martes, febrero 19, 2013

El fin del mundo en 35 milímetros

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Que John Carpenter está semi retirado es un hecho. Su filmografía en este nuevo milenio se reduce a la estimable Fantasmas de Marte (2001) y la no tan estimable Encerrada (2010). Entre medio se encargó de dos capítulos de Masters of horror, aquella serie de mediometrajes (ya que su duración no sobrepasaba los 60 minutos por los pelos) capitaneada por el mecenas Mick Garris que, como reza el título, estaba enmarcada en el género de terror y contaba en su filas con directores del renombre de Argento, Dante, Landis, Stuart Gordon, Tobe Hooper o Coscarelli.


Fue precisamente nuestro hombre, Carpenter, el que parió uno de los mejores capítulos (si no el mejor) llamado El fin del mundo en 35 milímetros o, en el mucho más acertado título original, Cigarette burns. 

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Un tipo que regenta un cine de reposiciones recibe un encargo de un millonetis que colecciona películas: encontrar una copia de una película llamada Le fine absolue du monde, de la que solamente se tiene constancia de un pase en el festival de Sitges en los 70. Durante su proyección el público asistente se volvió loco y se descuartizaron entre ellos. Nuestro protagonista accede despues de recibir pruebas irrefutables de su existencia y de la promesa de una cuantiosa suma de dinero. Justo la necesaria para pagar la deuda que tiene con su ex suegro por la compra del cine.

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Como podemos ver, el argumento puede recordarnos a otro film del director: En la boca del miedo. Aunque en aquella ocasión al bueno de Sam Neill le encargaban buscar un libro, pero su descensos al infierno de la locura son los mismos que les espera al protagonista de Cigarette burns. 

En este caso el protagonista encargado de buscar el film maldito de Hans Backovic es Norman Reedus, que lo recordaremos por las dos pelis de Los elegidos o Blade II. También corren por ahí Udo Kier (Suspiria, La sombra del vampiro y doscientas pelis más) y Chris Gauthier (el gordito de Harper's Island o el Smee de Érase una vez).


El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns 

El inicio del film (o mediometraje) es totalmente fascinante. Todo lo que rodea a la película maldita nos produce más interés, sobre todo después que el millonario le muestre al protagonista la prueba definitiva que el film no es una leyenda urbana y existe realmente. Esa prueba no es más que uno de los actores que aparecen en él, el cual, lamentablemente, en la edición del Dvd nos destripan esta sorpresa en la carátula (y en el trailer). Por lo menos en la americana quedaba algo más disimulado con la imagen tan tratada, en cambio, en la patria de Manga, era bastante más descarado.

El fin del mundo en 35 milímetros, Cigarette burns

Los amantes de la sangre y las vísceras se lo pasarán teta en el último tramo, todo un festival gore para los sentidos. Además, la mayoría de ellos a base de casquería, sangre falsa y maniquís, como a la vieja usanza. Hay alguna cosilla digital pero que es tan mínima que si no te lo dicen ni te enteras. Todo ello por obra y gracia del gran Greg Nicotero.


El mayor handicap de Cigarette burns es, a la vez, una de sus muchas cualidades. Y es que nos topamos con un ritmazo que hace que no nos podamos aburrir en ningún momento. Lamentablemente esto viene dado por su corta duración y las muchas cosas que tiene que contar. Sin duda nos encontramos con una historia que merecía un formato de largo, ya que, al final, nos queda una sensación que han finiquitado el último tramo de forma demasiado apresurada. 
Pero eso no es más que un puntillismo. Ya le gustaría a muchos tener un problema de que nos sepa a poco.

viernes, febrero 08, 2013

Admiradora secreta

Admiradora secreta, C. Thomas Howell, Lori Loughlin

Esta peli era un clásico en mis tardes veraniegas de finales de los 80, y desde entonces que no la volvía a ver, con lo que apenas recordaba mucho más allá del grueso del argumento. Así que cuando uno se dispone a recuperar, después de más de 20 años, un clásico de la prepubertad piensa: "Malo. Decepción al canto". Y, por una vez y sin servir de precedente, no ha sido el caso.

martes, febrero 05, 2013

Punto límite: cero

Punto límite: cero

Punto límite: cero, o Vanishing point en su idioma original, es un film de culto. Pero no un culto desmesurado como puede tenerlo Blade Runner. Ni siquiera a un nivel más "especial" como el de The Rocky horror picture show. Evidentemente nos encontramos ante un film más modesto en lo que respecta al número de fans, porque no es un film fácil. Aquí no tenemos naves espaciales, personajes deliveradamente freaks y ni siquiera es un film que sea demasiado divertido de ver en compañía.

jueves, enero 31, 2013

Hechizo letal

Hechizo letal, Cast a Deadly Spell, Fred Ward, David Warner

"Imagine Who framed Roger Rabbit? with witches and zombies instead of toons". Así rezaba una frase publicitaria, extraída de una reseña del Usa Today, en la carátula del VHS editado en USA. Hombre, compararla con la peli de Zemeckis se me hace excesivo, pero creo que tampoco es que fueran demasiado desencaminados.

Años 40, el ex policía y ahora detective privado Phillip Lovecraft malvive en su oficina, de la que debe varios alquileres. Para su suerte recibe un encargo bien pagado: recuperar un viejo libro que ha sido robado de la mansión de un millonario.

Hechizo letal, Cast a Deadly Spell, Fred Ward, David Warner

Hasta aquí nada nuevo bajo el sol, la clásica película del no menos clásico investigador privado que le da demasiado al alpiste y gusta de rodearse de fulanas. Pero si añadimos que el libro a recuperar es el necronomicón, que en el universo donde acontecen los hechos todo el mundo usa la magia y podemos encontrarnos gárgolas que cobran vida o gremlins en el motor del coche, la cosa cambia. Y mucho.

