martes, junio 16, 2009

El chanfle

El chanfle, Chespirito, Roberto Gómez Bolaños, Chavo del ocho, Chavo del 8, Chapulín Colorado
¿Quién no se acuerda de el Chavo del ocho o el Chapulín colorado? No nos hagamos los remolones que quien más o quien menos se ha tragado su ración de "no contaban con mi astusssia" o "fue sin querer queriendo".

La mano ejecutora que estaba detrás de estos teatrillos de saldo era Roberto Gómez Bolaños, guionista de radio primero y tv después. Tal era su fama de guionista que le apodaron Shakespeare, pero por su baja estatura se quedó en Shakespearito que mutó en Chespirito. Es lo que tiene esta gente.

Con la tontería y casi sin querer queriendo fue interpretando pequeños papelillos hasta que, a principios de los 70, le dieron un programa propio que se llamó Chespirito y que estaba formado por gags, y ahí aparecieron sus dos personajes más celebres, el Chapulín colorado, una especie de superhéroe cobarde y torpe, más tarde convertido en icono pop, y el Chavo del ocho, (que se llamaba del ocho porque se emitía en el Canal ocho, años más tarde cuando pasó a emitirse en otro canal más potente se le dio la explicación que vivía en el número ocho) un niño que vive en una vecindad junto con gente tan inepta como él.


El chanfle, Chespirito, Roberto Gómez Bolaños, Chavo del ocho, Chavo del 8, Chapulín ColoradoLa mafia mejicana

Tal fue el éxito de sus series, ya sea en latinoamérica o en países tan variados como Italia, Rusia o Japón que aguantaron hasta el año 95, ahí es nada. Y sin ir más lejos, el hombre abeja de los Simpsons no deja de ser un guiño al Chapulín.
Curiosamente en estas tierras, al menos que yo tenga constancia, comenzaron a emitir el Chapulín en TVE a mediados de los 90 (aunque a finales de los 80 se podía ver en Galavisión, pero para eso había que tener una parabólica que en la época era cosa de brujas) en la programación infantil de las mañanas, aunque su "éxito" más masivo fue cuando pusieron El Chavo por las tardes en La 2, pero no nos engañemos, lo veíamos con cara de asco para reírnos del tercermundismo del otro lado del charco.


El chanfle, Chespirito, Roberto Gómez Bolaños, Chavo del ocho, Chavo del 8, Chapulín Colorado
Pero lo más divertido es cuando uno comienza a desenredar la madeja, y es que El chavo del ocho, pese a todo lo chistosa que pueda parecer, era un hervidero de odio, celos y rencores. Allí todos intentaba sobresalir por encima de los demás, buscando ser el centro de atención y ser la estrella del programa. Carlos Villagrán, el que hacía de Quico, el de los mofletes hinchados, pidió la cuenta a finales de los 70 para irse a Venezuela hacer una serie cómica protagonizada por su personaje vestido de marinerito. Los problemas vinieron cuando, al tener Chespirito los derechos de éste y no cederselos, tuvo que cambiar el nombre a Kiko. Ahí empezó la guerra, llamándose el nombre del puerco, Kiko contraatacando con que tenía un idilio con la que luego sería la mujer de Chespirito, Florinda Meza, la que hacía de doña Florinda, madre de Quico. Sí, que madre e hijo se lo montaban.
Un año después Ramón Valdés, alias Don Ramón, también se fue a la serie de Kiko en Venezuela.

No se vayan todavía que aún hay más, porque si a Chespirito no le había dado un ataque poco le faltaba, a la desbandada se le unió María Antonieta de las Nieves (y no le pusieron más nombres porque en el DNI no entraban), la Chilindrina, que ha día de hoy, con 59 añazos, sigue arrastrándose por cualquier circo que le de un plato de alubias haciendo el papel de la niña pecosa. Y claro, como Chespirito también tenía los derechos del susodicho pues demanda que va, demanda que viene.

A día de hoy, esta gente de 70 u 80 años que siguen disfrazándose de niños, continúan tirándose los calzoncillos sucios a la cara en cualquier programa de las américas más sudamericanas. Todo muy triste.
¿Pero qué esperaban de esta gente, donde su sistema sanitario se reduce a poner una vela a la virgen santa? Si es que tienen una punta de faena que no se la acaban.

