EDtv

Ya sabemos como es Hollywood. O mejor, como son sus estudios y sus guerras. Cuando la Warner hizo Cristóbal Colón el descubrimiento (uno de los mayores fiascos económicos del cine) en Europa la Goumont hace una coproducción para parir 1492: La conquista del paraíso. Touchstone (Disney) hace Armageddon y Dreamworks Deep Impact. También tuvimos una guerra de volcanes con Un pueblo llamado Dante's Peaks y Volcano o una de Robin de los bosques con Robin Hood el magnífico versus Robin Hood príncipe de los ladrones.
Pero hubo una guerra que pasó un tanto desapercibida, la que enfrentó a dos films que se metían de lleno en el todo vale en la televisión y la venta de la vida de las personas por un contrato publicitario. Una fue El show de Truman (la inspiradora de Gran hermano), la gran triunfadora tanto de crítica como de público (sus más de 250 millones de recaudación le avalan). La otra, el patito feo, fue Ed Tv, dirigida por Ron Howard, que acabó siendo un fracaso (no recaudó ni la mitad de los 80 millones que costó) y de la que hoy casi nadie se acuerda.

 

Lo que muy pocos saben es que el film es un remake de Louis 19, King of the Airwaves film canadiense de 1994 y ya sabemos como le gusta a los yankis lo de hacer sus propias versiones de películas extranjeras. Ponen a sus estrellas y modifican el guión para el gusto de su mentalidad. Y me parece muy bien, que para eso tienen la pasta.

Tildar de guerra entre El show de Truman y EDtv es hilar muy fino, ya que la primera se estrenó en verano del 98 y la segundo en primavera del 99, pero al tener una temática tan similar y un estreno tan cercano es inevitable no pensar que, quizás, EDtv se estrenase más tarde para no coincidir con el film de Jim Carrey.

 

Protagonizada por esa pareja de moda gracias a True detective, Woody Harrelson y Matthew McConaughey (que también coincidieron en Surfer dude), éste último totalmente on fire con su resurgir gracias a la serie mentada, su Oscar en Dallas buyers club y su papelillo/cameo en El lobo de Wall street.

En EDtv hacen de hermanos, cosa que está muy bien buscado porque tienen cierto parecido, y a uno de ellos lo escogen como protagonista de un nuevo programa para televisión, donde su vida pasará a ser retransmitida en televisión. Lo que en un principio es un programa aburrido y monótono que no interesa a nadie, irá cogiendo popularidad cuando su protagonista comience a interactuar con su entorno y salgan a relucir sus escarceos amorosos y líos familiares. O sea, básicamente lo mismo que Gran hermano, que al principio es un coñazo y lo que interesa es cuando los concursantes comienzan a odiarse y sacarse los ojos. Lo que hace que el supuesto concurso, en el fondo, sea un vulgar excusa para ver lo retorcido del ser (in)humano.

 

Además de Harrelson y McConaughey (joder, que complicado es escribirlo) tenemos por ahí a Jenna Elfman (nuera de Richard Elfman y sobrina política del compositor habitual de Tim Burton); la lesbiana favorita de América, Ellen DeGeneres; Martin Landau viviendo los últimos coletazos de su auge después del Oscar de Ed Wood; Rob Reiner, que lo hemos visto haciendo varios papelillos pero nos sonará más por ser el director de comedias, en su mayoría, babosas como Cuando Harry encontró a Sally, La princesa prometida, Misery o Algunos hombres buenos; Elizabeth Hurley, haciendo de chica florero; mini papel de Dennis Hopper; Gedde Watanabe, el japonés bueno de Pisa a fondo; y la inevitable aparición de Clint Howard, que sale en todas o casi todas las pelis de su hermano. Además de cameos de Jay Leno, Michael Moore o RuPaul.

¿Es EDtv una buena película? Pues no. Si la comparamos con El show de Truman pierde por goleada y sin la inevitable comparación tampoco aguanta demasiado el tipo. El film es muy blandito y blanco, muy americano y controlando al milímetro, todo muy del estilo Howard más mainstream (si es que alguna vez ha estado fuera de él) para que nadie se sienta ofendido y se pueda ver en familia un domingo a la hora del café. 
Por momentos hay un atisbo de crítica social con el momento de la familia hablando de colar publicidad en el programa de un gimnasio que quieren montar y están rodeados de pollo del Kentucky, Pepsi o Mountain Dew, o la parte que el hermano de Ed saca unas memorias contando sus miserias, pero más allá la cosa se queda en breves detalles que nunca acaban de salir, la cosa se queda en una comedieta romántica y poco más. No pasa nada, siempre nos quedará Truman.