jueves, abril 09, 2020

Sangre de héroes

Sangre de héroes, Rutger Hauer, The Salute of the Jugger, Joan Chen, David Webb Peoples

Sangre de héroes es de esas cintas que nunca alquilé en el videoclub. Básicamente por la carátula, que al igual que a veces te vendían la moto y te comías un buen boniato, otras veces hacían el efecto contrario. Si sumamos un título totalmente aséptico (molaba más el original australiano, The Salute of the Jugger) con la imagen de los protas en plan guerrilleros ya me venía a la cabeza un dramón ambientado en Vietnam me quitaba las ganas de dedicarle 90 minutos y 100 pesetillas. Si a eso le sumamos que Rutger Hauer ya había iniciado su retirada de las grandes producciones hollywoodienses (Blade Runner, Lady Halcon) en dirección de las siempre agradecida serie B para videoclub (Se busca vivo o muerto, Furia ciega), la ganas de verla no es que mejoraran mucho, la verdad.

Sangre de héroes, Rutger Hauer, The Salute of the Jugger, Joan Chen, David Webb Peoples

En un futuro indeterminado (aunque en la carátula indique el año 2200) la civilización se ha ido al garete y, básicamente, se ha dividido entre los que viven en la superfície, que son los que malviven en puebluchos y cultivando lo poco que la tierra les deja; y los que viven bajo tierra, que serían la clase burguesa de la sociedad. Lo único que les une es un deporte salvaje parecido al fútbol americano, que consiste en dos equipos que han de poner el cráneo de un perro en la meta del rival mientras intentan evitar, con ayuda de la fuerza bruta, cadenas y armas, que el contrario anote. Cada pueblo tiene un equipo que suelen recibir la visita de equipos nómadas que les retan. Todos ellos viven con la aspiración de conseguir entrar en la liga que tienen los habitantes que viven bajo tierra, donde son tratados casi como la clase alta.


Sangre de héroes, Rutger Hauer, The Salute of the Jugger, Joan Chen, David Webb Peoples

Sangre de héroes es una coproducción entre Australia y USA, lo que la convierte en la alumna aventajada de las secuelas de Mad Max. Sus primeros 45 minutos, donde nos dejan claro como vive la sociedad en la superfície y nos ponen en antecedentes, es puro cine postapocalíptico con parajes desérticos y polvorientos. Una primera mitad es algo monótona porque su acción se limita a los partidos de ese deporte en una época que el montaje no permitía demasiadas florituras y todo es desierto, desierto y más desierto. Por fortuna, cuando ya nos pensamos que no vamos a ver nada más, la historia de nuestros protagonistas nos lleva a la ciudad subterránea y la cosa cambia, pareciéndose más al inicio de Mad Max III. Ya con un diseño de producción muy interesante, que casi parece como si hubieran cogido el vestuario y algunos decorados del Dune de Lynch y les hubieran metido rayos gamma y los hubieran dejado al Sol unos cuantos siglos. Sin duda esta cuestión estética es la mejor parte, porque a nivel argumental la cosa es simplista y va por el camino de la previsibilidad. Esto es: grupo de zarrapastroso que irán pasando pruebas hasta conseguir vérselas con el equipo de primer nivel al que -¡oh, sorpresa!- superarán. Y no podemos olvidarnos del personaje (Hauer) que tuvo un pasado mejor cuando formó parte de la elite y fue lanzado a los infiernos por un lío de faldas y ahora busca redimirse.

Visto así no estamos ante una película que innove en nada, pero los ingredientes están lo suficientemente bien combinados como para que se deje ver y hasta nos sorpenda con el diseño del mundo subterráneo.

Sangre de héroes, Rutger Hauer, The Salute of the Jugger, Joan Chen, David Webb Peoples

Delante de la cámara tenemos a un Rutger Hauer, en pleno descuido de su figura, como prota, acompañado de Joan Chen (que, además de interpretar a Jocelyn Packard en Twin Peaks, volvería a trabajar con el holandés en Peligrosamente unidos, Yacimiento lunar y Tonight at Noon), Delroy Lindo (el policía de 60 segundos de Nicolas Cage), un jovencito Vincent D'Onofrio, Hugh Keays-Byrne (el malo de la primera y cuarta entrega de Mad Max) y Anna Katarina (la tipa del caniche de Batman Vuelve).

En la dirección David Webb Peoples, que aquí ejerció su única incursión como director, pero que como guionista tiene una carrera envidiable: Blade Runner (la última reescritura), Lady halcón (haciendo añadidos de última hora sin acreditar), Sin perdón (que el tito Clint se tiró más de 15 años para hacerla desde que adquirió el guión), Soldier (que antes que lo produjera la Warner con Kurt Russell, lo compró David Geffen para que lo protagonizara Wesley Snipes) o 12 monos. A finales de los 80 escribió una adaptación del cómic Sargento Rock para Joel Silver con Schwarzenegger como prota, pero nunca se llegó a materializar.
 
Sangre de héroes, Rutger Hauer, The Salute of the Jugger, Joan Chen, David Webb Peoples

Sangre de héroes llegó en un mal momento para el subgénero postapocalíptico, los italianos lo habían quemado con tropecientas subproducciones. El último intento hollywoddiense databa de 3 años antes, 1986, con Guerreros del Sol que fue un estrepitoso fracaso, dejándoles claro que ya no había donde rascar, con lo que el film de Webb tuvo una vida en cines limitada. Aquí, como era de esperar, nos llegó directamente a VHS. Pero la gracia es que existen 2 montajes: el original australiano, que es el largo; y el americano más corto y que los títulos de crédito empiezan aparecer cuando todavía estamos en el desenlace. Una locura. ¿Cuál nos llegó aquí? Efectivamente, el chiflado que se marcaron los yankies.

Pero si hay algo a lo que es imposible ganar a los alemanes es en el campo de lo sordido. Estos quedaron enamorados del deporte que aparece en la película y se montaron sus ligas de Jugger que fueron abriéndose paso en diferentes países. Sí, aquí también hay una federación del susodicho. Es que lo sórdido mola. 

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