gusto.

sábado, enero 16, 2010

Dirige tu película con Steven Spielberg

Dirige tu película con Steven Spielberg, Tarantino, Jennifer Aniston
Steven Spielberg ha creado el primer juego interactivo para hacer cine. Un juego tan real, tan desafiante y tan estimulante que no querrás que termine nunca. Steven será tu guía personal y tu mentor en cada paso del camino. Él te juntará con lo mejor del talento de Hollywood... los cámaras más respetados, editores y guionistas, con expertos en efectos especiales y de sonido, con los mejores profesionales de la música y el márketing, más los actores de más éxito: Jennifer Aniston y Quentin Tarantino. Y en este novedoso juego usarás escenas reales para crear tu película. Como director, estarás bajo una increíble presión para tomar las decisiones correctas, decisiones que te harán llegar a tiempo y cumplir con el presupuesto o tener a los jefes del estudio cogiéndole por el cuello. Sólo DIRIGE TU PELÍCULA recrea toda la excitación, la creatividad y los obstáculos que se producen detrás de las cámaras al rodar una película real de principio a fin. Finalizar tu trabajo con un gran éxito de taquilla sólo depende de ti. Si piensas que puedes dirigirla... ¡vamos a rodarla!

Dirige tu película con Steven Spielberg, Tarantino, Jennifer Aniston
Así rezaba la contra de la caja de este juego que se suponía que iba a revolucionar la industria del entretenimiento interactivo y se quedó en un enorme epic fail.
Estábamos en los 90, una década que sólo será recordada por la Cherry Coke, y
Spielberg comenzaba a dar síntomas de flaqueza. Cierto que todavía conseguía convertir en oro todo lo que tocaba pero no era lo mismo. La magia de los 80 se esfumó, sólo hace falta comparar En busca del arca perdida o E.T. con Hook o Amistad. Lo mismo le pasaba en sus tareas de producción, Los Picapiedra o La guarida palidecían ante Gremlins o Los goonies.
Así que a este barbudo judío no se le ocurrió otra cosa que meter las narices en los videojuegos.
En el 95 puso las bases argumentales para
The Dig, una aventura gráfica de LucasArts bastante interesante en pleno ocaso del género puro.

Dirige tu película con Steven Spielberg, Tarantino, Jennifer Aniston
Un año después aparecía este Dirige tu película con Steven Spielberg enfocado para los más chorteros (aunque paradojicamente a este grupúsculo no le tiran los videojuegos). El juego era más bien una de esas videoaventuras que estaban tan de moda con los Mega-CD, 3DO o Pc's de la época gracias a la irrupción del CD.
Está claro que cuando los programadores dejaron de lado los cartuchos de consola y los disquetes de ordenador y se metieron en el formato digital todo les venía grande, no debían saber que hacer con tantos megas disponibles y se dedicaron a llenarlos de música digital, en detrimento del Midi, y de vídeos, muchos vídeos, cuantos más mejor. Eso sí, con una resolución irrisoria.


La cuestión es que se sacaron de la manga unos juegos donde básicamente nos teníamos que tragar una serie de vídeos y tocar algún botón en el momento adecuado. Vamos, lo que inventó el Dragon's Lair la década anterior, para que nos vamos a engañar. Pero aquí con vídeos con actores reales.

En el juego que nos ocupa había actores muy conocidos, si el que daba la cara durante casi todo el juego era
Spielberg el resto no iba a ser menos. A saber: Quentin Tarantino, saboreando sus días de gloria post Pulp fiction; Jennifer Aniston, en los comienzos de Friends (y prevía operación de nariz); Barry Corbin, de Doctor en Alaska; y Penn & Teller, una pareja de magos humorísticos sacados de Las Vegas la mar de irritantes.

Dirige tu película con Steven Spielberg, Tarantino, Jennifer Aniston
Aunque el juego prometía hacer nuestras películas, guiones, montarlas, etc, nada de nada. Nos encontrábamos una serie de fragmentos de vídeo de una película donde Tarantino es un reo condenado a la silla eléctrica y Aniston la novieta que le llora.
Es decisión nuestra decidir por donde tirará el film, si será un dramón, un thriller, una de miedo... e iremos rodando durante los días que nos dé el estudio, una vez pasado el tiempo haremos el montaje con sus títulos de crédito, le pondremos una banda sonora y diseñaremos los carteles y tiquets, y arreando.