El chanfle, Chespirito, Roberto Gómez Bolaños, Chavo del ocho, Chavo del 8, Chapulín ColoradoQuico aprueba esta reseña

Estas series se hacían bajo el amparo de Televisa, que decidió dar el salto a la producción de películas y pensó que lo mejor para su bautismo en celuloide era hacer una versión de su producto más exitoso, ya fuese el Chapulín o el Chavo. Así que le dieron carta blanca a Chespirito para que hiciera y deshiciera a su antojo, ya fuese en el guión o la elección de director y actores. Pero éste se negó ya que el personaje de el Chavo iba ligado a su espació natural que era el patio de vecinos con lo que limitaba el argumento y, además, que con 48 años que tenía el hombre ya no colaba haciendo de niño y menos en una pantalla de cine.
En el caso de el Chapulín era más un problema económico y técnico, ya que en la serie se usaban algunos trucajes como el croma pero de cara hacerlo a pantalla grande hubiera quedado excesivamente ridículo. Así que se sacó de la manga el personaje de El Chanfle.

El Chanfle es el utillero del América, un club de fútbol mejicano. El tipo es un patán de buen corazón que siempre acaba destrozando las triquiñuelas que idea el entrenador de su equipo para ganar los partidos de la forma que sea. Paralelamente el tipo está casado pero no consigue tener un hijo, que es lo que realmente anhela.

La película, estrenada a principios del 79, tuvo muchísimo éxito, incluso tuvo mejor recaudación que cualquiera de las películas de Cantinflas.
Chespirito, un admirador de Louis de Funès y Benny Hill, eligió como director a Enrique Segoviano, el realizador de sus programas que nunca había dirigido ninguna película. También contó con todos los actores de sus series, incluido Carlos Villagrán, que en la época ya había tenido sus más y sus menos con Chespirito pero al tener firmado por contrato su participación en el film no se pudo tirar atrás.


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La película es más de lo mismo, el personaje, que hace unos gestos que misteriosamente haría años después Benito Lopera Perrote, bien intencionado pero torpe que tiene más labia que cerebro que tantas veces hizo Cantinflas, sólo que aquí la fórmula ya olía. Con un argumento casi inexistente, el film, se mueve más por escenas inconexas que otra cosa.
Y aunque en general el nivel técnico de la película es tercermundista sorprende que las escenas futbolísticas están muy correctas, al haberse rodado en un estadio real y con público real le da bastante verisimilitud.
Evidentemente el éxito hizo que 2 años después apareciera la secuela, El Chanfle 2, rodada con pocas ganas y menos presupuesto, con una estructura teatral y llena de equívocos que recuerda a muchas de Louis de Funès, donde toda la acción transcurre en un hotel en el que las personas que se alojan, entre ellas el Chanfle y demás personas del equipo de fútbol América, andan detrás de un balón que en su interior se esconden unas joyas.
El chanfle, Chespirito, Roberto Gómez Bolaños, Chavo del ocho, Chavo del 8, Chapulín Colorado
Pese a su poca gracia y pobre factura técnica la película volvió a tener bastante éxito, y eso que no contaba con muchos de los actores regulares de las series de El Chavo o el Chapulín por todos esos rollos que se llevaban.

Lejos de dejar el cine, Bolaños (o
Bola de años como le llama en los platós de televisión su archienemigo Carlos Villagrán, alias Kiko), siguió en el mundillo sin descuidar la tv. Un años después, en el 82, dirigió y protagonizó Don raton y don ratero, lo mismo volvió hacer con Charrito (1984) y Música de viento (1988) pero estas ya no he tenido coj... valor para verlas. El que se sienta con fuerzas que coja el relevo.
Luego Chespirito acabó con sus huesos en el escondrijo de los fracasados, el teatro.

viernes, junio 12, 2009

Blancanieves Christmas



Blancanieves, Filmation, A Snow white christmas, Blancanieves Christmas

Otra película directa a vídeo para la infancia de los 80, que en este bendito país la sacó Record vision con el título Blancanieves Christmas, aunque en los títulos de crédito se quedaba en un simple Blancanieves.

Al igual que harían unos años después con Pinocho y el emperador de la noche la Filmation lanzó esta peli, que realmente era un telefilm para la CBS para las fechas navideñas de 1980, como una falsa secuela de la versión Disney.

Aquí la historia acontece años después de la versión Disney, Blancanieves se ha casado con el príncipe y tiene una hija que se llama igual que ella y viven felices en el reino de Noel (sic) donde, parece, siempre es invierno. Y a la chiqueta no se le ocurre mejor cosa que restaurar el misterioso castillo que hay en la montaña para disfrute de los habitantes del pueblo. Lo que no sabe ella es que ese castillo perteneció a la malvada bruja, ya que su madre nunca le ha contado su historia con los enanitos y compañía.

