Desde mediados de los 70, el que fuese el pez gordo de la Paramount, Robert Evans, volaba solo en eso de la producción, plantándose en los nuevos años 80 con un buen puñado de éxitos bajo el brazo: Chinatown, Marathon man, Cowboy de ciudad, Domingo negro... por no hablar de su participación en las dos primeras entregas de El padrino.
Por la época se empecinó en hacer una versión de carne y hueso de Popeye después que Paramount perdiera los derechos para hacer el musical Annie, cosa que fue recibida con frialdad por parte de la major, la que le producía/distribuía sus producciones. Y mucho peor fue acogida la intención de contar con Robert Altman como director, que en la época era conocido como un consumado alcohólico y seguía viviendo de las rentas de M.A.S.H., ya que sus últimas películas habían cosechado buenas críticas pero en taquilla las cosas no habían funcionado tan bien. No hay que olvidar que en aquellos años la nueva corriente de directores (Spielberg, Lucas, De Palma, Scorsese, Coppola...) habían tenido éxitos económicos que les permitieron tomar el control económico y artístico, dejando a los estudios como meras comparsas financieras. Aunque la cosa estaba a punto de cambiar cuando Michael Cimino se llevara por delante a la United Artist con La puerta del cielo. Y precisamente el proyecto de Popeye estaba programado estrenarse a la vez que el film de Cimino para hacerle competencia.
En otros papeles teníamos a Ray Walston, prota de Mi marciano favorito, como padre de Popeye; Paul Dooley como Pilón; Donovan Scott, el gordito de Loca academia de policía; y un breve papel para Dennis Franz.
Para construir todo el poblado se decantaron por irse a Malta. Toda la aldea fue construida en los últimos 7 meses de 1979 con madera importada de Holanda y Canadá. ¿Más datos? 165 operarios, 8 toneladas de clavos y 2 mil galones de pintura hicieron falta que acabar el set de rodaje. A día de hoy los decorados siguen en pie y son la principal atracción turística del lugar.
El 23 de enero de 1980 Robert Altman gritaba por primera vez aquello de ¡Acción!, lo que daba inicio a un rodaje que fue todo un derroche de alcohol y cocaina entre Altman y Robert Evans, siendo éste último el que tenía que lidiar con Disney, que había aceptado co-producir el film junto a Paramount. La compañía de Mickey Mouse estaba furiosa por todas las notícias sobre drogas que salpicaban el rodaje y que Popeye soltase algún que otro taco durante la película.
Hablar del argumento del film es casi hablar de la nada más absoluta. Porque todo gira para ser una mera escusa de ver a los personajes del cómic en carne y hueso. Pero la cosa sería algo parecido a tres historias que forman el film en su conjunto: la llegada de Popeye al pueblo; la aparición de Coco Liso en la vida de Olivia y Popeye; y el rescate del padre de este último. Todo ello aderezado de unas canciones ramplonas y unos números de baile poco generosos. Porque algo que suele desconocer el que no ha visto el film es que estamos ante un musical.
Si algo bueno tiene la película es el casting. Todos los actores están clavados a sus versión dibujadas. Cosa a la que ayuda mucho los decorados, las prótesis de los brazos de Popeye y los trajes. Aunque ésto tiene su lado negativo. Al igual que en las películas de Tintín, todo tiene un aire tan falso que parecen disfraces de carnaval.
Mucho se ha comentado el clímax final, con esa pelea en el agua con pulpo incluido. Realmente está rodada de cualquier forma y nunca acaba de quedar claro qué está pasando. Al parecer todo venía por el clásico problema de estas películas: el presupuesto asignado se terminó antes de finalizar el rodaje. Así que el final se tuvo que medio imporvisar.
Mucho se ha comentado el clímax final, con esa pelea en el agua con pulpo incluido. Realmente está rodada de cualquier forma y nunca acaba de quedar claro qué está pasando. Al parecer todo venía por el clásico problema de estas películas: el presupuesto asignado se terminó antes de finalizar el rodaje. Así que el final se tuvo que medio imporvisar.
Aunque nos pueda parecer lo contrario, Popeye fue un gran éxito de taquilla, recaudando 50 millones de dólares (habiendo costado 20) solamente en los USA. Aunque, como más o menos podemos sospechar, la crítica no la recibió con los brazos abiertos precisamente.
Hay que apuntar que la versión norteamericana llega hasta las casi dos horas, mientras que aquí nos llegó una versión recortada de 90 minutos. Muy posiblemente por decisión de Disney, que tenía la distribución fuera de los USA, en tierras norteamericanas era tarea de Paramount. Por supuesto aquí nos llegó de la mano de Filmayer, que en su pase a vídeo nos la trajo con la clásica carátula blanca de Disney que, por muy míticas que nos pudieran parecer, son bastante horripilantes.
Y como no podía ser de otra forma, en estas tierras de picaresca, algún distribuidor (Vincit Films en cine e IVS en vídeo) tuvieron el buen olfato de los buenos tiempos del exploit sacando a la vez Popeye brazo de hierro, que básicamente era un festival de cortos animados.
Durante los últimos años se ha estado trabajando en un largo animado en 3D del personaje de Segar dirigido por Genndy Tartakovsky, director de Hotel Transylvania, del que incluso se llegaron a ver algunas pruebas, pero finalmente el director ha cancelado el proyecto por discrepancias con Sony Pictures Animation decidió cancelar el proyecto.
4 comentarios:
Dios mío, hace tanto (pero TANTO) que no entro por aquí que ni siquiera sabía que el blog había cambiado de nombre, he dejado tantas buenas costumbres atrás que tengo que retomar...voy a ponerme al día, un placer leerte como siempre!
Un placer volvernos a leer!
Me encanta tu blog!!!
Gracias por el piropo!
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