martes, diciembre 03, 2013

Museo de cera (Waxwork)

Museo de cera, Waxwork, Anthony Hickox, Dana Ashbrook

Vestrom vídeo fue una distribuidora que nació para arreglar los chanchullos de algún directivo de la HBO. El invento funcionó muy bien y, ya a mediados de los 80, saltaron a la producción. Lo que facturaban eran productos de bajo coste que solía funcionar muy bien en los videoclubs. Incluso, de vez en cuando, se permitían algún que otro pelotazo como Dirty Dancing.
Es por esa escasez de medios que tiraban mucho de gente joven, y entre sus filas contaba con un tal Anthony Hickox.

Hickox venía de su Inglaterra natal con un chorto bajo el brazo y la bendición de Michael White, productor del Rocky Horror Show teatral y derivados. Una vez allí tuvo la fortuna de estrellarse con el productor Staffan Ahrenberg, al que le dio un guión escrito en 3 días. Después de moverlo por todas las productoras la única que lo acogió fue la Vestrom.

Museo de cera, Waxwork, Anthony Hickox, Dana Ashbrook

El guión era, evidentemente, Waxwork. Para hacerla realidad se contactó con el protagonista de Gremlins, Zach Galligan, de la que Hickox era fan. Pero el actor no acababa de verlo claro y se pensaba que Hickox era otro de los muchos charlatanes que pueblan Hollywood, además de tener entre manos un guión con diálogos demasiado ingleses, con frases poco creíbles para salir de la boca de un grupo de chavales norteamericanos.
Finalmente el actor acabó aceptando, entre otras razones para poder coincidir con Patrick McNee, que estaba en el cast. Por eso y porque Hickox venía de una importante estirpe de cineastas. Su abuelo, Arthur Rank, fundó la Rank Organisation, que dio el pistoletazo de salida a la industria cinematográfica inglesa; padre, Douglas Hickox, había sido director de Matar o no matar con Vincent Price o Brannigan con John Wayne; y su madre, Anne V. Coates, era una prestigiosa montadora (Masters del Universo, Un romance muy peligroso) que había ganado un Oscar por su edición en Lawrence de Arabia.

Para el resto del elenco lo más gracioso eran las incorporaciones de Deborah Foreman y Michelle Johnson, que lejos de ser elecciones puramente artísticas, eran el oscuro objeto del deseo de Hickox y simplemente las escogió por si querían salami.
Además teníamos un resto de reparto muy apañado: David Warner (evidentemente el malo de la película), John Rhys-Davies (un clásico en la saga de Indiana Jones y el Gimli de El señor de los anillos), J. Kenneth Campbell (el poli cabrón de ¡Alto! O mi madre dispara), Dana Ashbrook (el Bobby de Twin Peaks), Miles O'Keeffe (el Ator de la saga Ator el poderoso),  y un pequeño papel del propio director.

Museo de cera, Waxwork, Anthony Hickox, Dana Ashbrook

En el clásico y apacible pueblecito norteamericano de postal inauguran un museo de cera. Un grupo de chicos reciben la invitación para un pase privado a medianoche. Una vez allí descubren que el museo está dedicado a recrear escenas de crímenes de asesinatos célebres. Por aquellas cosas de la vida cada uno de los jóvenes acaba entrando en el diorama de cada escena y, una vez dentro, todo cobra vida.

Museo de cera, Waxwork, Anthony Hickox, Dana Ashbrook

Si por algo es recordada Museo de cera es por su generoso gore. No hay más que recordar la escena del hombre lobo (que no es que tenga precisamente una transformación para tirar cohetes, y menos si la comparamos con Un hombre lobo americano en Londres o Aullidos, la cúspide de las transformaciones licántropas), que aplasta una cabeza y corta por la mitad a su víctima. También es muy recordado el fragmento de los vampiros, con el tipo atado a una camilla con la pierna abierta en canal y la escena de la cena, donde comen carne cruda, que realmente eran ciruelas y jarabe de maíz.
Y no solo de sangre y vísceras vive el fandom, las referencias siempre cuentan y la película tiene muchas, desde las ya comentadas de licántropos y vampiros, hay que añadir momias, muertos vivientes,el fantasma de la ópera, la criatura de Frankestein y muchos más que salen en el apoteósico final.

Museo de cera, Waxwork, Anthony Hickox, Dana Ashbrook

La película es muy agradecida, terror y sangre, mucha sangre, y con algún toque de humor negro. Y para el poco presupuesto con el que contaron (muchos de los extras eran técnicos y secretarias de alguno de los productores porque no tenían dinero para más), los efectos lucen al máximo, todo maquillaje y látex del de toda la vida. Un pequeño clásico que no es ajeno al culto que se le procesa.


jueves, noviembre 28, 2013

Poli con suerte

Poli con suerte, Danny Glover, Martin Short

Los americanos son muy suyos. Primera potencia mundial, el ombligo del mundo... razones no les falta. Si ven algo que les gusta, lo cogen y lo hacen suyo. Y en el cine no es diferente.

