domingo, enero 14, 2018

Festival de trailers (XLIII)



Yankee Zulu (Yankee Zulu,
1993) de Gray Hofmeyr. Con Leon Schuster, John Matshikiza, Wilson Dunster, Terri Treas, Michelle Bowes, Ruan Mandelstam, Bobo Seritsani y Marie Van Deventer.



Algo salvaje (Something Wild, 1986) de Jonathan Demme. Con Jeff Daniels, Melanie Griffith, Ray Liotta, Margaret Colin, John Sayles, John Waters, Jack Gilpin y Tracey Walter.



¿Blanco o negro? (True Identity,
1991) de Charles Lane. Con Lenny Henry, Frank Langella, Charles Lane, J.T. Walsh, Anne-Marie Johnson, Andreas Katsulas, Michael McKean y Peggy Lipton.



Escenas en una galería (Scenes from a Mall,
1991) de Paul Mazursky. Con Woody Allen, Bette Midler, Bill Irwin, Daren Firestone, Rebeca Nickels y Paul Mazursky.



El padre de la novia (Father of the Bride, 1991) de Charles Shyer. Con Steve Martin, Diane Keaton, Kimberly Williams-Paisley, George Newbern, Kieran Culkin, Martin Short, April Ortiz, Peter Michael Goetz, BD Wong y Eugene Levy.

jueves, enero 11, 2018

The mangler (y secuelas)

The mangler, 1995, Stephen King Tobe Hooper, Robert Englund

Me quito el sombrero ante algunos guionistas.No sólo por sus huevos toreros de convertir un relato corto a películas de 100 minutos, si no a toda una franquicia de 3 películas. Aunque, claro, menudas tres películas.

Pero vayamos por partes. La cosa viene de The mangler (aquí titulada La trituradora), relato corto que puedes encontrar en Night shift/El umbral de la noche. Ah!, y el autor es un tal Stephen King.

La historia gira entorno a la máquina de una lavandería industrial, que, al parecer, está poseída por un demonio que se zampa al personal.

The mangler, 1995, Stephen King Tobe Hooper, Robert Englund

La adaptación corrió a cargo de un ya decadente Tobe Hooper, que si bien ya había tocado el cielo con otra adaptación de King (El misterio de Salem's Lot) casi dos décadas antes, a mediados de los 90 su carrera estaba poco menos que muerta. Después de los fracasos (más económicos que artísticos, todo hay que decirlo) de su paso por la Cannon (Fuerza vital, Invasores de Marte y Masacre en Texas 2), pocos daban un céntimo por él. Después de pasar por la tele (Las pesadillas de Freddy, Cuentos asombrosos, Historias de la cripta) fue dando palos de ciego con mediocridades como Combustión espontánea y Terror sin fin (con distribución de la Cannon ni más ni menos), hasta que en 1995 estrenaba The mangler. Quizá pensó que volver a terreno King sería una buena forma de hacer un reset... O yo que sé.


The mangler, 1995, Stephen King Tobe Hooper, Robert Englund

Además, volvería a contar con un Robert Englund en la cúspide de su carrera, más por cuestiones de fama (aunque la saga de Freddy estaba en su punto final). Recordemos que el actor y el director ya habían coincidido en Trampa mortal, Terror sin fin y el piloto de Las pesadillas de Freddy. También tenemos como prota a Ted Levine, el Buffalo Bill de El silencio de los corderos.
Aquí Englund encarna al dueño de un taller de lavandería industrial, donde comienzan a sucederse las muertes en una de las máquinas. Esto hará que meta el hocico un policía que comenzará a creer que la máquina está poseída.


The mangler, 1995, Stephen King Tobe Hooper, Robert Englund

Sí, la cosa es tan absurda como suena: una máquina poseída por un demonio que se papea al personal. Pero la cosa no se queda sólo en esa máquina. También tenemos una escena con una vieja nevera que alberga seres maléficos. Sin duda hay que tener mucha fe para creer que un argumento así pueda funcionar. Y es que al final te lo tienes que tomar a risa, porque ver a la máquina soendo exorcizada y persiguiendo al poli y a la chica de turno por una especie de catacumbas, es un choteo. Todo ello con un prehistórico efecto digital que, por mucho que intentan disimularlo, es nauseabundo. El diseño de la máquina puede tener su gracia por tener aspecto de máquina de escribir gigante de aquellas antiguas, pero no acaba de funcionar porque se le nota mucho su condición de cacharro falso. Tan falso como el maquillaje que lucen alguno de los actores, tan exagerados que parecen sacados de Dick Tracy.