Por cuestiones difíciles de explicar (incluso para los guionistas) la bruja, que estaba congelada, consigue liberarse de su bloque de hielo y lanza un hechizo a todo el pueblo convirtiendo a sus habitantes en figuras de hielo. Blancanieves hija y su amigo Gruñón (aunque en la versión orignal es Brawny, que vendría a ser algo así como Musculoso o Fortachón) consiguen escapar y aparecen en un lugar donde todo es de un tamaño desproporcionado, incluidos siete gigantes: Corney (un especialista en cultivar el campo con pintas de redneck), Finnicky (un mariposón obsesionado por la limpieza) Pensador (el viejete sabio), Hiposo (siempre tiene hipo), Pequeñito (el más grande de todos) Llorón (que siempre está llorando), Brawny (el clásico cascarrabias de gran corazón), que luego descubrimos que son primos de los enanos de la anterior película.
Evidentemente la bruja dará con la chica y hará todo lo posible por acabar con ella.


Blancanieves, Filmation, A Snow white christmas, Blancanieves Christmas
La Filmation se cascó este telefilm como una secuela pero repitiendo todo lo que hizo Disney: aparecen 7 gigantes que tienen nombres que definen su personalidad y trabajan en la construcción de una presa en lugar de la mina de diamantes, la bruja habla con el espejito (que es idéntico al de la película del 37) y se disfraza de viejecita para engañar a Blancanieves que acabará dormida y despertará con un beso.

Los que hemos mamado las series de la Filmation sabemos que eran auténticos expertos en rentabilizar al máximo su trabajo. Por ejemplo, el argumento de esta nueva Blancanieves no da ni para la poco más de una hora que dura, así que se sacan de la manga escenas para estirarlo todo, ya sean un par de secuencias chorras que no vienen a cuento con la historia, como al principio de la peli, donde Gruñón se dedica a esquiar con catastróficos resultados; o canciones muy lamentables y su famoso recurso de repetir fragmentos.

Aparte, reciclan muchos efectos de sonido de otras de sus series, algunos aparecieron años después en Masters del Universo. Y esto viene a cuento porque la fisionomía de muchos de los personajes son clavadas a la serie de He-man, sobre todo la bruja, que es casi un clon de Evyl Lynn.

Y hasta aquí otra maravilla de la Filmation, seguramente la productora preferida de D'Ocon Films, los grandes profesionales que parieron a los Fruitis.


lunes, junio 08, 2009

Homer Simpson es el Joker

Continúa siendo habitual que antes de doblar una película se doble el trailer. Hasta ahí nada raro, ya que muchas veces aparece el trailer cuando la película todavía está en post producción. Lo divertido es ver como suelen usar a los dobladores que tienen más a mano, da igual que éstos tengan una voz que no pega nada con el actor a doblar o que las voces no concuerden con los movimientos de boca, la cuestión es salir del entuerto.

Un claro ejemplo es el trailer de Batman, donde Michael Keaton es doblado por uno de los de Aquí no hay quien viva o Jack Nicholson por Carlos Revilla, más conocido por haber sido la voz de Homer Simpson.

viernes, junio 05, 2009

Encuentros con el cartero (10)

batman, michael keaton, Tim Burton, custom
·Custom del Batman de Michael Keaton (1989) de 12 pulgadas.
·Cabeza, manos, botas y cinturón esculpidos en vinilo, el tronco en caucho y el resto del cuerpo (incluida la capa) en cuero sintético.

martes, junio 02, 2009

Contacto en Londres

Contacto en Londres, Disney, Robert Clouse, The omega connection, The London connection
Contacto en Londres (1979) es de esas pelis que uno recuerda de la infancia ochentera donde cualquier cosa acababa saliendo en vídeo, y si encima venía en esas cajas blanquitas con el dibujo del Mickey mago de Fantasía que se gastaba Disney acababa cayendo sí o sí. Aún y a sabiendas que la Disney estaba en su etapa más negra como ya comenté hace un año con cositas como Los ojos del bosque o El carnaval de las tinieblas.

Tenemos a Luther Starling, un agente secreto teenager de la CIA (nada que ver con el Agente juvenil de Richard Grieco) que viaja al Reino Unido a pasar unos días de vacaciones con su amigo Roger, que no tiene ni idea del trabajo de Luther. Pero una vez en suelo británico se verá envuelto en el secuestro del profesor Buchinski, que a descubierto una fórmula que cambiará el mundo, por parte de la organización criminal Omega. La peli, que en USA se tituló The omega connection y en el resto del mundo The London connection, es un telefilm para el Disney channel, aunque en algunos países como Inglaterra se llegó a estrenar en cines. Y es que su condición de telefilm no engaña a nadie, aparte de notarse como una producción "modesta" (actores desconocidos, muchas callejuelas poco transitadas y explosiones de mascletá) sus fundidos a negro para dar paso a la publicidad no dejan lugar a dudas. Viendo el argumento una cosa está clara, y es que está sobadísimo y frescura más bien poca.

