martes, mayo 08, 2012
¿Quién es Harry Crumb?
Si uno analiza un poco la filmografía de John Candy nos encontraremos que sus mejor aportaciones las hace cuando está de secundario. En el momento que tiene que llevar todo el peso de la peli la cosa decae un poquito, a excepción de Mejor solo que mal acompañado, claro.
Solos con nuestro tío, Dos cuñados desenfrenados, Armados y peligrosos... son pelis que sí, que tienen su gracia, de vez en cuando te ríes y pasas un rato muy entretenido, pero que te dejan ese regustillo de que les falta más chicha para ser una peli de repetir visionado.
Siendo consciente de esos baches en la carrera del orondo actor me dispuse a revisar ¿Quién es Harry Crumb?, que en mi infancia me lo hizo pasar francamente bien. Y claro, vista ahora la cosa se tuerce ligeramente.
Harry Crumb es el descendiente de una gran saga de detectives, aunque, para su mala suerte, no ha heredado las dotes de investigación de sus antepasados. El tipo malvive llevando casos que al final siempre acaba arruinando por su incompetencia. Hasta que un día recibe uno que supone su gran oportunidad: descubrir quien ha secuestrado a la hija de un multimillonario.
El film es un clásico producto para lucimiento de su estrella, sin ir más lejos, el propio Candy la produce. Además de aparecer en pantalla casi en la totalidad de los 90 minutos de su metraje y tenerlo disfrazado de mil personajes cual Mortadelo.
El humor de la película es bastante blanco, donde todas las gracias recaen en las patosidades de Candy y, sobre todo, en ver a su gigantesco cuerpo dando volteretas por el aire.
Por fortuna no es un actor que cargue o irrite y, en general, suele caer simpático, por lo que ver las aventurillas de este patoso detective no nos supondrá una tortura.
Con un reparto cuanto menos curioso: el pedófilo de Jeffrey Jones, Tim Thomerson (un clásico de las producciones de Charles Band y familia), Barry Corbin (el dueño del periódico y la emisora de radio en Doctor en Alaska), una jovencísima Shawnee Smith (la Amanda de la saga Saw), un breve papel de Wesley Mann (Mi novia es una extraterrestre) y un cameo la mar de absurdo de James Belushi. Y en la dirección Paul Flaherty, un guionista de telecomedias (entre ellas Maniac mansion, basada en la aventura gráfica de Lucas arts) que había trabajado con Candy a principios de los 80 en Second city tv, una especie de Saturday night live a la canadiense.
Resumiendo, una comedia bastante pasable que tiene unos cuantos chistes que nos arrancarán la carcajada, pero que, en general, le falta más garra para convertirse en un no parar de reír que la hubiera convertido en un clásico de los 80, en lugar de haberse quedado relegada a criar polvo en las estanterías de los videoclub.
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