The mangler, 1995, Stephen King Tobe Hooper, Robert Englund

The mangler
fue un batacazo en su estreno, lo que hizo que nunca se estrenara por estos lares. Pese a que por ahí te cuenten que sí, y que se llamó Alianza macabra. Naranjas de la China comunista. Ese es el título traducido que recibió en algún país sudamericano, pero aquí nunca ha tenido distribución y menos doblaje. El hecho de que esta primera entrega no nos llegase, marcó al resto de películas y tampoco las catamos.

The mangler 2, Stephen King




The mangler 2 (2002). ¿Cómo alguien podía pensar que 7 años después aparecería una secuela de The mangler? Todo huele al clásico caso que tienen los derechos de algún título y aprovechan para metérselo a cualquier película que tienen por ahí. Y es que aquí nada tiene que ver con la de Hooper, esto está mucho más cerca de Curso 1999. Tenemos a un grupo de estudiantes que son unos cabroncetes que se dedican a meter mierdas en la web del instituto y acaban liándola cuando ejecutan un virus en la red que controla el centro, haciendo que la inteligencia artificial se descontrole y se dedique a matar a los que por allí andan.
Si la anterior estaba rodada en Sudáfrica, está se la llevan a Canadá, lo que le da una pátina muy de telefilm. Tampoco se ve que tengan demasiado presupuesto, para lo que se buscan el recurso que todos los estudiantes del centro están de excursión salvo los protas, así se ahorran el trago de sacar a mucha gente. La única cara conocida es la de Lance Henriksen, que hace del director del instituto y que acaba siendo poseído por el virus con una caracterización penosa. Seguramente estaría 5 días en el rodaje y cobraría el cheque. Por lo demás, un par de chavalas en bañador corriendo de un lado a otro con música maquinera 90tera (acuérdate de Blade) de fondo y con muertes fuera de cámara para que no veamos ni una gota de sangre.
Semejante mierda corrió a cargo de un tal Michael Hamilton-Wright, que si bien esta es su única incursión en la dirección, ha estado en la producción de un buen puñado de subproductos de los que no se salva ni uno.


The mangler 2, Stephen King

The mangler reborn (2005). Parece mentira que semejante descalabro con la segunda alguien pudiera pensar en hacer una tercera entrega, pero la estupidez humana no conoce fronteras. Aquí al menos se molestaron en buscar una conexión con la original. Un tipo compra la máquina original (aunque sólo vemos un amasijo de hierros y madera) y la tiene en el trastero con intención de restaurarla, pero acaba cortándose y la sangre despierta al espíritu maligno que poseerá al tipo y se dedicará a secuestrar a chicas.
Estamos ante un punto bajísimo. Una película de ínfimo presupuesto (menos de un cuarto de millón de dólares) y rodada en vídeo con estética amateur. Por ahí tenemos a Reggie Banister, que apenas sale 20 minutos. Dirigida a dos manos entre Matt Cunningham y Erik Gardner, que decían tener fuertes influencias de Alta tensión de Aja pero que naufragan en una cosa tan ramplona que hace que el original de Hooper parezca una obra maestra. Por fortuna para nosotros la saga se quedó ahí (básicamente más bajo no se podía caer), aunque quien sabe si algún productor decidirá algún día volver a adaptar el relato de King o si veremos alguna referencia en la próxima Castle Rock de J.J. Abrams.

domingo, enero 07, 2018

Festival de trailers (XLII)


Los viajes de Gulliver (1983) de Cruz Delgado. Animación.



Space Jam (Space Jam,
1996) de Joe Pytka. Con Michael Jordan, Wayne Knight, Theresa Randle, Bill Murray, Charles Barkley, Patrick Ewing y Larry Bird.