Pero claro, a los infantes ochenteros eso nos daba igual si el agente secreto se gasta gadgets a lo James Bond como es el caso: pulseras a lo nomeolvides que modulan la voz, maquinillas de afeitar que lanzan dardos, relojes que lanzan gas y cualquier chorradilla por el estilo, aparte de que se marcan un coche que lanza balazos a través de los faros o una moto con sidecar incluido que dispara cohetes y bombas de humo.
Y es que, evidentemente, las comparaciones con las pelis de Bond son inevitables (a la vez que odiosas) con ese agente secreto que va de chanante y que se pasa la mitad de la peli con un jersey de cuello de cisne y una chaqueta de capitán de barco y la otra mitad con una chupa ajustada (posiblemente Massimo Dutti-free), pero eso sí, siempre con pantalones de campana; y que nada más empezar la película nos ofrecen, como en las pelis Bond, un prólogo donde vemos una pequeña aventurilla del agente Starling que, evidentemente no es buscado, lleva un atuendo que recuerda poderosamente al de Diabolik (véase vídeo).


Contacto en Londres, Disney, Robert Clouse, The omega connection, The London connection
 
Como ya he dicho antes es un telefilm muy de baratillo con un elenco bastante desconocido con Jeffrey Byron y Larry Cedar a la cabeza. El primero no pasó de hacer algún papelillo en series y telefilms y el segundo tres cuartos de lo mismo, donde su máximo esplendor fue hacer de gremlin en el sketch que dirigió George Miller en la película de En los límites de la realidad (Twilight Zone). En cuanto a la dirección teníamos a Robert Clouse, un especialista en películas de artes marciales, algunas de ellas con Bruce Lee como Operación dragón y Juego con la muerte. Ya entrados los 80 siguió con este género pero ya con pelis mas modestillas como Ironheart.
Y aunque Contacto en Londres no sea un portento de efectos y escenas espectaculares posee mucho ritmo, los protas siempre están de un lado para otro persiguiendo o siendo perseguidos, cosa que seguro que ayudó la experiencia del director en películas de más acción. Que aún siendo un producto Disney no hizo una película excesivamente infantil, aunque tampoco pudo evitar poner algún resorte cómico como son esos policías de Scotland Yard que no paran de destrozar coches.


sábado, mayo 23, 2009

Encuentros con el cartero (9)

Flash Gordon OST, Howard Blake, Queen, Sam Jones
A día de hoy al nombrar Flash Gordon es casi más fácil que nos venga a la cabeza la película del tándem Hodges/De Laurentiis que del propio cómic original de Alex Raymond.
Cómo un fantasma de las navidades pasadas cualquiera lo antiguo está de moda y
Flash Gordon (la película) vuelve a ser fashion. Sólo hay que ver las camisetas y muñecos que han salido no hace mucho, o, incluso, esa redición en DVD de los seriales de finales de los 30, de la que han usado el logo ochentero para la portada. Por no hablar que el disco de Queen, que está constantemente reeditándose, incluso, en el 2003, los Vanguard hicieron un remix maquinero de la canción principal suficientemente vomitivo para que tuviera muchísimo éxito en Alemania (para gustos los colores).

Ahí es donde quería llegar. Porque viendo los fabulosos
títulos de crédito (nada que ver, nunca mejor dicho, con los de Supersonic Man) uno comprueba que un tal Howard Blake hizo parte del score instrumental que nunca vió la luz de forma comercial.

La historia de la música de la película
es la siguiente. Queen son contratados para hacer la música, pero como no pueden hacerla toda (paralelamente estaban grabando el The Game, de ahí que en el videoclip del mismo nombre Mercury luciese la camiseta de Flash Gordon) recomiendan contratar a Paul Buckmaster, un compositor musical que ha trabajado con Bowie, Elton John o los Stones, para que relllenara de una forma más clásica las partes vacias. Pero el tipo era muy lento y cuando De Laurentis vio que en un puñado de semanas apenas había escrito una parte muy pequeña de la composición lo despidió. Con lo que deprisa y corriendo contrataron a otro compositor para que, en un tiempo record, acabara el trabajo. Evidentemente ese otro compositor fue Howard Blake.