Con lo que lo que comentaban en el USA Today, comparándola con el film de Zemeckis, es un resumen bastante acertado de lo que nos vamos a encontrar en este telefilm. Sí, es un telefilm, pero por todo lo alto. 

Hechizo letal, Cast a Deadly Spell, Fred Ward, David Warner

Protagonizada por un tipo que mola mucho pero que nunca ha conseguido dar el salto más allá de la serie B, Fred Ward, que nos será más conocido por Temblores, Remo desarmado y peligroso, La presa o el Rocco de la tercera entrega de Agárralo como puedas.
Además le acompañan un par de caras conocidas en el fantástico como son David Warner (el Jack el destripador de Los pasajeros del tiempo o el malo del Tron original) y Clancy Brown (el malo de Los inmortales o uno de los sargentos de Starship troopers). A eso hay que añadirle a una primeriza Julianne Moore como la chica de la peli. Si en ¿Quién engañó a Roger Rabbit? teníamos a una pelirroja como Jessica Rabbit a lo femme fatale, aquí el turno es para Moore.

Producida por Gale Anne Hurd, ex mujer de Brian De Palma y James Cameron, además de ser haber producido la saga Terminator, las pelis de Hulk o la serie The walking dead. Y dirigida por... atención, redoble de tambor...¡Martin Campbell! Justo antes de dar el salto a las grandes producciones con Goldeneye, las dos pelis del Zorro de Antonio Banderas, el renacer de 007 con Casino Royale y el descalabro de Linterna verde.

Hechizo letal, Cast a Deadly Spell, Fred Ward, David Warner

El telefilm, es un continuo homenaje a H. P. Lovercraft, no es que esté basado en su mundo u obra, pero sí que durante todo el metraje hay guiños a ella y a la literatura fantástica en general. Por ejemplo: el bar del malo se llama Dunwich, aparece el necronomicón, hay un agente de policía que se llama Bradbury y, por supuesto, el protagonista se llama Harry Philip Lovecraft.

El telefilm está producido ni más ni menos que por la HBO, que por la época tocaba bastante el fantástico, pariendo cosas como Una pandilla alucinante, las series Historias de la cripta y Hotel room de Lynch o Peligrosamente unidos.

Hechizo letal, Cast a Deadly Spell, Fred Ward, David Warner

Hechizo letal es un telefilm muy poco recordado y/o conocido, pero los amigos del fantástico lo van a disfrutar. Hay mucho efecto artesano, los monstruitos son muñecos, maquillaje y látex como la buena época.
Además de ser una parodia divertidísima del cine de investigadores privados, con todos sus latiguillos: la voz en off del protagonista, la femme fatale del club, el antiguo amigo ahora mafiosillo, la casera del prota que no para de exigirle que pague el alquiler... todos, están absolútamente todos.

Hechizo letal, Cast a Deadly Spell, Fred Ward, David Warner, Caza de brujas
Tres años después, ya en 1994, se facturó una segunda parte bajo el nombre de Caza de brujas (Witch hunt). Eso sí, con todo el equipo nuevo. El personaje del investigador Lovercraft es aquí interpretado por Dennis Hopper, secundado por Penelope Ann Miller y Juliand Sands; además de contar con, el siempre unido a Lynch, Angelo Badalamenti. También contamos en la dirección con un clásico, Paul Schrader, guionista de Taxi Driver, Toro salvaje y Hardcore. Un mundo oculto, la cual también dirigió.
Aquí la cosa va de Hopper investigando un caso de asesinato mientras, paralelamente, un senador quiere prohibir la magia.
En esta secuela la cosa les quedó mucho más flojita, usando esa "caza de brujas" como alegoría del comunismo, que podría haber sido de interés pero la inspiración del equipo del telefilm no estaría muy allá a tenor de los resultados.

martes, enero 29, 2013

Mordiscos peligrosos

Mordiscos peligrosos Jim Carrey

Si hay una época dorada del cine fantástico son los años 50. Aunque, eso sí, todo serie B y Z. Cine de señores disfrazados, transformaciones a base de fundidos y mucha ingenuidad. Claro, luego llegó aquella época en la que hubo un montón de producciones que pretendían homenajeara esos (sub)productos, pero equivocando totalmente el concepto. Mucha producción con el toque cuidado-descuidado, es decir, que había/hay mucho empeño en hacerlo mal y que cuanto más cutre quede todo, mucho mejor. Aquellas películas cincuenteras no tenían ese pestazo naif y la parquedad de medios porque sí, simplemente no tenían un chavo que gastarse y la tecnología para los efectos especiales no daba para más.

jueves, enero 24, 2013

Space raiders (Invasores del espacio)

Space raiders (Invasores del espacio)

De Roger Corman se ha hablado y se hablará largo y tendido. Personalmente no es, precisamente, santo de mi devoción. No por su estratagemas de ganar dinero al menor coste, aunque para eso reutilice infinitamente secuencia de sus innumerables producciones, si no porque, en general, sus producciones suelen ser tirando a malas siendo generosos.
Por eso cuando te sientas a ver una producción suya con el título de Space raiders ya te hueles la enésima producción que intenta engancharse a la estela de las aventuras espaciales dejada por Star Wars y con el añadido de Indiana Jones.

martes, enero 22, 2013

Spiderman (El hombre araña)

Spiderman (El hombre araña), Nicholas Hammond

Aunque pueda parecer lo contrario, esta archiconocida versión televisiva no sería la primera vez que veríamos al hombre araña cobrar vida. En 1974 los americanos pudieron "disfrutar" de Spidey Super Stories, una especie de Barrio Sésamo pero cambiando a Espinete por Spiderman. Aparte de ser un programa meramente infantil no había nada del universo de nuestro amigo arácnido, ni los malos, ni el resto de los personajes y ni siquiera Peter Parker. Hay que comentar que intentaron darle cierta estética de cómic, hasta tal punto que Spiderman no hablaba, si no que aparecían unos bocadillos con su texto. En resumen, una simple explotación del personaje.