A ellos no les gustan las películas que vienen de fuera. Ni siquiera doblan las películas, su industria del doblaje se limita a la animación y poco más. Es por eso que ellos prefieren coger las películas extranjeras a las que ven potencial y comprar los derechos, arreglar el guión para el gusto yanki y poner a sus estrellas delante de la cámara.

Poli con suerte, Danny Glover, Martin Short 

Hace una década llegó el boom del cine de terror asiático y eso mismo hicieron. The ring, Dark water, Llamada perdida, Retratos del más allá, El grito... Pero unas décadas antes sacaron filón a las comedias francesas. Vicios pequeños, Tres solteros y un biberón, Los compadres, Dos fugitivos, Una maleta, dos maletas, tres maletas, El juguete... acabaron en Hollywood como La jaula de las locas, Tres solteros y un bebé, Un lío padre, Tres fugitivos, Oscar, quita las manos, Su juguete preferido, respectivamente.


Da la casualidad que muchas de estas comedias francesas venías guionizadas y/o dirigidas por Francis Veber y con el duplo Pierre Richard y Gerard Dépardieu protagonizándolas. Es el caso de La cabra, comedia de primeros de los 80 con el triunvirato antes comentado.

 Poli con suerte, Danny Glover, Martin Short

La cabra sería adaptada por los americanos una década después, con Danny Glover (que acababa de intentar su salto personal como action hero con Depredador 2, más allá de ser la comparsa cómica de Arma letal) y Martin Short (que un par de años antes ya había participado en Tres fugitivos, otro remake de la factoría Veber, y que luego estaría en el remake de Un indio en París).

 Poli con suerte, Danny Glover, Martin Short

La hija de un rico empresario pasa unas vacaciones en México. La chica es un gafe de cuidado, y a su alrededor siempre acaban pasando los más fortuitos accidentes. Durante sus vacaciones queda amnésica y, además, la secuestran.
Su padre contrata a los mejores detectives pero ninguna da con su paradero. El psicólogo de la empresa le recomienda que vaya a buscarla un contable de la empresa que también tiene mala suerte. Su teoría es que solamente alguien con tan mala suerte como la chica puede llegar a encontrarla.

 Poli con suerte, Danny Glover, Martin Short

Poli con suerte es un producto que tenía buenos mimbres para que al final acabara saliendo algo minimamente gracioso y acabó saliendo algo bastante plano. Básicamente por tener una realización telefilmesca a cargo de Nadia Tass, directora australiana que con esta cinta daba el salto a Hollywood después de haber rodado unas cuantas comedietas de cierto éxito en su tierra. Uno de los momentos que podían dar más de sí es la escena dentro de la avioneta, y por culpa de esa realización tan plana acaba quedando un pegotillo.

Al final todo queda en manos del clásico choque entre dos personajes antagónicos (Glover & Short), que, seguramente, se lo debieron pasar mejor en el rodaje que nosotros viéndolos.

 Poli con suerte, Danny Glover, Martin Short

Como curiosidad decir que si bien la banda sonora corre a cargo de Jonathan Sheffer, pero fue su colega Danny Elfman el que se encargó de los títulos de crédito. Y dada la época se puede encontrar en este tema cositas muy del estilo de Pesadilla antes de Navidad.

El film pasó sin pena ni gloria por la taquilla norteamericana, recuperando los casi 20 millones de presupuesto. Esto no ayudó a que su directora se labrara una carrera en USA y volvió a su tierra. De vez en cuando a hecho algo en las américas, pero siempre afincada a los telefilms.

Atención al trailer, puro exploitation de Arma letal, en el que básicamente fusilan los mejores gags de la película.

martes, noviembre 26, 2013

Home alone (Game Boy)

Home alone, solo en casa, game boy

Recuerdo perfectamente el día que compré la Game Boy en carnaval de 1992. 15 mil pesetazas de mis ahorros se fueron en la compra de la portátil más mítica.
Poco después, ya por mi cumpleaños, cayó Super Mario Land (mitiquísimo), Godzilla (digo mediocre por ser bueno) y Home alone, o Solo en casa como se conoció aquí a la navideña película de la factoría de John Hughes con Macaulay Culkin.

viernes, noviembre 22, 2013

Alerta máxima

Alerta máxima, Steven Seagal, Tommy Lee Jones, Erika Eleniak

Por encima de la ley, Difícil de matar, Señalado por la muerte eran películas de presupuestos tirando a bajos, que a duras penas superaban los 10 millones de dólares de presupuesto, pero que luego funcionaban maravillosamente en la taquilla norteamericana, triplicando o cuadruplicando lo invertido en ganancias.

martes, noviembre 19, 2013

La casa de empeños vs Empeños a lo bestia

La casa de empeños, Empeños a lo bestia, Cazadores de tesoros

Corren malos tiempos para todos. No hay más que ver la proliferación de tiendas del tipo "Compro oro" que han aparecido como setas en los últimos años. La gente de la tele lo sabe. Nosotros lo sabemos. Y Xplora lo sabe.
Es por eso que nos somete durante casi las 24 horas del día a realitys americanos de compra y venta de segunda mano. Por ahí tienen Cazatesoros, donde dos tipos de Iowa recorren los USA buscando antiguallas (u "oro oxidado" como ellos mismos dicen) que, en su mayoría, acaba de atrezzo en producciones cinematográficas. La cosa no pasa de ahí, programa de corte amable para toda la familia y que los abuelos de la casa se lo pasen pipa viendo bicicletas oxidadas.
La misma productora, The History Channel, tiene Cazatesoros Canadá, donde dos colegas del rollo Brokeback mountain se dedican a recorrer casas rurales y buscando cualquier chatarra que puedan comprar por 4 chavos y luego revenderla. Más de lo mismo.