Dragonworld (Dragonworld,
1994) de Ted Nicolaou. Con Courtland Mead, Janet Henfrey, Stuart Campbell, Andrew Keir, Alastair Mackenzie y Brittney Powell.



Beavis y Butt-head (Beavis and Butt-head,
1993) de Mike Judge. Animación.



Bonus track:

viernes, enero 05, 2018

Asfixia

Asfixia, Robert Stephens, Robert Powell, Peter Newbrook, The Asphyx

Pequeña película bastante desconocida que parte de una premisa muy interesante.
En la Inglaterra victoriana un investigador paranormal descubre que en las fotos que hace a los cadáveres aparece siempre una mancha junto al cuerpo, lo que le da pie a pensar que se trata del alma humana. Seguidamente graba con una cámara de cine a su hijo y éste muere accidentalmente durante la filmación, haciendo que la mancha también aparezca en la película. A partir de ahí el investigador saca la teoría que la mancha es la agonía anterior a la muerta y con un aparato de su invención consigue capturarla, lo que convierte en inmortal a todo aquel al que se la capture.

Asfixia, Robert Stephens, Robert Powell, Peter Newbrook, The Asphyx

Lo primero que hay que comentar es el garrafal título con la que se editó ya en la época del DVD, ya que aquí no tuvo distribución en la época de su estreno, 1972. El Asphyx original se refiere a una creencia de los antiguos griegos, que hablaban de un ente, estilo la Parca, que acompaña a las almas al más allá. Al menos dentro de la mitología de la propia película, ya que no parece que esta historia sea "real" y se la inventaron para el film. La cuestión es que el traductor de turno tiró por lo fácil e hizo una traducción del título sin pies ni cabeza.

Asfixia, Robert Stephens, Robert Powell, Peter Newbrook, The Asphyx

Asfixia es una película pequeña, puramente británica. Lamentablemente, lo que parece una trama prometedora acaba cayendo en el acartonamiento del tedio más absoluto. El hecho de la falta de medios acaba regalándonos mucho interior del casoplón del protagonista pero que no tiene ningún interés. Seguramente de haberse rodado con intenciones más oscuras, con una fotografía más ténebre, otro gallo cantaría. Y eso que en la fotografía está Freddie Young, que había ganado 3 Oscar.

Quizá, de haberle quitado lo apolillado de situarla en época victoriana, y darle un aspecto más actual (de 1972) estilo La leyenda de la mansión del infierno, la cosa les podría haber quedado más resultona. Pero al final la cosa se queda en un teatrillo para televisión que rápidamente pierde su lado más terrorífico y se pasa al siempre naif subgénero de los mad doctors.

Asfixia, Robert Stephens, Robert Powell, Peter Newbrook, The Asphyx

En la dirección Peter Newbrook, siendo esta su única película en esas labores, aunque había estado en tareas de operador de cámara y fotografía en títulos tan respetados como Lawrence de Arabia o el puente sobre el río Kwai.

En el cast un joven Robert Powell, con algunas películas de culto en su filmografía como Refugio macabro de la Amicus, El Superviviente o Arlequín; y Robert Stephens, el Holmes de La vida privada de Sherlock Holmes de Billy Wilder.

domingo, diciembre 31, 2017

Festival de trailers (XLI)



El Grinch (How the Grinch Stole Christmas, 2000) de Ron Howard. Con Jim Carrey, Rachel Bailit, Jeffrey Tambor, Christine Baranski, Taylor Momsen, Bill Irwin, Molly Shannon y Jeremy Howard.


 
Aladdín (Aladdin, 1992) de John Musker y Ron Clements. Animación.



Fantaghirò. El largometraje
(2000) de Claudio Biern Boyd. Animación.



Boby y sus amigos (A hetedik testvér,
1995) de Jenõ Koltai y Tibor Hernádi. Animación.


viernes, diciembre 29, 2017

Muertos y enterrados

Muertos y enterrados, Robert Englund, Gary Sherman, Melody Anderson, Dead & Buried

Clasicazo de culto donde los haya. Eso sí, no demasiado conocido por el público generalista, siendo carne de cañón para los fans del género.