Fue en 1977 cuando apareció esta serie del hombre araña protagonizada por uno de los niños de Sonrisas y lágrimas, un Nicholas Hammond (que luego fue el modelo para el Peter Parker de la versión de la serie de dibujos de los 90) mucho más crecidito. Tanto que hace falta imaginación para verlo como un universitario cuando estaba rozando las 30 primaveras.

Spiderman (El hombre araña), Nicholas Hammond

La serie tiene poquito del universo del cómic. Tenemos a Spiderman, a Peter Parker, a tía May (en un par de episodios), a J. J. Jameson y ya. Ahí se acabó todo. Con lo que si quitamos todo el resto del universo Spidey, ¿qué nos queda? Pues una serie puramente setentera de estilo policíaco que en lugar del trepa muros podría estar perfectamente protagonizada por Starsky y Hutch.

Lo bueno de la serie es que a la falta de dinero se le añadía la falta de una tecnología para hacer una buena adaptación, con lo que tenemos una serie tremendamente realista. Todo esto que nos está vendiendo el listo de Nolan con sus Batman ya lo habían inventado 30 años antes los de la Columbia.
Con un defecto: respetaron totalmente el diseño del traje, con lo que ver a un señor corriendo por la calle en mallas rojas y azules queda ridículo. No tanto por el traje en sí, si no porque el resto de elementos a su alrededor son "demasiado normales". 

Esto del traje tiene su miga, porque, al igual que en la versión de Sam Raimi, simplemente aparece. Nunca vemos como lo diseña o lo fabrica. Simplemente vemos como se lo pone y punto. No hay más explicación. Está claro que no es tan sangrante como en la peli de 2002, que pasaba de llevar un chándal y un pasamontañas cuando se gana unos billetes en la lucha libre, y de repente, sin saber de donde lo ha sacado, lo vemos surcando los cielos con un supertraje de última tecnología.
Vale que en esta versión televisiva lleva unas mallas muy básicas, pero es que esa cutrez más de uno no sabríamos hacerla.
Por lo menos en la última película se lo curraron un poco más y vemos como se lo monta a partir de unos trajes de neopreno o algo así, que se ha comprado por internet. Igual que en Kick ass, vamos.

Spiderman (El hombre araña), Nicholas Hammond

La serie, que se emitía de forma no regular, además de tener solamente dos temporadas bastante cortas, 14 capítulos en total, tenía buenos índices de audiencia. En cambio, los fans estaban que trinaban, ya que veían que la serie tenía poco del material original.
Sin duda todo hace pensar que los responsables creyeron que únicamente con la figura de Spiderman era más que suficiente para atraer a las audiencias.
Vale, de acuerdo, hacer que Spiderman se mueva entre los edificios de forma guay era imposible o personajes como el Duende Verde o Dr. Octopus podrían rozar lo patético, pero colocar a personajes más "reales" se podría haber hecho. No veo muy complicado hacerse con un Kingpin, un Kraven o hasta el Spidey con el traje negro. Por no comentar un recurso tan básico como era la voz en of del personaje. Sin duda nadie tenía demasiado interés en hacer una recreación en condiciones.

La CBS decidió no darle continuidad, no por falta de audiencia, sino que en la época también emitían la serie de El increíble Hulk y Wonderwoman, y el canal no quiso que se le catalogara como una televisión que solamente emitía seriales de personajes de cómic. Menuda chorrada.

Spiderman (El hombre araña), Nicholas Hammond
 Efectos especiales de la escuela Supersonic Man

Precisamente un año después, Toei Animation llegó a un acuerdo con Marvel por algunos de sus personajes como los del cómics La tumba de Drácula (de la que luego se hizo un largo animado) o de nuestro amigo Spidey.
De esta serie se llegaron a rodar 41 capítulos de media hora donde Peter Parker da paso a un tal Takuya Yamashiro, un tío que va en moto que un buen día se encuentra estrellada una nave extraterrestre procedente del planeta Spider, de la que surge el último guerrero de su especie. Este le pasa su sangre a Takuya, transfiriéndole un montón de poderes.

La serie pasa totalmente del cómic. Aquí no hay Peter Parker, MJ, Duende verde, ni nada de nada. En cambio, nos encontramos todos los elementos de las series japonesas estilo Ultramán: robots gigantes, malos cibernéticos, mogollón de malos clónicos estilo los masillas y un sinfín de maquetas.

Spiderman (El hombre araña), Nicholas Hammond
 Tías en bikini y tíos en pijama. ¿Qué más se puede pedir?

Volviendo a la serie americana. Por estos lares no se emitió, pero si nos llegaron algunos episodios alargados que se estrenaron por todo lo alto en los cines. El primero en llegar fue el episodio piloto en verano de 1978. La cosa iba de una especie de secta que lavaba el cerebro a sus fieles, dejándoles en un estado de hipnosis. Todo ello para chantajear a la ciudad y obligarles a pagar un rescate para evitar la muerte de los pobres a los que les han comido el coco. 
Aquí ya teníamos las cartas sobre la mesa y veíamos por donde iban los tiros: la serie es totalmente blanca, aquí no muere nadie y las peleas son de una poca violencia y unas pocas ganas que parece que se repartan caricias. Todo eso con cámara acelerada, of course. La música a ratos parece la banda sonora de rocky y a ratos de una peli porno, mientras todo tiene una estética setentera bastante poco cuidada repleta de zooms.
Los efectos son tercermundistas (recordemos que ya se había estrenado Star Wars) con el momento más vergonzoso en el que Spidey se dedica a probar sus nuevos poderes escalando la fachada de su casa en un apestoso croma.
En nuestra taquilla no le fue nada mal, llegando a recaudar más de 800 mil euros.
Spiderman (El hombre araña), Nicholas Hammond

