Aunque ahora a todo el mundo se le ponga dura con la adaptación televisiva de Daredevil de la mano de Netflix, hubo un tiempo (unos 40 años al pasado), cuando aquí al demonio rojo se le conocía como Dan Defensor, hubo un esteril intento de llevarlo a la pequeña pantalla.
1975 era una época donde Hulk, Wonder Woman o Spiderman tenían encarnaciones en carne y hueso en la pequeña pantalla, y alguién debió pensar que Daredevil también podía combatir el crimen en 625 líneas.
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Este tipo con cara de Nicolas Cage no tuvo una carrera demasiado extensa, siendo Sombras (Shadows, 1959), su debut cinematográfico de la mano de John Cassavetes, y Doce del patíbulo (The dirty dozen, 1967) sus películas más famosas. Luego murio bastante joven a principios de los 80.
Como es sabido, la cosa no pasó de la sesión de fotos quedando en otro de los muchos proyectos fallidos de llevar a la caja tonta alguno de los superhéroes que llenaban de color las viñetas del papel podrido de Marvel y DC.
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