En Potter's Bluff comienzan a aparecer los cadáveres de algunos turistas. Hecho que motivará al sheriff a investigar y... dejémoslo aquí, ya que estamos ante un film que las sorpresas se van sucediendo y cuanto menos sepamos, mejor.

Muertos y enterrados, Robert Englund, Gary Sherman, Melody Anderson, Dead & Buried
Todo un homenaje a las historietas de la EC, que abraza sin contemplación a un tipo de cine fantástico muy inglés de los 60/70 y con esencias de Lovecraft (evidente es el detalle de ese hospital de nombre Providence). Es por eso que en su momento pasó un tanto desapercibida. En el momento de su estreno, 1981, los consumidores de horror estaban más por subgéneros tan modernos y sangrientos como el slasher, con lo que Muertos y enterrados sería vista como algo demasiado aburrido y antiguo.

Y mucha culpa de esas semblanzas con el género inglés de unas décadas atrás la tenía su director, Gary Sherman, que si bien es americano, se marchó a Inglaterra donde dirigía anuncios comercials (¡como Piquer Simón!) y allí acabó dirigiendo su primer largo, Sub-humanos con Donald Pleasence y una mini aparición de Christopher Lee. La cinta, pese a ser una cosa pequeñita, tuvo mucha aceptación en las islas, a lo que Sherman regresó a su país, quizá pensando que esta pequeña victoria le abriría puertas. Pero nada más lejos de la realidad, pues se tiró casi toda la década de los 70 trabajando en la caja tonta y en vídeos musicales, ya que acabó muy molesto con la AIP, que se encargó de la distribución en USA e hizo de las suyas en la edición.



Muertos y enterrados, Robert Englund, Gary Sherman, Melody Anderson, Dead & Buried

Llegados a los 80, se encontró con Ronald Sushett, que venía de estar involucrado en el guión de Alien, y le ofreció el guión de Muertos y enterrados. Ese primer guión tenía mucho humor negro, cosa ésta que acabó desapareciendo, pues, aunque en un primer momento la iba a producir Guinness Company (sí, los de la cerveza), estos decidieron alejarse del mundo del cine y pasaron la producción a Aspen Productions, y una vez que el rodaje estuvo finalizado y entraban en la postproducción, esta compañía fue absorvida por Producers Sales Organization, que cuando vio el primer montaje presionó para meter más asesinatos, sangre y vísceras, pues pensaban que aquello filmado no funcionaría. En este punto el director decidió desentenderse del final cut pues sabía que no tenía nada que hacer.

Al final todos acabaron, en cierta forma, renegando del film. Sherman criticó que se esforzó en eliminar cualquier presencia del color rojo en el film hasta que el personaje de Dobbs sangraba, pero todo eso lo arruinaron con las escenas añadidas por la productora, además de añadir algún efecto que no le gustaba nada. O el propio Dan O'Bannon dijo que todo lo que había escrito en el guión no se usó y sólo mantuvieron su nombre en los créditos para aprovecharse de su fama, tal y como vemos en el texto publicitario del cartel.

Muertos y enterrados, Robert Englund, Gary Sherman, Melody Anderson, Dead & Buried

Aun y así, la película tiene muchas más virtudes que defectos. El que acontezca en un pueblecito costero siempre suma, y además luce una fotografía apagada que le da cierto toque onírico. Cualidad ésta que enfatiza lo perdido (o la locura a la que va adentrándose) que está el protagonista, un sheriff que comienza a dudar de todos los habitantes del pueblo. El detalle que el protagonista sea el sheriff, el clásico personaje que ha crecido en el pueblo y conoce a todos sus habitantes, me ha resultado curioso, pues en estas historias se suele usar a un forastero para que sirva de enlace con el espectador.

Es cierto que Muertos y enterrados, pese a que la podríamos catalogar dentro del género zombie, no es precisamente un film de terror. Está más cerca del misterio, de resolver la duda de lo que está pasando en ese pueblo.
Tampoco está de más alabar al siempre inmenso Stan Winston, aquí sacando partido a un presupuesto ajustadísimo y regalándonos una imagen tan icónica en el género fantástico como la enfermera clavando la aguja en el ojo del hombre momificado.