Spiderman (El hombre araña), Nicholas HammondSpider-man 2. El hombre araña en acción.
Si consideramos el piloto como el capítulo 0, aquí tenemos un remontaje con el 1 y el 2. La cosa va de unos compañeros de clase de Parker roban plutonio de la universidad con la intención de demostrar lo fácil que es robarla. Pero los chavales (¿o debería decir treinteañeros?) acaban perdiendo el plutonio en favor de un delincuente que pretende hacer una bomba.
Aquí ya empiezan aparecer poderes como la posibilidad de visionar lo que pasa en otro lugar o lo que ha pasado en el futuro, pero en cambio repiten varios planos del piloto. La supuesta gran escena de Spidey enganchado a un helicóptero es bastante vergonzosa, pero nada comparable a su caída libre, de la que la que una foto corre por este post. La cosa seguía funcionando muy bien en nuestros cines, cosechando casi 700 mil euros

Spiderman (El hombre araña), Nicholas HammondSpider-man y el desafío del dragón.  Con los 2 últimos capítulos de la serie hicieron este remontaje que es más de lo mismo. O lo que es lo mismo, aburrimiento en nivel 100, lo que no ayuda demasiado a entender una trama tan rocambolesca como absurda. Si mezclamos chinitos de la suerte con escenas que se nota que las rodaron con todo el morro del mundo, plantando la cámara en medio de la calle y filmando mientras los chinos que pasaban por ahí se les quedan mirando nos podemos hacer una idea del tema. Aunque, por lo menos, le han cambiado los ojos estilo colador por unos con efecto espejo y me da la sensación que el traje está ligeramente mejorado en comparación al de los primeros episodios. En cuanto a los actores tenemos una minúscula aparición del todavía desconocido Ted Danson, que en el doblaje le han colocado una voz de viejales.
Aquí la cosa ya empezaba a oler y se quedó en 400 mil euros en los cines.


A principios de los 80, cuando ya hacía unos años que había dejado de emitirse la serie de La Masa, Bill Bixby, su protagonista y gran valedor, comenzó a mover sus contactos en Marvel para hacer un telefilm donde el hombre verde compartiese protagonista con el hombre araña, aprovechando su amistad con Hammond después de haber coincidido en Hombre rico, hombre pobre. A finales de 1983, después de sortear problemas legales entre Paramount y Universal, el proyecto tenía luz verde para rodarse con previsión de emitirse en primavera de 1984. En él íbamos a tener una historia escrita por Ron Satlof, el guionista habitual de la serie de Spiderman, y Stan Lee, donde veríamos al hombre araña con el traje negro. Todo pintaba maravilloso.
Pero la cosa se torció cuando Universal canceló el proyecto ya que Lou Ferrigno estaba en Italia con Luiggi Cozzi rodando El desafío de Hércules, y sin el culturista no estaban dispuestos a seguir adelante. El tema del crossover de Hulk quedó congelado hasta finales de los 80, cuando Bixby consiguió levantar un par de telefilms protagonizados por la Masa, El regreso del hombre increíble, El juicio del hombre increíble y La muerte del hombre increíble, donde en el primero se encontraba con Thor y en el segundo con Daredevil (interpretado por Rex Smith, protagonista de El halcón callejero).

viernes, enero 18, 2013

El americano

El americano George Clooney

Recuerdo perfectamente salir del cine después de ver El americano y todo el mundo sacando espuma por la boca: que si es aburrida, no tiene acción, el argumento no se entiende…
Seguramente esta decepción venía por culpa del cartel, bastante chanante, por otro lado. La imagen de Clooney corriendo pistola en mano daba a entender acción, disparos, muertes y persecuciones. Y, en el fondo, disparos, muertes y persecuciones sí daba, pero en muy pequeñas dosis. Entre un disparo y otro nos podíamos pasar tranquilamente 25 minutos contemplando a George tomarse un café, dando un paseo por un bosquecillo o fabricando un rifle.

martes, enero 15, 2013

Un dólar por los muertos

Un dólar por los muertos Emilio Estevez

Corría agosto del año 1991, un servidor con sus tiernos 11 añitos se presentó en un minúsculo pueblo de Almería a pasar una semana. Un pueblecito de aquellos diminutos, de casas bajas, donde la gente tenía las puertas abiertas sin temor a que les entrara nadie y todo el mundo se conocía.
Estar en Almería y no pasarse por Almería Hollywood, lugar donde dejaron la huella Leone, Eastwood, Hill and Spencer y un montón más, es pecado, así que ahí me personé una tarde.


Aquello, no podía ser de otra forma, era un terreno árido en el que se acomodaban unas pocas edificaciones de madera que habían tenido tiempos mejores y que poco les faltaba para caerse a pedazos. Uno podía darse un garbeo por la zona a su libre albedrío y meterse  dentro de los decorados. Visitar la oficina del shérif con su celda o el banco del pueblo con su gran caja fuerte era menester para cualquiera que hubiera disfrutado de los spaghetti western, pero cuando entrabas a estos locales lo único que encontrabas era el minimalismo más absoluto. Pero no por su vertiente estética, es que allí no quedaba absolutamente nada. Supongo que era un poco de todo: faltaba todo el atretzo porque allí ya no se rodaba nada y dejar a la intemperie los utensilios no tenía el menor sentido para un lugar de visita en el que, precisamente, no es que hubieran muchos visitantes.
Aparte de meterte en algunos decorados, a cada cierta hora, podías pasarte por el "saloon" y presenciar una pelea entre cowboys al estilo teatrillo, todo envuelto en fogueo, sillas que se rompían al rozarlas y botellas de cristal hechas de caramelo.

Un dólar por los muertos Emilio Estevez

Una cosa que me dejó totalmente loco era un señor que corría por el lugar, posiblemente desde hacía décadas y, quien sabe, igual hasta había compartido un whisky con Lee Van Cleef. El tipo no paraba de explicar historietas del lugar y, aquí llega lo bueno, que el género estaba a punto de resugir porque al año siguiente iban "hacer una serie de televisión ambientada en el oeste protagonizada por el hijo de Martin Sheen." Así. Tal cual lo cuento.

