sábado, febrero 24, 2018

Pánico a las tres

Pánico a las tres, Phil Joanou, Three O'Clock High, Richard Tyson

Ni he sido ni soy muy amigo de las teen movies ochenteras. Nunca me ha gustado/divertido la saga Porky's, Desmadre a la americana, Los rompecocos... Ni siquiera a las de John Hughes guardo cierto cariño. En cambio, tengo 3 o 4 que son la excepción de la regla. Ya sea la trilogía de Kurt Rusell en Disney (Te veo y no te veo, El hombre más fuerte del mundo y Mi cerebro es electrónico), Movida en la universidad y Locuras de medianoche... Las primeras porque, además de ser tremendamente naif, tienen el elemento fantástico, y con eso ya me tienen ganado, al menos para darle la oportunidad de un primer visionado. Y la última porque es una versión puber de ¡Jo, qué noche! hecha 6 años antes que la peli de Scorsese.

Pánico a las tres, Phil Joanou, Three O'Clock High, Richard Tyson

Pánico a las tres nunca la vi en los videoclubs que frecuentaba. Realmente supe de ella a principios de milenio, cuando comenzaba a llegar a la mayoría de hogares la banda y ancha y la posibilidad de descargar archivos más grandes que las canciones sueltas del AudioGalaxy o el Napster. Y supe de ella porque en algunos foros se hablaba de ella casi como film de culto. Y después de verla llego a entender la simpatía que muchos le procesan, pero a mí no me llega. Seguramente, de haberla visto en su momento, me encontraría en ese grupo, pero habiéndola visto mucho más tarde, su montaje alocado y tan cartoon no me llegaba de nuevas, yo ya lo había catado en las muy posteriores El cuchitril de Joe o la serie Parker Lewis, o en la coetánea Arizona Baby. Incluso Escuela de jóvenes asesinos (que es un año posterior) tiene algo de ese lenguaje audiovisual que estaba emergiendo. Pero la película de Michael Lehmann tiene ese componente de personajes perdedores que mola. Pero no de perdedores simpáticos, si no de los antipáticos, los rarunos que prefieren y quieren estar sólos con su mundo interior y todas esas historias. Sí, todo el rollo burtoniano de los outsiders.

En Pánico a las tres tenemos a Jerry Mitchell, un chavalín de instituto, el clásico que pasa desapercibido pero muy aplicado, que acaba topándose con un nuevo estudiante que resulta ser un matón. Por la clásica chorrada, de esas que pasan sin querer, el matón le emplazará a las 3 para darle una paliza. Así que ya tienes al pobre Jerry maquinando durante todo el día como evitar la fatídica cita.


Pánico a las tres, Phil Joanou, Three O'Clock High, Richard Tyson

Dirigida por Phil Joanou, que empezó siendo un protegido del mismísimo Spielberg, que había visto el cortometraje que hizo como estudiante (Last chance dance, 1984), según el propio autor "una comedia romántica ambientada en el instituto con un tono muy American Graffiti". Hago un alto para decir que Joanou había llegado a trabajar con apenas 1 7 añitos en la primera película de Star Trek en el departamento de efectos especiales gracias al enchufe del padre de su novia, que era un banquero que había metido dinero en Apogee, Inc., compañía de efectos especiales que fue la encargada de esa labor en la película de la Enterprise.

Volviendo a Spielberg, éste le ofreció dirigir un par de episodios de Cuentos asombrosos titulados Santa '85 y La muñeca. Después de eso, el director de Hook recibió la visita del productor (sobre todo) televisivo Aaron Spelling que estaba intentando poner en marcha un guión llamado After School, que era, en gran medida, una comedia al estilo de John Hughes. Spielberg ayudó a poner en marcha el proyecto y colocó en la dirección a Joanou. Es por eso que, pese no aparecer acreditado, pues el proyecto no lo consideraba suyo y apenas interfirió, mucha gente considera la película una especie de hijo bastardo de la factoría Amblin.


Pánico a las tres, Phil Joanou, Three O'Clock High, Richard Tyson

Y, efectivamente, ese guión titulado After School acabó mutando a Three O'Clock High (o Pánico a las tres para nosotros) y se desprendió en buena medida del sello Hughes y acabó teniendo una fuerte influencia de After hours / ¡Jo, qué noche!
Como protagonista nos topamos con Casey Siemaszko, que si bien no terminó haciendo nada destacable, nos sonará por ser uno de la pandilla que siempre perseguía a Marty McFly (concretamente el que llevaba las gafas 3D) y el prota de aquel episodio titulado La misión y dirigido por Spielberg para Cuentos asombrosos en el que un avión de guerra tiene estropeado el tren de aterrizaje y él está atrapado en la parte de abajo del aparato. Y luego poca cosa destacable hizo.
Como el matón tenemos a Richard Tyson, que era el malo de Poli de guardería. Y es que con esa cara de cromañón no tiene muchas posibilidades más el pobre. Además teníamos por ahí, el ahora "amigo de sobrepasarse con compañeras de trabajo" Jeffrey Tambor; John P. Ryan, habitual de la Cannon; y Mitch Pileggi, el Skinner de Expediente X o el malo de Shocker.
Y en el apartado técnico apuntar un par de nombres. Barry Sonnenfeld, futuro director de La familia Addams o Men in Black, como director de fotografía (lo que la enlaza todavía más con Arizona baby), y Tangerine Dream en una no demasiado inspirada banda sonora.

Pánico a las tres costó 6 millones y apenas recaudó la mitad. Un fracaso que hizo que los productores quedasen defraudados, pues ellos esperaban algo más del estilo Karate Kid (sic). Todo ello hizo que aquí nos llegase directamente a vídeo.



Pánico a las tres, Phil Joanou, Three O'Clock High, Richard Tyson

Por su parte, Phil Joanou ha terminado siendo el clásico director que prometía mucho y acabó chocando con la forma de trabajar de los grandes estudios, que no le permitían tener el control total sobre sus películas. Ahí tienes los casos de El clan de los irlandeses (con la que se topó con la Orion entrando en bancarrota) o Análisis final (donde se las tuvo con el mismísimo Richard Gere). Todo ello hizo que se alejará bastante de Hollywood y su escasa filmo se decantase por productoras más pequeñas independientes. Aunque siempre tiene un hueco para rodar algún clip de sus colegas U2.


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