Muertos y enterrados, Robert Englund, Gary Sherman, Melody Anderson, Dead & Buried

La película no cuajó en taquilla, es más, fue un fracaso en pleno boom del terror más gráfico con el slasher en alza. Y es que de haberse hecho una década o dos atrás y producida por la Hammer hoy pasaría de ser un film de culto o estar considerada una obra maestra del género.

Para su director no fue el pelotazo definitivo que le catapultase a la primera división. Un año después estrenaría La jauría del vicio y ya a finales de la década, después de bastante tele, rodaría Se busca vivo o muerto con Rutger Hauer y Gene Simmons. Y después la archiconocida Poltergeist III. A partir de aquí, harto de las interferencias de productores y demás, se quedaría en el mundo televisivo ya fuese como director, guionista y/o productor.


martes, diciembre 26, 2017

Beavis y Butt-head en Navidad


Del origien y creación de la serie de Beavis y Butt-head ya hablé hace muchos años, pero hoy nos toca de las cintas de VHS que nos trajo Paramount a mediados de los 90. Todo un regalazo a los veíamos imágenes de estos dos adolescentes pero no teníamos Canal Plus o parabólica para sintonizar la Mtv. Con aquellas imágenes sueltas intuíamos que ahí se mascaba algo, que aquello tenía que molar mucho, mucho.

Y ahí estuvo avispada Paramount dejándonos unas pocas cintas recopilatorias que nos sabían a gloria. Aunque, intuyo, que aquello sería un globo sonda pues el largometraje estaría produciéndose y estarían tanteando el mercado para ver si tenía posibilidades de un estreno en cines. Evidentemente, no coló y la (decepcionante) película Beavis y Butthead recorren América llegaría directa a vídeo.

De los 5 VHS que nos llegaron, el que hoy nos ocupa, Beavis y Butthead en Navidad, es, seguramente el más representativo en la esencia original de los personajes. Si bien las recopilaciones ¡Toma barrio! o El trabajo apesta no dejaban de ser una selección temática de las aventuras de la pareja, en el de Navidad nos metieron algunos videoclips que iban siendo comentados por ellos. Siendo ésta la única cinta que nos sacaban algo así.

Estos fragmentos no los pondré porque, evidentemente, Youtube está afilando cuchillos con el copyright, pero no menos interesante son las historias navideñas estilo Cuento de Navidad que iban incluidas. Que, lamentablemente, Youtube (o más concretamente Viacom) también capa. Así que nos tendremos que conformar con el consultorio epistolar de Butt-head.Si te portas bien, igual caen las otras el años que viene.


lunes, diciembre 25, 2017

Las aventuras de Buttons y Rusty


Las aventuras de Buttons y Rusty (Chucklewood Critters) fueron unos especiales para la telelvisión norteamericana de primeros ochentas. Básicamente estamos antes especiales anuales que están enmarcados en alguna festividad (Navidad, Halloween, acción de gracias...). Evidentemente esto nunca nos llegó a la televisión, si no en cintas de vídeo, recopilando cada una un par de episodios.

En la serie teníamos a Buttons, un osezno, y Rusty, un cachorro de zorro. Por alguna razón que sus creadores nunca explicaron, viven con sus padres en la misma cuevas. Sí, osos y zorros no sólo puedne ser amigoas si no que comparten techo y gastos de comunidad.
El tema no tiene demasiado secreto. Los dos cachorros no tienen ni idea de lo que les rodea y siempre acaban metiéndose en líos.

En los 80 la cosa se quedó en 4 especiales, pero en los 90 resucitaron en una serie que tuvo dos temporadas.
 