Yo no sé si ese señor se había tomado demasiados whiskys con Van Cleef, Aldo Sambrell o Frank Braña, si había oído campanas o se le había aparecido la Virgen María, pero lo que me quedó muy claro que Almería Hollywood era un dinosaurio habitado por personas ancladas en los años 60 y que esperaban como el maná el resurgimiento para poder volver a vivir otra época dorada.
Todo esto quedó magnificamente retratado por Álex de la Iglesia en 800 balas, peli más que fallida, pero que captó totalmente lo que se respiraba en esas tierra de cactus.

Un dólar por los muertos Emilio Estevez

Lo cierto es que aquel señor acabó acertando que esas tierras albergarían un western con el hijo de Martin Sheen, aunque, posiblemente, él se refiriese a Charlie, que estaba más de moda que Emilio, que, salvo excepciones, estaba más encaminado a la comedia (Procedimiento ilegal, El club de los cinco, Dos chalados y un fiambre).
Y fue precisamente con una de estas comedias, Con el arma a punto (un spoof de Arma letal de la factoría National Lampoon's), donde hizo migas con su guionista y director, Gene Quintano, director, actor, guionista, productor... un tío para todo, vamos. Aunque, seguramente, su labor como guionista es la más llamativa: Yendo hacia ti (Comin' at Ya!) (aquel western en 3D rodado en Spain, concretamente en los estudios Madrid 70, anteriormente estudios Daganzo, que eran propiedad de Juan Piquer Simón y que acabaron calcinados a mediados de los 80, y protagonizada por Tony Anthony, justamente productor de Un dólar por los muertos), El tesoro de las cuatro coronas, de las dos entregas de las aventuras de Allan Quatermain de la Cannon o Loca academia de policía 3, 4 y 5. Casi nada.

Un dólar por los muertos Emilio Estevez
 El doble en las escenas de acción de Emilio Estevez en plan Matrix

Un dólar por los muertos no engañaba a nadie. Se trataba de hacer un homenaje a los spaghetti western de antaño. Sin ir más lejos, la carátula de la edición yanki rezaba "An action packed tribute to Sergio Leone".
El que quiera ver todos los clichés del género los tiene aquí: el protagonista es un hombre sin nombre muy poco dado a la cháchara; acaba asociándose con un tullido, al que al principio odia y luego entabla amistad, en la búsqueda de un tesoro; tiene un trágico pasado... y así podría seguir hasta el infinito y más allá.

El film podría ser un correctísimo homenaje e, incluso, ser un buen euro western pero tiene un gran problema: Emilio Estevez.
Emilio y su cara pueril podían dar muy bien el tipo como Billy el niño en Arma joven, pero intentar que diera el pego como si fuese un Eastwood, Nero o Bronson... El chaparraete hijo de Martin Sheen dista mucho de ser un tío duro que se carga a 30 tíos con cuatro disparos como puede verse en el vídeo de los body count de abajo y, desde luego, la cara de pan que luce no le ayuda nada.

Un dólar por los muertos Emilio Estevez

También es curioso como el film está profundamente influido del mercado emergente (en la época) de artes marciales. No tanto por las peleas, si no por los saltos acrobáticos y los tiroteos coreografiados. Incluso podríamos fabular con la influencia de Matrix, pero las dos son del mismo año. Lo que no es descabellado que El mosquetero de 2001, la cual se le criticó mucho la influencia de Matrix, pero sabiendo que el guionista era el propio Quintano no sería de extrañar que fuese más una obsesión suya por meter saltos imposibles y acrobacias varias que el apuntarse a la moda de Neo y compañía.

Además de ver a Estevez como un saltimbanqui que dispara a diestro y siniestro nos encontramos con una escena totalmente cartoon, que podría haber estado protagonizada por el Coyote y el Correcaminos perfectamente.
Nuestro protagonista se encuentra en una habitación de la que no puede escapar porque las ventanas tienen una verja y por la puerta hay unos pistoleros que amenazan con entrar. Estevez comienza a disparar al suelo mientras da vueltas sobre sí mismo, haciendo un agujero en el suelo y aterrizando en el piso de abajo. Maravillosa la mirada que les dedica a sus perseguidores cuando consiguen tirar la puerta abajo.

Un dólar por los muertos Emilio Estevez
 El stunt Marc Cass, Emilio Estevez y Quintano

Rodada durante 5 semanas en Almería y otra en Madrid, concretamente en Talamanca del Jarama, costó 7 millones de dólares, sufragado entre capital americano y Enrique Cerezo. Luego no llegó a recaudar ni 400 mil euros en nuestra taquilla y en los USA se estrenó como un telefilm más en alguna televisión por cable.

El proyecto original era hacer dos films del género, el primero era este Un dólar por los muertos y el segundo, que se rodó casi al mismo tiempo, The long kill: La justicia de los forajidos, dirigida por Bill Corcoran, un experto en episodios de series (McGyver, Jovenes policías, Misterio para tres...) y un puñado de telefilms para olvidar, y protagonizada por Kris Kristofferson y para completar el cupo de actores autóctonos tenemos Sancho Gracia, una jovencita Leonor Watling y Simón Andreu. A este film tampoco le fueron mucho mejor las cosas.

jueves, enero 10, 2013

The Star Wars Holiday Special / Return of he Ewok / R2-D2: Beneath the Dome

The Star Wars Holiday Special / Return of he Ewok / R2-D2: Beneath the Dome

Hagamos un poco de regresión. A principios de verano de 1977 se estrena en los USA Star Wars, que, aparte de reventar las taquillas de todo el planeta, saca a la palestra un negocio apenas explotado por Hollywood: el merchandising.Pero los juguetes no fueron lanzados a la vez que el film, ya que nadie daba un duro por ella. Con lo que su fabricación no comenzó hasta que el film empezó a amasar millones y Kenner, la compañía juguetera encargada de su fabricación, no podría tener las remesas de figuritas hasta mediados de 1978. Así que en pleno año 78, un año después, la franquicia iniciada por George Lucas seguía muy viva en la mente del populacho, así que no era de extrañar que la CBS le encargara un especial de 90 minutos para emitir en televisión.