Flash Gordon OST, Howard Blake, Queen, Sam Jones
Casi 30 años después se ha editado una limitadísima edición en CD de este score grabado en Inglaterra durante el mes de junio de 1980 por la National Philharmonic Orchestra.Aparte, también se incluyen tracks pertenecientes a otra banda sonora del compositor, Amityville 3D.
Si Queen compuso su parte pensando en ser irreverentes y deliveradamente pasados de moda (era la primera vez que usaron sintetizadores), pensando en las intenciones de Hodges y no en las de De Laurentiis, al que no le hacía gracia que un grupo de rock estuviera a cargo de la banda sonora ("The score of my movie cannot be rock music") y mucha menos gracia le hacía el tema principal para los créditos.
Por fortuna Hodge,s siendo consciente de que a su película deliveradamente camp le iba que ni pintados los gorgoritos de Mercury, acabó imponiendo a los ingleses.

Howard Blake sacó su vena johnwilliameliana (si se permite el adjetivo) y puso mucha parafernalia de trombones a lo Star Wars. Aunque su versión de The hero, basada en la que hizo Queen (que se grabó en un sólo día), es, cuanto menos, cómica.
Sin duda de haber usado sólo el score de Blake la película hubiese perdido parte de su esencia kitsch, dándole un toque más seriote. Pero entonces, ¿a quién le hubiera interesado Flash Gordon?


martes, mayo 19, 2009

Franklyn

Franklyn, Eva Green, Gerald McMorrow
Primera película de Gerald McMorrow que, 6 años atrás, ya había dirigido un corto llamado Thespian X que, según dicen, porque yo no lo he visto, recicla muchas de sus ideas para esta película.

En
Franklyn nos encontramos las historias de varios personajes: una videoartista obsesionada con el suicidio, un chico que acaba de ser plantado en el altar y un padre que busca a su hijo desaparecido. Todas estas historias ocurren en el Londres actual, aparte tenemos la cuarta, la cual acontece es un futuro orweliano donde un personaje enmascarado busca a un tipo para liquidarlo.

Franklyn, Eva Green, Gerald McMorrow
Durante todo le metraje vamos saltando de historia en historia con lo que, y no chafo nada porque en este tipo de películas siempre funciona así, todas ellas se acabarán entrecruzándose, aunque claro, la gracia es saber como encaja en el puzzle la historia futurista.
Aunque más que puzzle la comparación buena sería un engranaje, cosa que ya nos señala el director en los títulos de crédito.


Franklyn, Eva Green, Gerald McMorrow
Y es que seguramente esta es la parte que, a priori, más puede interesar al espectador, sobre todo por sus decorados (reales o digitales), que pueden recordar a Vidocq, todo el anacronismo de vestuario y su personaje protagonista, Preest, que parece una mezcla entre el V de V de vendetta y el Rorschach de Watchmen, aunque tiene muchas más semejanzas a este último por su máscara (aunque ésta también puede recordar a la cabeza de Jack Skellington), su abrigo largo, la forma de moverse por los tejados de la ciudad y su narración (cuasi metafísica de saldo) en voz en off.

Franklyn, Eva Green, Gerald McMorrow
Aún y así muchos detalles, como algunas ropas, son gratuitamente estrafalarios, con lo que acaba siendo raro por raro. Al igual que gratuito o más bien se queda en algo muy superficial es esa crítica a la religión, ya que en ese futuro al ciudadano sólo se le exige que tenga una creencia religiosa, sea cual sea. Risible es esa religión de las manicuras del séptimo día (sic).

Franklyn, Eva Green, Gerald McMorrow
Al principio puede resultar algo difícil de seguir, porque nunca sabes realmente que pasa en cada una de las historias, y el hecho de ir saltando de una a otra no ayuda mucho; y cuando parece que ya te sales de la historia es cuando todo comienza acoplarse en su sitio (el engranaje que antes comentaba) y te acaba enganchando y queriendo saber como acaba todo.

Franklyn, Eva Green, Gerald McMorrow
Aunque en un primer momento tenía que haber contado con un reparto bastante "importante" con Ewan McGregor, John Hurt y Paul Bettany, estos, por un motivo u otro, acabaron saliéndose del proyecto. Al final los que acabaron por hacer la película no tienen tanto nombre pero ha acabado salido un cast bastante apañadete con la chica Bond de Casino Royal, Eva Green, Bernard Hill, uno que hacía de rey en El señor de los anillos.


Franklyn, Eva Green, Gerald McMorrow
Rodada con poco más de 6 millones libras esta producción inglesa los aprovecha muy bien. Para tener un presupuesto tan justito la parte futurista está muy lograda, no tiene la cantidad de (d)efectos de Watchmen pero lo que tiene luce a las mil maravillas.