Digámoslo ya. Esta era la clásica ñoñería para los más infantes de la casa, porque ya un niño de 6 años veía esto como un tostón. Realmente el interés que puede tener es nulo. Animación standard e historias y personajes con cero interés.
Pero por las fechas en las que nos encontramos dejaremos aquí el especial dedicado a la Navidad, titulado El tren del árbol de la Navidad.



domingo, diciembre 24, 2017

Festival de trailers (XL)

vhs, beta, 80s, video, trailers


Tonka en la última batalla del general Custer (Tonka, 1958) de Lewis R. Foster. Con Sal Mineo, Philip Carey, Jerome Courtland, Rafael Campos, H.M. Wynant, Joy Page, Britt Lomond y Herbert Rudley.



4 cachorros para salvar (Benji the Hunted,
1987) de Joe Camp. Con Red Steagall, Frank Inn, Nancy Francis, Ben Vaughn, Ben Morgan y Mike Francis.




Exploradores de la frontera (The Tenderfoot,
1964) de Byron Paul. Con Brandon De Wilde, Brian Keith, James Whitmore, Richard Long y Donald May.



Diamantes sobre ruedas (Diamonds on Wheels,
1973) de Jerome Courtland. Con Patrick Allen, George Sewell, Derek Newark, Dudley Sutton, Barry Jackson, Christopher Malcolm, Richard Wattis y Allan Cuthbertson.

sábado, diciembre 23, 2017

Star Crash. Choque de galaxias

Star Crash. Choque de galaxias, Luigi Cozzi, Caroline Munro, David Hasselhoff, Christopher Plummer

Clásico del cine exploitation donde los haya. Puro trash de la mano de Luigi Cozzi (aquí bajo el seudónimo de Lewis Coates) en la que no sólo se subía al carro tan de moda cine galáctico gracias a Star Wars, si no que directamente lo plagiaba. Pero si la mayoría de efectos y maquetas del film de Lucas sigue resistiendo el paso del tiempo, esta italianada galáctica ya se veía cutre y pobre en la época. Cromas de baratillo, maquetas sacadas de la primera juguetería que encontraron y efectos sonoros de aquellos de las Game and Watch.

Pero si antes decía que el primer (o episodio IV) Star Wars había aguantado bien en el apartado técnico, en cuestión de entretenimiento no era menos, apartado en el que Star Crash tampoco tienen mucho o nada que decir. Una historia inteligible para el espectador (quizás es porque no tiene), un batiburrillo de escenas con supuestas escenas de batallas entre (estáticas) naves espaciales en las que no te enteras de nada. Incluso las escenas en stop motion son tercermundistas.


Star Crash. Choque de galaxias, Luigi Cozzi, Caroline Munro, David Hasselhoff, Christopher Plummer

Y es curioso, porque muy posiblemente sin proponérselo les quedó una cosa muy naif, casi de serial de los años 40, mucho más parecido en esencia y espíritu aquellos folletines a los que realmente George Lucas quiso homenajear. Pero curiosamente éste se pasó de frenada he hizo una adaptación mucho más estilizado a los nuevos tiempos (los tiempos de los 70, claro). En cambio, el film de Cozzi tiene mucho más ver con el Flash Gordon de Mike Hodges pese a que ésta es posterior. ¿Sería por tener a medio equipo italiano las semejanzas?

Star Crash. Choque de galaxias, Luigi Cozzi, Caroline Munro, David Hasselhoff, Christopher Plummer

Pero estábamos en la Italia de los 70, donde el exploitation prácticamente mantenía su industria fantástica. Ahí se fusilaba cualquier éxito hollywoodiense, Tiburón, Zombi, Alien... y en este caso Star Wars. Y aquí es donde entraban los productores, que directamente es lo que pedían exigían a los directores, guiones que pudieran pasar por secuelas o apuntarse al carro de cualquier moda. Y eso mismo le pasó a Cozzi cuando movía un guión puramente catastrofista ambientado en el espacio, donde nos topábamos con las vicisitudes del primer vuelo comercial a Saturno. Y cuando el libreto fue presentado al productor Nat Wachsberger, éste sugirió que si se pareciese más a Star Wars sí podría producirse. Y Cozzi, que no tenía ni idea que era aquello de Star Wars, pues todavía no se había estrenado en su país, compró la novelización e hizo su propia versión. Pero esto acabó siendo lo mismo que Supersonic Man y Superman. Lo que costaba la copia europea era lo que se gastaban los americanos sólo en el bufete. Y así nos iba.