martes, enero 08, 2013

Manoa, la ciudad de oro

Manoa, la ciudad de oro Piquer Simon

Justamente hoy se cumplen 2 años del fallecimiento de Juan Piquer Simón, del que he dado buena cuenta en este blog. Desde su época de "máximo esplendor" (Mil gritos tiene la noche) hasta su decadencia (La mansión de Cthulhu), pasando por algunas de sus locuras (Los nuevos extraterrestres, Guerra sucia).

jueves, enero 03, 2013

Willow

Willow, Ron Howard, George Lucas, Val Kilmer, Warwik Davis

Este es uno de esos films que podríamos catalogar como "clásico" para alguna que otra generación que lo flipaba en technicolor en los 80. Pero en cambio a mí nunca me llamó demasiado. Había visto algún cacho haciendo zapping pero había algo que me tiraba para atrás.
Han tenido que pasar más de 20 años para que le diera una oportunidad, y debo decir que mi olfato no me engañaba. Willow me ha parecido un bluf.

miércoles, enero 02, 2013

Los Simpson Springfield

Los Simpson Springfield

Creo que la mayoría estará de acuerdo conmigo, la serie de Groening hace mucho que apesta. Aquellos episodios críticos con la sociedad (americana) dieron paso a historias rocambolescas con chistes poco inspirados, mientras Homer pasaba de ser tontorrón a un deficiente en mayúsculas. Es curioso que, conforme la calidad de la animación ha ido mejorando, los guiones han caído en barrena.
Pero aquí lo que nos interesa son las a aventuras de esta familia amarilla en el terreno del videojuego, que, todo hay que decirlo, salvo pocas excepciones, han sido tirando a nefastas.

jueves, diciembre 27, 2012

¡Juguetes! (y II)

juguetes clásicos

(Viene de aquí)

Aunque cayeron algunos Airgamboys no les di demasiada cancha, yo era más de Playmobil. De estos tenía un arsenal. De hecho, los guardaba en los bidones de cartón del detergente de la ropa y tenía un par. Y aunque no cayó el fuerte (aunque sí el de Comansi, que dejaba un poco que desear, la verdad) ni el barco pirata, tenía una ambulancia, un par de coches (uno de ellos descapotable muy del estilo de Pontiac del coche fantástico), una casade época y no sé cuantas pijaditas más.

Por el camino hubo un tímido intento con los Battle beast, unos adelantados a su tiempo que usaban ese concepto tan Pokemon y Gormiti de coleccionismo. Estas figuras de poco tamaño y menos movilidad tenían un pequeño holograma en su pecho, que al frotarlo nos mostraba a que bando pertenecían, ya fuese madera, fuego o agua. Sí, todo muy en la linea piedra papel o tijera, cada elemento podía vencer a otro y ser vencido por un tercero. Recuerdo que en el blister venían dos figuras, pero del precio ni idea. No tuvieron ningún éxito.                                                                                                   
Battle beast

Los Masters/Secret Wars me duraron 4 o 5 años para sustituirlos rápidamente por los G.I. Joe, muchísimos más articulables, con mogollón de mini armas que se perdían a las que las sacaba del blister, y, los más importante, el precio, por lo que pagabas por un Master casi podías llevarte dos figuras de las fabricadas por Hasbro.
Como buen hijo de vecino tenía mis favoritas. Uno que me gustaba mucho era uno llamado Jungla, un pirado de la supervivencia que tenía un fuerte ramalazo a Chuck Norris. Otros que me flipaban era Boa, Muskrat (que me recordaba a uno de los personajes de La fuerza de la venganza de Michael Dudikoff), Rompeolas, Sombra y muchos más que ni recuerdo.

Pero si bien tenía bastantes figuras iba más escaso de vehículos. Tuve alguna espinita clavada como un pedazo de avión llamado Phantom o el Hovercraft. Pero lo que me traía loco era la Máquina de truenos de Cupra/cobra. Simplemente era un coche de combate estilo Mad Max con un mega cañón en el techo. Que todo lo que escupiera ese trabuco lo compararán con truenos me dejaba atontado. Era algo así como la Impaciente de Depredador.
Luego comenzaron a emitir en Telecinco la serie de animación en algún programa de Miliki y Rita Irasema, pero no me molaba. Igual era por aquel doblaje latino, ¡Varonessssa!
A principio de los 90 sacaron la edición Tiger, que era una especie de equipo especial, que en el fondo eran algunos de los mismos personajes que ya habían aparecido pero con estética atigrada, O sea, una manera de volvernos a vender el mismo perro con distinto collar. También se inventaron una versión de los personajes de Street fighter aprovechando el estreno de la película. Ahí ya dejaron de interesarme.


G.I. Joe

Las Tortugas ninja hicieron furor, ya fuese en animación o en películas, por lo que su versión juguetera era normal que triunfara. Como en la mayoría de colecciones cuando se les acabaron los personajes a explotaron comenzaron a sacar nuevas versiones de los personajes, con movimientos de ataque, otros colores/ropa, con transformaciones...

Por el camino se quedó el intento de resucitar la maquinaria de Masters del Universo, pero la nueva colección de figuras y, sobre todo, la nueva serie de animación (Las nuevas aventuras de He-man) no ayudaron en absoluto a que las nuevas generaciones se interesasen en ellos.
Paralelamente vivimos una fiebre por la lucha libre con la eclosión de Pressing catch en Telecinco, a la que en Catalunya se le unió la emisión de Musculman.
Y ahí teníamos las figuras de Hulk Hogan, el Último Guerrero y compañía. Si los Masters eran limitados en articulaciones estos rozaban la paraplégia. Cada figura tenía un golpe característico y de ahí no pasaba. Me cayeron El Serpiente, Ash y para de contar. La verdad es que no daban para más.


