"Ya se sabe, cuanto mayor es un presupuesto, más problemas hay". Sin duda Polanski sabía muy bien lo que se decía con este comentario sobre Piratas.
Pero recapitulemos. El proyecto de Piratas nace a mediados de los 70, justo después del estreno de Chinatown. El éxito de ésta animó a Polanski a sacarse de la manga una mega proyecto ambientado entre bucaneros y ron, pero el presupuesto acordado de 14 millones de dólares hizo dudar a la Paramount y el film acabó en manos de la United Artist.
En un primer momento Jack Nicholson debía ser el protagonista y el propio Polanski le daría la réplica como compañero de aventuras, pero a la United Artist no le hacía mucha gracia que el polaco fuese co-protagonista y se lo quitó de la cabeza. Así que entre estos dimes y diretes y que Nicholson estaba de subidón y pedía un millón y medio, el proyecto quedó paralizado durante una década.
A mediados de los 80, después de todo el affair de la violación de Polanski a una menor y su posterior exilio a tierras galas, el fracaso económico de El quimérico inquilino y el resurgir a nivel de prestigio con Tess, resucita el proyecto de Piratas que había co-escrito junto a su colaborador habitual, Gérard Brach.
Nicholson estaba metido con El honor de los Prizzi con lo que había que cambiar al protagonista. Después de sondear a Michael Caine (que ya debía estar cansado de piratas después de la mediocre La isla) se acabó contratando a Walter Matthau. Para su compañero de aventuras, y siendo consciente Polanski que ya no tenía edad para el papel, se contrató al debutante Cris Campion, cantante de bajos vuelos en un grupo de moda francés llamado Koeur's. Y para el capitán español se seleccionó a Timothy Dalton, pero éste acabó saliendo de la producción por desavenencias con Polanski y su papel recayó en manos de Damien Thomas.
La producción comenzó a andar envuelta en todo tipos de lujos: Mathau (que consideró el trabajo unas "vacaciones pagadas") cobró 4 millones, la gente viajaba en primera clase dirección a Túnez, el hotel del equipo técnico era de lo más lujosos que se podía encontrar, un navío de 14.000 toneladas se construyó gracias a 600 trabajadores, como era normal en Polanski se saltó a la torera el plan de trabajo y el rodaje se alargó hasta la extenuación, haciendo que los representantes de los productores se personaran en el rodaje para discutir con el director, que cogió las maletas y se volvió a su casa paralizando el rodaje durante dos semanas, o lo que es lo mismo, pagando la estancia de los actores y técnicos por no hacer nada, cosa que elevó en casi un millón más a la financiación... en definitiva, que el presupuesto acabó en unos astronómicos 40 millones de dólares. Para hacernos una idea, en el mismo año Top Gun costó 15 millones o Aliens 19.
Piratas acabó llevándose un estruendoso fracaso en taquilla (apenas recaudó 6 millones) y críticas lamentables.
Pero ¿es tan mala la película? Mala, lo que se dice mala, no es. Ahora bien, es un producto tan vacuo y vacío que parece mentira que haya salido de la mente de Polanski. El film es muy aburrido, practicamente no pasa nada (la distribuidora eliminó alguna que otra escena de acción para que el público se aburriera y fuese al bar del cine a consumir) y la trama es una estupidez. Aun y así hay que reconocerle que se adelantó un par de décadas en muchos detallitos a Piratas del Caribe, y que Matthau, que aquí ejerce de una versión budspenceriana de el capitán Garfio, siempre es agradable de ver y más cuando le dan esos ramalazos de Capitán Haddock. Aunque eso no es escusa para perder el tiempo con este Polanski. Huid de ella, insensatos.
3 comentarios:
La he tenido que ver seguro, pero la tengo muy borrada de la memoria.
Me acordé de tu blog porque vi hace un par de días Las aventuras del baron Munchausen, rodada en Belchite, y no sé si es una película que has reseñado, pero te pega.
Un saludo!
Cierto, la hicieron en la Sexta 3, ví los primeros 10 minutos. Pero no la he reseñado, de hecho creo que no he hecho ninguna reseña de ninguna de Gilliam. Sus pelis fuera de Monty Python no me gustan mucho, tiene un estilo muy recargado que me satura en exceso.
no conocía para nada esta pelicula, y eso que le he seguido la pista a polanski bastante, así será...
Guilliam es de los que se aman y se odia al mismo tiempo, de los de sí, pero no.
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