viernes, enero 02, 2009
Mr. Baseball
Quizá sólo los más viejos del lugar lo recordarán, pero hubo una época en la que Tom Selleck estrenaba películas en los cines y no sólo rodaba telefilms de Jesse Stone (sí, lo sé, los tengo abandonados, pero en cuanto les dé caza comento los últimos).
Una de las últimas estrenadas por la puerta grande data del 92 (ha llovido y rellovido) y es Mr. Baseball, que si no llega a ser por El castañazo sería la mejor comedia deportiva de la historia, porque para pelis deportivas serias ya tenemos Un domingo cualquiera.
En Mr. Baseball Selleck interpreta a Jack Elliot, un veterano jugador de los New York Yankees. Como la antigua estrella de las series mundiales ya no le da a la bola como antaño el club decide trapasarlo a los Chunichi Dragons de la liga japonesa. Y ya la tenemos liada porque nuestro jugador favorito es un elemento de mucho cuidado: cínico, fanfarrón, amigo de las juergas y las chavalas fáciles y de currárselo en los entrenamientos más bien poco. No hace falta que diga que los chinorris son gente muy tranquilita y responsable. Todo lo contrario que Tom Selleck, perdón, Jack Elliot.
O sea, que Jack Elliot está en Japón de muchas formas pero como pez en el agua como que no. Así que el jugador americano se dedicará a tocarle los cataplines a su mister y compañeros, eso mientras se liga a una periodista que resulta que es hija de...
Dirigida por el australiano Fred Schepisi, especialista en coñazos del calibre de La casa Rusia y Criaturas feroces, que se cubrió las espaldas con un libreto que necesitó cinco guionistas, y ya sabemos que cuantos más peor.
En cuanto al resto del reparto poquita cosa, ya que la mayoría del film se rodó en Japón con lo que tiraron de actores autóctonos. De los más conocidos es Ken Takakura, que hace de entrenador, una especie de Clint Eastwood achinado que salió en Yakuza y Black Rain.
También corre por ahí Art LaFleur, el clásico secundario de toda la vida que igual te lo encuentras haciendo de poli, gangster o de militar. A eso llamo yo tener una amplia gamma de registros.
La peli empieza bien. Bueno, decir bien es poco, empieza fabulosa. Con los clásicos chistes de contrastes de cultura entre el yanki defensor del rifle de pura cepa (sí amiguitos, Tom tambien tiene su reverso oscuro) y los chinitos de la suerte.
Especialmente gracioso es el anuncio de televisión que graba Selleck, que vuelve a repetir el modelo de personaje que le hizo famoso, Magnum, tanto que al final de la peli le rinde su tributo luciendo la misma gorra que llevaba en la serie, para una bebida, 100% japan (véase vídeo).
Lamentablemente a mitad de metraje la peli va cuesta abajo y se acaba transformando en la clásica peli americana de auto superación siguiendo las directrices de la escuela Karate Kid. Una verdadera lástima, aún y así esos primeros 45 minutos valen su peso en oro.
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2 comentarios:
guay.... solo que no rula por elule
Ya deberías saber que lo bueno no está en la red.
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