Pressing catch

Hubieron unos productos que no eran exactamente colecciones de muñecos, eran más bien chucherías que acaban en tus manos y, al cabo de pocos días, se pudrían en algún cajón/armario: el cococrash, los chinitos de la suerte, de los que intentaron repetir la formula en los 90 con aquellos chupetes de plástico), los relojes que se transformaban en robot, manos locas, las pulgas mágicas (unas píldoras que gracias al plomo de su interior se movían), los guerreros de la basura (sucedaneo de la pandilla basura que iban en una bolsa de papel que al contacto con el agua se disolvía)...


Juguetes 80, chinitos de la suerte

Los 90 pecaban de una fiebre por la miniaturización. Todo tenía que ser minúsculo, y los juguetes no escaparon de esta moda. Aparecieron los Micro Machines (¿quién no recuerda el concurso de otro de los programas de Miliki y Rita Irasema donde te regalaban tantos blisters de los coches como veces fueses capaz de decir "Si no son Micro machines no son los auténticos" en un tiempo determinado?), las Polly Pocket y su versión maculina, Mighty Max. Y me dejo más, seguro.

Nos volvimos a encontrar la enésima colección de Star Wars, mucho mejor hechos que los aparecidos en la década pasada. De estos también me calleron unos cuantos, pero nunca me engancharon.
Por el 93 aparecieron los muñecos de la serie de animación de Batman, que si bien seguían esa política de no doblar codos y rodillas, eran muy fieles a los dibujos.
Estos los coleccioné (y todavía los conservo), pero era una cuestión puramente de frikismo con el personaje y la serie. Me quedaron dos espinitas clavadas, por un lado la figura de el pingüino y por otro el batmobile. La figura nunca la conseguí y el vehículo lo pude pillar en alguna de estas subastas por internet por pocos euros. Luego, cuando tuve el armatoste, que tenía mugre de sobra, entre las manos me di cuenta que eso solamente me iba a ocupar espacio y precisamente este año acabó en la basura.
Ya por aquella época me era imposible coger las figuras y ponerme a recrear aventurillas, se me había pasado el arroz y si me fijaba en alguna figura/colección era para ver su acabado. Mi espíritu de Peter Pan había vuelto a Nunca jamás para eso, no regresar nunca jamás.


juguetes 80 90

miércoles, diciembre 26, 2012

¡Juguetes! (I)


Ahhhh, los juguetes. Aunque a muchos les haga gracia lo del espíritu navideño y demás paparruchas lo que aquí nos importa es el afán consumista y que nos regalen cuanto más mejor y cuando uno es niño solamente piensa en una cosa: ¡juguetes!

jueves, diciembre 20, 2012

2013: Rescate en L.A.


Mañana se supone que es el fin del mundo, así que mejor despedirnos con un film que acontece en 2013, ya que no lo veremos in situ, lo veremos en la tele. O al menos eso decían los mayas. Y mira, si no es el fin del mundo seguro que en 2013 nosotros también tendremos nuestro propio rescate. Aunque sea económico.

2013: Rescate en L.A. es la secuela de 1997: Rescate en Nueva York, o mejor dicho, un remake hecho con los medios con los que se podía contar a mediados de los 90.

2013: Rescate en L.A.

Si en el film de 1981 la ciudad de Nueva York se había convertido en una cárcel, de la que era imposible salir y los presos habían creado su propia sociedad, en la que se estrellaba el Air Force One y el presidente de los EEUU era capturado para luego ser rescatado por Snake Plissken (como todo el mundo sabe, el inspirador de Solid Snake), en 2013: Rescate en L.A., Los Ángeles ha sufrido un terremoto, convirtiéndola en una isla, la cual utilizan como cárcel. La hija del presidente roba un arma y se esconde en la isla, con lo que mandan a Plissken a recuperar el arma y rescatar a la chica. Además, en ambas películas el protagonista tiene un límite de tiempo para el rescate ya que introducen en su organismo un virus/bomba para que en 24 horas acabe con él.

El primer film había sido una producción tirando a modesta que sabía aprovechar cada uno de los dólares invertidos para parecer mayor de lo que era. Su mezcla de futuro apocalíptico, acción, antihéroes y crítica social funcionó muy bien en taquilla. Además de dar pie al subgénero postapocalíptico, donde los italianos se hicieron los reyes del cotarro con varios productos que, en su mayoría, era serie Z infecta, rodadas con muy pocos medios y aprovechando cualquier descampado, edificio a medio derruir y naves industriales.

2013: Rescate en L.A.

El universo de Snake Plissken quedó congelado durante casi 15 años, hasta que Kurt Russell se empecinó en retomarlo. Quizá porque su carrera iba falta de éxitos  o porque, según él mismo declaró, el Serpiente era su personaje favorito de cuantos había interpretado.

A Carpenter tampoco le sentaban muy bien los 90. Su intento de una serie con tintes a Historias de la cripta no pasó del episodio piloto, Body Bags (Bolsa de cadáveres), y Memorias de un hombre invisible y El pueblo de los malditos fracasaron en taquilla, mientras que En la boca del miedo, sin llegar a ser un fracaso, no acabó de funcionar como se esperaba.

2013: Rescate en L.A.

Como he comentado, la cosa acabó siendo una nueva versión del anterior film y una reunión de amigos. Porque además de volverse a reunir Russell y Carpenter, este último volvió a echar mano de algunos de sus colaboradores: Debra Hill, que había sido productora de sus primeros films, producía y escribía el guión junto al director y el protagonista; Shirley Walker, compositora de la serie de animación de Batman y colaboradora habitual de Danny Elfman, hacía la banda sonora a medias con el propio Carpenter; Rick Baker se encargaba del maquillaje como ya hiciera en Starman y Body bags; y en cuanto a actores repetía con Robert Carradine y Stacy Keach, con los que ya había coincidido en Body bags.


