Pero aquí la cosa vuelve al terreno blanco y blando de la Disney más clásica, dando lugar a esa malgama de historias infantiles y otras mucho menos, con las que nos obsequiaron por la época. Con una historia que luego se retomaría con Tras el corazón verde, donde una joven escritora viaja a Malta para escribir una novela de asesinatos que acaba envuelta en un crimen real.
El valor de esta producción Disney es nulo. Un subproducto triste y ramplón, con una realización propia del telefilm más cochambroso de la época, lo que ayudó que aquí apareciese directamente a vídeo bastante tarde (allá por el 87, como muchas otras películas de baja estofa de Disney) con uno de los doblajes más rastreros que se recuerde.
En el apartado actoral tenemos a Margot —Lois Lane— Kidder en plena etapa Superman; Robert Hayes, post Aterriza como puedas y secuela; David Suchet, el malo de Bigfoot y los Henderson; y una pequeña aparición de Ronald Lacey, el nazi de la gestapo de En busca del arca perdida.
Dirigida por Michael Tuchner, de filmografía tan extensa (llena de telefilms) como olvidable. Aunque valdría la pena mentar una versión televisiva de El jorobado de Notre Dame con Anthony Hopkins, y la adaptación de Wilt, adaptación de la novela del mismo nombre de Tom Sharpe.
Aunque, quizá, lo más llamativo sea su pareja de guionistas, Jeffrey Price y Peter S. Seaman, que años después harían esas funciones en ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, El Grinch o Wild Wild West.
2 comentarios:
¡Devastadora crítica!
Me parecen interesantes los datos mostrados, que no he encontrado en otro lugar. Sobre todo para una película con tan poca exposición.
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