martes, diciembre 16, 2008

House IV

House IV, cunningham, william katt
No me preguntéis por qué, pero hubo un House IV. Sólo Dios y Cunningham deben saber la razón. Parece ser que en un primer momento la idea era recuperar toda la esencia de la original y para eso nada mejor que recuperar a William Katt, aunque fuese en un escueto papel de 15 minutos.Pero el problema es cuando comienzan a salir guionistas como churros. Por ahí estaban Geof Miller, que acababa de escribir Profundidad seis de Cunningham, Deirdre Higgins, que ha sido su único guión, Jim Wynorski, un especialista en rodar serie B, Z o trash de la mano de Corman y Olen Ray, y R.J. Robertson, guionista habitual de Wynorski. Con lo que viendo los que estaban detrás ya sabemos a que atenernos.

Aparte
Cunningham volvió a rodearse de algunos de sus habituales como Manfredini y Kane Hodder.La dirección recayó en un don nadie, Lewis Abernathy, que a finales de los 90 había escrito uno de los guiones de Freddy vs Jason que acabaron descartandose y, anteriormente, había estado en el guión de Profundida seis, después nunca más se supo.

Curiosamente la productora, Debbie Hayn-Cass, hizo cierta carrerita en producciones como Four Rooms, Jackie Brown o Jeepers Creepers 2.

Como ya he dicho volvía William Katt a repetir el mismo personaje de la primera parte. El resto del reparto sigue esa línea de serie Z, de los que destacaría a Ned Bellamy, que salía en el Ed Wood de Burton haciendo del dentista que hace de doble de Lugosi.

House IV, cunningham, william katt
Roger Cobb (William Katt) tiene una vieja casa heredada de su padre, que a la vez heredó del suyo. Su hermanastro quiere demolerla para recalificar la zona, pero Roger no quiere ya que le dio la palabra a su padre que no la vendería.
Una noche Roger, junto con su mujer y su hija, tienen un accidente de coche, la mujer y la niña consiguen salir del auto, pero como en toda peli yanki que un coche vuelque tiene que acabar explotando y en ésta no puede ser menos y Roger acabará calcinado (ya no es hemos quedado sin el único reclamo de la peli).

Pero no sólo el padre la palma, si no que la hija se queda inválida. Al final madre acabará mudándose al destartalado caserón con su hija, mientras tiene que lidiar con su cuñado, que la presionará para que venda, y las extrañas alucinaciones que comenzará a sufrir.


House IV, cunningham, william katt
House 4, que volvió a cambiar de manos y aquí pasaba a la New Line, se estrenaba en Italia con el acojonante título Chi ha ucciso Roger?, por toda aquella historia que tienen con esa saga que se han sacado de la manga llamada La casa.

La película tiene un tono más propio de un telefilm destinado al Disney Channel que del producto de terror/fantástico que se tenía intención de rodar. No hay más que ver esos malos de opereta con caretas de carnaval que son perseguidos por un perro que lleva una lámpara por sombrero, los agentes del FBI con sus gafas de sol sea de día, sea de noche (aunque no son Ray Ban), o la niña minusválida que no tiene problemas para moverse en una casa antigua de varias plantas.


House IV, cunningham, william katt
Ahora, el momento más apoteósico es esa pizza con cara humana (véase foto) que canta el jingle del anuncio de la pizzería. Momento de una belleza plástica sólo a la altura de los mejores gagas de Los Morancos.
Como apunte técnico decir que la cara de la pizza pertenece a nuestro Jason favorito, Kane Hodder, y la voz era la de Manfredini.

Y ya que estamos con la cara-pizza decir que aquí directamente ya no hay apenas efectos, objetos que aparecen y desaparecen con el clásico truco de cambio de un fotograma al otro, o la, mil veces vista pero siempre resultona, mano que sale del suelo, previamente habiendo hecho un agujero.


House IV, cunningham, william katt
House 4 es mala, cutre, aburrida, que no despierta interés ni al más fanático de la saga (si es que lo hay) y eso que Abernathy parece que lo intenta con ese homenaje a Carrie con la ducha sangrante, el sótano que oculta algo (aunque luego descubrimos que sólo hay un puto embalse) o un final pirotécnico que es un quiero y no puedo porque Cunningham me ha cerrado el grifo (esto es un chisto sólo entendible para los que la hayan visto).

Por suerte está fue la última y ya no hay más secuelas de House que sufrir.
Aunque tal y como están los tiempos auguro un remake a la vuelta de la esquina. Que no cuenten con un servidor.

2 comentarios:

Raiben dijo...

menos mal que no hicieron mas diormio! y que tuviesen que hacer CUATRO para desistir. Yo no pasé de la segunda que ya me pareció horrible. La mejor portada la primera, la tercera tampoco está mal

J. Jara dijo...

Confiesa que esa cara-pizza te ha molado.