Ya veremos que pasa con la peli, porque se ha estrenado en pocos países y ha pasado algo desapercibida. Una pena.


viernes, mayo 15, 2009

Queen The eye

Queen the eye, Freddie Mercury, videogame, electronic arts, John Deacon, Brian May, Roger Taylor
Tomando como inspiración el legado musical de una de las bandas de rock más grandes de la historia, Queen: The Eye es una videoaventura que no tiene paralelo. Se introduce uno en cinco mundos magníficamente realizados mientras supera a "The Eye", el ojo del demonio que todo lo ve. Serán necesarios nervios de acero para sobrevivir, e ingenio para resolver los innumerables rompecabezas que bloquean el camino para buscar la verdad que se esconde tras "The Eye". Recuerde: es necesario ver para creer.

Este texto es el que acompañaba la parte trasera de la caja de esta auténtica rareza de los videojuegos, Queen the eye.

Si grupos como Frankie Goes To Hollywood, Madness, Kiss, Peter Gabriel o Aerosmith tuvieron sus respectivos juegos ¿cómo no iba a tenerlo el grupo que más ha vendido en Inglaterra?

A finales de los 90 Queen, aún siendo un grupo que seguía vendiendo porradas de discos, ya no existía como tal pero como continuaba teniendo mucho tirón tuvieron que inventarse nuevas formas de sangrar a los fans que ya no estaban dispuestos a comprar más recopilatorios.
Y así nació este juego creado por Richard Ashdown y desarrollado por Destination Design, que años después se convertiría en Destination Software programando versiones para GameBoy Advance como SimCity 2000, Need for Speed o Midnight club.

Queen the eye, Freddie Mercury, videogame, electronic arts, John Deacon, Brian May, Roger Taylor
El juego nos trasladaba al año 2150, en un mundo postapocalíptico donde la sociedad está controlada por "el ojo", una tecnología biológica (sic). "El ojo" se encargó de eliminar cualquier forma creativa.
Uno de los agentes de "el ojo", Dubroc descubre archivos musicales lo que le hizo darse cuenta de la maldad de "el ojo". Pero unos guardias de seguridad le sorprenden y es condenado a muerte en la Arena.

A partir de ahí tomaremos las riendas de Dubroc e intentar acabar con la tiranía de "el ojo" durante los cinco dominios del juego, uno por cada disco, a saber: The arena, The works, The theatre, The innuendo y The final.
Efectivamente, estos nombre no eran para nada fortuitos, todos tienen algo que ver con la discografía del grupo británico. No sólo eso, ya que el juego pese a ser de acción tenía algunos puzzles, como uno donde teníamos que colocar las manecillas del reloj igual que lo hacía Freddie Mercury en el videoclip de Radio Ga-Ga.

Queen the eye, Freddie Mercury, videogame, electronic arts, John Deacon, Brian May, Roger Taylor
Cosas de la vida el famosos musical We will rock you que se ha paseado por medio mundo reciclaba muchas de las ideas del videojuego: un futuro autoritario, personajes que usan nombres de las canciones y guiños a las canciones de Deacon, May, Mercury y Taylor.

Actualmente es bastante corriente que de muchos juegos punteros no sólo aparezcan las guias oficiales, si no que también editan un art book, una especie de libro making of con los bocetos, declaraciones de los programadores, etc. Pues bien hace una década esto no era nada habitual y para el juego aquí comentado tiraron la casa por la ventana e hicieron uno llamado
The art of Queen the eye, que, además, incluía un CD.
Aparte también hubo un programa para Tv de 30 minutos que a modo de making of mostraba la realización del juego. ¿Estaría este programa en el CD que acompañaba el libro artístico? Pues ni idea.
Y no sólo eso, también apareció una novela basada en la historia. El libro estaba escrito por un tal
Paul Darrow, actor inglés de series como Doctor Who o Los siete de Blake.

Una anécdota del juego es que en la caja teníamos la siguiente indicación: Aviso - No reproducir estos CD Rom's en reproductores de CD de sonido.
Pues bien, si eras lo suficientemente valiente para ignorar el aviso e introducías alguno de los discos en el discman o minicadena te encontrabas que en la primera pista no había nada, (ahí estaban los datos del juego) pero a partir del segundo track nos encontrábamos todas las canciones que aparecían en el juego, pudiéndolas oír perfectamente en nuestro reproductor.
En su momento esas pistas de audio se llegaron a vender de forma pirata y estaban bastante buscadas, ya que eran versiones de las canciones originales pero remezcladas dándole un nuevo toque pese a tratarse de las canciones de siempre.


Queen the eye, Freddie Mercury, videogame, electronic arts, John Deacon, Brian May, Roger Taylor
Pese a la cantidad de productos paralelos que aparecieron y la enorme popularidad de Queen, el juego pasó muy desapercibido.

