Hay binomios en el cine que son inseparables. De la misma manera que hay un Hitchcock/Herrmann, un Cronenberg/Shore o un Burton/Elfman, la filmografía de David Lynch no se podría entender sin Angelo Badalamenti.
Este señor con nombre de filósofo griego comenzó en la filmografía del director con Blue velvet, a partir de ahí se ha encargado de la mayoría de su filmografía: Corazón salvaje, Carretera perdida o Mullholand Drive, donde hizo un pequeño papel como el tipo que escupe el café.
Aunque curiosamente su trabajo en el cine ha pasado bastante desapercibido cuando ha trabajado para otros directores: Pesadilla en Elm street 3, La ciudad de los niños perdidos, La playa o Cabin fever.
Lo que mucha gente no sabe es que Badalamenti colaboró en la composición de la música de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92. Suyo es The tourch theme (The flaming arrow).
Ha colaborado con nombres del calibre de Pet Shop Boys, Anthrax o David Bowie. Pero seguramente el punto álgido de su carrera fue su trabajo en Twin Peaks, que vendió discos como churros. Sin duda debió ser toda una experiencia viendo como lo recuerda:
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