La casa de empeños, Empeños a lo bestia, Cazadores de tesoros

Pero las joyas de la corona son Empeños a lo bestia (Hardcore pawn) y La casa de empeños (Pawn Stars).

Este último, también de The History Channel, trata sobre un negocio de prestamistas ubicado en Las Vegas, lo que ayuda a que frecuentemente vaya gente a conseguir algo de cash para pulírselo en las tragaperras. El local está regentado por tres generaciones: Richard Harrisson, apodado el viejo, y que es un carcamal que casi no puede abrir los ojos con sus bolsacas; Rick Harrisson, una especie de Bruce Willis con sobrepeso y risa fácil a la par que histérica; y el hijo de éste, Big Hoss, otro rollizo americano de pura cepa que dudo que llegue a los 40 sin haber sufrido alguna afección coronaria.
Aquí es donde uno se pregunta como es posible que el viejo y el Bruce Willis de mercadillo sean padre e hijo. El primero tiene pelazo y es rancio como él solo, y el otro es calvo y se descojona de cualquiera que entre por su tienda. Misterio por resolver.

La casa de empeños, Empeños a lo bestia, Cazadores de tesoros

También corre por ahí Chumlee, también llamado el tonto del pueblo. La explicación oficial del personaje es que es amigo de la infancia de
Big Hoss, y al no tener donde caerse muerto lo tienen ahí enchufado. En el fondo funciona como el resorte cómico del show, donde todos se meten con él, siendo el blanco de los chistes.

El programa sigue con ese estilo amable de los otros, con un punto más mordaz por el personaje de Chumlee, a la par que didáctico, ya que los objetos que compran suelen ser bastante curiosos y nos dan explicaciones de su fabricación, utilidad... Lo que hace que notemos como todo está tan preparado y que los propietarios del negocio han tenido que estudiarse a fondo los guiones.

La casa de empeños, Empeños a lo bestia, Cazadores de tesoros

Empeños a lo bestia (Hardcore pawn) es la otra cara de la moneda, algo así como comparar Corazón corazón con Sálvame, o como cuando Gran hermano pasó de ser un experimento sociológico, según su presentadora, a una casa de aspirantes a despelotarse en el Interviú y vivir de explicar sus miserias.
Regentada en Detroit por dos hermanos, Seth, de ciertos rasgos simiescos, y Ashley, que es una mujer porque lo debe poner en su carnet. Aunque que el que llama nuestra atención es el patriarca, un tal Less. El tipo siempre sale vestido igual, jersey de pico blanco, chaqueta de cuero negra y cadena de oro del que cuelga una lupa de joyero, además de un pendiente con diamantes. Lo que se dice un tipo que su misión en la vida es esquivar el buen gusto. En su despacho tiene un león disecado y un retrato suyo (efectivamente, con su chupa y su jersey blanco) del que ni siquiera se ha dignado a colgar de la pared y lo tiene en el suelo. Por no hablar de su clásico careto con la boca entreabierta y aire oligofrénico cuando llega algún personaje a su tienda. Maravilloso es el doblaje que le da un aire a Gil y Gil que le va que ni pintado.


La casa de empeños, Empeños a lo bestia, Cazadores de tesoros

Aquí la cosa consiste en abrir el cajón de mierda y buscar el conflicto constante entre dependientes y clientes. El esquema es fácil. Llega un cliente, preferiblemente una negra de metro cincuenta y un culo donde podría aterrizar un Harrier, amén de andares putescos, saca un portátil medio destrozado con el Windows 98 al que le faltan teclas, unos empastes de oro o una televisión de hace 25 años que no tiene ni euroconector. Y, efectivamente, le ofrecen una mierda y la negra se rebota y acaba histérica porque dice necesitar 150 dólares para pagar facturas (seguramente para pagar el crack a su camello) y los gorilas de la tienda la sacan a patadas.

La casa de empeños, Empeños a lo bestia, Cazadores de tesoros

Tampoco es raro ver a antiguos empleados que van a la tienda a liarla y que en su momento fueron despedidos por hacer algún que otro trapicheo o directamente robar. Es por eso que todos los empleados son cacheados cuando salen de la tienda.
En Empeños a lo bestia importa bien poco los empeños y el material con el que trabajan, aquí se trata de sacar toda la mierda y cuanta más mejor.
Evidentemente todo está guionizado, por mucho que sus responsables se empeñen (a lo bestia) en decir que todo es real.
Como es habitual el esquema es idéntico programa tras programa y a veces, para romper la rutina, añaden pequeñas novedades como un entrenamiento especial para los de seguridad o las movidas entre padre e hijos.