La idea no era mala, sobre todo para los fans del grupo, pero la dificultad del juego era excesiva y era fácil morir aparte de tener un control bastante lastimero, según rumores el que el juego no acabara de tener ciertos puntos pulidos (como el control) fue cosa de
Electronic Arts, la distribuidora, que metió prisa a la gente de Destination Design, ya que los primeros querían lanzar el juego en la campaña navideña 97-98 y veían que no llegaban. Al final el juego salió a la calle a mediados del 98.

Podríamos decir que en su momento fue un
hype, ya que durante su programación se habló de él, y al final acabó siendo un juego con unos gráficos muy normalitos para la época (por decirlo de forma positiva), entre otras cosas porque se preocuparon de que el usuario no necesitase un ordenador excesivamente potente para jugarlo, y lo acabaron sacando para un Pentium 133 y 32 Mb de Ram (¡recordemos que era el 98!) y así les fue. Y aunque los personajes eran demasiado poligonales y acartonados el diseño de los decorados eran muy interesantes por tener un toque decadente y sucio.
Hay que destacar que en Espanya tuvieron el detallazo de doblarlo al idioma de Cervantes, cosa que en la época era poco frecuente.


Queen the eye, Freddie Mercury, videogame, electronic arts, John Deacon, Brian May, Roger Taylor
En definitiva, que Queen the eye, fue un juego que fracasó, dejando muy descontentos a los aficionados de los juegos y un tanto indiferentes a los fans del grupo, convirtiéndole en la actualidad en un juego muy buscado (entre los pocos aficionados que lo recuerdan) y difícil de encontrar.

domingo, mayo 10, 2009

La mansión de Cthulhu

La mansión de Cthulhu, Juan Piquer Simon

La mansión de Cthulhu
(1991) es, para algunos, el principio del ocaso de Juan Piquer Simón, para otros toda su filmografía es un despropósito basada en la serie más zetosa. Otra cosa no, pero lo que no se le puede negar a Piquer fue su valentía al sacar adelante y materializar unas películas que nadie en su sano juicio hubiera rodado en este país. Aún y así hay que reconocerle su condición de remedo al buscar las migajas que dejaban los últimos éxitos procedentes de Hollywood, ya fueran géneros superheroicos, extraterrestres con niño o folletines subacuáticos.



La mansión de Cthulhu, Juan Piquer Simon

En esta
La mansión de Cthulhu nos encontramos a un mago de feria, Chandú, que a punta de pistola es obligado a sacar del recinto a un grupo de macarras que acaban de matar a un tipo en el tren de la bruja.
Al final acabarán en el caserón del mago, una casa que esconde fuerzas maléficas que se dedicarán a eliminar a los ocupantes de la casa.

El propio título ya nos ubica en el universo
H.P. Lovecraft pero de ahí no pasa porque pese a que "oficialmente" la peli está basada en diferentes textos del autor estadounidense, esto no es más que otro de los innumerables señuelos del amigo Piquer.


La mansión de Cthulhu, Juan Piquer Simon

La película adolece, entre otras cosas, de unos medios pobrísimos que acaban por afectar a todo el conjunto. Como el elenco, prácticamente desconocido, con
Frank Braña, inefable en la filmográfia de Piquer Simón; Melanie Shatner, que su único logro es ser hija del capitán Kirk de Star Trek William Shatner; y Luis Fernando Alvés, habitual de series espanyolas. Y el resto es para hechar a correr, porque, como en toda la obra de Piquer, usa actores anglosajones (o al menos que dominasen el inglés) ya que eso le facilitaba la exportación de sus obras a nivel internacional.

Y es que el director valenciano siempre fue más allá y buscó por encima de todo el éxito comercial. Como el mismo dice:
"Mis películas son de serie B aquí, pero salen al extranjero y siguen siendo serie B, mientras que el resto de españolas serán A aquí, pero luego salen por ahí fuera y no llegan ni a la serie Z más infame. Yo puedo presumir de que las películas que más dinero han hecho en Estados Unidos han sido las mías, por mucho que se festejen otros nombres."
Que cada uno lo coja como quiera, eso sí, en su defensa hay que decir que esto lo dijo a finales de los 90, antes de la eclosión de Almodóvar, Amenábar y compañía.


La mansión de Cthulhu, Juan Piquer Simon

Los efectos tampoco es que sean mucho mejores, y eso que detrás estaba
Colin Arthur, que había estado en películas con caché como 2001. Una odisea en el espacio, Simbad y el ojo del tigre, Furia de Titanes, Conan o el Allan Quatermain de la Cannon.
Y si a eso le añadimos un ritmo lentísimo pués la cosa no se acaba de encarrilar.
Por el lado positivo hay que destacar que cada una de las muertes intenta ser original, pero sólo "intenta" porque, al igual que la filmografía de Piquer, en su conjunto es un quiero y no puedo.
La película contó con los clásicos (y evidentes) problemas de presupuesto, a eso hay que añadirle que la distribución corría a cargo de Lauren que acabó dando más problemas y su estreno se alargó un año para acabar lanzándose directamente en vídeo.


