Los hermanos Chiodo (Stephen, Charles y Edward) comenzaron en el cine a través del stop motion, participando en los primeros trabajos de Tim Burton (Vincent, Hansel y Gretel, La gran aventura de Pee-wee) para luego encargarse de la creación de los Critters y diferentes animaciones para publicidad y cortinillas de tv.
En 1988 dieron el salto a la dirección (aunque era Stephen Chiodo el que estaba acreditado como tal) con un film considerado de culto aunque a muchos les indigna: Killer Klowns (Klowns asesinos), quizá, más conocida por Payasos asesinos del espacio exterior, al menos por las ediciones en DVD que respetaban el título original (Killer klowns from outer space).
El clásico pueblecito americano, de esos que parece que se hayan quedado anclados en los 50, donde apenas hay un par de policías y todos sus habitantes se conocen, una noche recibe la visita de una estrella fugaz que acaba convirtiéndose en un extraño circo que aparece en medio del bosque. Algún pueblerino se asomará a ver que esconde la carpa, para luego encontrarse unos payasos con pintas más chungas de lo habitual.
Eso es lo que nos encontramos en la peli, además de muchas ideas ingeniosas, desde que la nave es la carpa de circo, sus armas que disparan palomitas que acaban convirtiéndose en monstruitos o que pueden ser olidas por unos perros hechos con globos, además que sus víctimas acaban dentro de unos capullos hechos con algodón de azúcar. Idea que, sin duda, viene de las vainas de La invasión de los ultracuerpos.
Y es que la película es un cúmulo de referencias a las clásicas películas de invasión extraterrestre de serie B (y la que no es B) de los años 50 en adelante (la frase promocional en el poster yanki era "In space no one can eat ice cream..."). Con el cliché de los protagonistas (todos actores que no los conocen ni en su casa) que saben lo que está pasando pero nadie les cree, hasta que alguien de la policía comienza a pensar que lo que parece una historia de locos puede tener algo de realidad.
¿Más clichés? Los extraterrestres parecen ser inmunes a cualquier ataque hasta que alguno de los protas descubre su punto débil (aquí muy del estilo de los zombies).
Hay que reconocer que el tiempo no ha sido muy benévolo con Killer klowns, si bien las ideas más ocurrentes siguen funcionando (dentro de su homenaje a la ingenuidad de este tipo de productos) su aspecto de serie B se ha ido acrecentando con unos decorados demasiado ramplones y minimalistas, las escenas donde los coches acaban chocando son de un zetoso terrible, amén de una banda sonora de un tal John Massari que destrozará nuestros oídos con un sonido de sintetizador barato. Por fortuna en los títulos de crédito podremos gozarlo con The dickies y su temazo Killer klowns que compusieron expresamente para el film. Y tanto les gustó la experiencia que acabaron sacando un EP de 5 canciones titulado como el film, Killer Klowns from Outer Space.
Incluso los payasos han perdido un poquito, pero sabiendo que nos encontramos antes una modestísima serie B, con un montón de efectos artesanos (animaciones, stop motion, fondos pintados...) se le perdona, porque están hechos al viejo estilo (en el fondo normal, porque poco más se podía hacer en 1988) y algunos lucen esplendidamente.
Una de las cosas que más me gusta es lo poco que se indaga sobre la procedencia de los payasos. Al igual que en la saga de los zombies de Romero, donde nunca se decía claramente el porqué los muertos salían de sus tumbas (aunque alguna cosa se dejaba caer), en el film de los hermanos Chiodo pasa lo mismo, los amigos atontados de los protas hacen algún comentario al respecto, pero se queda ahí y nunca más se toca el tema.
Publicidad de la época donde indicaban el obsequio por ir al cine
La película se hizo con poco dinero, 2 millones de dólares que acabaron convirtiéndose en más de 40 en las taquillas de medio mundo, entre ellas la española, donde te obsequiaban con "killer palomitas. ¡Guauuu! que diría Christian Gálvez.
El tiempo ha convertido Killer Klowns en película de culto, no hace mucho podíamos ver muñecos de los payasos, y hará un par de años se anunció una secuela guionizada por el prota de la primera: The Return of the Killer Klowns from Outer Space in 3D, que se anunciaba para el próximo 2013, pero viendo que todavía no se ha empezado a rodar dudo mucho que les dé tiempo a cumplir fechas, a no ser que acabe convirtiéndose en un producto directo a DVD de calidad ínfima. Recemos para que no sea así.
La película se hizo con poco dinero, 2 millones de dólares que acabaron convirtiéndose en más de 40 en las taquillas de medio mundo, entre ellas la española, donde te obsequiaban con "killer palomitas. ¡Guauuu! que diría Christian Gálvez.
El tiempo ha convertido Killer Klowns en película de culto, no hace mucho podíamos ver muñecos de los payasos, y hará un par de años se anunció una secuela guionizada por el prota de la primera: The Return of the Killer Klowns from Outer Space in 3D, que se anunciaba para el próximo 2013, pero viendo que todavía no se ha empezado a rodar dudo mucho que les dé tiempo a cumplir fechas, a no ser que acabe convirtiéndose en un producto directo a DVD de calidad ínfima. Recemos para que no sea así.
2 comentarios:
la recuerdo bien, en su dia me gustó, salvando detalles cutres como los que cuentas en el post.
Teniendo en cuenta la cantidad de gente que teme los payasos, esta película les debe resultar terrible.
Ya que mencionas a Christian Galvez, ¿sabías que es un frikazo de los tebeos y de la cultura japo?
De Galvez lo único que sabía era de su afición a los implantes.
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