El abrupto final de Twin Peaks dejó a muchos con el culo torcido. Si bien en su último tercio su calidad había decaído bastante, el último tramo dio síntomas de recuperación para acabar cual ave Fénix con el portentoso último episodio dirigido por el propio Lynch.
Pero la ABC se había cansado de esa serie que empezó como un fenómeno de masas, a la que se le encomendó la difícil misión de marcar el rumbo a la televisión moderna (Hola Expediente X, hola Perdidos), pero que rápidamente se les convirtió en una patata caliente entre las manos una vez que ELLOS forzaron para que se resolviera la trama de ¿quién mató a Laura Palmer?, que servía de mcguffin y excusa para toparnos con extrañas situaciones y no menos extraños personajes. Se habían cargado a su gallina de los huevos de oro, así que patada y a otra cosa.
Pero Lynch se había quedado con ganas de más y como el cadáver de Laura Palmer seguía caliente no le fue difícil que CIBY 2000, con quien acababa de firmar un contrato por 3 películas, le produjese un film de la serie. No hay que olvidar que cuando se anuncia el proyecto, la serie sigue emitiéndose en USA, aunque es más evidente que tiene los días contados y la ABC no renovará el contrato.
Lo primero que se decidió es que la historia estaría enmarcada antes de los hechos acontecidos en la serie. O sea, una precuela. Ésto hizo que el co-creador de la serie, el siempre poco valorado Mark Frost, se desentendiese de participar en la producción, argumentando que a él le interesaba más una secuela. Con esta baja, Lynch se buscó como compañero de guión a Robert Engels, que, después de los co-creadores y Harley Peyton (que no acabó muy bien con Lynch), era quien más controlaba la mitología de la serie después de escribir 10 episodios de la misma.
Es muy curioso que el binomio Lynch/Frost naciera en un intento de adaptar el libro Goddess (aquí editado como Las vidas secretas de Marilyn Monroe) de Anthony Summers, que relataba los últimos 7 días de Marilyn Monroe. Este fallido proyecto derivó en Northwest Passage, luego retitulado Twin Peaks.
El primer borrador del guión se centraba en el agente Cooper, pero éste se tuvo que desechar después que el actor que lo interpretaba, Kyle MacLachlan, rechazara volver a encarnarlo, ya que estaba muy descontento del rumbo que había tomado la serie en su etapa final. Más tarde, decidió que sí participaría en el proyecto siempre y cuando su colaboración se redujese al mínimo. Ésto hizo que Lynch pudiera contar con todo el elenco original de la serie salvo tres ausencias muy destacadas: Richard Beymer, que no quiso que su personaje fuese retratado como un traficante de drogas; Lara Flynn Boyle, por acumulación de rodajes; y Sherilyn Fenn, según ella porque no le gustaba el guión y según otros porque estaba muy crecida por su reciente popularidad.
A cambio de estas ausencias hubo nuevas incorporaciones: los cantantes David Bowie y Chris Isaak, Harry Dean Stanton, Kiefer Sutherland y Moira Kelly, que sustituyó a Flynn Boyle en el papel de Donna.
Twin Peaks. Fuego camina conmigo fue una producción bastante modesta (10 millones) para ser parte de una franquicia tan importante como la de Twin Peaks, que pasó de puntillas en su carrera comercial en los cines. En USA fue un fracaso que apenas recaudó 4 millones y en Japón fue el único país donde tuvo una acogida positiva. En Spain, pese a que estaba previsto su proyección en cines, nunca se estrenó. Ni siquiera la pudimos catar en VHS aunque CIC Vídeo se había encargado de anunciarla en algunas revistas de la época. No fue hasta finales de los 90, cuando Canal Plus, aprovechando que estrenaba en televisión Carretera perdida, le dedicó un especial a la obra de Lynch y emitieron el film. No mucho después pudimos verlo en TVE y algún canal autonómico con el título de El diario de Laura Palmer, con un nuevo (y terrible) doblaje que ya no respetaba las voces de la serie y algunas escenas que lo necesitaban estaban sin subtitular. Incluso en Vía Digital se llegó a emitir con el erróneo título de Twin Peaks, el fuego camina conmigo. Una chapuza.
También es conocido el abucheo general que recibió la película en su paso por el festival de Cannes, justo 2 años después que Lynch se llevara la Palma de Oro por Corazón Salvaje. Siempre se ha dicho que este premio fue injusto y era más al director que a la película, con lo que la crítica estaba esperándole con los cuchillos afilados. También ayudó que el hacer una adaptación cinematográfica de la serie, cuando no había pasado ni un año desde su finalización, fuese catalogada como oportunista.
Twin Peaks. Fuego camina conmigo acabó siendo una película incomoda para su director y para los espectadores y fans de la serie. Si durante ésta, salvo un par de ocasiones, nunca se sale de los límites de Twin Peaks, en el film empezamos en Deer Meadow, donde un agente del FBI investiga el asesinato de Teresa Banks. Ni el agente tiene la simpatía y carisma del agente Cooper ni Deer Meadow la belleza de Twin Peaks, por no hablar de sus habitantes o agentes de la ley. Ni siquiera el cadáver de Teresa Banks tiene la hermosura del de Laura Palmer. En definitiva, que durante los primeros 45 minutos nos presentan unos elementos que parecen la otra cara de la moneda, el reverso oscuro de lo que vimos en la serie (no olvidemos que ésta empezaba con Josie mirándose a un espejo, lo que ya nos avisaba de todas las dualidades que nos íbamos a encontrar, empezando por la doble vida de Laura).