Aquí no importa dar una lección de objetos curiosos de 1900, porque aquí se empeñan cosas comunes para sacar un par de billetes. Nunca veremos a esta familia dándonos una lección con algún objeto curioso. Es más, la mayoría de las veces miran en internet a cuanto está valorado la venta.

La casa de empeños, Empeños a lo bestia, Cazadores de tesoros

Xplora acaba de sacar un spin off, Empeños a lo bestia Chicago, que ya tiene un rollo más trash y sucio por lo poco que he visto.

Paralelamente, Divinity había emitido Empeños en Beverly Hills. Evidentemente, en este canal donde abunda el rosa y lo amanerado, aquí todo es muy flowerpower y de pitiminí. Con un israelí y un par de chicas florero con botox hasta las cejas (pese a no superar la treintena) y menos cerebro que un mosquito, compran y venden objetos a millonarias aburridas, e, incluso alguna vez asoma la cara operada gente como la mujer de Ed Begley Jr., o el propio Eric Roberts comprando un garabato de John Lennon. La gracia del asunto es que a veces salen objetos que han aparecido en alguna película, lo que le da un toque cinéfilo que agradecemos.

Si ya hemos adaptado Pesadilla en la cocina o El jefe, ¿a qué esperamos hacer una versión castiza en un Cash converters? Las miserias de l@s canis con la cara llena de percings dispuestos a empeñar su PlayStation para sacar unos verdes para tatuarse el nombre de su cari en la nalga izquierda, promete risas aseguradas. Ahí lo dejo para una productora avispada.

viernes, noviembre 15, 2013

Las Vegas 500 millones

Las Vegas 500 millones Jack Palance

En 2001 se estrenaba con mucho bombo y platillo Ocean's eleven de Soderbergh, remake de La cuadrilla de los 11 de los años 60. El film original era un rollazo insoportable que solamente se hizo para que el Rat Pack se montara sus fiestas y vicios entre toma y toma. Por suerte la versión del siglo XXI era todo lo contrario, entretenida hasta decir basta.

Lo que ya no es tan conocido es que el remake bebía más de un film no demasiado conocido como es Las Vegas 500 millones que del film protagonizado por Sinatra y compañía.

Las Vegas 500 millones Jack Palance

El film trata de como el dinero de Las Vegas es trasladado hasta los bancos de San Francisco por un empresa que tiene un sistema casi infalible basado en computadoras y un camión blindado a prueba de atracos. Esto no es impedimento para que un grupo de ladrones acabe trazando un plan capaz de hacer desaparecer el camión en medio del desierto sin que nadie sepa qué ha sido de él. Ni siquiera la compañía aseguradora que ha mandado a uno de sus empleados a realizar las debidas pesquisas.

Las Vegas 500 millones Jack Palance

Dirigida por Antonio Asasi, que luego dirigiría El perro, que luego tendría una versión de la Fantastic Factory con Rottweiler. Y, como es habitual en estas coproducciones europeas, un cast con caras conocidas pero no demasiado: Gary Lockwood (un par de años antes había aparecido en el piloto de La conquista del espacio, también conocida como Star Trek y era el prota de 2001 Una odisea en el espacio), Elke Sommer (El diablo se lleva los muertos), Lee J. Cobb (El exorcista), Daniel Martín (Los Tarantos, Por un puñado de dólares) y Jack Palance (Batman, Tango y Cash).

La película es la clásica coproducción de la época (en este caso entre España, Francia, Italia y Alemania) en la que ruedan durante pocos días en Las Vegas y la mayoría de la producción se instaló en España, aprovechando zonas desérticas para hacerlas pasar por la capital del pecado. Todo eso, claro está, para abaratar costes al máximo. Luego, enmarcando la producción en el maravilloso género del eurocrime, tan en voga por aquellos años, donde se tiraba mucho de actor norteamericano de segunda fila para darle más caché al producto. Y si no que se lo digan a John Phillip Law, Henry Silva, Fred Williamson, John Saxon... que se pusieron las botas.

Las Vegas 500 millones Jack Palance

Como suele pasar en films de hace tanto tiempo, el tema tecnológico puede acabar chirriando, sobre todo cuando quieren ser demasiado "futuristas". El camión blindado con el que nos topamos parece simplemente una caravana familiar tuneada, pero no molesta en exceso. En cambio, hay elementos casi proféticos, como esas videoconferencias con las que se comunican algunos personajes o las contraseñas que generan esas antiguas "computadoras".

Más allá de esto tenemos la clásica película de grandes robos que hará las delicias de sus fans. Aunque, todo hay que decirlo, se echará de menos el cliché de la preparación del robo, pero ahí seguirán los clásicos conflictos entre los miembros de la banda, que el "malo" es el pobre pichón al que han robado, el investigador de turno o la rubia que juega a varias bandas.

