No cabe duda que la época dorada del tito Arnie fueron los 80. Ahí el tío encadenó éxitos de taquilla como el que se marca un combo en el Mortal Kombat. Pero lo mejor de todo es que han quedado como clásicos: Terminator, Depredador, Commando, Conan e, incluso, Perseguido. Desafío total la dejaremos aparte, ya que "oficialmente" es de 1990, pese a que se rodó en el 89 y apesta a cine ochentero en cada uno de su fotogramas.
El problema del Chuache es cuando se pasó a la comedia, vale que mucho antes había hecho Cactus Jack, pero su primer acercamiento al género una vez instalado en el star system, fue este Danko: Calo rojo.
Vale que esto no es Los gemelos golpean dos veces, algo totalmente ubicado en la risa, pero ya nos plantamos en ese subgénero tan ochentero como es el de las buddy movies (o películas de colegas), en pleno boom gracias al éxito de Límite: 48 horas y Arma letal. Está claro que la comicidad del austriaco es mínima, viendo que en sus papeles anteriores sus diálogos brillaban por su ausencia o por ser mínimos, en Hollywood lo tenían claro. Por eso, todo lo gracioso reside en ese choque cultural entre el ruso duro, frío, calculador y super profesional que tiene que viajar hasta los USA para echar el guante a un compatriota traficante de drogas, con el compañero que le asignan, el prototipo de yanki amigo de los hot dogs y los burguer, de extralimitarse en sus funciones y soltar cuantos más chascarrillos mejor, y si es en el momento más inoportuno tiramos cohetes.
Al final eso es con lo que nos quedamos a las puertas de 2014. Y es que si este Danko era motivo de alegría y alborozo cuando la alquilábamos en VHS (atención al cartel tailandés) o la emitía Telecinco en alguna noche aburrida de verano, actualmente la cosa ha quedado para que la programe TVE a la hora de la siesta del domingo después del tortell. Lo que en la época era acción y espectacularidad a raudales, ahora vemos dificultades para que la trama nos interese y rutina hasta la extenuación.
En la dirección un clásico de las action movie de los 80 como es Walter Hill (The Warriors, Límite: 48 horas, La presa), que cuando se metió en la comedia (El gran despilfarro) comenzó a flojear y la cosa no le acabó de ir tan bien como en sus inicios. No hay más que ver que el año pasado estrenó aquel bodrio de Stallone llamado Una bala en la cabeza.
Y acompañando a nuestro austriaco favorito un jovencito y delgado Lawrence Fishburne (aquí acreditado como Larry Fishburne), Peter Bolye, el clásico Brion James, Pruitt Taylor Vince (el tarado de Identidad), Gina Gershon (la mala de Showgirls) y, por supuesto, el resorte cómico del loser de James Belushi en su momento álgido.
Como curiosidad, fue la primera película norteamericana en rodar en la Plaza Roja, aunque lo hicieron de forma clandestina, ya que el gobierno ruso ni se dignó a responder a la solicitud de la productora, con lo que pusieron a Arnie en suelo ruso vestido con su vestimenta y un simple cámara grabándolo como si estuvieran haciendo un vídeo de de bodas, bautizos y comuniones.
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