Parece que por estos lares el termino snuf movie lo inventó Amenabar con Tesis, pero mucho antes ya habíamos tenido contacto con Videodrome de Cronenberg. Cosas que pasan.
Evidentemente esto viene a cuento porque Asesinato en 8 mm habla de eso, de las películas en las que vemos asesinatos reales. Todo ello en la época buena de Nicolas Cage (que no la divertida), cuando ganaba Oscars y rodaba con De Palma o Scorsese.
Aquí lo tenemos haciendo de un investigador que es contratado por una millonetis que acaba de quedarse viuda. En una de las cajas fuertes de su marido encuentra una película de 8 milímetros en la que se puede ver como torturan y matan a una chica. Aquí es donde entra el investigador que encarna Cage, él será el encargado de investigar si esa película es real o ficticia.
Cuando uno se enfrenta a una película de Joel Schumacherse ha de preparar para lo peor (sus Batmans, Número 13) o cositas muchos más agradables (Un día de furia, última llamada), que aparte de esta irregularidad es un tío con una filmografía más bien incoherente.
Asesinato en 8 mm no es que fuese un proyecto personal, si no que se metió en él a modo de encargo cuando recibió la llamada de la Columbia para dirigiese un guión firmado por Andrew Kevin Walker.
Andrew Kevin Walker es un guionista que dio el pelotazo a mediados de los 90 cuando escribió Seven, cosa que le catapultó a ser uno de los más cotizados en su gremio, llegando a ser guionista en la sombra de The game, El club de la lucha u Horizonte final. Después de Asesinato en 8 mm se hizo cargo de Sleepy Hollow y desapareció del mapa durante años, hasta que en 2010 escribió El hombre lobo.
Con semejante currículum hay dar por sentado que el tipo suele darle un toque oscuro a todo lo que pasa por sus manos. Y eso es precisamente lo que pasó con el guión de la película protagonizada por Nicolas Cage, que era demasiado oscuro. La productora y Schumacher querían hacer algo más ligero y como el guionista se negó en redondo tuvo que ser el propio director el que hiciera retoques.
La película tiene muchísimas conexiones con Hardcore. Un mundo oculto, cambiando que en el film de Paul Schrader George C. Scott buscaba a su hija en el mundo del porno. Eran otros tiempos y en los 90 el cine X era otra historia.
En el film de Schumacher está todo muy contenido (fruto de esas reescrituras), con un Cage como en el de los buenos tiempos, que se mete de pleno en la investigación, llegando a empatizar con la supuesta víctima aun y sin conocerla. Algo así como lo que pasaba en Laura de Preminger. Cosa que ayuda mucho la figura de su hija recién nacida, lo que hace aflorar todavía más su vena paterna. Dando buena cuenta de su bajada a los infiernos al final del film (aunque con un anexo demasiado made in Hollywood).
Y aunque Asesinato en 8 mm es una película que empieza y acaba en sí misma y no necesita de ninguna continuación, en 2005 salió directamente a DVD 8mm 2, lo que se nos presenta como una secuela es simplemente un telefilm cochambroso que se aprovecha de usar el título porque no tiene absolutamente nada que ver con el film de Schumacher. Dirigida por J. S. Cardone, que tiene una filmografía como director repleta de bodrios infumables pero que como guionista ha hecho alguna cosa algo más con cara y ojos como Alien hunter, La alianza del mal de Renny Harlin o los remakes de El padrastro y Prom night; además de porquerías de pseudo-acción para lucimiento de Tom Berenger y Wesley Snipes. Tela marinera.
La película es una coproducción entre USA y Hungria donde un político de tres al cuarto se va con su mujer a un hotel y le da mandanga de la buena. Un buen día recibe unas fotos del tórrido encuentro sexual a modo de chantaje, con lo que el tipo, viendo peligrar su carrera política, comienza a investigar quien le ha grabado.
Efectivamente, más allá del título la relación entre este telefilm mugriento y el original es nulo. Ni siquiera es que detrás estén los mismos guionistas o productores, nada. A no ser que hubieran comprado los derechos del título no hay mucha explicación que darle a este pseudo thriller erotiquillo de tres al cuarto.
La película es una coproducción entre USA y Hungria donde un político de tres al cuarto se va con su mujer a un hotel y le da mandanga de la buena. Un buen día recibe unas fotos del tórrido encuentro sexual a modo de chantaje, con lo que el tipo, viendo peligrar su carrera política, comienza a investigar quien le ha grabado.
Efectivamente, más allá del título la relación entre este telefilm mugriento y el original es nulo. Ni siquiera es que detrás estén los mismos guionistas o productores, nada. A no ser que hubieran comprado los derechos del título no hay mucha explicación que darle a este pseudo thriller erotiquillo de tres al cuarto.
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