Las Vegas 500 millones Jack Palance

Curioso que esta película no la recuerda nadie hoy en día y que en 1968, en el momento de su estreno, en nuestro país tuvo mucho más éxito en cine que Bullit o El planeta de los simios, que fueron grandes éxitos en ese 1968.
Una cinta obligada para los que gusten de las películas de estética sesentera auténtica, con una banda sonora de Georges Garvarentz brutal y que tiene muchos ramalazos de Morricone, concretamente de Diabolik, que, casualmente, también es de ese año. E igual no es tanta casualidad cuando vemos las similitudes entre los dos carteles, aunque claro, detrás estaba Frank McCarthy.

martes, noviembre 12, 2013

El chico de oro

El chico de oro, Eddie Murphy

Los años 80 fueron unos años locos. Muuuu locos.
Si bien la década anterior apareció una nueva generación de directores (Spielberg, Lucas, De Palma, Scorsese, Coppola,  Friendkin...) que revolucionaron los estudios. Los mega éxitos de Tiburón o Star wars les permitió tomar el control de la industria hollywoodense y hacer y deshacer a su antojo. Pero los mandamases de los grandes estudios no perdonan ni una y simplemente esperaron a los traspiés de esa nueva hornada de cachorros.

viernes, noviembre 08, 2013

Clásicos Keaton: Clear History

Clear History, Larry David, Michael Keaton, HBO

Hablar de Larry David es hacerlo inevitablemente de Seinfeld. Él fue productor y guionista de la afamada serie, y no solo eso, su carácter, manías, y fobias varias fueron exorcizadas en el personaje de George Constanza (Jason Alexander).

martes, noviembre 05, 2013

Sé quién me mató

Sé quién me mató Lindsay Lohan

Recuerdo que allá por principios de 2007 se habló bastante de esta peli en los círculos de fans de Twin Peaks. Básicamente por las referencias que parecía tener con la serie de Lynch & Frost. Y el primer contacto era a lo grande, con la rosa azul del cartel que remitía directamente a la que aparecía en Fuego camina conmigo.

 
Luego, cuando se estrenó, lo único que se decía de ella era que era mala a rabiar. Y ahí se quedó congelada por el tiempo. Es más, aquí salió directamente a DVD, y eso que estábamos en pleno auge de los desvaríos varios de Lindsay Lohan, que, entre cura de desintoxicación y cura de desintoxicación, intentaba hacer películas que la alejaran de su etiqueta de chica Disney.

Sé quién me mató Lindsay Lohan

En un pequeño e idílico pueblecito americano ronda un psicópata que secuestra a chicas, las tortura y las mata. Aubrey, una de las chicas más prometedoras de la escuela, es secuestrada por el psicópata. Finalmente es encontrada con vida, pero cuando despierta en el hospital dice no ser la chica secuestrada pese a que las dos son idénticas.
Policía y médicos acaban pensando que está amnésica, pero ella jura y perjura que se trata de una striper.

Sé quién me mató Lindsay Lohan

No hay duda que los responsables han tenido muy en cuenta Twin Peaks: hay muchas lechuzas, la protagonista parece que no es la alumna modelo que aparenta, además de llamarse Aubrey, que fonéticamente se parece mucho a Audrey (Horne); la escena en la clase donde le comunican a la profesora que han encontrado a una chica muerta es calcada a cuando se da a conocer la muerte de Laura Palmer en el instituto.

Además de contar en el reparto con Julia Ormond y Bonnie Aarons, que habían coincidido con David Lynch en Inland Empire y que ese mismo 2007 salió en Surveillance (Vigilancia) de Jennifer Lynch, que años atrás realizó Mi obsesión por Helena, donde el tema de los amputamientos tiene mucha relación con Sé quién me mató.

Sé quién me mató Lindsay Lohan

Dirige el cotarro Chris Sivertson, tipo afincado al thriller, con algún making of en su filmo como el de La masacre de toolbox de Tobe Hopper, y que ahora está moviendo en festivales su último film, All cheerleaders die, firmada a medias con su colega Luke McKee.
En el reparto Julia Ormond, Neal McDonough (Minority report, Capitán América) y, por supuesto, Lindsay Lohan, que acapara la mayoría de planos del film. Y produciendo Frank Mancuso Jr., que se encargó de un montón de pelis de la saga Viernes 13 y Cool world.

Sé quién me mató Lindsay Lohan

Sé quién me mató es de esas películas que, una vez vista, da lo suficiente para seguir dándole vueltas y acabar de atar cabos. Y ahí te das cuenta que sí, que es totalmente fallida y que tiene demasiadas expectativas para lo que acaba ofreciendo, pero que, pese a todo, ahí habían mimbres para sacar no un gran éxito comercial, pero sí una peli de culto a lo Donnie Darko. Lástima que luego se quede en terrenos pantanosos de telefilm. Con un aspecto visual muy cuidado, eso sí. Y es que la edición digital hace maravillas.

jueves, octubre 31, 2013

La noche del baile de medianoche

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Rimbombante título para una cinta que dormitaba en los estantes de los videoclubs en una carátula molona como ella sola. Aunque también es entendible que a más de uno le tirara para atrás.

