En un día tan señalado (para algunos) como hoy, igual lo suyo sería tirar por ¡Qué bello es vivir!, Solo en casa y cosas por el estilo, pero que aquí pega más algo como El día de la bestia.
Para algunos la mejor película de Álex de la Iglesia o, como mínimo, de las más redondas (para mí lo es junto a Muertos de risa). No olvidemos su clásico bajón en el último tercio de sus pelis, del que no se libra ni Las brujas de Zugarramurdi.
La película es un clásico del cine español, no hace falta presentación para el padre Ángel en su búsqueda del nacimiento del anticristo por las calles de Madrid en la noche de Navidad, junto a un dependiente de una tienda de discos metal y el presentador de programas paranormales y vendedor de humo el profesor Cavan.
Y no sólo conocida ahora, cuando ya está asentada como obra de culto, ya en su momento fue una de las películas más taquilleras de este país. Cosa que en parte sorprende por no ser una película excesivamente cara, su rodaje se hizo en casi su totalidad en un piso de Madrid reformado para la ocasión (ya fuese el hostal, las oficinas del centro comercial o el apartamento de Caban) y los pocos efectos digitales con los que contaron (de los primeros que se vieron en una producción de aquí) les costó la gota gorda.
Aunque por otro lado hay que recordar la cantidad de páginas que le dedico la prensa de la época (Fantastic Magazine al frente) o, incluso, Canal Plus con algún que otro making of (aunque esto se entiende por estar detrás de la producción).
El día de la bestia tiene momentos que tenemos grabado en la retina como el cura ante las torres Kio (o la Puerta de Europa), los protas colgados en el anuncio de Schweppes y, porqué no, el abuelo de Santiago Segura paseándose en pelotas por la pensión. Detalle autobiográfico del propio director, ya que, al parece, su abuela hacía lo mismo. Todo ello con una estética muy de cómic, aunque el final es de un españolismo castizo que tira para atrás. Seguramente no es buscado, pero es, en esencia, calcado al de Todos al suelo de Pajares y Esteso.
Con un reparto extensísimo, y con un montón de caras conocidas dentro de la filmografía de su director: Álex Angulo, Santiago Segura, Armando de Razza (que venía del mundo de la canción melódica y le costaba horrores la pronunciación castellana), Terele Pávez, Maria Grazia Cucinotta (que luego hizo El cartero y Pablo Neruda y el Bond El mundo nunca es suficiente), Nathalie Seseña, Saturnino García, Manuel Tallafé, Antonio de la Torre, Jimmy Bernatán, Enique Villén y el Gran Wyoming.
Todavía a día de hoy el personal sigue especulando sobre el final, ¿es real la aparición de el maligno? Personalmente la cosa me quedaba bastante clara, incluso, ha día de hoy, el propio director lo ha dejado claro en repetidas veces.
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