Estrenaremos la película y será un éxito porque en este juego todo lo que estrenas es un éxito hagas la basura que hagas.
Y otra vez a empezar, con la diferencia que, al haber tenido éxito, el estudio nos dará más días de filmación, tendremos una orquesta mayor para la banda sonora, etc.
Así que volveremos a rodar la película del reo condenado a muerte pero podremos meterle más parafernalia.
Y entre medio aparecerá el Sr. Spielberg que nos irá dando consejos sobre el mundo del cine, al igual que saldrán, de vez en cuando, el guionista, la de atrezzo o la peluquera.
Resumiendo, el clásico juego que te lo vendían como si te llevaras a casa la Warner Bros, la Disney con una nevera por si te querías congelar junto al tito Walt, a Spielberg diciendo lo fenomenal que es y a Tarantino haciendo el mono en una jaula y al final tenías menos libertad que en el Pc Fútbol 2.1.

Dirige tu película con Steven Spielberg, Tarantino, Jennifer Aniston
Allá por el 2005 apareció, para varias plataformas, The movies que volvía a coger la idea de que el jugador se meta en el pellejo de un profesional del cine, aunque esta vez en lugar de ser una simple película interactiva usaron el patrón de juego impuesto hace décadas por el Sim city, y debíamos gestionar un estudio cinematográfico.
El juego, surgido de la mente de
Peter Moulyneux (Populous, Black & White, Theme park, Theme hospital), si bien tuvo muy buenas críticas no debió funcionar tan bien en ventas porque, varios años después, la saga no ha seguido.Spielberg no debió tener suficiente con el juego comentado porque a finales de los 90 estuvo metido en la saga de Medall of Honor y el año pasado estuvo detrás de Boom Blox para Wii.

domingo, diciembre 27, 2009

Masters del universo

Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel
En estos días, donde es frecuente ver en el asfalto mojado solitarios guantes de lana y hay mucha gente que va de un sitio a otro cargadas de sillas, uno no puede evitar acordarse de los juguetes de la infancia con los Masters del Universo y los Gijoe's a la cabeza.
Como de estos últimos la película que tienen es "demasiado" hasta para mí, mejor hacerlo del film de He-man y sus amigos.
Ni me planteo explicar la génesis de todo con el tema de Conan el bárbaro, Mattel y la Filmation, para eso ya están otros.


Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel
Edward R. Pressman, productor de El fantasma del Paraíso, El sumarino o Street fighter entre muchas otras, acababa de producir Conan el bárbaro y ante su éxito, que hizo florecer multitud de películas de espada y brujería (sobre todo mucha morralla italiana), se apresuró en comprar los derechos cinematográficos de los muñequitos que estaban haciendo furor en ese momento, Masters del universo.
Durante 4 largos años estuvo moviendo el proyecto por todas las productoras de Hollywood hasta que finalmente acabó asociándose con Menahem Golan y Yoram Globus, o lo que es lo mismo, la Cannon Group.
La Cannon era sinónimo de películas baratas, de rápida factura y aún más rápido consumo. Mucha película de acción protagonizada por Chuck Norris, de justicieros urbanos con Charles Bronson o aventureras de serie B (rozando la Z) con Richard Chamberlain. Por no hablar de la coproducción El tesoro de las cuatro coronas rodada en 3D y con Anita Obregón, aunque en este caso solo hicieron de distribuidores.
Intentaron limpiar su imagen produciendo películas de autor como El rey Lear de Jean-Luc Godard, El reportero de la calle 42 o una adaptación de Agatha Christie, Cita con la muerte, que por la época estaban muy en boga. Por no hablar de versiones de cuentos clásicos con actores de cierto (o no tan cierto) nombre como Caperucita roja, La bella y la bestia o Rumpelstiltskin a la estela del éxito de los que hizo para televisión Shelley Duvall.


Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel
El director elegido para dirigir el film fue el novato Gary Goddard, un tipo cuanto menos curioso ya que estaba metido en Landmark Entertainment Group, empresa que se dedicaba al diseño y construcción de parques de atracciones temáticos, y hará 4 o 5 años se desvinculó de la compañía para formar la suya propia, Gary Goddard Entertainment.
Lo primero que hicieron fue contratar a un puñado de ilustradores para que hicieran diseños de todo, personajes, vestimentas, decorados, armas, naves... El más conocido era Moebius, que se encargó, entre otras cosas, de los primeros bosquejos del castillo de Greyskull y los trajes de He-man y la Hechicera. Aunque lo único que apareció en pantalla surgido de su pluma fue el taller de Gwildor y los discos voladores con los que se desplazan los centuriones de Skeletor.
Después de más de 2 mil diseños echaron el freno de mano y comenzaron hacer las cosas con un poco más de cabeza cuando se dieron cuenta que Masters del Universo no era más que una película de Cannon, es decir, presupuesto ajustadísimo que tenía que lucir al máximo en pantalla.
Originalmente de un presupuesto de 17 millones de dólares se pasó a 22, un coste más o menos normal, lejos de los millones que costaba una superproducción de la época. Aún y así para la Cannon fue su película más cara.


Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel
Muchos fueron los cambios que aparecen en relación con la versión animada. Son más los personajes nuevos o totalmente rediseñados que los que respetan el original.
El Castillo de Greyskull no tiene nada que ver con el animado, que es una calavera con torres de vigilancia (cosa que nunca entendí, ya que al ser un castillo tan lúgubre parecía más el de Skeletor, pero en fin). A He-man lo respetaron bastante y simplemente le añadieron una capita, mientras a la Hechicera, que originalmente llevaba un traje al más puro estilo Condorman, aquí parece la Estatua de la Libertad.
A Man-At-Arms le respetaron bastante el atuendo, no así a su hija Teela ni a Evil-Lyn que no tenían nada que ver. Es curioso que en la serie de dibujos muchas de las féminas lucían prendas de vestir minúsculas dejando poco o nada a la imaginación y que en esta versión a imagen real vayan tapadas hasta el cuello.
Algo así le pasó a Skeletor, que de ir en calzoncillos le metieron un traje negro que hasta tenía lucecitas en los guantes, y ni hablemos de la armadura dorada que luce al final.


Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel
Luego se sacaron de la manga nuevos personajes, detalle que siempre viene bien para vender más muñecos.
Teníamos al inventor Gwildor, que desempeñaba el rol de resorte cómico como hacía en los dibujos el personaje del mago Orko (que hoy sería totalmente hecho por ordenador). Y en el bando de los malos se inventaron a tres mercenarios llamados Saurod, Blade y Karg, también les acompañaba Beastman que no se parecía en nada al original.

Y hasta ahí todo lo que se mantuvo, porque, para empezar, apenas vemos Eternia que se limita a un par de tomas con un escenario desolador porque es un simple desierto. O el interior del castillo del que sólo vemos esa especie de sala de trono donde se nota que en su mayoría es un fondo pintado (al igual que la fachada del castillo), por no hablar de las estatuas que debe ser cosa del mármol de Eternia porque cuando caen al suelo ni se rompen y encima rebotan.

O más descarado era el detalle que casi toda la película pase en la Tierra con el consiguiente ahorro en decorados. Además, nos encontramos el clásico fallo (por llamarlo de alguna forma) de este tipo de films donde nunca vemos gente en las calles y los locales que visitan están siempre desolados. Otro truco ramplón es que, al principio del film, después de unos títulos de crédito que recuerdan a los de Superman incluso en la música de Bill Conti, nunca vemos la supuesta invasión por parte del ejercito de Skeletor, simplemente lo explica uno de los personajes más adelante.


Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, MattelArriba la toma real y abajo la que apareció en pantalla una vez insertadas las pinturas

Tan mal de dinero estaba el asunto que antes de finalizar el rodaje se canceló la filmación, y dos meses después, ante la imposibilidad de hacer un montaje coherente con el material rodado, dieron luz verde a rodar algunas escenas que faltaban. Entre ellas la pelea final entre He-man y Skeletor, donde originalmente éste último tenía que salir despedido por el gran ojo, pero durante el parón de la filmación ese decorado se desmontó y tuvieron que improvisar la caída por una especie de fosa. Además, el que en esa escena final hubiese esa extraña iluminación no era más que un truco para disimular que apenas tenían decorado donde rodarla.
Junto a la película apareció la correspondiente versión en cómic, que apuntaba detalles que aparecían en el guión pero que nunca fueron rodados. Por ejemplo, la pelea final entre He-man y Skeletor acurre en la azotea del Castillo o más interesante era el detalle que en las catacumbas de Grayskull encuentran una bandera americana y otra de la Nasa con fecha de 2221, que nos daría a entender que los habitantes de Eternia eran descendientes de humanos, una especie de vuelta de tuerca de El planeta de los simios, quien sabe si la vestimenta de la Hechicera era otro guiño más. Y es que la primera versión del guión que escribió David Odell era mucho más fiel a los dibujos, entre otras cosas la madre de He-man revelaba que procedía de la Tierra (esto ya ocurría en la serie), aparecía el escondrijo de Skeletor, la Montaña de la Serpiente, y había muchas más secuencias en Eternia.


Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel
Aunque sin duda si hay una película de la que Masters del universo chupa (y mucho) es de Star Wars. No sólo porque Skeletor se parece más a Darth Vader que a su versión animada, todo su ejercito son una especie de soldados troopers pero de color negro, que, al igual que los de las películas de Lucas, son incapaces de acertar ningún disparo y por contra se los llevan todos. O la frasesita con copyright de la película, "Buen destino", demasiado descarado al "Que la fuerza te acompañe". También es muy semejante la nave que transporta a Skeletor a la Tierra con la que usaba Jabba en El retorno del Jedi.
Un detalle, durante la producción de la película Mattel hizo un sorteo, el ganador participaría en la película en una de las secuencias que suceden en la Tierra. El ganador del sorteo fue un tal Richard Szponder, pero como ya habían rodado todas las secuencias en la Tierra se optó por ponerle una máscara y que fuera el personaje que le da el báculo a Skeletor casi al final de la película (véase la foto inferior). El papel salió acreditado en los títulos de crédito como Pigboy. No sé yo si valió la pena ganar el concurso.

Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel

Y aún dicho lo dicho Masters del Universo no es un bodrio, es una película bastante disfrutable, con mucho ritmo. Además se enriquece con un gran malo como es Skeletor, que da auténtico miedo y se pasa todo el metraje soltando frases lapidarias ("He de poseer todo o no poseeré nada", "La oscuridad te envuelve ahora en su manto", "A todo me atrevo", "Todo le llega al que sabe esperar") con aire shakespeariano. Dolph Lundgren, que estaba viviendo cierta fama gracias a Rocky IV, no es un mal He-Man (pese a que reniegue del film, curiosamente Langella dice que Skeletor es su papel favorito) dentro de lo planísimo que es su papel, casi de mera comparsa, aunque, por otra parte, en los dibujos casi tenían más protagonismo los demás personajes que el propio He-Man.


Masters del universo, He-man, Frank Langella, Dolph Lundgren, Mattel
Con muy poca diferencia de tiempo, la Cannon estrenaría Superman 4. En busca de la paz, con la idea de que tanto ésta como Masters del universo serían bombazos de taquilla y con las recaudaciones hacer una superproducción con Spiderman, del que poseían los derechos.
Ni Masters del Universo ni Supermán 4 fueron esos grandes éxitos y el Spiderman de la Cannon cayó en el olvido.
Aún y así, al no funcionar tan mal la película de Goddard, contando los millones recaudados en cines más lo que salió del vídeo, se plantearon una secuela de la que Albert Pyun escribió el borrador con intención de dirigirla él mismo a la vez que Spiderman y con el surfista Laird Hamilton como He-Man. Por desgracia, y ya habiendo empezado la preproducción con algunos decorados y parte del vestuario construidos, perdieron los derechos de la franquicia. Así que para poder aprovechar lo gastado se reescribió el guión y todo el proyecto acabó siendo Cyborg con J.C. Van Damme.