Y es precisamente esa carátula lo que me llamó la atención en su día. Y la cosa es que la disfruté, tanto como para repetir, como mínimo otra vez y soltar de nuevo las cien pesetillas que costaba el alquiler. Peeero el tiempo no pasa en balde y ha hecho mella en la cinta.

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Típica town norteamericana que parece anclada en los 50. Se acerca una fiesta tan señalada para la cultura yankee como es Halloween y un grupo de jóvenes se lo monta para robar unos disfraces del museo local para petarlo en la fiesta de la chavalada. Con la casualidad que uno de estos trajes fue de una bruja que era antepasada de una de las chicas del grupo, al igual que un pergamino que encuentran. Entre broma y broma acabarán desatando un maleficio y despertando a los muertos del cementerio.

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

La película empieza tan bien como bizarra, con el clásico paperboy que se tunea una bici para que haga ruido y se pilla la mano. Esta escena está realmente muy fuera del tono del resto del film, tiene cierto puntito malsano que parece que vayamos a ver algo muy diferente de lo que realmente sigue.
Y es que La noche del baile de medianoche es un producto totalmente naif, ingenuo, algo para que toda la familia pueda ver y nadie lo pase mal ni por asomo. Porque lo que aquí nos vendieron con una peli no era más que un telefilm para televisión (aquí con distribución de mi odiada Recordvision).

Un telefilm lleno de absuridades como ¿por qué la animadora sale muy guapita y no con aspecto de zombi?, ¿qué pinta por ahí un hombre lobo?, ¿la bruja también es vampira? Pero todo esto da igual, aquí no se trataba de facturar ninguna maravilla de terror con esas gotitas de humor tan de los 80, aquí había que sacar un producto para que los americanos pudieran poner sus posaderas delante de la pequeña pantalla a mediados de los 80 en la noche de Halloween. Todo valía con tal de llegar a los 90 minutos de rigor, incluso  ese número musical que se marcan parece más por rellenar metraje que  ser un guiño al Thriller de Michael Jackson, que ya quedaba algo lejos.

 La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Pero no por todos estos desbarajustes vamos a tirar la cinta a la basura, porque elementos positivos tenemos. Sin ir más lejos, los maquillajes son geniales. Si no hemos visto la película y simplemente vemos alguna foto nada nos hará pensar que estamos delante de un producto para todos los públicos. El despertar de los zombies debió aterrar a muchos infantes de la época, y nada tiene que envidiar a lo pudiese parir Romero o alguna de la saga de El regreso de los muertos vivientes. Eso sí, ¿a qué viene tanta explosión cuando los zombies salen de sus tumbas?

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Muchas caras conocidas en este telefilm: Lee Montgomery (el prota de Ben, aquella peli de ratas asesinas que luego se remakeó como Willard con Crispin Glover), LeVar Burton (el Geordi La Forge de Star Trek), Peter DeLuise (hijo de Dom y visto en las series Jóvenes policias y Stargate), Dedee Pfeiffer (hermana de Michelle y vista en Vamp o House III), Kevin McCarthy (todo un ilustre del fantástico y recurrente en la filmografía de Joe Dante), el eterno Dick Van Patten, Kurtwood Smith (uno de los malos de Robocop) y una mini aparición de cómico Mark Blankfield (Jekyll y Hyde hasta que la risa les separe, Frankestein Hospital general), además de una de las primeras apariciones de Macaulay Culkin, aunque es casi un visto y no visto.

La noche del baile de medianoche (The Midnight Hour)

Dirigida por Jack Bender, tipo que empezó como actor en series y en algún que otro producto Disney (Te veo y no te veo, Un ejecutivo muy mono) para acabar como realizador afincado a la caja tonta y que solamente cuenta con un film puramente de cine, ni más ni menos que Muñeco diabólico 3... pobre hombre. Por lo demás mucho telefilm como el aquí comentado, episodios sueltos en series (Con ocho basta, Doctor en Alaska, Carnivàle, Los Soprano, La cúpula...) y acabando como productor de la factoría de J. J. Abrams con Alias, Perdidos o Alcatraz

La noche del baile de medianoche no pasará a la historia del género fantástico y muchos menos del terror, pero es una buena opción para que los que anhelan los aromas y texturas ochenteras le den un tiento. Eso sí, manténgase lejos de los más jóvenes, no sea que se piensen que es una de las basuras del Disney Channel. 

lunes, octubre 28, 2013

El triángulo diabólico de las Bermudas


El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona

René Cardona Jr. es la versión mala de su padre, y eso que éste tiene boñigas para parar un tren. ¿Alguién dijo sus tropecientas películas de Santo o Blue Demond? Pues eso.
 
Pero para Cardona hijo eso no era un impedimento para cultivar una filmografía en su México lindo trufada de explotaciones de cualquier éxito del momento. Si había un Tiburón él tenía Tintorera; a la moda de películas de catástrofes el respondía con Ciclón; con el éxito de Indiana Jones se marcaba un El tesoro de la selva perdida; al King Kong de De Laurentiis le contestaba con El rey de los gorilas... y así sin parar.