Star Crash. Choque de galaxias, Luigi Cozzi, Caroline Munro, David Hasselhoff, Christopher Plummer

Y no podemos terminar la reseña sin hacer un comentario a un cast tan sórdido como el propio film. Una Caroline Munro en todo su esplendor que hace de sucedaneo de Barbarella; un pasadísimo Marjoe Gortner; David Hasselhoff (que no sale hasta la hora de metraje) antes de comprarse un Pontiac y grabarse borracho como una cuba; el siempre sórdido Joe Spinel; y Christopher Plummer, que siempre se le suele olvidar pero que aquí sale poquito (y con pinta de pensarse que está haciendo Shakespeare) porque cobraba un pastizal por día y rodaron sus escenas deprisa y corriendo.

Y en la banda sonora todo un John Barry que, según se cuenta, no le dejaron ver la película para que no viese en que basura se estaba metiendo. 


Star Crash. Choque de galaxias, Luigi Cozzi, Caroline Munro, David Hasselhoff, Christopher Plummer

Star Crash era y es una mierda de campeonato. De aquellas que solamente es aguantable si la vemos con ganas de juerga, chotándonos en su jeta y con unas tragaderas de órdago.

domingo, diciembre 17, 2017

Festival de trailers (XXXIX)



Bigfoot (Bigfoot,
1987) de Danny Huston. Con James Sloyan, Gracie Harrison, Joseph Maher y Adam Carl.



Blue Yonder. Viaje al pasado (The Blue yonder,
1985) de Mark Rosman. Con Peter Coyote, Huckleberry Fox, Art Carney, Dennis Lipscomb, Joe Flood y Mittie Smith.



Colmillo blanco (Jack London's White Fang,
1991) de Randal Kleiser. Con Ethan Hawke, Klaus Maria Brandauer, Seymour Cassel, James Remar, Susan Hogan y Bill Moseley.



Naúfragos (Haakon Haakonsen,
1990) de Nils Gaup. Con Stian Smestad, Gabriel Byrne, Louisa Millwood-Haigh, Trond Peter Stamsø Munch, Bjørn Sundquist y William Ilkley.



El regreso del fantasma (Bride of Boogedy,
1987) de Oz Scott. Con Richard Masur, Mimi Kennedy, Tammy Lauren, David Faustino, Joshua Rudoy, Leonard Frey, Howard Witt y Eugene Levy.

sábado, diciembre 16, 2017

Reservoir dogs

Reservoir dogs, QuentinTarantino

El 13 de enero de 1995 nos llegaba el estreno de Pulp Fiction, un auténtico fenómeno y "oficialmente" resucitaría la carrera de Travolta (pese a que un par de años antes había tenido un pelotazo en taquilla con Mira quien habla), convertiría a Samuel L. Jackson en el negrata de moda y a Tarantino en el salvador del cine moderno. Cosas de la época.

Por aquellos días era muy frecuente que ante un bombazo en los cines, las teles rescataran alguna peli antigua de los implicados (práctica que a día de hoy se sigue haciendo, como cuando sacan una nueva de Los vengadores y Cuatro emite alguna de las anteriores). La cuestión es que por marzo o abril de aquel 1995, TV3, que después del partido del sábado por la noche ponía pelis, nos deleitaba con, efectivamente, Reservoir Dogs, la ópera prima (si no tenemos en cuenta la perdida/inacabada My Best Friend's Birthday) de Tarantino. De aquel pase, evidentemente en català, es mítico el "cigala, cigala, cigala..." en lugar del "polla, polla, polla" de la charla del desayuno. Hago un alto para recordar el doblaje ratonero que tuvo en castellano que acabó sustituido por uno nuevo en sus ediciones digitales.

Por lo demás, ya conocemos de sobra la historia. Un mafioso prepara un robo y reúne a un montón de ladrones que no se conocen entre ellos y sus apodos son nombres de colores. Claro está que la ejecución saldrá fatal y acabarán en un almacén intentando descubrir si había un topo en la banda.



