El desaparecido John Ritter será recordado más por sus incursiones televisivas, ya sea en series (Apartamento para tres) o telefilms (It), que en el cine, pese a que tiene bastante pelis destacables a sus espaldas: Una cana al aire de Blake Edwars, ¡Qué ruina de función! de Peter Bogdanovich o CIA: Operación Especial junto a James Belushi.
Pero sin duda dos son las pelis por las que será recordado: Este chico es un demonio y Permanezca en sintonía, una mezcla de comedia y cine fantástico más propia de Harold Ramis que de su director, Peter Hyams, un especialista en pelis repletas de efectos especiales (2010. Odisea 2, Capricornio uno, Atmósfera cero, Timecop, El fin de los días...).
Aquí Ritter ejerce del clásico padre de familia americana, con su mujercita, la hija, el hijo pequeño y una pedazo de casa de dos plantas (jardín incluido) que uno no se explica como la paga con un empleo de vendedor ambulante. La cuestión es que el tipo pasa todo su tiempo libre viendo la tele, cosa que hace que su matrimonio esté apunto de irse al traste.
Un buen día recibe la visita de un misterioso vendedor de televisores, que le ofrecerá el último modelo en el mercado. Lo que el bueno de John Ritter no sabe, es que acabará siendo absorvido por ese televisor y deberá mantenerse con vida dentro de él durante 24 horas si no quiere que su alma arda en los infiernos.
Permanezca en sintonía, que tiene una estructura idéntica a Cariño, he encogido a los niños, mezcla esos elementos que tanto nos gusta de parodias de series y programas televisivos. En los escasos 90 minutos que dura el film vamos a disfrutar de El mundo de Duane, El silenciador de los corderos, El precio injusto, Atropellando a Miss Daisy... O ese momento de autoguiño donde Ritter aparece en el decorado de Apartamento para tres.
Pero para mi hay dos momentos impagables. El primero es la parodia de Star Trek con un decorado de cartón piedra. Divertidísima.
El segundo momento, y seguramente todos estarán de acuerdo conmigo, la secuencia en la que los protagonistas se convierten en dos ratones de dibujos animados y nos encontramos en el clásico cartoon de gatos persiguiendo ratones. Todo ello supervisado por el mismísimo Chuck Jones.
Aparte de Ritter nos encontramos un par de caras conocidas, Eugene Levy y Jeffrey Jones, que desde hace unos años no rueda nada, entre otras cosas porque fue arrestado por tener material no recomendable, (niños, fotos... me explico, ¿no?) y ya sabemos que los yankis cuando estás marcado no te dan papeles.
Otra cosa es que mientras la veía iba pensando, "como me recuerda esta banda sonora a la de El secreto de la pirámide". Luego miro y voilà, el compositor, Bruce Broughton, es el mismo, con lo que aquello de que los músicos se acaban repitiendo y autoplagiando aquí se cumple a rajatabla.
Permanezca en sintonía, estrenada en el 92 (aquí en verano del 93), fue una película que pasó muy desapercibida en cines, pero que, por esas cosas que tenían los videoclubs, cosechó mucha popularidad en vídeo. Por eso el que no la haya visto tiene que darle una oportunidad a esta peli divertidísima (no de carcajadas pero sí de sonrisas mil), que pasa en un suspiro y, porqué no decirlo, John Ritter siempre nos caerá simpático.
jueves, marzo 03, 2011
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1 comentario:
permanezca en sintonia es estupenda para pasar el rato y reflexionar sobre ver demasiada television.e ingeniosa.
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