jueves, diciembre 15, 2011
Catwoman
Habiendo visto las Catwoman de Julie Newmar, Eartha Kitt y Michelle Pfeiffer (no nos olvidemos que Adrianne Barbeau le puso la voz en la serie animada de los 90) ya nos podemos hacer una idea de lo delicado que es interpretar el personaje. La línea que separa lo correcto a la vergüenza ajena es finísima.
Ya desde el estreno de Batman Returns salió la noticia de una película que la protagonista absoluta fuera Catwoman, nada de hombre murciélago, ni chicos mandarina.
Todo ello bajo la batuta de Tim Burton, que había quedado encantado con el personaje, y, por supuesto, Michelle Pfeiffer, que al parecer tenía un contrato firmado, bajo los rasgos de la mujer gato.
El tiempo fue pasando y de la película nunca más se supo. Quizá porque Burton acabó escaldado de todo lo que oliera a Gotham City después de los palos que le dieron, porque prefirió hacer otros films o simplemente la Warner no estaba por la labor.
Curiosamente han tenido que pasar la friolera de casi 20 años para que Burton y Pfeiffer volvieran a trabajar juntos en la todavía no estrenada Dark Shadows.
La cuestión es que mas de diez años después apareció la película de Catwoman, que, al parecer, contó con el estratosférico número de 30 guionistas, aunque al final sólo hay 4 acreditados de forma oficial.
El "afortunado" que se convirtió en director del entuerto fue Pitof (Jean-Christophe Comar). Una elección cuanto menos curiosa, ya que el francés era más conocido por haber estado detrás de los efectos especiales de los films de Jeunet y Caro, y solamente contaba con una película como director, la infravalorada Vidocq.
El director, en cuanto leyó el guión presentó a la Warner una versión alternativa, pero la productora la rechazó por ser demasiado personal y poco comercial.
Para protagonizar el film se contó con una Halle Berry (que personalmente nunca la he visto muy adecuada para el papel) en alza después de ganar un Oscar, y como contrincante usaron la clásica estratagema de poner un cara de primera fila, Sharon Stone.
Si todos estos elementos ya hacían presagiar que las cosas no iban por el buen camino la cosa acabó de explotar cuando aparecieron por la red los diseños del traje de Catwoman. Todo el mundo coincidía, eso era un fake. Aquellos atuendos parecían más propios de una sesión de sadomaso que el traje de un personaje de cómic.
Catwoman fue vapuleada por la crítica (y con razón) y por el público (con más razón aun, que estos han de pagar), cosechando un fracaso en taquilla que le impidió recuperar los 100 millones de dólares de presupuesto.
Antes comentaba lo delicado que es el personaje, es muy fácil pasarse de la raya. Y es justamente eso lo que hace Berry, pasarse pero bien pasada.
A la película le llovieron premios Golden Raspberry (los anti Oscar), con la peculiaridad que Berry lo recogió in person, eso sí, criticando a su representante: "la próxima vez, asegurate de leer primero el libreto”. Ni que ella no tuviera ojos para hacerlo.
Cualquier parecido con universo Batman y este film es puramente anecdótico. Nada, absolutamente nada tiene del cómic. O lo que s lo mismo, como coger el nombre de alguna obra conocida y hacer una película que no tenga nada que ver salvo el título y poco más. Algo así como aquel Spiderman setentero, pero a este se le perdona porque ni tenían presupuesto ni había los medios para hacer algo con cara y ojos.
Catwoman es mala, muy mala. Con momentos que causan auténtica vergüenza ajena, montones de planos ultra rápidos de la ciudad, efectos terriblemente malos, una actriz que es para darle con un calcetín sucio y una historia plana hasta decir basta. Ni siquiera el clásico recurso de agarrarse al malo de turno como un clavo ardiendo nos servirá de salvavidas, porque Sharon Stone sale muy guapa pero tampoco se le ve muy motivada salvo por coger el cheque. Y eso que su personaje tenía ciertos ramalazos de Clayface.
La única forma de aguantar un pase en la tele es un domingo al mediodía mientras hacemos la siesta, y con el volumen bajito.
Soy fan de Batman (y no, no sólo del Batman timburtiano)y, por supuesto, del personaje de Catwoman, y esperé mucho esta película. Cuando me enteré de que Halle Berry iba a protagonizarla tuve una ingenua ilusión de que fuera por fidelidad al cómic, ya que al principio de los tiempos Catwoman era una mujer negra, concretamente, una prostituta sadomasoquista. Sí es verdad que pensé que era un tanto arriesgado un papel así pero qué quieres, tenía 15 años cuando la estrenaron...No fui a verla al cine cuando me fueron llegando los rumores que temía, que era claramente, una basura, que no tenía nada que ver con Selina Kyle, ni con Gotham ni nada. La compré en un top manta por 1 euro y la vi en casa. Terrible.
ResponderEliminarEs una de las pocas películas de que puedo decir sólo disfruté los créditos iniciales, y no es broma, porque es cuando salían aquel repaso histórico ficticio en imágenes de las "mujeres-gato". A partir de ahí, es mejor mirar una pared. El que me infunde lástima sin embargo es el pobre Benjamin Pratt,que hace de bonito policía florero.
Amén con todo lo que has dicho.
ResponderEliminarSi no recuerdo mal la Catwoman prostituta era la del Año uno de Miller y Mazzuchelli a mediados de los 80.
Es gracioso lo de Benjamin Pratt. Normalmente es la chica la que hace de florero en las pelis y aquí se da el caso inverso.
Yo no conseguí acabar verla. Con eso está todo dicho.
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