En Timestalkers la historia tiene un punto de partida interesante: un profesor universitario aficionado a todo lo que tenga que ver con la época del lejano oeste, gana en una subasta algunos objetos de esa época, entre ellos una fotografía donde aparece un pistolero. Observándola, descubre que en ella hay algo que no cuadra: el arma que luce el pistolero es una Magnum de los años 80. En un principio piensa que le han timado, pero manda analizar la fotografía, que da como resultado su autenticidad. Así que la única explicación a la que llega es que el pistolero es un viajero del tiempo.
Y hasta aquí lo mejor de la historia, porque luego es una caída libre. Pero no es de extrañar, pues estamos ante un telefilm de 1987, una época en la que las producciones televisivas (telefilms o series) eran pasto de poco presupuesto y actores de segunda fila. Al menos aquí nos topamos con un montón de caras conocidas: William Devane (el justiciero urbano de El ex-preso de Corea), John Ratzenberger (el cartero de Cheers), Tracey Walter (el Bob del Batman de Burton), Lauren Hutton (la vampira milf de Mordiscos peligrosos), James Avery (el tío Phil de El príncipe de Bel-Air) y Klaus Kinski, que, evidentemente, con esa cara sólo puede hacer de malo.
La movida de cómo hacen los cronoviajes tampoco tiene mucha historia, una especie de diamante al que se le marca la fecha, salen un haz de luz y fundido a blanco. Ni tendrían muchas ganas de pensar algo más original, ni tampoco tendrían más presupuesto, que parece que se lo gastaron todo en los títulos de crédito.
Lamentablemente todo acaba siendo una chorradita que no tienen ninguna lógica. SPOILERS El malo quiere viajar al pasado para cargarse al antepasado de su colega, el cual le ayudó a crear la máquina temporal. Entonces, ¿no se supone que si no llega a existir, nunca se inventaría esa máquina que tanto quiere poseer? Y, ¿por qué al final mandan al protagonista antes del accidente de su familia para que cambie el rumbo de la historia? ¿No se supone que eso es algo que no deben hacer los cronoviajeros? Mucho agujero de guión veo por ahí.
Dirigida por Michael Schultz, que, salvo unas pocas películas (Un mundo aparte, Tres gordos y un millonario), ha cultivado su carrera en la caja tonta. Cosa que en Timestalkers o, como también se le conoce, Los cazadores del tiempo, se nota mucho, con una realización ramplona que unida a los pobres decorados hace que bascule en la serie B por los pelos, porque si no fuese por un reparto medianamente apañado, estaríamos rozando la serie Z.
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