Años 60. Un chaval encuentra en unas excavaciones un cofre que alberga un juego de tablero, el cual se lleva a su casa y comienza una partida con una amiga. Pero el juego de mesa no es un juego corriente y el chaval acaba prisionero en él. Pasan los años y nos vamos al presente de los años 90, donde una pareja de hermanos llegan a la casa que años atrás fue habitada por el niño desaparecido y encuentran el juego de tablero.
Jumanji fue uno de esos productos fabricados para aprovecharse de la incipiente tecnología digital en el cine, en una época que ya no solamente las grandes superproducciones (Parque jurásico, Terminator 2) podían hacer uso de ella, si no que las películas no tan grandes empezaban a poder usarla. Aunque claro, te encontrabas productos como Mortal Kombato Spawn que nos dejaban con la sensación del quiero y no puedo. Muy posiblemente dos fueron las producciones que más llamaron la atención en la época: La máscara y Jumanji. Films que, en la época, era muy habitual cazar en algún canal sus promociones a modo de making of, donde ponían todo el énfasis del mundo en su apartado técnico. Y si bien el film que acabó de lanzar al estrellato a Jim Carrey ha sido capaz de no verse demasiado perjudicado por el tiempo, Jumanji es otro cantar. Lo que en 1995 era una superproducción la mar de rimbombante, a día de hoy se queda en una infantil serie B con unos efectos digitales que no pasan la prueba del algodón. Especialmente sangrantes son las escenas de los monos (precisamente una a las que daban especial hincapié en los mentados reportajes). Después, cuando tiran de animatrónics la cosa tampoco mejora. Me viene a la cabeza la aparición de una planta carnívora que es tan de plástico que posiblemente lleve grabado lo de "Made in China" en su reverso.
Pero todo eso no es un problema. Películas con peores efectos se han alabado en este blog, pero Jumanji no correrá la misma suerte. ¿Por qué? Porque aquí el desarrollo de la historia es decepcionante hasta decir basta. Una gincana que consiste en hacer aparecer un montón de bichos digitales y hacer correr a los actores de un lado para otro hasta que aparezcan otros bichos más grandes, más peligrosos y con más píxeles de resolución. Y es una auténtica lástima, porque todo el prólogo con la aparición del misterioso juego de mesa tiene su gracia y me parece mucho más interesante saber de donde viene el juego que el ver otra película de aventuras y buenos sentimientos capitaneados por un insufrible Robin Williams.
Como muchos sabrán el film está basado en un libro del mismo nombre con el que guarda no demasiadas similitudes. No es de extrañar, en la obra escrita por Chris Van Allsburg en 1981 apenas se sobrepasan las 30 páginas, con lo que la maquinaría de Hollywood tuvo que meter a la nada despreciable cantidad de 4 guionistas (más los que estarán sin acreditar) para alargar la historia lo suficiente para hacer un film. 20 años después el propio autor escribió Zathura, remake-secuela de Jumanji que también tuvo una adaptación cinematográfica (bastante mejor resuelta) en 2005. Y ahora se habla del inevitable remake del film que protagonizó Williams.
Este fin de semana la vimos en la tele en familia. La verdad es que algunso efectos son "de risa", el de la planta especialmente, pero en su momento nos pareció mucho más. En cuanto al argumento a mis hijos les encantó.
Yo también la vi en Disney Channel este fin de semana. Entiendo que a los más jóvenes les parezca una película trepidante, pero a mí se me hace muy decepcionante que todo sea un correr de un lado a otro, cuando podían haber indagado más en la procedencia del juego, que es lo que realmente me interesa de la trama.
Lo cierto es que Zathura, aparte de los años pasados, era mejor película, tenía más fondo. Pero sí, se echa en falta saber un poco más sobre el origen del juego. Un saludo.
3 comentarios:
Este fin de semana la vimos en la tele en familia. La verdad es que algunso efectos son "de risa", el de la planta especialmente, pero en su momento nos pareció mucho más. En cuanto al argumento a mis hijos les encantó.
Yo también la vi en Disney Channel este fin de semana. Entiendo que a los más jóvenes les parezca una película trepidante, pero a mí se me hace muy decepcionante que todo sea un correr de un lado a otro, cuando podían haber indagado más en la procedencia del juego, que es lo que realmente me interesa de la trama.
Lo cierto es que Zathura, aparte de los años pasados, era mejor película, tenía más fondo. Pero sí, se echa en falta saber un poco más sobre el origen del juego. Un saludo.
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