El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona

Es curioso que en los 70 y 80 todo el rollo del triángulo de las Bermudas diera para escribir tanto y el mundillo de lo paranormal dio buena cuenta de ello. Después, parece que el tema no daba más de sí y pasó a un segundísimo plano.

Pero volvamos a los 70. A mitad de esta década apareció un libro titulado El triángulo de las Bermudas, todo un best seller que vendió más de 20 millones de ejemplares, donde se recogían diferentes casos de embarcaciones y aviones que habían desaparecido en la zona. El autor de la obra fue Charles Berlitz, un experto en sacar libros de fenómenos paranormales, también autor del libro en la que se inspiró El experimento Philadelphia, cult movie producida por Carpenter en los 80.

 El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona


La cuestión es que el libro fue el auténtico impulsor de la leyenda negra de esta región geográfica, que si bien adquirió esa fama de zona donde embarcaciones y aviones desaparecían misteriosamente sobre los años 50, no tenía su leyenda negra hasta la publicación del libro.


Su éxito hizo que Cardona perdiese el culo para aprovechar el tirón y apuntarse al carro. Todo ello para parir otro de sus (muchos) subproductos: planos inclinados para dar sensación de estar en un barco, aunque el movimiento es bien escaso, actores que habían vivido tiempos mejores, tempo lento, una duración cercana a las dos horazas y una historia tan farragosa como inexistente.

 El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona


Si bien el cartel tiraba por el mismo diseño de las películas catastrofistas de la época, con las fotos en pequeño de todo su star system en la parte inferior, la cosa quedaba muy modesta cuando nos encontrábamos a un John Huston cuando aceptaba casi cualquier papel, el barbitas de Hugo Stiglitz (un habitual de la filmografía de Cardona Jr. recordado por el fandom por La invasión de los zombies atómicos), Gloria Guida (habitual del cine de despelote italiano de los 70), otra vieja gloria como Marina Vlady (Campanadas a medianoche), la ex chica Bond Claudine Auger (Operación Trueno), y Miguel Ángel Fuentes, que en el cartel aparece con la errata de Carlos Heast, un habitual en pelis de Hollywood haciendo de nativo inca o malo grandullón como pudimos comprobar en El hombre puma, El equipo A, Cavernícola, Justicia salvaje con Charles Bronson o El templo del oro con Chuck Norris.

También corre por ahí Rene Cardona III, demostrando que cada nueva generación de la estirpe Cardona es más infecta que la anterior.

El triángulo diabólico de las Bermudas Cardona

En el fondo usar el libro como base para una película tenía poca lógica, ya que este no era más que una recopilación (manipulada) de supuestos casos de desapariciones en la zona, más bien todo era una estratagema comercial para poder vender esta coproducción italo-mejicana y aprovecharse del éxito del libro.
La historia da para poco: un grupo de personas pasan con su barco por la fatídica zona, a partir de ahí muertes misteriosas, brújulas y radios que no funcionan y la incapacidad para volver a casa.
Cardona hijo siguió rodando productos de bajo presupuesto, lo que no fue óbice para convertirse en uno de los realizadores más conocidos de su país. Ya en los 90 acabó rodando películas para lucimiento de algún grupo juvenil de moda en la época y una serie de films de corte "humorístico" llamada La risa en vacaciones, para traspasar nuestra dimensión en 2003.

miércoles, octubre 16, 2013

El ogro

el ogro, lamberto bava, demons 3

Si a Mario Bava se le tiene en un pedestal, a su hijo, Lamberto, le han dado más hostias que a un feligrés. Aunque, como es habitual en estos casos, por la eterna comparación de padre e hijo, en la que el director de Diabolik gana por goleada. 

Aun y así Lamberto pronto dejó los terrores más ambientales (Trauma) para desmarcarse al género más truculento, donde sang i fetge predominaban. Y no por casualidad su díptico Demons sería su obra más conocida. Aunque luego él solito le buscara las cosquillas al respetable al perpetrar un innecesario remake de La máscara del demonio de corte telefilmesco. 


el ogro, lamberto bava, demons 3

Y es que en la época trabajó mucho para la televisión italiana. Uno de estos proyectos fue Brivido Giallo, cuatro telefilms independientes de 90 minutos de género fantástico. Alguno de ellos aterrizó en estas tierras directamente en nuestro sistema magnetoscopio. 

Era El ogro, donde en italiana también se le conoce como Demoni 3, por aquello de emparentarla con Demons. Recordemos que a La secta de Soavi también llegaron a titularla como Demons 4, y esta sí que tenía más sentido,  ya que la primera intención era hacer otra nueva entrega de Demons pero el guión acabó yendo por otros caminos.


el ogro, lamberto bava, demons 3

Lo cierto es que El ogro empieza bastante bien con una secuencia donde una niña vaga por unas lúgubres catacumbas y algo (intuimos que el ogro) le acosa. Pura atmósfera onírica que, incluso, daba para crear la imagen icónica del cartel. A partir de ahí cuesta abajo y sin frenos cuando nos enteramos que todo es una pesadilla de una niña que, muchos años después, ya de adulta, es una escritora norteamericana de éxito, casada y con un hijito bastante insoportable. Junto a su marido deciden pasar unas vacaciones en un viejo castillo en Italia, donde volverá a tener las extrañas pesadillas de su infancia. 

