Me da la sensación que en este boniato de país Steve Martin es un gran desconocido. El clásico actor que a todo el mundo le suena pero que nadie se acuerda de su nombre. Eso y que se refieran a él como "el tío del pelo blanco que hace películas de risa". Lo que suele dar confusión a otro que, no sé muy bien porqué, tiene muchísimo tirón por estas laderas como es Leslie Nielsen.
Steve Martin, ese señor que conforme ha ido pasando el tiempo se ha convertido en un señor a una nariz pegada ( y yo que pensaba que Miliki era el único señor que se ha pasado toda su vida con una nariz de payaso y que, una vez tirada a la papelera, su nariz cogió tales proporciones que parece que la siga llevando) es un artiste de los que hay que coger con pinzas. Su humor es "demasiado suyo", y o entras o te da repelús por lo sobreactuado-absurdo-cargante que es. Ahí tenemos Un loco anda suelto, o, incluso, su personaje de Los tres amigos. Curiosamente, o no, éstas están también escritas por él, con lo que el grado de absurdeces están a la orden del día. Cosa esta de meter mano en el guión de las películas que protagoniza muy propio de los cómicos que participaban en programas estilo Saturday night live, como Dan Aykroyd, Rob Schneider...
En Tres mujeres para un caradura (título hispánico muy en la línea de comedietas estilo Tres camas para un soltero con Mark Harmon o Casada con todo, y que hace en ridículo ante el original, L.A. Story) tenemos a Martin haciendo de hombre del tiempo enloquecido que no acaba de estar contento con la relación con su novia, hasta que un día se queda tirado en la autopista y comienza a recibir mensajes de una señal luminosa que le aconseja sobre sus relaciones.
Si puede parecer que el punto de partida es estrambótico es porque el film es puro delirio. Señales luminosas que lanzan mensajes, marujas que tirotean a los que les adelantan en la autopista, terremotos a la hora del almuerzo... es todo vale que puede que los amigos del humor del director de Bowfinger sepan apreciar.
Con un reparto bastante extenso, aunque abundan los cameos o breves apariciones de Victoria Tennant (la que era mujer de Martin en la época), Patrick Stewart, Rick Moranis, Kevin Pollack, Richard E. Grant, Sarah Jessica Parker, Woody Harrelson y Chevy Chase.
Dirigida por Mike Jackson, al que es más habitual verlo enfrascado en telefilms, pero que en su momento on fire facturó El guardaspaldas y Volcano.
Tres mujeres para un caradura es otra típica producción de hombre orquesta, donde Martin protagoniza, escribe, produce (ojo que también estaba produciendo Mario Kassar, o lo que es lo mismo, la Carolco, así que ya sabemos que aquí llegó de la mano de la temible RecordVision), en una de esas críticas de la jet set hollywoodiense que tanto le gustan a Martin. Lamentablemente la cosa se queda en gracietas aisladas que en su conjunto se hace bastante soporífera. Steve Martin tiene cosas mucho mejores.
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