A partir de ahí ya nos plantamos en Twin Peaks y nos encontramos las caras conocidas de Laura Palmer y familia, Bobby, Leo, James, Dona... pero algo falla. Sí, estamos en un lugar conocido con personajes conocidos, pero falta algo. No tenemos esos toques humorísticos tan surreales, no hay lechuzas, el erotismo puritano y pin-up de la serie dio paso a los desnudos nada sugeridos de las actrices, nos faltan los donuts, tartas de cereza y cafés tan negros como una noche sin luna.
Todos esos momentos de relax, donde veíamos a los personajes haciendo cosas tan cotidianas como darse un capricho en forma de tarta de cerezas en el Doble R o hablar sobre el olor de los abetos Douglas, cosas que no aportaban nada a la trama pero que eran algo que no se había visto antes (sí, Tarantino no ha inventado nada) habían desaparecido. Estos instantes nos daban un falso momento apacible para luego ponernos una secuencia impactante, con lo que esta sensación de impacto se veía aumentada. Estos detalles (como todo el tema detectivesco o de logias) eran aportados por Mark Frost, lo que su ausencia en el film se nota y mucho. Todos estos elementos que nos faltan, en parte, hicieron a la serie especial y su desaparición hacen que el film sea Twin Peaks pasado por el filtro de Lynch al 100%. Este caso siempre me ha recordado, en esencia, a Batman Returns, una película de Tim Burton donde sale Batman y no una película de Batman dirigida por Burton.
Tampoco ayuda que Lynch tuviera limitada la duración de la cinta y muchas escenas con los habituales de la serie acabaron en el suelo de la sala de montaje. El sheriff Truman, Hawk, Pete, Lucy, Ed, el doctor Jacoby... no pudieron aparecer en una secuencias que, si bien no aportaban nada a la trama, estaban pensadas para que el espectador de la serie se sintiese en un universo mucho más reconocido.
Otro problema con el que se encuentran los que no hayan visto la serie es que muchos de los personajes que aparecen no se explica realmente quienes son o su vinculación con Laura. Personajes a los que no hace falta presentación para los seguidores, que sí encontraran detalles/guiños a lo que se vio en la serie, como la cocaína en la bolsita de plástico en el diario de Laura, el diario que guarda Harold Smith, el pájaro Waldo o el personaje de Sam Stanley, que es rescatado de un diálogo de pasada al principio de la serie.
Aunque también hay que reprocharle que no son fieles en la recreación de algún decorado como el Doble R o la casa de Harold Smith. Aunque habría que ver hasta que punto ésto es premeditado. No olvidemos el plano que abre el film, con esa televisión explotando tras los títulos de crédito. Mensaje muy poco subliminal de Lynch, dejando muy claro que una cosa era la serie televisiva y otra el film.
Tampoco hay que olvidar alguna incoherencia respecto a la serie. Uno muy evidente es el personaje de Leland Palmer. En la serie un hombre poseído por un ente diabólico que le obliga a matar. Aquí, en el film, parece que es muy consciente de sus actos, como si su posesión simplemente fuese el pequeño empujón que necesita para dar rienda sueltas a sus oscuros deseos de incesto.
Uno de los puntos más comentados del film era su metraje eliminado. En su día se hablaba de una película que estaría en torno a las casi 4 horas, pero, evidentemente, esto es inviable en un film comercial.
Los nuevos tiempos y los nuevos formatos digitales parecían la excusa perfecta para que viésemos esas escenas donde personajes como el doctor Hayward o Andy hacían acto de presencia, pero problemas con CIBY 2000, que había tenido que indemnizar al director por no producirle las 3 películas que tenían acordadas, y que no estaba dispuesta a liberar el material descartado así como así. Con lo que los fans se tenían que contentar con ver algunas de las fotografías de esas escenas o leer el guión original y montar campañas en la red pidiendo firmas para conseguir que las deleted scenes acabaran saliendo.
Finalmente, aprovechando que en este 2014 se cumplían 25 años del asesinato de Laura Palmer, Paramount lanzó en formato Blu-ray un pack con la serie completa, la película y un montón de extras, entre ellos las famosas escenas eliminadas.
Para culminarlo todo, a principios de este mes de octubre de 2014 Lynch y Frost twittearon a la vez "Dear Twitter Friends: That gum you like is going to come back in style" justo a las 11.30 de la mañana, la hora en la que Cooper llegaba a Twin Peaks. Ésto, junto al hecho que unas semanas atrás el propio Lynch intentaba localizar a Everett McGill (el Ed Hurley de la serie) y que en el sueño de Cooper quedaba atrapado 25 años en la habitación roja, ha dado pie a multitud de especulaciones sobre un posible retorno al universo de Laura Palmer, ya fuese como serie o largometraje (¿de la mano de Netflix o Showtime?). Y como decía el propio Cooper: cuando dos sucesos aparentemente inconexos acontecen a la vez debemos prestarles toda nuestra atención.
Lo que está claro es que, 25 años después, el universo de Twin Peaks sigue vivo y sigue dando mucho que hablar.
1 comentario:
Tienes razón, la peli en esencia no tiene el carisma de la serie, precisamente los momentos que menos aporta a la trama son los que la hace grande.
Pero a cambio la película es más dura y enseñan chicha.
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