Da la sensación que el director intenta meter un par de guiños a Dario Argento, que le había producido Demons unos años antes. Uno con un viejete estrafalario llamado Dario y el otro con la escena del pequeño embalse recuerda a la de la habitación inundada de Inferno


el ogro, lamberto bava, demons 3

Aunque lo que más llama la atención son los muchos paralelismos con El resplandor: escritores que se aislan de todo en un castillo/hotel, la madre y el hijo perseguidos por el malo, el momento quita nieves/todo terreno, las visiones... 
Bava está muy contenido con el elemento hemoglobina, incluso su ogro parece un cruce entre sus demons y un zombi, con cierto ramalazo de los orcos de Peter Jackson. 

Pero al final todo ello es marcado por su condición de producto directo para tv, donde seguramente le cortaron las alas a la hora de meterle truculencia al asunto. El propio Bava nunca vio demasiado futuro al guión y le parecía demasiado insustancial para llevarlo al cine. El ogro no deja de ser eso, un telefilm con ciertas ideas interesantes, con un par de secuencias oníricas muy logradas (sobre todo el principio) que se ayudan de una muy buena banda sonora del siempre extraordinario Simon Burwell (Aquarius), pero que al final acaba convirtiéndose en repetitiva, con muchas cosas que ya hemos visto en otros sitios.


martes, octubre 08, 2013

Rottweiler

Rottweiler poster

No me gustan las películas de animales, ya sean rollo Scottex a lo Disney o de animales cabrones y asesinos. Es por eso que si había un film de la Fantastic Factory que me atraía poco o nada era Rottweiler.

Basada en El perro, una de las muchas obras de Vázquez Figueroa, nos topamos con Dante, un preso que consigue escapar de un campo de prisioneros del sur de la Península. Durante su fuga es perseguido por un vigilante y su perro. Pronto le darán caza, pero Dante consigue liquidar al vigilante, no sin que antes este dé ordenes al can que busque y acabe con el recluso.

Rottweiler Brian Yuzna

La cosa no empieza excesivamente mal con unos títulos de créditos a base de música electrónica, muy del estilo Corre, Lola, corre, pero la cosa se desmorona rápidamente. Con actores que, hasta cierto punto, dan la talla, como es el caso del siempre competente Lluís Homar, el no siempre tan competente Jacinto Molina. Aunque la palma se la lleva el protagonista, William Miller, malo malo.
También corre por ahí Irene Montalà (la recordaremos como la felatriz de Fausto 5.0, aunque los catalanes no sonará más de Poble Nou) e Ivana Baquero poco antes de hacer El laberinto del fauno.

El diseño del perro, con esa mitad de la cara rollo cyborg, esta sacado/plagiado/copiado (elíjase la opción preferida) de El mejor amigo del hombre, una serie B de los primeros 90 con Lance Henriksen y Ally Sheedy (El club de los cinco, Cortocircuito) y dirigida por John Lafia, guionista del primer Muñeco diabólico y director de la secuela. Evidentemente este film copiaba a su vez una de las imágenes icónicas de Terminator. Aunque tampoco habría que dejar pasar como posible referencia a Zoltan, el perro de Drácula.
La cosa es que tenemos unos efectos chirriantes, que delatan rápido cuando el animal es real o un animatrónic. Y de los digitales... mejor lo dejamos estar.

Rottweiler Brian Yuzna

Al igual que el relato, le quieren dar cierto aire futurista, de ese futurismo más tangible, no el de naves voladoras y trajes plateados. Y la cosa por momentos aguanta, aunque los que conocemos la zona le vemos el truco de las famosas chimeneas de la central térmica de Sant Adrià (revisionemos Apocalipsis caníbal) y a la zona montañosa de Montserrat. Pero que tampoco hay para tanto, que el grueso del film es en medio de la montaña y ahí no pinta ni para el rollo post nuclear.

Rottweiler Brian Yuzna

Lo que ya no consiguen mantener es el enfrentamiento entre el reo y el perro. Figueroa le da al relato original un aire dramático más allá de la persecución, y consigue que la rivalidad entre los dos llegue a transformarse en admiración entre rivales.

Por lo demás, de lo peor del tándem Fantastic-Yuzna. Hecha con poquitas ganas, efectos cutres y momentos chorra. Existe una versión anterior que data de finales de los 70, protagonizada por Jason Miller, el padre Karras de El exorcista, de la que se suele hablar bien y tiene cierto culto. Se nota que Yuzna no andaba por ahí.

martes, octubre 01, 2013

Sweet home

Sweet home movie

Si uno piensa en Capcom, gente encerrada en una mansión, puzles y survival horror es normal que nos venga rápidamente a la cabeza Resident Evil, pero las cosas no van por ahí y tendremos que retroceder en el tiempo unos cuantos años. Concretamente hasta finales de los 80.