jueves, mayo 12, 2011
Casino Royale
No soy un fiel seguidor de la saga Bond, aunque como todo hijo de vecino he visto alguna vez la mayoría de sus pelis. Además, tampoco coincido con la mayoría. Hasta hace poco Sean Connery me parecía el mejor, pero desde hace un par de pelis que Daniel Craig le ganó ese honorífico premio. En cuanto a pelis soy mucho más drástico, Al servicio secreto de su majestad con el vilipendiado George Lazenby (que no quiere decir que él me parezca un buen Bond) me parece muy buena, una película que rompía con el estilo anterior de Connery, siendo mucho más dramática. De la magnífica banda sonora de John Barry ni la mento porque hay que darle de comer aparte.
La otra entrega de Bond que me parece magnífica es Licencia para matar con el denostado de Timothy Dalton (que siempre me dio bastante penica), una peli bastante durilla y violenta. Igual también tengo buena opinión de ella porque la vi en pantalla grande de chavalín y esas cosas marcan.
El Casino Royale de hace 5 años me parece un Bond magnífico (Quantum of Solace ya no me parece tan redonda), pero el otro Casino Royale, el de los sesenta, el más psicotrópico, el más cachondón, es merecedor de analizar.
Pero primero pongámonos en situación. Finales de los 60, ya se habían estrenado 4 films con Connery como protagonista (007 contra el Dr. No, Desde Rusia con amor, Goldfinger y Operación trueno) con excelentes resultados en taquilla. Charles Feldman (productor de Un tranvía llamado deseo o La tentación vive arriba, entre otras) tenía los derechos de Casino Royale, la primera novela donde aparece Bond, y piensa en asociarse con Broccoli y Saltzman (productores de la saga Bond), pero estos rechazan la propuesta. Así que ni corto ni perezoso Feldman decide producir él mismo el film, pero convirtiéndolo en una parodia al estilo El mundo está loco, loco, loco, ya que cree que de hacerlo en tono serio saldrá mal parado en comparación a los Bond de Connery.
Casino Royale acabó siendo una producción grandilocuente de lo más caótica que se ha hecho en el cine. Seis fueron los directores acreditados (John Huston, Ken Hughes, Robert Parrish, Val Guest, Josep McGrath y Richard Talmadge); una decena de guionistas, muchos de ellos sin acreditar (Billy Wilder, Woody Allen, Peter Sellers...) y un reparto de campanillas: David Niven (curiosamente era el actor que Fleming había pensado para interpretar a Bond), Peter Sellers, Deborah Kerr, Orson Welles, Ursula Andress, John Huston, Woody Allen, Jacqueline Bisset, Charles Boyer y cameos de Jean-Paul Belmondo, Richard Burton y Peter O'Toole, que actuó a cambio de una caja de champán. Tuvo un presupuesto de 6 millones de dólares (más que alto para la época) y acabó inflándose hasta los 12.
Como comentaba antes el número de guionistas era estratosférico, básicamente por culpa de Peter Sellers, que era capaz de estar semanas sin aparecer por el plató y no paraba de quejarse del tono paródico del film (él quería enfocarlo de forma seria), por no hablar de sus continuos piques con Orson Welles. Sin ir más lejos la escena de la partida de poker que comparten los dos se rodó de forma separada para que no coincidieran.
El productor Charles Feldman tuvo un infarto que según él fue por culpa de Sellers.
Finalmente Sellers desertó del film, cosa que es muy evidente ya que desaparece porque sí en la película sin explicación alguna, hecho que hizo que el guión tuviera que irse reescribiendo sobre la marcha.
(Quien quiera saber un poco más de Sellers que se vea Llámame Peter, telefilm biográfico y edulcorado del actor).
Todos estos contratiempos hicieron que el rodaje se alargase hasta la extenuación. Como anécdota decir que Woody Allen se pasó semanas en el hotel por culpa del retraso, dándole tiempo a escribir los guiones de Los USA en zona rusa y Toma el dinero y corre, aparte de aprender a jugar al poker.
La producción empezó a rodarse en enero de 1966 con vistas a estrenarse las navidades de ese año, pero todos esos problemas acabaron por retrasar el estreno a abril de 1967 (aquí se estrenaría en navidades de ¡1977!). Lo que hizo que coincidiera en taquilla con Sólo se vive dos veces, y, aunque parezca mentira, a Casino Royale no le fue excesivamente mal en taquilla, sin ser un exitazo amasó más de 40 millones.
Como he comentado, el baile de guionistas y directores no le hicieron mucho bien a la película. Sobre todo en su argumento, totalmente caótico y alocado. Aquí la historia es que el auténtico James Bond vive retirado mientras el gobierno tiene a otros agentes secretos denominados 007 simplemente para que el enemigo siga pensando que el auténtico Bond sigue en activo. Pues bien, un buen día el Bond original es reclamado por las autoridades inglesas para que vuelva y tome parte en la lucha contra Smersh, una organización criminal liderada por el doctor Nah (aunque en el doblaje al castellano se cargaron el nombre paródico y le pusieron un Dr. No).
Al final todo acaba como una historieta de Mortadelo y Filemón, o mejor dicho, ya que estamos hablando del icono inglés por antonomasia, como un episodio de Benny Hill, todos corriendo detrás de todos. Esos últimos minutos (que tardaron 6 semanas en rodarlos) son un claro reflejo de lo que fue la elaboración del film, una locura.
Si alguien se espera que el film siga el argumento de la novela mejor que se revise el Casino Royale del 2006, porque aquí no hay apenas nada salvo algunas pequeñas referencias como la partida de póker entre Bond y Le Chiffre. Precisa e irónicamente es esa parte mucho más seria y sin tantas estridencias, donde toma protagonismo Peter Sellers, la mejor del film.
Casino Royale es un film totalmente fallido, el caos reinante durante la producción se evidencía durante todo el metraje. Al final acaba siendo un producto para completistas de James Bond y los que se quedaron con ganas de más Austin Powers, eso sí, con un tono kitsh totalmente auténtico y genuino, y una banda sonora para poner en los altares.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Excelente reseña de Casino Royale. Tan buena, tan buena, que será la próxima película que vea.
Pd: voy a incorporar las palabras psicotrópico y cachondón a mi vocabulario.
Psicotrópico y cachondón son vocablos a tener muy en cuenta a la hora de hacer ver que se entiende de cine.
Si aguanta las más de 2 horazas que dura sin pestañear hágamelo saber.
Para mí el mejor Bond es Roger Moore, siempre le he encontrado mucho carisma, "casino Royale" con daniel Craig me pareció buenísima, tanto que la buscaré en mkv y la revisaré sin embargo "Quantum of solace" ("cuánto sol hace" para los amigos) me parece insoportable.
"licencia para matar" y "Casino Royale" con Timoty Dalton (el quinto de los hermanos) apenas las recuerdo porque las he visto siempre empezadas en televisión.
¿recomiendas "llámame Peter" o ni eso?
La de Llámame Peter es realmente un telefilm de la HBO, lo que ya indica que se han gastado los cuartos en ella. No está mal, lo mejor es como recrean algunos de los rodajes en los que participó Sellers.
Se deja ver bastante bien, siempre y cuando te interese la vida de Peter Sellers.
Publicar un comentario