Si algo han caracterizado a los 80's son, entre otras cosas, las comedietas de adolescentes/estudiantiles. En este caso era fabricar un Porky's (pero sin el componente erótico) y mezclarlo con aquellas películas de serie B y Z estilo Yo fui un hombre lobo adolescente y casposidades varias. Aunque, también hay que recordar que a principios de los 80 el inefable Larry Cohen dirigiera la espantosa Regreso a Full Moon (Full moon high, 1981), que ya mezclaba hombres lobos y universitarios.
Aquí la idea era coger al clásico loser de instituto y meterle genes licántropos que le permiten ser la estrella del equipo de baloncesto y llevarse todo el protagonismo en el instituto mientras su padre no para de decirle aquello de "todo poder conlleva una gran responsabilidad". Efectivamente, los guionistas (los mismos que escribieron Comando), muy avispados ellos, filtraron lo suficiente los componentes del universo Spiderman para que nadie se percatara del plagio.
Y para protagonizarla nadie mejor que aquel chaparraete actor canadiense que despuntaba en la serie Enredos de familia, Michael J. Fox, con su condición de eterno adolescente (se decía que iba a ser el Robin del Batman del 89 cuando el personaje aún estaba en el guión). Que, por cierto, que crueles los guionistas ambientar la trama de la película en el mundo del baloncesto cuando Fox apenas pasa del metro sesenta. Que sí, que Fox nos caerá simpático y todo eso, pero no nos engañemos, es un actor limitadísimo que siempre actúa igual, repitiendo los mismos gestos y movimientos película tras película.
El resto de actores tampoco es que destacasen demasiado, cosa que tampoco importaba: James Hampton, que le pasaba las misiones a Condorman; Mark Holton, que hizo La gran aventura de Pee-wee y luego aquella basura de Gacy, el payaso asesino. Aunque quizás mejor destacar la aparición de Scott Paulin, el que fuera Cráneo Rojo en Capitán América de Albert Pyun.
Si hay algo que siempre interesa en las películas de hombres lobos es el maquillaje, y aquí es donde Teen wolf flojea al máximo. El hombre lobo parece más un yorkshire peludo (quien sabe si influido por el Wolfie de lo Groovie Goolies) por no hablar del padre, un auténtico oso amoroso cruzado con un ewok. Que nadie se espere transformaciones al estilo Un hombre lobo americano en Londres o Aullidos. Sólo hay una y es bastante de estar por casa (véase vídeo).
Pero salvo esos aspectos técnicos la película se lleva muy bien, es muy entretenida. Con mucho detalles a destacar, como los títulos de crédito que parece que apunten a una película de terror. O los aspectos puramente de película de adolescentes con sus fiestas, su surf furgonetero y sus aventurillas para comprar alcohol, con esa escena tan recordada del barril de cerveza. ¿Quién no ha hecho la broma cuando en las fotos era común el efecto ojos rojos?
Curiosamente Regreso al futuro se estrenó un mes antes (julio del 85) en los USA, manteniéndose número 1 de taquilla hasta septiembre (a excepción de la última semana de julio, donde Las vacaciones europeas de una chiflada familia americana le arrebató el primer puesto) y Teen Wolf se estrenó en agosto consiguiendo el número 2, con lo que Fox reinaba en la taquilla americana durante el verano del 85.
El éxito de Regreso al futuro fue aprovechado por la productora de Teen wolf y en alguno de los carteles americanos añadían la coletilla de "Is back from the future in a new comedy" (el propio cartel de la CBS ya iba por ahí). En algunos países le cambiaron el nombre al personaje de Fox, de Scott pasó a Marty, o directamente el título de la película, quedando en un El chico del futuro.
Así pues, Teen wolf se convirtió en un éxito taquillero (más de 30 millones de dólares) cosa que propició que la cosa no quedara ahí.
Atención al tío de la bragueta del final
Explotando el éxito (la serie de Tv)
Al año siguiente del éxito de la película llegaría la serie de dibujos a cargo de la división australiana de la Hanna Barbera, donde se limitaban a coger un buen puñado de los personajes del film y cambiar toda la mitología de la historia original.
Aquí la historia acontece en un pueblo llamado Wolverton, lugar donde existe cierto folclore a la figura de los licántropos, que, supuestamente, rondan por el lugar. Hasta ahí llega lo más interesante del planteamiento de la serie, porque luego es coger a Scott y a toda su familia, que son licántropos, y meterlos en aventurillas intrascendentes con cierto tufillo a La familia Addams. Quizá lo más llamativo de la serie era su cabecera y que seguían el clásico recurso de la Filmation de usar constantemente la repetición de secuencias, en este caso era la transformación del protagonista.