La mansión de Cthulhu, Juan Piquer Simon

El que tenía que haber sido el director de las secuelas de
Barbarella y Orca, la ballena asesina ya nunca más tuvo "grandes" proyectos y se tuvo que conformar con esa especie de trilogía telefilmesca que componen La isla del diablo (1994), Manoa, la ciudad de oro (1996) y El escarabajo de oro (1996), que con suerte se estrenaban pero que apenas aguantaban una semana en la cartelera.


domingo, abril 26, 2009

Arañas y piojos



La broma/toma falsa que aparecía como huevo de pascua en el primer X-men, donde Spiderman aparecía detrás de Ciclope y compañía exclamando un "Vaya, me he equivocado de película", es bastante conocida. Pero ¿quién se escondía en el traje del hombre arácnido?

El hombre se llama Scott Leva, y el hecho que fuese él quien llevaba puesto el traje no es ninguna casualidad.

Spiderman, Scott Leva, Cannon
Scott Leva, aunque ha hecho algún papelillo, es uno de los especialistas (stunt man) más importantes de Hollywood, donde lleva pegando saltos desde los 70. La lista de pelis donde ha trabajado es interminable: Supermán, El vengador tóxico y secuelas, Buscando a Susan desesperadamente, diferentes entregas para tv y cine de Star Trek, Rocketeer, Hook, Timecop, Xmen, Crank y así hasta el infinito y más allá.

Pero lo importante es ver la relación de Leva con el personaje de Marvel.
Tenía que haber sido el Spidey que la Cannon iba a producir y sería dirigida por Tobe Hopper en un primer momento, luego pasó a manos de Joseph Zito y finalmente se confirmaría a Albert Pyun, que luego acabaría llevando la batuta en otra producción de un personaje Marvel, Capitán América, esta vez producida por los restos de la Cannon, la 21 Century Films.

Spiderman, Scott Leva, CannonSpiderman, Scott Leva, CannonSpiderman, Scott Leva, Cannon
De esta versión de la Cannon del hombre araña, que iba a ser filmada en el 86 por unos 15 millones de dólares de la época y con Bob Hospkins encarnando al Dr. Octopus, sólo quedaron las fotos promocionales y los posters (al igual que la Hulka de Brigitte Nielsen). Y es que los fracasos que tuvo la productora con sus películas más caras (Lifeforce, Masters del Universo y Supermán 4) la acercaron a la desaparición. De ahí se explica que el proyecto de secuela de Masters del Universo, dirigida por Albert Pyun, acabara convirtiéndose en el Cyborg de Van Damme, aprovechamiento del vestuario y atrezzo incluidos.

Spiderman, Scott Leva, Cannon
Un año antes, Leva, ya se había puesto el traje (o parte de él) para la foto que apareció en la portada del Spider-man 262, la primera imagen real en usarse en toda la historia del personaje en formato cómic.

Spiderman, Scott Leva, Cannon
Leva tendría la ocasión de volverse a enfundar el traje arácnido después de las sesiones de fotos de promoción. Y es que también posó en otra sesión para un cómic, como Scarlet Spider, cuando Marvel sacó una serie de cubiertas en 3D.

Spiderman, Scott Leva, Cannon

lunes, febrero 23, 2009

Las lechuzas no son lo que parecen

Twin Peaks, David Lynch, Mark FrostHoy hace exactamente 20 años que murió Laura Palmer.
Y aunque el pasado, presente y futuro de los habitantes de Twin Peaks es cuanto menos incierto de vez en cuando nos llegan señales de vida desde la sala roja. Es el caso del pequeño hombre de otro lugar que bajo el nick de manfap (man from another place) que se ha dedicado hacer sus pinitos a bordo de la Enterprise.

miércoles, febrero 18, 2009

domingo, febrero 08, 2009

Viviendo en Ikea


Éste es el nuevo motivo de mi lavabo. De mi nuevo lavabo. De mi nueva casa.
Yo nunca he sido de Porky, a mí me tiraba más el Coyote. Sí, sé que es la elección fácil pero el Coyote es un personaje más representativo y tangible, cosa que no sucede con el marrano tartamudo. Esta suerte de puerco de piel rosada y lechosa era débil y frágil, causa directa de ser gordo.
No me gustan estos gorrinos.
Pero debo de reconocer que los tonos pastel me resultan agradables.
Continúan sin gustarme estos gorrinos. Pero no los elegí yo.