jueves, junio 23, 2016

Freejack. Sin identidad

Freejack, sin identidad, Emilio Estevez, Rene Russo, Mick Jagger, Anthony Hopkins, Ronald Shusett

En algún momento de finales de los 80 alguien debió pensar que Emilio Estevez tenía potencial para ser lanzado al estrellato del firmamento hollywoodiense. Quizá fuese el éxito del díptico Arma joven (Young guns, 1988) o yo qué sé. La cuestión es que si en algún momento pudo dar el salto a esa primera división con Freejack. Sin identidad (Freejack, 1992) todo se fue al traste.

Estevez ejerce aquí de un piloto de ¿Fórmula 1? que duerme con Rene Russo y se dicen tonterías de pitiminí. El tipo, que se las veía muy felices, se revienta la crisma contra un muro durante una carrera, pero no encuentran ni un pedacito de él entre los restos del monoplaza. Como si se hubiese volatilizado. Paralelamente, Estevez despierta en una especie de laboratorio del que consigue escapar, para descubrir que el mundo ya no es como él recordaba.



Freejack, sin identidad, Emilio Estevez, Rene Russo, Mick Jagger, Anthony Hopkins, Ronald Shusett

Quizá lo mejor sería no destripar más el argumento y dejar la sinopsis ahí, pero entonces yo no tendría demasiado de qué escribir y la película podría parecer más interesante de lo que realmente es. Así que vamos con los spoilers. Lo que realmente le ha pasado a nuestro amigo Estevez es que ha sido transportado a un futuro 2009. Según nos explican, ahí las cosas están muy jodidas (en esto acertaron), los ricos son muy ricos y el resto más pobres que Carpanta. La contaminación ha degenerado al planeta y bañarse en cualquier riachuelo es sinónimo de muerte. Además, existe una tecnología que permite pasar la conciencia de un individuo a otro y que es utilizada por los ricos para, una vez que su cuerpo ha envejecido, pasarse a uno más joven y sano para ir viviendo eternamente. Pero claro, como ahí casi todo el mundo está muy jodido por el tema de la polución, no encuentran "donantes" de calidad, así que se les ocurre un buen sistema: como, casualmente, también tienen una máquina del tiempo, viajan hasta una fracción de segundo antes que alguien tenga un accidente y roban el cuerpo. Y, efectivamente, eso es lo que habían hecho con el pobre Emilio. El problema es que su "secuestro" sale mal porque hay una conspiración contra un millonetis y bla, bla, bla...

La película está basada en Immortality Inc. (1959) —del que no tengo constancia que se editara en castellano— el primer libro de Robert Sheckley, del que ya dimos cuenta en la reseña de El precio del peligro (Le prix du danger, 1983) y como curiosidad tiene otra novela, Trueque mental (Mindswap, 1965), con ciertos paralelismos en la que en el futuro la forma más rápida de viajar a otros mundos es intercambiando la conciencia con individuos de otros planetas, y que fue fusilada sin miramientos en Xchange (Xchange, 2001).


Freejack, sin identidad, Emilio Estevez, Rene Russo, Mick Jagger, Anthony Hopkins, Ronald Shusett

Volviendo a Freejack. Tenemos un futuro 2009 tirando a cutrillo. Las zonas pobres no tienen ningún problema en recrearlas, básicamente es poner mucha suciedad y personas harapientas. El problema, como suele pasar en este tipo de películas, es todo lo que tenga que ver con el futuro y sus nuevas tecnologías. Los coches parecen consoladores de diseño y otros deben ser reciclados de Mad Max, y todo el rollo de las puertas que se abren de forma automática ya olía a naftalina en la época. Y pese a que visualmente la cosa no da el tipo, se gastaron un pastón (cerca de 30 millones de dólares) que, al parecer, se infló porque las proyecciones de prueba fueron tan desastrosas que tuvieron que volver a rodar muchas escenas.

Y es que es una pena que un punto de partida tan interesante acabase cayendo en el clásico producto hollywodiense donde el prota es constantemente perseguido y no sabe de quien fiarse mientras se pasea por unos cromas infectos.

 
Freejack, sin identidad, Emilio Estevez, Rene Russo, Mick Jagger, Anthony Hopkins, Ronald Shusett

¿El director? Geoff Murphy que ni lo conocerás, pero que es un neozelandés que dirigió la cult movie El único superviviente (The quieth earth, 1985); Intrépidos forajidos (Young guns II, 1990), que es como se título la secuela de Arma joven por estos lares; y su casi asentamiento en la industria hollywoodense Alerta máxima 2 (Under siege 2: dark territory, 1995), que como no recaudó lo esperado se volvió a productos de serie B como Fortaleza infernal 2 (Fortress, 2000) o telefilms en su Nueva Zelanda natal. Cosa que le valió para dirigir la segunda unidad de la trilogía de El señor de los anillos (Lord of the rings, 2001).

En el cast es donde tenemos la parte divertida. Además de Emilio Estevez, tenemos a Rene Russo, que luce exactamente igual en la escenas de 1991 y las de 2009, ni un triste maquillaje para envejecerla; Amanda Plummer haciendo de monja pistolera; David Johansen, cantante de los New York Dolls y que te sonará más por ser el fantasma taxista de Los fantasmas atacan al jefe (Scrooged, 1988); Jerry Hall, la novia desfigurada del Joker en Batman (Batman, 1989) y que era la pareja en la vida real de Mick Jagger, que aquí ejerce de policía perseguidor de Emilio Estevez. Y también tenemos a Anthony Hopkins, que por mucho que salga en el cartel no lo vemos ni 15 minutos en pantalla.



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