El film fue vapuleado en su estreno, y a día de hoy mucha gente lo cataloga como la peor película de su director. Personalmente no iría tan lejos. Quizá parto con ventaja ya que el film de 1981 nunca me ha parecido gran cosa, por eso me parece que esta secuela/remake es bastante más entretenida que el original. Sí que es cierto que adolece más que nunca de ser serie B. Si en 1997: Rescate en Nueva York, las maquetas y los fondos pintados era lo que había y había que pasar por ahí sí o sí, en la segunda parte los cromas cantan mucho más (ahí está la escena surfera) y como estábamos en los 90 metieron efectos digitales, que es lo peor que podían hacer, ya que en la época todavía eran muy caros y si no te dejabas un fortunón en ellos podías caer en el ridículo más espantoso. Es el caso de la escena del submarino y el tiburón es más que alarmante.

Por lo demás es una de las macarranadas a las que nos tenía acostumbrados el tito John a finales de los 90 (Vampiros, Fantasmas de Marte) que o eras cómplice y te la tomabas en coña o las acababas de ver ridículas, y que su cast estaba bastante guay con Steve Buscemi, Pam Grier haciendo de travesti (recuperada a primer nivel por Burton en Mars Attacks! y este Carpenter, que fueron antes del Jackie Brown de Tarantino), un irreconocible Bruce Campbell y Peter Fonda.

2013: Rescate en L.A.

Como es habitual en la filmografía de Carpenter, el film fracasó en taquilla sumando poco más de 40 millones cuando había costado 50. Pero eso no fue impedimento para que Snake Plissken siguiera dando guerra, al menos en el mundo de los cómics, donde, allá por 2003, tuvo una colección titulada John Carpenter's Snake Plissken Chronicles.
También hubo otro proyecto en el que se narraban los hechos anteriores al primer film, esto iba a ser una serie para televisión pero los atentados del 11S hicieron que el proyecto quedara en aguas de borrajas. Después se habló de un largo animado y de una tercera parte en imagen real titulada Escape from Earth, pero nada de esto ocurrió.
Lo que parece más probable es que acaben haciendo un remake de 1997: Recate en Nueva York. Y yo digo: ¿para qué?

martes, diciembre 18, 2012

Golpe en la pequeña China

Golpe en la pequeña China Carpenter


Hay películas que van cogidas de la mano a nuestra infancia, y Golpe en la pequeña China es una de las que me alegraron en esos días. Una apuesta segura a última hora de la tarde de esos sábados que no sabías muy bien que hacer.


Por casa corría una copía original en VHS y solamente teniendo entre las manos esa carátula que remite a los seriales pulp, nada que ver con el cartel puramente zetoso de la edición gabacha (Les aventures de Jack Burton), ya sabías que algo bueno te ibas a encontrar.


Golpe en la pequeña China Carpenter

Carpenter venía de unos inicios muy prometedores, aunque fue con La noche de Halloween (en su momento la película más rentable de la historia) que consiguió meterse de lleno en la industria. Pero los fracasos de La cosa o Christine (más en cuanto a expectativas que a recaudaciones) le ponían en una situación incomoda, fruto de la cual tuvo que hacer a regañadientes Starman.

No hay que ser muy avispado para ver la devoción del director por el western, la mayoría de sus películas son historias de cowboys: Asalto en la comisaría del distrito 13, 1997: Rescate en N.Y., Vampiros... Golpe en el pequeña China no podía ser menos, ya que la primera versión del guión que data de principios de los 80 trataba de un cowboy al que le roban el caballo, después de reescribirla y ambientarla en la actualidad se cambió el equino por el camión.


Golpe en la pequeña China Carpenter

A Carpenter le llegó el proyecto casi de rebote, después de rechazar otro film muy similar, El chico del oro, y porque la Fox quería a alguien que rodase rápido. El director acabó imponiendo a varios actores pasando por encima de las preferencias del estudio: Kurt Russell, Kim Cattrall (que venía de pelis de comedias como Porky's o Loca academia de policía y una década después volvería a sus días de gloria con Sexo en Nueva York), James Hong (el fabricante de ojos de Blade Runner), Al Leong (el eterno chino de cualquier película de artes marciales que se precie), Victor Wong (el Miyagi de serie B de pelis como Tres pequeños ninja y secuelas).


Golpe en la pequeña China Carpenter

Lo que pasó con esta película es muy curioso. La Fox estaba convencida que iba ser el gran éxito del año, lo tenía todo: efectos especiales, aventuras, fantasía, artes marciales (tan de moda en la época), un personaje chanante y carismático como Jack Burton... Todos se estaban frotando las manos hasta que llegó el momento de estrenarla, Golpe en la pequeña China no recaudó ni la mitad de los 25 millones que costó.

Al parecer, el mayor problema es que el estudio nunca supo como venderla. La película mezclaba demasiadas cosas y el supuesto héroe del film no era tal, todo lo contrario, era un tipo que no se enteraba de nada, que casi nunca estaba en medio de las peleas y era un bocazas. Así que la Fox no sé mojó demasiado en la publicidad confiando que el film se vendería solo, cosa que al final no sucedió.
Por contra el film tuvo una segunda oportunidad en el mercado doméstico, donde triunfó entre VHS y Betas para terminar de convertirse en otro de los muchos films de culto que pueblan las estanterías de los grandes almacenes.


A estas alturas de la vida dudo que quede alguien sin haber disfrutado de las aventuras del alter ego de Kurt Russell, así que poco más se puede añadir de este clásico moderno. Si acaso, como dice Jack Burton, ¿pero qué pasa?