Fido

Del cielo cae polvo estelar, resucitando a los muertos en forma de zombis, con lo que estalla una guerra entre estos y los humanos. Primero se descubre que se puede acabar con los muertos vivientes con un disparo en el cerebro y más tarde, un científico, inventa un collar (a lo Perseguido) para poder controlarlos y domesticarlos. Así que estos, totalmente amaestrados, se dedicarán a repartir la prensa, la leche, de mayordomos...

Luego tenemos a Timmy, un niño bastante puteado por sus compañeros de cole, llega un día a casa y se encuentra que su madre (Carrie-Anne Moss) a comprado un zombi para las tareas domésticas, cosa que no gusta nada a su marido (Dylan Baker) que les tiene pavor.

El niño, como empieza a tener amistad con el zombi ya que le ayudó con unos matones del cole, le pone por nombre Fido (que no Fido Dido). Y se lo llevo por ahí de paseo y esas cosas, pero en una de estas el collar falla y el zombi vuelve a tener hambre de cerebros y se zampa a una vecina cotilla. Por fortuna el vecino de Timmy es un ex-empleado de ZomCon, la corporación que está detrás de los collares de los zombis. Pero aún y así tendrán problemas ya que la vecina resucitará cual zombi.

Fido es de esas pelis que llevan acabadas unos años y que pese a que en pases por festivales tienen éxito y montones de premios no acaban de encontrar su hueco en la cartelera, eso si no se estrenan directamente a DVD.

La peli sin ser rara nada contracorriente. No es una peli de miedo, tira más por el rollo moraleja-familiar, pero aún y así los zombis son bastante crudos, no es que salgan enseñando las tripas de una manera excesivamente gráfica pero tienen su rollito.

Los carteles son bastantes chulos

Y pese a que es original la peli se queda en un cumulo de situaciones por culpa de que la historia es una caquita, eso sí tiene un montón de detalles humorísticos negrísimos que es lo que mejor funciona: el principio (quizás lo mejor de la peli), que nos explican todo lo del polvo estelar de forma documental en plan serie Z de los años 50 con insertos de documentales del ejercito y demás, los niños que en el cole tienen una clase de tiro al blanco y les enseñan a reventar las cabezas de los zombis o el vecino que tiene una zombi y que parece que hace más funciones de las que haría un mayordomo cualquiera.

La peli es candiense, donde los más conocidos son Carrie-Anne Moss y Dylan Baker y el dire es un desconocido Andrew Currie, que debe tener cierta fijación con los zombis ya que hace 10 años hizo un corto llamado Night of the Living, luego ha hecho alguna caspilla para tv con Jason Priestley, aunque bien pensado a este también lo podemos poner dentro del saco de los zombis.

En definitiva, que tiene sus detalles pero que no vale la pena, y eso que dura unos escasos 90 minutejos.