Principios de los 90. A Tim Burton le sonrie la vida, su carrera ha sido un crescendo que desemboca en convertirlo en el Walt Disney de los emos, hasta estuvo en negociaciones para construir un parque de atracciones temático sobre su obra.
La cuestión que es un día recibió un guión firmado por Adam Resnick y Chris Elliott, dos guionistas que habían hecho fortuna escribiendo para El show de David Letterman y, sobre todo, creando la serie de culto Búscate la vida (Get a life), de la que Elliott también era el protagonista.
La historia trataba en clave de comedia las desventuras de un chico bien que por un despiste acaba formando parte de la tripulación de un barco de mala muerte compuesta por borrachuzos. En su estancia en la nave se convertirá en el bufón de abordo, a la vez que se topará con extraños seres como Chocki (hijo de un hombre y un tiburón), gigantes de hielo y demás fauna mitológica.
A Burton no le interesó demasiado el guión, al menos para dirigirlo (decía que si él la dirigía sería demasiado cara); pero básicamente porque se veía bastante claro que sería un paso atrás hacer un film que estaba más cerca de La gran aventura de Pee Wee que de Ed Wood. Pese a todo accedió producirla junta a su socia de entonces, Denise Di Novi.
La película fue producida por Disney porque tenían a Burton detrás, pero cuando vieron la película se echaron las manos a la cabeza. El propio Burton no quedó nada satisfecho del resultado. Lo que hizo que la dejaran bastante de lado y la estrenaron de forma muy minoritaria, lo que propició el desastre, apenas recaudó 4 millones de dólares de los 10 que costó. Aquí ni se dignaron a estrenarlo en cines y salió directamente a VHS.
Una de las curiosidades del film es la cantidad de gente perteneciente al mundo Burton que colaboró en él: la banda sonora es de Steve Bartek (que tiene toques del Elfman de la época de Pesadilla antes de Navidad), que había estado junto con Danny Elfman en Oingo Boingo y le había hecho los arreglos de varias bandas sonoras; el vestuario era de gente que participó en Eduardo Manostijeras; o la actuación de Mike Starr, que poco después aparecería en Ed Wood.
Hablando del reparto, bizarrísimo: Brion James, Russ Tamblyn, David Letterman y un cameo de Alfred Molina.
Caos en altas mar (Cabin boy, 1994) tiene un argumento tan chorra que haría las delicias de cualquier consumidor de los telefilms propios que emite en la actualidad Disney Channel, pero por suerte es tan corta (no llega ni a la hora y cuarto) que apenas molesta y su estética camp es lo que nos ayuda a seguir el visionado. Muchas maquetas, stop motion, fondos pintados, maquillajes que cantan bastante pero que tienen mucha gracia. Algo como lo que pasaba en Bitelchús pero no tan conseguido.
Para fans de los primeros trabajos de Burton y de la vis cómica de Chris Elliott.
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