martes, septiembre 30, 2008

Cobra mission

Cobra mission, Megatech, porno, porn, hentaiHace muchos años, en una galaxia no tan lejana no había internet y para jugar a videojuegos en casa o tirabas de Sega/Nintendo, le dabas caña a las cintas de cassette del Spectrum o eras un privilegiado con pasta y tenías un Pc y jugabas a las aventuras gráficas de Lucas Arts y Sierra en sus magníficos disquets de 3,5 pulgadas.
Uno de los primeros juegos que salieron en este cacho de tierra que podríamos calificar como “X” (dejemos en un rincón las aventuras conversacionales del género como Lola huele bien y le encanta el marisco) fue el Cobra Mission: Panic in Cobra City.

Cobra mission, Megatech, porno, porn, hentaiBeavis tiene un cameo

Lanzado en 1992 (tardaría un par de años en aparecer aquí) de la mano de Megatech, compañía americana (concretamente de California) de corta vida (apenas llegó a finales de los 90) que se especializó en lanzar juegos con estética anime y hentai. Bueno, lo de “se especializó” es un decir porque apenas llegó a sacar cuatro juegos: Cobra Mission: Panic in Cobra City (1992), Metal & Lace: Battle of the Robo Babes (1993), Knights of Xentar (1994) y Power DoLLS: Detachment of Limited Line Service (1995).

Cobra mission, Megatech, porno, porn, hentaiIgualito que el Link to the past

Este Cobra mission, que rulaba bajo Ms-Dos, fue su primer título (y seguramente el más conocido); con unos gráficos bastante pobres, aún y para la época en que se programó, con vista aérea durante la mayor parte del juego en el que dábamos vida a Jr. Knight, un investigador privado a la vieja usanza con su gabardina y sombrerito, que llega a su isla natal llamada Cobra, ubicada en Florida. Allí se dedicará, junto a una antigua compañera de instituto llamada Faythe Watson (elemental), a investigar las extrañas desapariciones de chicas a manos de la mafia local regentada por un tal Kaiser.

Como ya he dicho el 90% de los gráficos son cutrillos, pero eso cambia cuando entramos en el modo combate. Y es que, al igual que un Final Fantasy o un Pokemon, iremos andando por la ciudad y sin venir a cuento nos encontraremos los enemigos y lucharemos contra ellos. Ahí la imagen cambia y veremos un gran monigote en estilo manga, el cursor será nuestra arma e iremos eligiendo los golpes a dar.

Cobra mission, Megatech, porno, porn, hentaiTu eres cola yo pegamento

Hasta ahí nada nuevo bajo el sol, pero lo que llamó la atención en su momento y lo que hizo popular al juego fue que en determinados momentos nos podíamos encontrar mozas de buen ver que nos tenemos que tirar. Con el mismo sistema que los malos que nos vamos encontrando por la calle pero cambiándolos por chicas estilo hentai y el cursor en lugar de transformarse en un arma lo hace en mano, pene, boca, vibrador... El sistema de combate es simple, hay que usar diferentes acciones (susurrar al oído, tocar el pelo, tocar pechos, métela dentro!! etc.) pero en el orden correcto, y de las 8 tipas que consta el juego es obligatorio cepillarse a 3 para acabarlo.

Cobra mission, Megatech, porno, porn, hentaiAtaque aeróbico!!

Por lo demás el juego es una aventurilla clásica con muchos elementos subidos de tono (la isla está llena de puticlubs, sex-shops, pelis y revista porno, tías guarras...) y con un sistema de sonido simplemente infame. Tan infame que los cuatro cutre-sonidos que aparecen suenan por el altavoz de la torre con lo que se hace horrible la experiencia. Por contra hay que decir que llegó a salir traducido en la lengua de Cervantes, aunque eso sí, de una forma un tanto chapucera. Pero al menos hicieron el intento en una época en la que encontrar un título traducido era casi como encontrar el Grial.

En su día daba para frotarte la entrepierna con el escritorio hoy no da ni para arrancarte un pelo del escroto.

4 comentarios:

  1. vaya un juego cutre cutre. Por la época si llamaba la atencion era por el tema cerdo, si nos ponía cerdos hasta el sextrix y el porntrix.

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  2. Bufff! es que por aquella época tener algún VHS porno-manga a lo Urotsukidoji era ser el puto amo. Y poseer un juego de estos ni lo hablamos.

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  3. Menudos recuerdos. El juego era malo malo pero igual te lo intentabas acabar para seguir viendo alguna tia.

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  4. Jejeje, sí, es cierto que el único aliciente del juego eran las chavalas ligeras de cascos.

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