jueves, febrero 09, 2012
Máxima tensión
A bote pronto, si te plantas con un telefilm que se llama Máxima tensión, está protagonizado por Casper Van Dien y te lo visten con semejante cartel, lo primero que piensas es en huir sin mirar atrás. Pero ojito, que cuando leemos la sinopsis la cosa cambia.
Un periodista (Casper) venido a menos y con un pasado traumático, ya que unos compañeros murieron por su culpa mientras cubrían el incendio de una central nuclear, acaba en un periódico de mala muerte, puro sensacionalismo barato. En su primer día en la redacción se dedica a mirar en la base de datos, donde se encuentra fotografías de diferentes desastres en la historia de la humanidad (el Titánic, el dirigible Hindenburg, etc). Y cual es su sorpresa que en todas las fotos aparece la misma persona. Siempre idéntica, sin envejecer o cambiar lo más mínimo.
Parece que al final Máxima tensión mola, ¿no? Pues nada, es una mierda. Pero muy gorda.
Cierto es que el punto de partida es muy bueno, con ese estilo de relato corto de ciencia ficción, pero es que eso es lo que te explican los primeros 15 minutos, luego es un rollo de acción barato, donde los dos protagonistas son perseguidos por el FBI y otra pareja que se supone que son los "malos". Porque en ese primer cuarto de horas vemos claro que todo no es más que ATENCIÓN SPOILER una nueva tuerca de El sonido del trueno.
Aunque tampoco uno se lleva muchas sorpresas cuando ve que el título original del telefilm es The Time Shifters; pese a que luego, en su distribución a DVD y vídeo, la retitularon como Thrill Seekers (¿Buscadores de emociones? No me jodas).
Una de las pocas cosas que me sorprendió positivamente fueron un par de secuencias que técnicamente están fetén: una colisión de dos aviones y el descarrilamiento de un tren. Todo tremendamente sospechoso, ya que luego había unos efectos de explosiones que eran patéticos. Al final, para descubrir los trucos hay quedarse a los títulos de crédito finales. Resulta que la productora compró secuencias de otras películas de mayor empaque, a saber: Asalto al tren del dinero y Turbulence.
Me resulta curiosísimo como el loser de Casper (que, la verdad sea dicha, me cae bien) en 1999 podía hacerte dos telefilms verduleros como este Máxima tensión y Shark attack y luego tener un papel con bastante protagonismo en el Sleepy Hollow de Tim Burton. Si alguien pensaba que apuntaba alto cuando hizo Starship troopers lo llevaba claro.
Dirigida por un tal Mario Azzopardi, un maltés que ha hecho carrera en televisión, básicamente con series basadas en películas de éxito: Robocop, Los inmortales, F/X: efectos mortales, Stargate o Desafío total.
En el reparto, aparte de Van Dien poco o nada que destacar. Si acaso Julian Richings, actor de pintoresco aspecto visto en Cube o en la serie Kingdom Hospital. Y luego tenemos un brevísimo papel, que debió grabar en una mala tarde, a Martin Sheen, dispuesto a lo que sea por coger un cheque.
Lo dicho, punto de partida más que interesante, que podía haber dado mucho de sí en el caso de haber dilatado más la trama (como ocurría en Huida a través del tiempo, telefilm con Jeff Daniels de 1992 con un argumento idéntico), acaba enmerdado en una trama de persecuciones y tonterías varias (¿no he comentado que Casper, aparte de su trauma por sus compañeros fallecidos, está separado y lucha para que el vástago de dicha unión lo vea como un buen padre? Pues eso, más mierda) que acaba como el rosario de la aurora. O mejor dicho, como un telefilm de sobremesa en Antena 3.
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2 comentarios:
Pues creo que no la he visto. Pero me la voy a apuntar. Casper Van Dien me hace gracia. No es buen actor pero me cae bien.
Y Catherine Bell siempre me ha puesto un montón. Entre que es de mi quinta, y que me tragaba JAG Alerta roja sólo por verla a ella XD
Hombre, la Bell sale en plan recatada con gafitas y peinado con moño, pero se le intuyen buenos pectorales ;)
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