jueves, febrero 07, 2019

Phantasma (y secuelas)

Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister

La inicios de la carrera de Don Coscarelli se asemejan muchísimo a los de Spielberg. Comenzó haciendo cortometrajes con sus amigos siendo un niño, y ya de adulto acabó bajo el auspicio de la Universal gracias a Sid Sheinberg, jefe del estudio en la época y que también fichó a un joven Spielberg. A partir de ahí los paralelismos con el Rey Midas de Hollywood se acaban.

Universal se había hecho con los derechos de distribución de su debut, Jim, el más grande (aquí nos llegaría directamente a vídeo), película que lo convertiría en el director más joven en estrenar con una major a la tierna edad de 19 añitos. El film tuvo muy buenas críticas pero su carrera comercial fue testimonial. Pero a su padre, que había puesto el dinero, le dio bastantes beneficios como para animar a otros socios que invirtieran en su siguiente proyecto, Kenny y compañía, que fue comprada por la Fox. A esta le pasó como a la anterior y no tuvo demasiado recorrido comercial, pero le marcó un punto de inflexión. Durante los pases se dio cuenta que la parte que más gustaba al público era la escena que pasa en la noche de Halloween, lo que le llevó a adentrarse en el terror para su siguiente proyecto, género que en la época era extremadamente rentable.

Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister

Evidentemente ese nuevo guión fue Phantasma, que escribió pensando en los actores/amigos que le habían acompañado en sus anteriores películas: el jovencito A. Michael Baldwin, Reggie Bannister (la versión joven de Chiquito de la Calzada) y Angus Scrimm. A este trío se le uniría Bill Thornbury encarnado al hermano mayor de Mike, aunque este papel sería ofrecido inicialmente a Gregory Harrison, que había debutado en Jim, el más grande y poco después llegaría a ser el protagonista de la serie televisiva La fuga de Logan, pero rechazaría la propuesta.

La historia del niño que visita un cementerio y presencia algo que no debería podría sonar a historia vista mil veces, pero la película rápidamente coge un tono entre onírico y de ciencia ficción que le hará romper con lo previsible.

Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister

El rodaje del film no fue demasiado diferente a las anteriores producciones del director. Pese a que acabó contando con su mayor presupuesto hasta el momento (se habla de 300 mil dólares pero al no ser una producción demasiado profesional no queda del todo claro), la cosa era muy rudimentaria: las sesiones de rodaje se limitaban a los fines de semana (lo que acabó alargando el rodaje a más de un año), lo que favoreció al resultado final ya que podían prepararlo todo con antelación; la propia madre de Coscarelli era la maquilladora y decoradora; y, por supuesto, el guión nunca estuvo terminado y se iba escribiendo sobre la marcha. Prueba de ello es que hubo bastante material descartado (entre ellos varios finales) que acabarían reciclados en las siguientes entregas.

Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister

Phantasma ha quedado en la retina de todo fan del fantástico gracias a ese personaje tan molón como es el Hombre Alto, las esferas voladoras (recreadas con unos efectos increíbles y más tarde llamadas "centinelas") y una gran banda sonora por obra y gracias del tándem Fred Myrow - Malcolm Seagrave con claras influencias de Goblin (Coscarelli ya era un fan de Suspiria en la época) y que luego influenciaría al tema de Saw.

Y es que de las limitaciones hicieron virtud. El hecho de tener pocos personajes hizo que el pueblo donde sucede la acción sea casi fantasmagórico, ayudando al toque onírico. Lo mismo que el detalle tan nimio de usar el recurso de la cámara lenta para el Hombre Alto, que enfatiza su presencia imponente, dando la sensación que el tiempo se pare a su alrededor. O el plano de los enanos en fila india por ese planeta de aspecto rojizo, donde mezclaban a niños con muñecos.

Aun y así hay detalles que denotan su condición de producción fuera de un estudio, por ejemplo con los diálogos, demasiado amateurs. O la famosa escena que, sin venir a cuento, Bannister y Thornbury tocan una canción (se llegó a rodar una segunda pero se quedó fuera del montaje) que se las apañan para justificarla en la trama con el diapasón, que será el elemento clave en su lucha contra el Hombre Alto. Como iremos viendo, estas improvisaciones se acabarían usando a lo largo de la saga para ir ligando las diferentes entregas entre ellas. Y tampoco podemos olvidar el muñecajo con aspecto de bicho peludo en el que acaba convertido un dedo amputado.

Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister

Estrenada en primavera de 1979, 2 años después de haber iniciado el rodaje (aquí nos llegaría en agosto de ese mismo año), la película fue adquirida para su distribución por la AVCO Embassy, que ya había cosechado el éxito con una modesta película como La noche de Halloween. Pero Phantasma, sin llegar a ser un fracaso, no tuvo tanta suerte con unos 11 millones de dólares recaudados.

En su momento fue un éxito modesto y no llamó la atención del gran público, pero fue dejando poso entre los fans del género, que acabaron por darle un estatus de culto, cosa que ayudó el continuo goteo de entregas durante casi 40 años que nos ha permitido ver a los mismos personajes crecer, envejecer y hasta morir.



Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie BannisterPhantasm. El regreso (Phantasm II, 1988). El Phantasma original es un film que empieza y acaba en sí mismo, nunca se hizo con intención de convertirlo en saga y su final obedece más a los clásicos desenlaces negativos del género de terror que ha dejar una puerta abierta para seguir las andanzas del Hombre Alto. Prueba de ello son los casi 10 años que tardó en llegarnos esta secuela. Entre medias Coscarelli únicamente dirigió El señor de las bestias (otra pieza de culto) pero que le llevó a cierta frustración por los problemas con los productores. Rechazó dirigir Conan el destructor e inició el rodaje de Miedo azul pero se largó a la mitad. Pero para su fortuna tuvo el buen ojo de mantener los derechos de Phantasma y durante los años se ha dedicado en persona a negociar los derechos de las distribuidoras de los diferentes países, lo que le ha reportado sus buenos ingresos.
A finales de los 80 las sagas de terror estaban en todo lo alto de la explotación total. New Line lo petaba con Pesadilla en Elm Street, Paramount tenía a Jason con Viernes 13 y a Universal le encajaba Phantasma como saga. Le dio 3 millones de dólares a Coscarelli (lo que acabaría siendo el presupuesto más alto de todas las entregas) para que la escribiese y dirigiese.
Después de los hechos acontecidos Mike es internado en un centro mental. Allí comenzará a tener extraños sueños con una chica que sabe de la existencia del Hombre Alto. Haciéndose pasar por cuerdo saldrá del centro y se reunirá con Reggie, que le cuenta que todo lo que pasó fue solamente un sueño, pero al abrir los ataúdes de sus padres y descubrir que no están los cuerpos cambiará de opinión y emprenderán un viaje en busca del Hombre Alto.
La producción del film fue otro quebradero de cabeza para su director, que veía como Universal lo tenía atado de pies y manos. Le impidió volver a contar con Reggie Bannister y A. Michael Baldwin, pero aun y así consiguió que Bannister volviera a encarnar a su personaje. Para interpretar a Mike se contrató a James LeGros (entre los que hicieron audición estaba un jovencito Brad Pitt), elección bastante desacertada por ser un tipo de aspecto más cercano a protagonizar la portada de la SuperPop que para interpretar al desgarbado de Mike. A nivel de guión también le prohibieron usar los recursos oníricos para que no la catalogaran como una mala copia de Pesadilla en Elm street, con lo que quedaba claro que Universal no tenía ni idea de lo que estaba produciendo. El film tuvo muchos problemas de distribución y apenas recaudó 7 millones, lo que hizo que la major se desentendiese de la saga.
Phantasma II tiene sus virtudes y sus defectos. El contar con más presupuesto y con efectos de Mark Shostrom (recomendado por Sam Raimi, y que en su equipo tenía a unos jóvenes Greg Nicotero y Robert Kurtzman), pese a que no puede evitar meter un muñequito demasiado krueggeriano, le hacen ganar puntos y convertirla en una road movie (inspiración directa del final de Salem's Lot) le desprende del encanto del pueblecito extraño donde sucede la acción. (No puedo dejar de lado el famoso detalle que aquí a la versión cinematográfica de la adaptación de Stephen King se titulase Phantasma II). En su conjunto la cosa se queda algo coja, muy posiblemente por las imposiciones de Universal y los cortes para conseguir una calificación adecuada.



Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister
Phantasma. El pasaje del terror (Phantasm III: Lord of the Dead, 1994). Al no haber funcionado nada bien la anterior entrega, Universal dejó de interesarle seguir facturando films de la saga, lo que dio vía libre a Coscarelli a tener control total sobre la tercera entrega. Aun y así, pese a no financiarla, se reservaron la opción de distribuirla.
La trama empieza justo donde termina la anterior. Por un lado tenemos a Reggie, que se topa con un niño y una chica que le acompañarán en su búsqueda del Hombre Alto, que aquí nos revelan que está creando un ejercito para conquistar nuevos mundos y con el líquido que extrae de los cerebros crea las esferas voladoras.
Además de recuperar a Michael Baldwin, también regresó Bill Thornbury. Y ya que estábamos en los 90 empezaron a trabajar con algún que otro efecto digital, aunque con el suficiente buen gusto (o que el presupuesto no daba para más) de usarlos poquito. Por su parte, el personaje de Reggie, pese a que ya habían apuntado algo en la segunda parte, lo tenemos como un total neverfucker, cosa que acabara siendo una especie de chiste recurrente en el resto de entregas. Además, se convierte en el prota absoluto de la película, lo que también será habitual en las siguientes.
A Universal no le gustó nada el resultado final y, después de hacer algún pase de prueba, la lanzó directamente a vídeo en el mercado norteamericano. Aun y así, en videoclubs hizo el agosto. En cambio, aquí sí tendría estreno en salas.



Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister

Phantasma. Apocalípsis (Phantasm IV: Oblivion, 1998). Aquí tenemos a Mike que descubre el pasado del Hombre Alto, que fue un hombre bueno que inventó algún tipo de máquina que le permitió viajar a ¿otra dimensión? y volver convertido en el Hombre Alto.
Muy criticada por los fans, ya que nos cuentan el pasado de el Hombre Alto, quitándole todo el áurea de misterio que siempre había tenido. Por otro lado, se usa mucho material del primer film a modo de flashbacks y el argumento es psicotrónico hasta los topes. Además de tomarse algunas licencias como no explicar nada de lo que le sucede a la chica y el niño que habían sobrevivido. Sin duda un punto muy bajo para la saga que aquí volvía a contar con un presupuesto de risa (600 mil dólares). Hasta el punto que los chicos de KNB les hicieron algunos efectos gratis por su amistad con Coscarelli.
Aquí sería la primera vez que la franquicia no pasaría por cines y saldría directamente a videoclub.



Phantasma, Don Coscarelli, Angus Scrimm, Reggie Bannister
Phantasma. Desolación (Phantasm: Ravager, 2016). Casi 20 años después nos llegó, hasta la fecha, La última entrega. Y eso que por el camino se quedó un guión firmado por Roger Avary en 1999 (en 1988 Coscarelli dirigió Escuela de supervivencia, donde un grupo de estudiantes de cine de Los Ángeles hicieron prácticas en tareas de producción. En el grupo se encontraban unos jovencitos Quentin Tarantino y Roger Avary) titulado Phantasm 1999 A.D. y en la que se decía que aparecería Bruce Campbell. También se quedó en el tintero la opción que New Line estuviera detrás de una nueva película. Pero lo que finalmente nos llegó fue Phantasma. Desolación, donde por primera vez Coscarelli no ejercía como director. Esa función cayó en manos de David Hartman, que había estado en los efectos especiales de Bubba Ho-Tep y John muere al final, y ha dirigido montones de series de animación (Mis amigos Tigger y Pooh, Transformers...).
Nos encontramos ante el punto más bajo de la saga. Rodada con muy poquitos medios, una estética digital de película amateur (algunos la han catalogado de serie Z) y unos efectos digitales sacados de cualquier programa de edición. Lo que resulta triste siendo una saga que empezó siendo facturada de forma totalmente artesanal, con maquillajes, efectos analógicos y trucos clásicos y que haya terminado con un triste croma de fondo. El que tengamos escenarios como un bosque o zonas desérticas, que parecen sacadas de cualquier film postapocalíptico italiano no hacen si no que acentuar toda la falta de medios que tenían.
La verdad, para haber parido semejante despropósito mejor no haber hecho nada. En este punto, con Scrimm fallecido y con pinta que a Coscarelli no le deben quedar muchas ganas de levantar otra entrega, no apunta a seguir viendo las andanzas de Reggie y Mike. A menos que un estudio decida hacer un reebot.


Phantasma ha quedado como una de esas sagas (Aullidos, Leprechaun, Amityville...) que han ido degenerando a cada nueva entrega. Siendo, finalmente, la película original la que mejor ha resistido al paso del tiempo (y más viendo la restauración de la gente de Bad Robot), rodada por un Coscarelli que podríamos definir como un "autor total" (dirige, escribe, monta, produce...) que, salvo la segunda entrega, se ha podido permitir el lujo de tener todo el control del resultado final pero que ello no ha hecho que pudiéramos volver a ver la genialidad de la original. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario