viernes, octubre 03, 2008
Proletario y Parásito
Cuando era pequeñajo tenía una cinta VHS de animación checa. Son de esas cosas extrañas que sucedían en los videoclubs en los 80, que aparecían extrañas pelis traídas por distribuidoras aún más extrañas.
La verdad es que aquella cinta me molaba un montón. Eran historietas cortas, algunas tenían pinta de estar basadas en relatos o cuentos del folclore checo. En una, un rey obligaba a su hija, un princesa caprichosa y consentida, a casarse con un ermitaño que vivía en una cueva en mitad de la montaña. Luego descubríamos que el ermitaño barbudo y malhumorado era en realidad un príncipe y todo había sido una artimaña para bajarle los humos a la chica. En otra, ambientada en la actualidad, un niño, de camino a la escuela, decide hacer campana. Y mientras va por la calle pasando la mañana un cuervo con muy malas pulgas le va haciendo la vida imposible.
Sí, todas ellas tenían su moralina, pero estaban explicadas de forma tan cruel (o eso me parecía a mí) y con esa animación tan oscura y sucia, con movimientos tan acartoonados que me daban muy mal rollo. Todas esas cualidades de este tipo de animación resaltaban aún más con el resto de animación, que nos llegaba desde USA o tierras orientales.
Ahí va un dato: aunque es de creencia popular que el primer largo de animación es Blancanieves y los siete enanitos de Disney eso no es correcto. La pionera fue una producción argentina de 1917 titulada El apóstol y dirigida por el italoargentino Quirino Cristiani; evidentemente en rigurosísisimo blanco y negro y mudísima. Pero la película fue pasto de las llamas en 1926 durante un incendio y no se conservan copias; con lo que hay gente que no le otorga el título de ser la primera.
Ese estilo acartoonado que comentaba antes era parodiado estupendamente en Los Simpson con su sketch de Proletario y Parásito. La sátira era totalmente justificada ya que en la edad dorada de la animación checa, ya fuese en stop motion, dibujos animados tradicionales, sombras chinescas, etc., el poder político era muy fuerte y se aprovechaban que estos trabajos se podían materializar gracias a sus subvenciones para usar las obras de forma propagandística.
Si un nombre destacaba en esta época dorada sin duda era el de Jiri Trnka (1912-1969), según algunos una versión checoslovaka de Disney o hasta de Harryhausen, pero no creo que sea justo definirlo como tal.
El hombre tocaba todos los palos, comenzó como ilustrador de cuentos infantiles, fundó algunos estudios de animación, realizó cortos y largos de animación convencional, stop motion, recortes de papel, marionetas e incluso mezclándolos con actores reales, tuvo su etapa pictórica, hizo teatro de títeres que él mismo esculpía y fabricaba. En definitiva, que era un portento todo terreno.
Una de sus características es que era poco amigo de animar las caras de sus actores, decía que simplemente usando el encuadre preciso o una determinada iluminación sus caras ya podían transmitir sentimientos sin que tuvieran que pestañear o sonreír.
Dejo para deleite del personal su último trabajo, Ruka (La mano, 1965) que, como él mismo decía, era una rabiosa crítica contra las ideas impuestas que imperaban en su país y que milagrosamente pasó la censura, no como su frustrado intento de hacer su versión de El Quijote que no contó con la aprobación de las autoridades de la época. Aún y así hay otros muchos vídeos rulando por el tubo tan buenos como Kybernetická babicka (La abuela cibernética, 1962) o Arie prerie (Canción de la pradera, 1949), una revisión del western en versión marionetas y muy divertido.
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4 comentarios:
que muñecos mas raros raros. La fotografía del conejo me suena mucho aparte de que esta muy currado y la animación está muy cuidada.
Deberías hecharle un ojo al corto que es en plan western.
lo he buscado en youtube como "arie prerie" que te pensabas que lo iba a dejar escapar...pero no lo encontré
http://www.viddler.com/explore/ManooN/videos/33/
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