La curiosidad es que en este tipo de productos totalmente exploitation, los actores no doblan a sus personajes animados, de eso se encargan dobladores profesionales, pero en este caso James Hampton, el padre de Fox en la película, sí lo hacía.
Auge y caída (la secuela)
Un años después la productora Atlantic Entertainment Group (modestísima compañía que dejó de existir a finales de los 80 y fue la distribuidora de la primera parte) estrenaría Teen wolf 2. Una secuela que no era más que una fotocopia de la anterior entrega, donde se limitaron a usar el mismo guión pero cambiando los nombres de algunos personajes y donde aparecía la palabra "baloncesto" sustituirla por "boxeo". Un buscar y reemplazar del Word de toda la vida.
Aquí utilizaban la figura del primo de Michael J. Fox, Jason Bateman que, casualmente y nadie sea mal pensado, era el hijo del productor. Y por lo demás más de lo mismo, tenemos la escena donde bajo un momento de tensión al protagonista se le ponen los ojos rojos y la voz de cazalla, se transforma en medio de un combate y vemos como se le sube la fama.
Si en la primera entrega el maquillaje parecía sacado de una atracción de freaks, aquí se asemeja más a las bestias de La isla del doctor Moreau versión 1977. Y, al igual que la primera, que nadie espere ningún tipo de transformación.
Aunque fueron varios los personajes que volvían aparecer, sólo un par volvieron a contar con sus actores originales: Mark Holton y James Hampton, que tenía breves apariciones al inicio y final del film. No corrieron esa suerte los personajes del entrenador y Stails (que en la primera parte era doblado por el aborrecible Joan Pera). De las nuevas incorporaciones sólo destacaremos al director de la universidad, John Astin, el Gómez Addams televisivo de los 60.
Muchas veces solemos decir que si algo funciona mejor no tocarlo, y aquí hicieron eso al pie de la letra. Como he dicho antes, toda la película es una fotocopia de la anterior, pero nada acaba de funcionar. Toda ella está muy mal hecha, a destacar una escena musical tan lamentable como mal rodada.
Si en la primera nos encontrábamos una película que respiraba años 80 en cada uno de sus fotogramas, en esta secuela parece más un telefilm directo para la televisión que otra cosa.
Y como no, la sequía que impera en Hollywood desde hace décadas, donde primero fueron los remakes de películas francesas, luego las adaptaciones cinematográficas de televisión, le siguieron las versiones del último éxito asiático de género fantástico y por último los remakes del los clásicos de antaño, ha hecho que Teen Wolf no se haya librado y la MTV está manos a la obra rodando el episodio piloto para una futura serie de tv bajo la dirección de Russell Mulcahy.
8 comentarios:
Los efectos no están tan mal, a mí la transformacion me parece muy auténtica y es una película redonda, de las más divertidas y entretenidas que he visto. Para mi la mejor película de hombres lobo. Parece mentira que teniendo un "gancho" tan fuerte para la segunda parte como es el boxeo, el resultado fuese tan desastroso, claro que si ya no sale Michael J.Fox no sería lo mismo.
Eso de la tranformación hace llorar al niño Jesus. Es cutre, salvo una oreja que se le ve crecer y un par de hinchazones en la frente no hay transformación como tal, aprovechan los cambios de plano para meterle maquillaje a Fox, de ahí a los fundidos transparentes de Molina/Pajares sólo hay un paso.
Y en esa transformación parece que a Fox le hayan embadurnado la cara con cera.
La peli está muy bien pero el maquillaje es otro cantar.
Pues no estoy de acuerdo para nada, hay un momento que no parece ni él de lo deformada que tiene la cara, hay que quedarse con las primeras impresiones y mi primera impresión fue de levantarte del sofá, me pareció que la cosa iba en serio, ademas que cambio más radical, que te quedas como flipando con la transformacion y de repente te cuando Scott abre la puerta ahí está el padre que parece un caniche de Jim Henson. Que gran pelicula madre mia.
Es que durante la transformación hace unos movimientos muy raros, parece un animatrónic, pero sabiendo que es una peli con poco presupuesto dudo que tuvieran dinero para tal lujo.
y que me dices cuando en el encerado de la escuela le salen las uñas y se va corriendo, lo pasas mal y todo
Eso no son uñas, ¡son clóchinas!
cloachinas de garaje
La primera peli aun molaba,la segunda fue un rollo,era aburrida de principio a fin,manteniendo un atisbo del espiritu de la primera parte,como Michael J.Fox no habia otro licantropo universitario,eso si,lo mejor era la serie de dibujos
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