Ya en los 80 nadie se acuerda de el Capitán Invencible, que pasa desapercibido en Australia (¡donde los fax emiten sonidos del Pac-man!), deambulando por las calles borracho como una cuba y comiendo comida enlatada. Pero el mal vuelve acechar el planeta cuando Mr. Midnight, el que fuera mano derecha de Hitler, robe al gobierno norteamericano una máquina con rayos hipnóticos, con lo que los mandamases gubernamentales han de volver a pedir ayuda al superhéroe, aunque ahora hay que ponerle en forma y conseguir que recupere sus poderes atrofiados y que no recuerda como usarlos.
Mmmm, que argumento más curioso, ¿no? Una historia sobre superhéroes repudiados, que tienen vida más allá de lo que es ponerse una capa y salvar a damiselas en apuros. ¿Alguién dijo Los increíbles? ¿Hancock? ¿Oigo de fondo Watchmen? Ahhhh, que cosas. Y que El retorno del Capitán Invencible date de 1983 y el primer número de la obra de Moore y Gibbons apareciese en 1986 da que pensar.
¿Y a qué mente privilegiada tenemos detrás de todo esto? Pues por un lado tenemos a Andrew Gaty y a Steven E. de Souza en el guión. Éste último, autor de los libretos de joyitas del calibre de Commando, Jungla de cristal, Perseguido y director de Street Figher. La última batalla. Y en la dirección Philippe Mora, nacido en Francia y criado en Australia, ha sido uno de los grandes exponentes de la ozploitation al verse beneficiado del sistema de subvenciones australiano en las décadas de los 70 y 80, que sería conocido, sobre todo, por Communion y las dos primeras secuelas de Aullidos.
Mmmm, que argumento más curioso, ¿no? Una historia sobre superhéroes repudiados, que tienen vida más allá de lo que es ponerse una capa y salvar a damiselas en apuros. ¿Alguién dijo Los increíbles? ¿Hancock? ¿Oigo de fondo Watchmen? Ahhhh, que cosas. Y que El retorno del Capitán Invencible date de 1983 y el primer número de la obra de Moore y Gibbons apareciese en 1986 da que pensar.
¿Y a qué mente privilegiada tenemos detrás de todo esto? Pues por un lado tenemos a Andrew Gaty y a Steven E. de Souza en el guión. Éste último, autor de los libretos de joyitas del calibre de Commando, Jungla de cristal, Perseguido y director de Street Figher. La última batalla. Y en la dirección Philippe Mora, nacido en Francia y criado en Australia, ha sido uno de los grandes exponentes de la ozploitation al verse beneficiado del sistema de subvenciones australiano en las décadas de los 70 y 80, que sería conocido, sobre todo, por Communion y las dos primeras secuelas de Aullidos.
Precisamente Aullidos 2 estaba protagonizada por Christopher Lee (el cual no guarda demasiado buen recuerdo/reniega de ella), que en El retorno del Capitán Invencible ejerce de malo de la función; el héroe corre a cargo de Alan Arkin (el padre de familia de Eduardo Manostijeras o el inspector Clouseau de El rey del peligro), el resto del reparto es puramente australiano, con lo que tampoco nos interesa en demasía.
La película no solamente está metida en el género superheróico, también es una comedia y un musical. No es que haya grandes coreografías, pero ahí están los personajes marcándose sus gorgoritos. Canciones que, en parte, fueron escritas por, ni más ni menos, Richard Hartley y Richard O'Brien (éste también visto como actor en Flash Gordon o Elvira's Haunted Hills, a los cuales les debemos el The Rocky Horror Picture Show y secuela.
No estamos, ni mucho menos, ante una película redonda, pero que se le nota que ha creado escuela. Es curioso ver al Capitán Invencible deambulando por las calles con una botella en la mano y sin querer saber nada de su pasado como superhéroe. Imagen que recuerda al Superman malvado de Superman III. Curioso porque las dos son del mismo año. O el principio del film, rodado en blanco y negro y en formato noticiario de los años 40 (un homenaje a pies juntillas de los seriales de la época), del que chupó Zack Snyder para su Watchmen.
Al ser una producción australiana de un género como los superhéroes, que en aquella época no estaba demasiado de moda, y menos de uno que no tenía detrás una carrera en los cómics, la cosa no funcionó demasiado bien a nivel comercial, y menos siendo una producción australiana. Tal como el distribuidor americano recibió la película exigió a los productores un remontaje más apropiado para el público norteamericano, a lo que Philippe Mora se negó y comenzaron líos burocráticos. Esto hizo que el film tuviera muchos problemas de distribución (en Australia tardó más de un año en estrenarse y aquí se lanzó directamente a vídeo ya a finales de los 80) y que finalmente ese remontaje americano fuese el único que existe.
El retorno del Capitán Invencible no pasará a la historia del cine, ni siquiera es demasiado conocida y mucho menos recordada, pero hay que reconocerle la valentía de mezclar los superhéroes cómicos con el musical, siendo visionaria en humanizar a los superhéroes. En sí forma un puzle de esos que solamente podía hacerse en los primeros 80, con cosas muy blancas y para toda la familia que contrastan con las bailarinas embutidas en trajes sado que acompañan a Christopher Lee. Muchos chistes chorras, escenas aceleradas, un héroe tan americano que vive dentro de la Estatua de la Libertad, cromas de baratillo y un tufo ochentero al que es difícil resistirse.
3 comentarios:
Hola, sabría decirme si se tradujo al castellano?
Hola sabría decirme si se tradujo al castellano?
gracias.
Sí, tuvo doblaje en castellano cuando salió en VHS a finales de los 80.
Publicar un comentario