El enigma de Jerusalén

En unas excavaciones cercanas a Jerusalén se encuentra el cuerpo de un hombre que data de 2.000 años atrás, con el detalle que lleva empastes. Y para más sorpresa junto a él encuentran el manual de una videocámara que todavía no se ha fabricado.

Viendo esta sinopsis, sin duda, uno puede sentirse atraído por esta película de procedencia alemana, el problema es que con semejante potencial se desaprovecha todo lo bueno para acabar con un lío morrocotudo, malos que luego no son malos y malos que luego siguen siendo malos, y un montón de persecuciones que no nos interesan, alargándolo todo hasta la extenuación.

Este telfilm de 3 horazas, que se dice pronto, esta basado en el best seller El vídeo de Jesús, de Andreas Eschbach, que seguramente ya sabría de la existencia del Caballo de Troya de J.J. Benitez. No he leído el libro en el que se basa, pero informándonos un poco enseguida encontraremos que este telefilm se pasa por el forro gran parte de su argumento.


Sin duda el handicap de la obra es su condición de telefilm o miniserie de 3 horas. Si lo hubieran dejado a 90 minutos o dos horas estaríamos ante algo bastante mejor, que igual no sería ninguna obra maestra pero que tendría pinta de pequeña obra de culto.
La cantidad de persecuciones por las que pasa el protagonista son en su mayoría innecesarias y acaban por volverse repetitivas. Este hecho me recuerda poderosamente a Capricornio uno, estupendo film de Peter Hyams en el que un grupo de astronautas viaja a Marte, pero en realidad es todo un montaje de la Nasa que acaba filmando el aterrizaje en un estudio de televisión. Los astronautas se revelarán e intentarán por todos su medios explicar lo sucedido a los medios de comunicación, evidentemente los de la Nasa se dedican a perseguirlos para que no digan ni mu. Y ese el problema de la peli, que una vez planteada se reduce a la persecución de los astronautas, con lo que todo el dilema moral acaba resultando una peli de acción.


El enigma de Jerusalén merece un remontaje y quitarle toda la paja que tiene (que es bastante) para dejarla en una duración estándar, en ese caso sería fácil recomendarla. No deja de ser una vuelta de tuerca del estilo El código Da Vinci o las pelis de La búsqueda con Nicolas Cage, aunque el libro de El vídeo de Jesús es bastante anterior a estos films.
Pero teniendo una duración tan excesiva y, sobre todo, para lo que se lía en ella misma solamente es aconsejable para los curtidos en los telefilms de sobremesa de Cangrena 3.