Reservoir dogs, QuentinTarantino

A Tarantino hay que tirarle a la cara muchas cosas pero también reconocerle otras tantas. Ya desde este primer largometraje nos deja claro con que cartas va a jugar en el resto de su filmo. Esto es un montón de diálogos de los personajes que pueden llegar a ser fascinantes pero que aportan poco o nada a la trama más allá de definir la personalidad de los que las recitan (todo esto sacado de la nouvelle vague). La recuperación de canciones para sus OST, que en muchos casos o estaban olvidadas o en su momento pasaron desapercibidas. Y, por no hacer esto mucho más largo, guiños/homenajes/plagios a montones de películas que, en su mayoría no pasarían de la serie B o Z de la filmografía de algún país exótico.

Y es este último detalle el que causó polémica (además de la violencia y diálogos repletos de palabrotas que trufan el film) puesto que Reservoir Dogs era demasiado parecida a City on fire de Rigo Lam, cosa que se encargaría de remarcar Mike White con su Who Do You Think You're Fooling?



Reservoir dogs, QuentinTarantino

Que muchas veces la línea que separa el homenaje y el plagio es más fina que las pestañas de una pulga, pero está clarinete que Tarantino saqueó la peli de Lam sin contemplación alguna.
La cosa se ha quedado así. Sin reconocer nunca el plagio (pese a que en la época decía tener un póster de la película) pero aprendió de la experiencia y en sus siguientes películas hablaba sin esconderse de donde sacaba la "inspiración", lo que para la mayoría de los mortales el plagio se convierte en homenaje.

Esa historia, junto a la movida con Roger Avary por el crédito de guionista en Pulp Fiction, ha quedado diluida en el tiempo. Y es que la sombra de los Weinstein (que no habían tenido nada que ver en Reservoir dogs), Tarantino y, sobre todo, los fans de éste, son demasiado alargadas.
 

Reservoir dogs, QuentinTarantino

Aun y así hay que decir que la defensa de Reservoir Dogs es bastante de boquilla. Más de uno reconece que se aburre con ella. Yo mismo le acabé pillando el puntillo a base de varios visionados. No olvidemos que estamos ante una película independiente que apunto estuvo de hacerse en 16 mm y por 30 mil dólares si no llega a ser por Harvey Keitel que se metió por ahí y la cosa ascendió al millón. Aun y así es una peli muy pequeñita. Toda ella basada en un atraco que nunca se ve en pantalla, simplemente porque era inviable rodarlo y donde apenas hay 4 escenarios y el principal es un viejo almacén. Todo muy teatral, vamos.

Por aquellas el film pilló fama a nivel minoritario, más por su presencia en festivales que por otra cosa. Lo clásico, que es una peli no para todos los paladares y que no acabó de recibir el espaldarazo de una gran distribuidora para llegar al gran público. Su llegada al fándom tuvo que esperar un par de años, cuando definitivamente Tarantino dio el salto a la primera división con Pulp Fiction.


domingo, diciembre 10, 2017

Festival de trailers (XXXVIII)



Días extraños (Strange Days, 1995) de Kathryn Bigelow. Con Ralph Fiennes, Juliette Lewis, Angela Bassett, Tom Sizemore, Michael Wincott y Vincent D'Onofrio.





 

Los bárbaros (The Barbarians, 1987) de Ruggero Deodato. Con Peter Paul, David Paul, Richard Lynch, Eva La Rue, Virginia Bryant, Sheeba Alahani, Michael Berryman, Franco Pistoni y Raffaella Baracchi.



 

Dark Angel. Ángel de la muerte (Dark Angel: I Come in Peace, 1990) de Craig R. Baxley. Con Dolph Lundgren, Brian Benben, Betsy Brantley, Matthias Hues y Jay Bilas y Jim Haynie.



 

Furia ciega (Blind fury, 1990) de Phillip Noyce. Con Rutger Hauer, Terrance O'Quinn, Brandon Call, Noble Willingham, Lisa Blount, Nick Cassavetes, Rick Overton, Sho Kosugi y Meg Foster.