Revolver es un buen ejemplo que detrás de una serie de buenas pelis no siempre hay un buen director sino un buen productor. Guy Ritchie, su director, tuvo un esplendido debut con Lock & Stock, la segunda, Snatch, continuaba manteniendo el nivel en una especie de remake de su primer film pero con más pasta, más caras conocidas y una historia más rebuscada intentando rizar el rizo. Luego ya vino su lapidación mundial con Barridos por la marea ese remake para lucimiento de su esposa que como no he visto no valoraré pero seguro que no es tan malo. Y hasta aquí duró el binomio del director con el productor Matthew Vaughn, luego reciclado a director de cosas como Layer cake, una revisión a las pelis de mafietas londinenses de Ritchie pero menos cómica o Stardust, una de esas pelis que sigue la estela de Potters & cía pero mucho más entretenida y simpática.
Después del fracaso mundial de crítica y público de su última peli Ritchie buscó asegurar la jugada y apostó por lo que mejor sabe: mafia, maletines de dinero, tiros, muertos, muchos personajes... Todo parecía que volvía a su cauce y que Ritchie volvería hacer una buena peli pero cometió dos errores, no contó con Vaughn en la producción y se ajuntó con Luc Besson para escribir el guión.
Un guión que nos pone de protagonista a Jason Statham, que ya lo tiene mal con esa perilla y una peluca difícil de lidiar, que se dedica a putear a un mafiosete personificado por Ray Liotta mientras apura sus últimos días ya que los médicos le han diagnosticado una enfermedad terminal, a la vez es chantajeado por un par de matones. Contar más de su argumento es bastante difícil, el guión es poco claro y muy confuso, uno nunca sabe porque suceden según que cosas aunque eso es lo de menos ya que en su segunda hora, justo cuando la película cae en picado, si es que no lo había hecho ya después de los créditos (que no hay), es cuando entra en acción la parte más pretenciosa y salida de madre con desvaríos varios y dobles personalidades, sin duda made in Besson.
Después del fracaso mundial de crítica y público de su última peli Ritchie buscó asegurar la jugada y apostó por lo que mejor sabe: mafia, maletines de dinero, tiros, muertos, muchos personajes... Todo parecía que volvía a su cauce y que Ritchie volvería hacer una buena peli pero cometió dos errores, no contó con Vaughn en la producción y se ajuntó con Luc Besson para escribir el guión.
Un guión que nos pone de protagonista a Jason Statham, que ya lo tiene mal con esa perilla y una peluca difícil de lidiar, que se dedica a putear a un mafiosete personificado por Ray Liotta mientras apura sus últimos días ya que los médicos le han diagnosticado una enfermedad terminal, a la vez es chantajeado por un par de matones. Contar más de su argumento es bastante difícil, el guión es poco claro y muy confuso, uno nunca sabe porque suceden según que cosas aunque eso es lo de menos ya que en su segunda hora, justo cuando la película cae en picado, si es que no lo había hecho ya después de los créditos (que no hay), es cuando entra en acción la parte más pretenciosa y salida de madre con desvaríos varios y dobles personalidades, sin duda made in Besson.
Statham intenta ir más de lo que es y en su intento de actuar fracasa vilmente; Liotta ya es otro cantar, simplemente horrible. Una especie de mafiosete afeminado que se pasa medio metraje en cabinas de rayos uva quien sabe si borracho o drogado es demasié pa su body. Luego tenemos por ahí a André Benjamin un negro de esos raperos que merecen morir (como todos) del grupo OutKast y que cuando no berrea se dedica a intentar actuar, y que en esta peli no molesta en exceso que, para él, ya debe ser mucho.
Liotta mutando a no se sabe que animal felino
Dos detalles muy chulos, seguramente los únicos, es una escena en la que aparecen algunos personajes convertidos en dibujos puramente cel shading mezclados con decorados y otros personajes reales, y unas secuencias con unos subtítulos no estáticos que tienen una estética tirando a los bocadillos de los cómics.
La película fue un buen batacazo en Inglaterra, en USA apenas se estrenó de tapadillo en cuatro festivales, en muchos países salió directamente en DVD y en Espanya, tres años después, todavía no ha salido pese a que Filmax tenía previsto su lanzamiento en DVD para hace dos meses.
La última película de Guy Ritchie es RocknRolla, aún pendiente de estreno, está producida por Joel Silver y con un reparto bastante desconocido. Y, evidentemente, volvemos a toparnos con malotes en las calles londinenses que se topan con mafiosos rusos. Que Dios nos coja confesados.
1 comentario:
La película es excelente , tal vez demasiada buena .... Todo depende con el cristal que se mira 😉
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